O15 | ESPERANZA

Jungkook se había separado mientras un suspiro tembloroso escapaba de sus labios, intentando calmar los latidos de su corazón, armándose de valor para poder enfrentar lo que sucedería ahora que, por primera vez, no le había dado un pequeño beso, sino que siguió aquel impulso de poder mover sus labios. Y aunque había deseado más, supo que no era el momento de intentarlo porque ya había cruzado aquel límite que nunca creyó, como tampoco jamás creyó que algún día sentiría ganas de besarla cuando le aseguró que nunca lo haría al verla hablar con la boca llena.
Se había sentido tan seguro de que ella siempre le desagradaría, pero ahora no sabía qué hacer con todo lo que le estaba haciendo sentir, al punto de estar convirtiéndose en alguien que no parecía estar teniendo un buen autocontrol.

Abrió sus ojos sintiendo los nervios a flor de piel, pero al encontrarse con las mejillas sonrosadas de Megan, notando que estaba igual de nerviosa y al punto de no poder enfrentar su mirada e, inesperadamente, se aferró a él para que ya no pudiera verla, su corazón se sacudió.

«¿Estamos bien, Baker?» había preguntado, porque no importaba que ella lo estuviera abrazado, estaba demasiado inseguro.

«Si me abrazas, sí» respondió por lo bajo, apoyando la cabeza en su pecho.

Fue ahí cuando sintió cómo la tranquilidad volvía a él, por lo que soltó una ligera risa, y sin dudar, la envolvió entre sus brazos mientras apoyaba su mejilla en la cabeza de ella.

Suyo.

Jungkook era tan suyo sin saber cómo, cuándo, ni porqué, pero así se sentía teniéndola entre sus brazos mientras sus ojos se cerraban, una sonrisa se dibujaba en su rostro, su corazón se llenaba de calidez y la calma lo invadía al punto de no querer soltarla.

Había detestado demasiado cuando aquel abrazo tuvo que llegar a su fin, pero, de todas maneras, eso parecía haber sido para mejor. Pues, cuando ya habían acabado de comer, decidieron jugar al vóley, por lo que Jungkook acabó sorprendiéndose cuando Megan lo tomó rápidamente del brazo para apegarlo a ella.

—¿Eres bueno en esto? —preguntó levantando la cabeza para conectar sus miradas, y este se encogió de hombros.

—Supongo que sí —respondió mientras la expresión en su rostro le hacía creer a Megan otra cosa.

—¿Así cómo lo eres en el rugby?

Jungkook volvió a mirarla mientras arrugaba el rostro como si estuviera pensando, quizás, analizando sus palabras.

—¿Qué quieres decir con eso? —indagó rápidamente.

—¿Hacemos equipo los cuatro? —intervino llamando su atención, Jaeden.

—Por mí está bien —asintió, Jungkook.

—¡Claro! —exclamó la pelinegra—. Espero que seas bueno, Jungkook.

—Yo espero que tú lo seas —apuntó—. ¿Jugaste antes o algo así?

—Era muy buena en el instituto.

—Oh, bueno, entonces, llegó el momento de demostrar tu talento —sonrió.

—Que Jaeden y Megan se coloquen adelante y nosotros atrás, Jungkook —ordenó llamando la atención de ambos, Freddie, antes de acercarse a Elliot.

—Espero que tú y Freddie nos hagan ganar —sonrió mientras se alejaba para colocarse detrás de Jaeden, manteniendo la distancia—. Suerte.

Ella asintió intentando devolverle la sonrisa.

—¡Empezamos nosotros! —exclamó acercándose con la pelota, Freddie.

Jungkook y Jaeden parecieron ponerse contentos por eso, es más, el pelinegro miró a Megan con una gran sonrisa y guiñándole el ojo, como si el que ganara con la moneda para empezar, ya le hiciera creer que tendrían la victoria, por lo que ella volvió a intentar devolverle la sonrisa antes de fijar su mirada hacia el frente.
Luego de lo que había pasado varios minutos atrás, como aquel dúo la había hecho sentir, necesitaba aunque sea poder ganarles en aquel juego. No importaba que la criticaran porque siempre había intentado competir contra ellos, buscando algo en lo que fuera mejor, buscaría ahora, años después, encontrar algo mínimo como aquel partido para poder gritárselos en el rostro, aunque Heather estuviera en ese equipo.

