XXV
Chanyeol y Akemi se sostenían la mirada como si estuvieran de cara al desafío más grande que habían enfrentado en sus vidas hasta ahora, ella tenía sus ojos brillantes, él no podía más que sentirse incómodo. Su madre se la había dejado a cargo y había desaparecido en el auto sin más, antes había estado seguro de lo que quería pasando más tiempo con ella, pero ahora no sabía qué hacer.
Baekhyun apareció y lo salvó. -¡Akemi! ¿Cómo estás?- Saludó al agacharse frente a ella. -Este oppa los acompañará hoy, espero que no te moleste.
La pequeña se retrajo un poco con timidez, Chanyeol vio a Baekhyun haciéndole señas y se agachó a su lado con inseguridad, pero ante la curiosa mirada de su hermana volvió a quedarse callado. El otro le dio una dura mirada que envió escalofríos por todo su cuerpo, así que tragó saliva y sonrió con nerviosismo.
-Hum, este de aquí es un amigo, no debes temerle, es buena persona.- Explicó con torpeza.
Akemi pareció considerar más a su hermano mayor que a ese oppa desconocido y asintió de forma obediente. Se pusieron de pie y ella extendió la mano con naturalidad, Chanyeol tardó un instante en comprender antes de tomarla de vuelta, Baekhyun sonrió y caminó junto a ellos.
Había juegos de túneles, toboganes altos y largas filas de columpios en el parque donde paseaban. Baekhyun se paró cerca de un arenero y abrió la mochila que traía consigo, revelando un set completo de cubo, pala, rastrillo y moldes de figuras de animales, Chanyeol observó anonadado el rostro iluminado de su hermanita y pensó que su novio era un genio. A Baekhyun no le importó ensuciarse la ropa y se arrodilló sobre la arena junto a Akemi para jugar con ella como si fuera un niño más.
Formaron varias montañas y cercaron con ramitas secas el pequeño zoológico de animales de tierra húmeda que armaron. Baekhyun se giró y lo vio parado más allá observando de brazos cruzados, y le hizo señas para que se acercara.
-Juega con ella.- Le susurró. -Te quiere a ti, no a mí.
Chanyeol se llenó los zapatos de arena cuando se agachó. -¿Akemi?- Aclaró la garganta. -¿Qué...? ¿Qué haces?
-Un animal.- Contestó la niña, demasiado ocupada como para mirarlo.
-¿Cuál?
-Un cerdito.
-¿Es tu animal favorito?
Negó, sacudiendo sus manitos llenas de barro pegado. -Me gustan los osos.
-¿Los osos? Dicen que parezco uno.
Akemi rio de forma contagiosa. -No.
-¿Eh?- Fingió sorprenderse. -¿No lo crees?- Se palmeó la cima de la cabeza. -¿Y mis orejas?
-Allí.- Señaló ella.
-¿Dónde?- Siguió buscando.
La pequeña volvió a reír y alzó ambas manos para tomarle las orejas suavemente. –Aquí, oppa.
Chanyeol sonrió mientras se ponía más cerca. -¿Puedo ayudarte con el cerdito?
Ella asintió con entusiasmo y al cabo de un rato terminaron la forma extraña de un animal que para ellos parecía un cerdo, pero que en realidad no tenía pintas de nada. Chanyeol había estado preocupado, pero luego de ver la expresión de satisfacción en Baekhyun de alguna manera creyó que estaba haciéndolo bien y se relajó. Tenía amplios deseos de convertirse en un buen oppa y además Akemi era agradable, no había de qué preocuparse. Los dos observaron su obra de barro con orgullo, Akemi lucía encantada y pensó que bien podría pasar toda la vida con arena dentro de los zapatos sólo para verla sonreír así de bonito.
-¿Vamos un rato a los columpios?- Propuso Baekhyun luego de limpiar los moldes y guardarlos. -Muéstrame las manos, Mi-chan.
Ella obedeció y dejó que limpiara sus manos y partes de su rostro que habían quedado sucios por el juego. Chanyeol tomó algunas toallas húmedas para limpiarse también mientras lo veía con una ceja arqueada.
-¿Eres un experto en niños?
Baekhyun se rio antes de sacudir las ropas de la niña con suavidad. -Cuido seguido de Il Eun y paso tiempo con mis primos pequeños en vacaciones. Hay mucho de sentido común también, no es tan difícil, Yeollie, te acostumbrarás.