El saque lo había comenzado haciendo Jungkook, logrando que Freddie y Jaeden se sorprendieran y sonrieran al ver que lo había hecho bien, algo que le hizo a él sonreír satisfecho, intentando no demostrar sorpresa. Elliot rápidamente devolvió la pelota, por lo que Jaeden se apresuró a hacer lo mismo, pero cuando Asher se encargó de devolverla, fue cuando Jungkook se la pasó rápidamente a Freddie, el cual al haber sido sorprendido se la pasó a Megan que acabó recibiendo un golpe con la pelota en la cabeza al no habérselo esperado.
Aquello había hecho reír al equipo contrario, aunque también a Jaeden que se cubrió la boca, Freddie suspiró mirando la pelota en la arena, y Jungkook rápidamente se acercó a ella que tenía una mano en la zona afectada de su cabeza.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado, llevando la mano a la suya que estaba en su cabeza.

—Sí, sí...—respondió por lo bajo, sin ser capaz de mirar a nadie al sentirse avergonzada.

—¡Bien, vamos nosotros! —exclamó Asher tomando la pelota que se la pasó Heather.

—Pero ¿qué sucedió...?

—Sólo estaba distraída —aseguró conectando sus miradas, notando cómo él parecía no estar muy convencido con su respuesta—. Tenemos que rotar.

—No fue nada. Vamos —intervino llamando su atención, Freddie.

Rápidamente Jungkook se dirigió al lugar que antes ocupaba Freddie, mientras que Megan en el que estaba anteriormente Jaeden, diciéndose que esta vez debía estar más atenta. Y así, el juego volvió a empezar, los minutos pasaban mientras que la pelinegra intentaba estar más atenta, alegrándose cada que hacía buenos pases, pero la pelota parecía caer más del lado de su cancha y eso los puntos lo demostraban.

—Esto no puede estar pasando —murmuró llevándose la mano a la frente demostrando su frustración, Jungkook.

Ahora se encontraban a un lado al estar esperando que el segundo tiempo comenzara, Megan y Jungkook demasiados molestos, mientras que Freddie y Jaeden parecía no importarles para nada y disfrutar del partido.

—Tranquilo, tampoco es la muerte perder —palmeó su hombro, Freddie.

—¡Yo no puedo estar del lado de los perdedores otra vez! —exclamó llevándose una mirada sorpresa de ambos jóvenes, lo que hizo que Megan riera nerviosa.

—Lo siento, Jungkook es demasiado competitivo —explicó apretando su hombro, pero este parecía seguir molesto.

—De todas maneras, en el rugby tú fuiste el capitán, así que, que hayamos perdido fue más tu culpa —comentó Freddie, provocando que este lo mirara indignado

—Eso... Eso fue sólo mala suerte.

—Bueno, pero podríamos haber remontado el puntaje si no fuera porque tú y Asher se pusieron a pelear.

—Ya, que perdamos una vez contra él fue mala suerte, pero si perdemos otra vez seríamos estúpidos —suspiró cruzándose de brazos.

—Bueno, haznos ganar —ordenó palmeando su brazo, Megan, y este la miró incrédulo.

—Tú cállate. Dijiste que eras buena y apenas tocas la pelota.

—Idiota —musitó indignada mientras este se alejaba con una pequeña sonrisa.

—¡Ya, vamos a ganar o no volveré a formar equipo con ustedes! —exclamó Jungkook mientras se dirigía del lado donde había estado antes el equipo contrario.

—Pensé que tu novio era más agradable —comentó por lo bajo, Freddie.

—Créeme que yo igual, pero cuando se trata de competir cambia demasiado —hizo una mueca de disgusto mientras lo seguía, Megan.

Una vez que se colocaron en sus posiciones, el juego volvió a empezar, esta vez con un equipo más competitivo. Jungkook y Megan realmente querían ganarles a Asher y a Elliot, algo que podía notarse fácilmente por la manera en la que golpeaban la pelota, además de que cada vez que lograban anotar un punto, eran los que más se emocionaban, mirándose con una gran sonrisa y algunas veces chocando sus manos. Por momentos se les unían Jaeden y Freddie que parecían no comprender tanto su emoción, pero pensaban que era solamente porque ambos eran demasiado competitivos.

La frustración comenzaba a hacerse notar cuando la diferencia entre puntos se mantenía, pero eso fue tanto que Megan al golpear la pelota con fuerza acabó impactándola en el rostro de Heather. Un chillido escapó de los labios de la rubia que se cubrió el rostro con las manos mientras Megan se cubrió los labios y los demás miraban sorprendidos la situación, hasta que Asher reaccionó y se acercó rápidamente a su novia.

—¡Estoy bien! ¡Estoy bien! —exclamó cuando Elliot, Judy y Freddie también se le acercaron.

—¡Heather, lo siento! —Megan la miraba angustiada mientras Jungkook y Jaeden estaban a sus lados.

—Te hace falta algo de delicadeza, Megan —mencionó molesto y girando su cabeza para verla, Asher.

—Ya, estábamos jugando, así que no fue a propósito —intervino Jungkook—. Además, tu novia acaba de decir que está bien.

—En verdad lo siento, Heather —dijo acercándose, todavía sintiendo la mala mirada del castaño.

—Ya, mejor ni te acerques...

—Estoy bien —aseguró con una sonrisa tranquilizadora y su rostro algo enrojecido por el golpe, pero luego giró a ver a su novio—. Tú relájate. Tampoco fue para tanto.

—¿Y si vamos de una vez al agua? —preguntó cambiando el tema de conversación, Jaeden.

—Sí, es una buena idea. Vamos —asintió Freddie.

Megan seguía angustiada, observando cómo Asher tomaba de la mano a Heather para alejarse de ellos y hablar, ya que sabía perfectamente que no hablaría nada bueno de ella y eso le hacía temer cómo podría actuar luego la rubia con ella. 

—Bueno, entonces, ¿perdimos? —Jungkook preguntó en un intento de que la tensión se esfumara, logrando hacer reír a Jaeden y Freddie.

Jungkook observó a la pelinegra que ahora también lo miraba, por lo que en sus orbes podía notar su angustia mezclada de una desesperación que no comprendía, bajando luego la mirada a sus labios que estaban algo fruncidos, y sonrió acercándose más a ella para darle un pequeño abrazo.

—Sé que duele perder, perdí contigo...

—Ya, que no les afecte tanto. Mírenlo sólo como un juego —Jaeden comentó el más bajo, por lo que Freddie asintió dándole la razón.

—Pudimos perder, pero no se salvaron de ganarse el poderoso pelotazo de Megan en el rostro —bromeó volviendo a hacer reír a los jóvenes.

—Eres un idiota —masculló separándose, Megan.

—¿Podemos ir al agua? —preguntó suplicante, Jaeden.

—Iré a dejar el pantalón con las demás cosas —informó soltando un suspiro, Megan.

Jungkook tan sólo asintió y giró a ver hacia el frente, observando cómo Judy y Elliot ya se encontraban en el lago mientras que Jaeden estaba en la orilla, por lo que giró a ver a Freddie que seguía a su lado y miraba al último mencionado.

—¿No irás?

—Los esperaré.

—Oh, está bien...—murmuró, aunque se le hacía algo extraño.

—Oye, ¿quién era esa chica con la que estabas? —indagó curioso, lo que hizo que una pequeña sonrisa de picardía apareciera en el rostro de Jungkook.

—Se llama Violet.

—Oh, ¿y por qué fue ella la que se me acercó?

—Es que Megan estaba hablándome —explicó simple—. ¿Por qué? ¿Te interesó?

Hm... No exactamente —respondió desconcertándolo—. Fue incómodo.

—Oh...

—Noté sus intenciones, así que deberías decirle desde ahora que no es posible —dijo apoyando la mano en el hombro de Jungkook.

—Espera, entonces, ¿si estás con alguien? —preguntó sorprendido, y él solamente asintió—. En verdad lo siento, no sabía...

—Está bien. No te preocupes.

Al ver cómo le sonreía de manera tranquilizadora, se sintió un poco menos culpable, pero la tensión seguía ahí, por lo que masajeó su nuca mientras giraba a ver hacia donde se encontraba Megan, rogando que se apresurara. En ese momento, sus ojos se abrieron a la par al verla solamente con aquella bikini celeste y, sin poder evitarlo, su mirada comenzó a recorrer su cuerpo.

Podría querer reír al pensar que su apodo para burlarse de ella le quedaba bien, pero eso no pasaba en absoluto. Sin saberlo, su respiración se volvía pesada mientras sus manos parecían picar ante el deseo que estaba comenzando a nacer dentro de él.