Otros niños se encontraban correteando por aquí, pasaron por donde ellos estaban y pisotearon sin cuidado la escultura que Akemi había hecho con su hermano, no se dieron cuenta de esto y continuaron persiguiéndose entre carcajadas, ignorantes de lo que habían dejado atrás. Chanyeol y Baekhyun jadearon ante el infortunio, Akemi abrió grande sus ojitos y su pecho comenzó a agitarse.
-Ay, no.- Chanyeol se cubrió los oídos, tenía cero experiencia con niños, pero hasta un tonto sabría lo que estaba a punto de pasar.
En efecto, la niña se largó a llorar con desconsuelo. Baekhyun se apresuró a coger sus manitos, intentando consolarla. -Está bien, construiremos más cosas juntos, no pasa nada.
Le sonreía con pena mientras hablaba palabras de aliento, pero ella sollozaba sin parar. Chanyeol se había congelado, si un niño de por sí era complicado de tratar, uno que lloraba era mil veces peor en su cabeza.
-Volveremos a hacer otros más grandes e igual de lindos, no llores.- Decía Baekhyun. -Ellos no se dieron cuenta, fue un accidente.
Akemi negó, sorbiendo por su nariz de forma ruidosa. -No es lo mismo.
-¿Por qué?
-No es lo mismo.- Repitió entre hipidos. -Eso fue lo primero que hicimos con oppa y ya... ya no está.
Baekhyun separó los labios, pero antes de que pudiera decir algo, él se adelantó y cogió a su hermanita en brazos, acunándola contra su pecho de forma protectora. Qué tonto, sólo reaccionó después de oír semejante declaración angustiante saliendo de su boca.
-Oppa no se irá a ningún lado.- Aseguró. -Seguiremos haciendo cosas igual de divertidas juntos, cuando sea que Akemi quiera.- La consoló con suavidad.
Y como si se tratara de un remedio mágico, Akemi dejó de llorar y le rodeó el cuello con ambos brazos.
Baekhyun le palmeó el hombro. -¿Lo ves? Puro instinto.
Visitaron la atractiva área de juegos, aunque Akemi se negó a soltar a su hermano al principio, luego de un par de minutos se vio seducida por la diversión y bajó para correr por todas partes. Chanyeol fue con ella, naturalmente. La esperó al final del tobogán cada vez que se deslizó, la ayudó a columpiarse hasta que sus brazos dolieron y la persiguió mientras se escondía dentro de los túneles. Fue bastante divertido para su sorpresa, Akemi gritó de emoción todo el rato y su aguda risa entusiasmada le hinchó el corazón.
El resto de la tarde pasearon por los pintorescos caminos del parque, rodeados de árboles que cosquilleaban el cielo y se revestían de verde intenso. Akemi iba tomada de la mano de ambos, Baekhyun a su izquierda y Chanyeol a su derecha, de vez en cuando se colgaba de ellos para sentir sus piecitos volar, riendo como loca por la diversión, hacía rato que había abandonado la timidez del principio.
Contaron hasta tres al unísono para balancear a la pequeña por los aires una vez más, pero al final sólo fue Baek quien tiró de su brazo ya que Chanyeol se había detenido en seco. Delante de ellos, igual de consternado, estaba Sehun. Baekhyun lucía confundido y se le acercó para tirar de su sudadera.
-¿Yeollie?- Vio de reojo al extraño. -¿Está todo bien?
-Sehun.- Fue lo único que pudo pronunciar.
Baekhyun frunció el ceño. -¿Qué?
Chanyeol lo señaló. -Él es Sehun.
Baekhyun abrió sus ojos al caer en cuenta y de un momento a otro pareció nervioso. Chanyeol suspiró, su novio seguro estaría evaluando si ambos se pondrían a pelear ahora y qué pasaría con Akemi en ese caso. Con una honda respiración, apretó la mano de su hermana y la mantuvo cerca.
-¿Cómo estás?- Le preguntó con calma.
Sehun parpadeó con sorpresa, tragó saliva y desvió sus ojos con un carraspeo. -Hum, bien. ¿Y tú?
-Igual.
-¿Hola?- Baekhyun decidió inmiscuirse por sí mismo, una brillante sonrisa cubriendo su rostro cuando le extendió la mano. -Soy Byun Baekhyun, gusto en conocerte, Sehun ssi.
-¿Cómo sabes...?
-He oído de ti por Yeollie.
-¿Yeollie?- Sehun miró a Chanyeol con confusión.