—¡Tranquilo, amigo! —exclamó palmeando su espalda, Freddie, logrando que este saliera de su trance y lo mirase asustado—. Estás comiéndola con la mirada.

—C-Cállate, no digas estupideces —masculló avergonzado, sintiendo su rostro arder—. Y ya, ve con lo demás de una vez que no necesitamos que nos esperes.

—¡Bien, como quieras! —asintió comenzando a caminar, pero volteó a verlo mientras lo apuntaba—. Pero recuerden que tienen que venir con nosotros al agua y no irse al motel, ¿bien?

—¡Ya cierra la boca!

Freddie soltó una risotada mientras Jungkook tenía el impulso de correr hacia él y obligarlo a que se callara, porque lo que este le decía no lo ayudaba para nada a que se esfumara aquel deseo que nacía en su interior, creando escenarios imaginarios en su cabeza.

—Hey, ¿estás peleando con Freddie?

Al escuchar esa voz femenina, giró a ver asustado hacia su lado, encontrándose con Megan que parecía algo confundida por su reacción.

—¿Estás bien, Jungkook?

—S-Sí, claro que sí —titubeó desviando la mirada mientras masajeaba su nuca—. ¿Por qué no lo estaría? Claro que lo estoy.

—Vaya... sí que te comportas raro a veces —murmuró buscando su mirada—. Estás muy rojo, ¿te está haciendo mal el sol?

—Ya, ¿podemos ir al agua de una vez o vas a seguir hablando de mí?

—¡Bien, vamos! —aceptó frustrada—. Y después dicen que las complicadas son las mujeres.

—¡Te escucho, Megan!

—Por algo no lo pensé solamente, quería que me escucharas —aclaró rápidamente, mientras él miraba ofendido hacia el frente—. ¿Freddie te está molestando? Porque si es así, puedes decirme, aunque sería raro porque es de los más agradables...

—¡No pasó nada! Vamos de una vez, ¿sí?

—Ya, está bien. Vamos.

Jungkook soltó un suspiro de alivio al saber que ya no insistiría en saber qué sucedía con él, porque al ser demasiado malo para mentir, no se le ocurría nada en ese momento, y estar tan nervioso sólo lo empeoraba. Tan sólo quería poder ir con los demás, ya que podría ayudarlo a despejar su cabeza antes de que fuera muy tarde y su cuerpo reaccionara de una forma más notable, lo que lo tenía demasiado preocupado.

Megan y Jungkook comenzaron a caminar hacia el lago, este más aliviado mientras ella tan sólo deseaba que pudiera volver a la normalidad porque ese día la estaba poniendo de los nervios. Pero en eso, giró a ver hacia su costado, lo que provocó que dejara de caminar al ver a Heather y a Asher a unos metros.
Este la tomaba del rostro, mirando atentamente cada centímetro como si estuviera comprobando que estuviera realmente bien, mientras que ella lo miraba con una pequeña sonrisa, pero Megan podía ver aquella forma tan especial de mirarlo, como si él lograra agitar su corazón en ese preciso momento.

Era como si Heather estuviera realmente enamorada de él, y eso provocaba que su corazón diera un vuelco. Le dolía el tener que estar confirmándolo cada vez más, porque mataba aquella pequeña esperanza que tenía en su interior.

Y mientras Megan observaba aquella situación dolorosa para sus ojos, Jungkook la observaba a ella, preguntándose si podía haber posibilidad alguna de que lo que sintiera fuera solamente un capricho por el no poder tenerla. El hecho de saber que era imposible podría haberlo hecho encapricharse. Deseaba con sus fuerzas que fuera así, porque eso significaba que no duraría mucho, pero la forma en la que enloquecía a su pobre corazón no se le hacía nada normal.

Era algo tan desconocido para Jungkook.

Este al ver hacia la misma dirección que Megan, aquella pareja cariñosa, inhaló y exhaló para mantener la calma y que no pudiera provocar nada en él, volviendo su concentración a la pelinegra.

—Bien, me cansé...

Su voz hizo que Megan reaccionara, pero un chillido escapó de sus labios cuando este la tomó de la cintura mientras él se inclinaba hacia adelante, para así colocarla sobre uno de sus hombros y así reincorporarse.

—¡¿Qué carajos haces?! —preguntó histérica, golpeando su espalda—. ¡Suéltame, Jungkook!

—¡Cállate! —exigió siguiendo su impulso de darle una nalgada, lo que hizo que volviera a chillar de la sorpresa.

—¡Juro que cuando me bajes vas a arrepentirte, Jungkook! —advirtió sin esperarse que este le diera otra nalgada.

—Eso es por amenazar a tu novio —comentó divertido mientras apresuraba su paso.

—¡Maldito idiota...!

Jungkook tan sólo reía sintiendo sus golpes en la espalda y cómo el agua fría tocaba sus pies, subiendo por sus tobillos. Fue cuestión de pocos cuando siguió caminando y el agua subiendo, haciendo desesperar más a Megan, que él decidió tirarla al agua mientras los demás al ver la situación reían.

Al verla salir tosiendo por haber tratado agua y apartándose el cabello mojado del rostro, cómo sus facciones se endurecían y su mirada se fijaba en él, fingió tener miedo y tener la intención de salir del agua, pero la verdad es que ni siquiera apresuró su paso, dejando así que Megan lo tomara por detrás y lograra hundirlo en el agua.

Jungkook la apartó rápidamente y con facilidad para así poder salir, tomando una gran bocanada de aire. No dudó en voltear para abalanzarse sobre ella que chilló sorprendida, comenzando así a jugar como niños, pero divirtiéndose de gran manera.
















(...)














Los minutos donde estuvieron en el lago pasaron con rapidez, convirtiéndose en horas, llegando hasta jugar a la pelota también ahí, Megan y Jungkook olvidándose de lo desagradables que podían resultar ser Asher y Elliot, que hasta ellos parecían haberse calmado un poco. Y cuando el atardecer llegó, Megan se encontraba sentada en una toalla en la arena frente al lago, mientras que Jungkook al haber sentido la brisa fresca correr y notar que la pelinegra tenía frío, caminó hacia donde dejaron sus pertenencias para buscar abrigo para ambos, agradecido de haberlo pensado a pesar del calor que hacía.

Este caminaba ya con su suéter puesto, observando cómo a unos metros se encontraba Judy conversando con Elliot, Freddie y Jaeden, mientras que sentados sobre una toalla en la arena estaban Heather y Asher tranquilos, y cerca estaba Megan con su cabello todavía húmedo, ya que con él se habían quedado más tiempo en el agua. El pensar cómo estuvieron todo el tiempo pegados el uno al otro divirtiéndose, le hizo sonreír, hasta que escuchó una voz que lo sacó de sus pensamientos.

—¡Hey, Jungkook!

Este giró su cabeza a ver a la fémina que le había hablado, encontrándose con Violet que parecía algo agitada al haber corrido. Y al ver hacia un costado, vio como su grupo de amigos caminaban llevando sus pertenencias ya que estaban por marcharse.

—Venía a despedirme de ti.

—Oh, pues, fue un placer conocerte hoy, Violet —admitió con una pequeña sonrisa, provocando también la de ella.

—También para mí...

Este sintió una intensa mirada, por lo que miró hacia el frente encontrándose con la mirada de Megan, la cual le regaló una sonrisa tranquilizadora, lo que hizo que la suya se ensanchara y deseara poder regresar rápido a su lado, así que decidió concentrarse en Violet.

—Vaya, ¿hoy es un buen día para ustedes dos? —preguntó con una pizca de picardía.

—Puede que sí —murmuró tímido, desviando la mirada.

—Lo supuse por ese beso que se dieron.

—Oh, ¿lo viste? —abrió los ojos a la par mientras sentía su rostro arder por la vergüenza.

—¡Fue muy romántico! —exclamó riendo—. Por cierto, ¿me pasas tu número? Tengo una prima en Filadelfia, así que puede que vaya pronto y podríamos juntarnos así me cuentas qué tal va todo con tu chica, ¿qué dices?

—Oh, creo que... sí, me parece bien —asintió mientras ella le pasaba su celular, por lo que él colocó rápidamente su número.

—¡Perfecto! Entonces, puede que nos veamos pronto.

Violet le dio un pequeño abrazo que lo sorprendió, pero que de todas maneras decidió corresponderle, ya que no le parecía para nada algo malo. Pero cuando ella se despidió y comenzó a retomar el camino, notó la intensa mirada de Asher, como la tímida de Heather, por lo que mordió el interior de su mejilla diciéndose que no debía interesarle la forma en que lo miraban y lo que podían pensar de él.