Él meneó la cabeza y alzó a la niña que sólo podía ver a Sehun con curiosidad. -Ella es Akemi, mi hermana.- Aclaró.
El otro jadeó y miró a la niña como si se tratara de un fantasma aterrador. -Ah, y-yo... Hola.- Murmuró con torpeza.
Akemi no lo reconocía, así que en lugar de devolverle el saludo se ocultó en la curva del cuello de Chanyeol. Este sonrió con calma. -Él es otro amigo, Mi-chan. Es una buena persona también, no hay que temer.
La niña le envió un desconfiado vistazo, pero luego de unos segundos de consideración pareció confiar en las palabras de su oppa y se inclinó para dejarle un besito húmedo en la mejilla, Sehun fue tomado por sorpresa y se sonrojó hasta la raíz de su cabello. Chanyeol se carcajeó.
-Tú tocas los extremos, Mi-chan, ¿verdad?
La niña sonrió cuando vio a su hermano sonreír. Sehun los miró con el rostro descompuesto y balbuceó una disculpa rápida antes de marcharse, pero Baekhyun se adelantó y lo cogió de un brazo.
-¡Sehunnie! Íbamos de camino a comprar algunos dulces, ¿por qué no te nos unes?
-P-pues, yo, ah...
-¡Será mejor que aceptes! Lo que realmente no sabes es que soy un acosador nato, si no nos sigues, quizás te encuentres conmigo más seguido de lo que imaginas.
Sehun lo miró en busca de respuestas, y él se encogió. -Yo que tú le hago caso.
Luego de no verse la cara por tanto tiempo, de repente se vieron sentados uno al lado del otro, al recordar que esto era lo que había anhelado desde el fondo de su corazón los pasados años lleno de esperanza, no pudo evitar pensar que era hilarante en cierto modo. De todas formas, estaba sorprendido por la naturalidad con la cual enfrentó esta situación imprevista. Sehun fue importarte para él, no lo negaría, pero si este quería que las cosas se quedaran como estaban, no podía hacer más que aceptarlo. Tenía otras cosas en mente en esos momentos.
Por otra parte, era evidente que aquel era el último sitio donde Sehun quería estar. Vio nervioso cómo Baekhyun se llevaba a Akemi a los columpios y los dejaba solos.
Antes, este lo había cogido del brazo y lo había apartado para susurrar. -Aprovecha y habla con él.
-¿De qué tengo que hablar?
-¿No era un amigo especial para ti? Es imposible que no haya nada por decir.
-Bueno, tengo claro que no seremos como hermanos otra vez.
-Tampoco tienen por qué, sólo...- Le había dado una corta mirada a Sehun. -No lo sé, sólo habla, lo que sea, sácalo.
Se encogió. -Como digas.
-Si llega a hacerte daño, hazme señas.- Entrecerró los ojos. -Me encargaré de él.
A Chanyeol siempre se le hacía impactante esta actitud sobreprotectora. Que alguien tan encantador fuera tan amenazante de un segundo a otro era una locura, pero se sentía genial ser atesorado hasta ese punto. Sin pensarlo, extendió la mano y acarició su mejilla, luego subió y se enredó en su cabello de forma suave.
Baekhyun sonrió. -¿Por qué eres tan lindo?
El corazón de Chanyeol se volvió loco. -Porque tú me quieres.
Ambos compartieron una risa tonta metidos en su propio mundo hasta que Akemi tiró de la camiseta de Baekhyun y este recordó a lo que iba. Con un dulce beso en la frente, Chanyeol lo dejó partir. Se sentó otra vez y no pudo evitar resoplar divertido ante la fija e insistente mirada de Sehun.
-Hyung,- Su grave voz sonaba sorprendida. -Ese chico...
-¿Qué tiene?
-Tú... Él...- Achicó los ojos, incapaz de continuar.
-¿Es lindo?- Arqueó las cejas. -Lo siento, ya está ocupado.
El otro se sonrojó. -Pe-pero tú... Yo pensé...
Se sacudió con un par de risas. -Ese es el Chanyeol de antes.
Sehun se quedó callado un largo rato, intentando procesar la información. -Por la cantidad de mujeres que llevabas a tu casa a diario, creí...- Cortó lo que estaba diciendo con una expresión complicada.
-Eso no es...- Frunció el ceño y lo miró. -¿Cómo sabes de eso?
Sehun apretó los labios. -N-no importa.