Una vez que estuvo cerca de Megan que giró su cabeza a verlo, tomó asiento a su lado y se inclinó hacia su lado para colocarle la chaqueta sobre sus hombros, lo que hizo que ella sonriera.

—Gracias, Jungkook.

—¿Ahora está mejor?

—Sí —asintió con una pequeña sonrisa—. Te pidió tu número, ¿verdad?

Jungkook volvió a fijar su mirada en ella y suspiró, pero luego acabó asintiendo repetidamente con la cabeza.

—¿Qué sucede?

—Lo hizo como amiga...

—Jungkook, no tienes que darme explicaciones de absolutamente nada —aclaró riendo.

—Lo sé. Soy completamente consciente de eso, Megan.

«Aunque me encantaría poder hacerlo» pensó Jungkook.

—¿Entonces? —cuestionó arrugando levemente la frente.

—Es que los demás me miran como si no pudiera tener una nueva amiga y todo fuera infidelidad —explicó frustrado—. No me gusta que piensen que soy así de imbécil contigo, porque si esto fuera real... créeme que jamás haría algo que pudiera lastimarte...

—Por Dios, Jungkook, ya te he dicho hoy lo que pienso de ti sobre eso —lo interrumpió—. Ahora que no te importe lo que puedan pensar ellos, debería importarte solamente lo que piensa "tu novia" sobre ti.

Jungkook volvió a mirarla, pero esta vez con una pequeña sonrisa, sintiendo cómo ella se inclinaba hacia él para apoyar la cabeza sobre su hombro.

—Que vean que estamos bien —murmuró Megan.

—¡Hijos de puta! —exclamó una voz masculina, llamando la atención de las parejas.

Megan volteó rápidamente observando cómo Freddie corría desnudo hacia el agua, cubriéndose la entrepierna con ambas manos, por lo que ella jadeo sorprendida, pero rápidamente sus ojos fueron cubiertos por la mano de Jungkook que la hizo caer sobre él.

Elliot y Jaeden le aplaudían mientras se reían al igual que Asher y Heather que se cubría los ojos.

—¡Eres un buen perdedor, Freddie! —exclamó riendo, Jaeden, mientras lo veía entrar al agua.

—Tienes amigos raros —comentó entre risas, Jungkook, aún cubriéndole los ojos.

—Debe haber perdido alguna apuesta —se encogió de hombros y llevó la mano a la de él—. ¿Ya puedo ver?

—Sí, ya el agua le cubre el trasero —respondió apartando su mano, por lo que ella volvió a acomodarse en su lugar, riendo al verlo nadar mientras seguía gritándole a Elliot y a Jaeden.

—¿Por qué no estabas con ellos? Capaz perdías tú la apuesta y tenías que correr desnudo como él —comentó riendo al imaginarlo.

—¿Qué? ¿Quieres verme desnudo? —examinó mientras sonreía con picardía—. Si es así, puedes pedírmelo en privado, y en un segundo me tendrás sin ropa.

Megan abrió los ojos a la par mientras sentía su rostro arder por la vergüenza.

—¡Jungkook! —chilló golpeando su brazo, cubriéndose el rostro con una mano.

—Oh, ahora te da vergüenza, cuando hace dos segundos dijiste que querías verme corriendo desnudo.

—Ya, cállate —ordenó volviendo a golpear su brazo.

Jungkook bajó su mano para poder ver su rostro sonrosado, con ella todavía riendo, la forma en que sus ojos se volvían más pequeños y podía ver la separación entre sus paletas, lo que hacía que él sonriera embobado. En ese momento, el mundo giraba lentamente mientras él la observaba, pero tan lento que parecía un mundo nuevo. Pues, la forma en la que ella le sonreía provocaba que sintiera que hasta su alma se iluminaba.

Este miraba detalladamente cada centímetro de su rostro, siendo invadido nuevamente por aquel impulso, lo que hizo que se inclinara hacia adelante mientras volvía a fijar la mirada en sus ojos claros donde podía notarse los nervios que estaba sintiendo Megan al darse cuenta de la cercanía.

—¿Q-Qué...?

—Dijiste que tenemos que demostrarles que estamos bien, ¿verdad? —preguntó alzando una ceja—. Pues, están mirándonos.

Megan tuvo la intención de voltear a ver, pero Jungkook llevó rápidamente la mano a su barbilla para que volviera a fijar su mirada en él. Y es que la verdad era que... Jungkook estaba mintiendo, porque la única persona que estaba mirándolos era Heather.

Megan sentía cómo su respiración estaba volviéndose pesada mientras se mezclaba con la del pelinegro que se acercaba lentamente, y sin apartar la mirada de que ella como si estuviera pidiéndole permiso. Los nervios la invadían por completo, aunque él parecía estar más relajado, y al estar lo suficientemente cerca, cerró los ojos comenzando a rozar sus narices, para luego unir sus labios con suavidad.

La pelinegra apretaba su brazo con fuerza, algo que Jungkook parecía tener que acostumbrarse que hiciera cada vez que se atrevía a besarla, y hasta comenzaba a encontrarle su encanto a eso. Este quiso juntar más sus labios, poder moverlos para así obtener un beso como el que tuvieron temprano, pero Megan se apartó de manera abrupta y lo sorprendió al abrazarlo con fuerza como si quisiera enterrar los dedos en su espalda, lo cual le hizo soltar una risotada por la sorpresa.

—¿Qué te sucede? —preguntó todavía riendo, correspondiendo a su abrazo.

—Ya fueron suficientes besos por hoy.

—¿Tú crees? —ella asintió repetidamente con la cabeza, lo que le hizo volver a reír, pero esta vez tiernamente—. ¿Y eso porqué?

—Basta. Hoy me estás poniendo de los nervios, Jungkook —confesó apoyando la cabeza en su pecho.

«¿Eso es acaso una buena señal?»

—Vaya, quién diría que yo puedo provocarte eso, ¿eh? —bromeó haciéndole reír—. Alimentas mi ego, Baker.

—Hoy no te soporto.

—Se nota por la manera en la que no te despegas de mí —este la escuchó reír, por lo que un suspiro escapó de sus labios por todas las sensaciones tan intensas que lo estaban invadiendo en ese momento que estaban compartiendo—. ¿Baker?

¿Mhm...?

¿Es muy pronto para decirte que... te quiero? —preguntó sintiendo su rostro arder, y más cuando ella levantó la cabeza para verlo.

—¡Nos conocemos hace tiempo, idiota! —golpeó su brazo—. Aunque tú ni siquiera me considerabas tu amiga cuando yo sí a ti y te contaba mis estupideces —espetó molesta, lo que hizo reír a Jungkook.

—Ya, deberías dejar tu rencor de lado.

—Bueno, ahora estamos conviviendo y conociéndonos demasiado, así que supongo que está bien —se encogió de hombros—. No hay un tiempo determinado para comenzar a querer a alguien...

—Vaya, eso sonó demasiado lindo viniendo de ti —comentó ganándose otro golpe en su brazo, lo que le hizo jadear.

—En cualquier momento voy a necesitar un brazo nuevo por tu culpa si sigues así, Baker.

Ella sólo soltó una risilla y levantó la cabeza para conectar sus miradas.

—También te quiero, Jungkook.

Al escucharla mientras observaba sus ojos tan de cerca, sintió cómo la calidez invadía su corazón y como si una leve caricia llegara hasta su alma. No le importaba si era de día, si era de noche, si hacía frío o si hacía calor, porque ahora su corazón estaba llenándose de esperanza y su sonrisa estaba haciendo estragos en su cabeza

«Sólo estás dándome esperanzas de algún día poder ser correspondido por ti, Megan»

Jungkook dejó un beso en su frente y la envolvió con fuerza entre sus brazos, sintiendo cómo ella los pasaba por su espalda, acariciándola con suavidad con las manos. Sólo deseaba que ese momento fuera eterno. Siendo sólo ellos dos.

¡Hola!

¿Les está gustando los momentos que están compartiendo Jungkook y Megan? ¿Será que él hace bien en tener esperanzas de ser correspondido y que Megan podría cansarse de notar lo enamorada que está Heather de Asher? ¿Se vendrán más momentos entre ellos antes de que regresen a Stowe?

Por cierto, cuento con un grupo de WhatsApp donde están varios lectores, y además de hablar de algunas de mis historias, nos gusta chusmear, así que si alguien está interesado en formar parte, puede comentar acá o escribirme al MD para que le pase el link jujuu

Espero que les haya gustado el nuevo capitulo, si es así no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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