Chanyeol se lo quedó viendo antes de entender que estaba avergonzado, siempre agachaba la cabeza cuando lo estaba, algunas cosas nunca cambiaban. Observó a los otros dos jugando más allá, Baekhyun se revolcaba en el suelo sin importarle su ropa arruinada mientras Akemi reía sin parar.
-Es muy bonita.
-¿Mm?
-La niña.- Señaló Sehun. -Es... Realmente bonita.
-¿La habías visto antes?
Asintió. -Cuando era una bebé.
Ambos guardaron silencio, Chanyeol sintió que estaban pensando lo mismo y sonrió con amargura. -Somos unos hermanos horribles.
-Supongo.
-Bueno,- Se volvió hacia él con ganas de quitarse la curiosidad de encima. -¿Y a ti qué te picó que ahora me hablas? ¿Ya no me detestas con toda tu alma?
Sehun se encogió. -Ya no es igual que antes para mí tampoco.
-¿Cambiaste de opinión?
Sehun no contestó y lo aceptó, las cosas habían sido duras para ambos después de todo, quizás todavía le doliera hablar sobre el pasado tanto como a él en su momento. No tenía mucho que decir realmente, pero Sehun continuó removiéndose de un lado a otro, boqueando como un pez fuera del agua todo el tiempo como si quisiera decirle algo, pero no supiera cómo.
-Tu vida...- Dijo por fin. -¿Co-cómo...? ¿Cómo estás?
Apretó los labios para evitar reír. -Ya me lo preguntaste.- Señaló con suavidad.
-Tienes razón.- Admitió Sehun con bochorno.
-Vivo de la herencia de mi tío.- Comentó. -Pero de vez en cuando canto alguna que otra canción en bares junto a mi guitarra. Mi vida en sí era bastante monótona hasta que conocí a Baek y me enamoré.- Sonrió. -Él me cuida y es divertido. Es verdad que solía acostarme con muchas mujeres, pero ahora sólo me interesa él. Me obliga a comer dulces aunque no me gustan y a relacionarme con la gente, hace unos días me dejó a solas con un niño desconocido aun cuando sabe que no estoy acostumbrado a ellos, entonces entendí... que estaba perdiéndome de muchas cosas y le pedí a mamá que me dejara pasar tiempo con Akemi y eso es todo, creo.- Se encogió. -Si te lo preguntas, ya no busco a Rima ni quiero arreglar nada de todo lo que se destruyó. Eso es... Ya pasó, no hay más que hacer.
Sehun lo miraba con los ojos agrandados y se le asemejó mucho al niño que encontró asustado y perdido bajo los matorrales de un árbol en el patio trasero de su tío. Cuando vio esos mismos ojos brillosos por las lágrimas, se exaltó y se preguntó qué había dicho para ponerlo así.
-Yo... Hyung, yo...
Justo en ese instante, Akemi apareció de la nada y se sentó en medio de ellos sin una palabra. Sehun calló lo que iba a decir y la miró, estupefacto. Chanyeol también parpadeó con sorpresa. Ella mantuvo la boca cerrada mientras balanceaba sus piernas de atrás para delante en el aire.
-¿Akemi? ¿Dónde está Baekhyun?
-Oppa fue a comprar y me dijo que esperara junto a mis hermanos.
Tanto él como Sehun se enviaron un rápido vistazo. -¿Hermanos?
Ella asintió. -Tú y... Él.- Dudó un poco, pero también señaló a Sehun.
-¿Sabías que él también es tu hermano?
-Mamá y papá hablan siempre de Sehun oppa y Chanyeol oppa. Dicen que son guapos y que tienen un buen corazón.
Chanyeol suspiró con pesar, pero fue Sehun quien incursionó. -¿Tú les crees?
La pequeña lo miró a los ojos por primera vez. -Sí.- Afirmó con naturalidad. -Mamá y papá no mienten.
-¿Incluso cuando no nos has visto nunca?- Insistió el otro.
-No importa si no los vi antes, lo importante es que los veo ahora.
Ni Chanyeol ni Sehun dijeron nada esta vez y los tres hermanos permanecieron callados, permitiendo que el sonido del viento bailando entre las copas de los árboles llenara el vacío. Chanyeol se preguntó dónde estaría Baekhyun, estaba seguro de que ir a comprar fue sólo una excusa para dejarlos a los tres por su cuenta. Después de un rato cabizbajo y ceñudo, Sehun mostró una pequeña sonrisa cuando miró a la niña.
-¿Quién de los dos te parece más guapo, Akemi?
La aludida los observó a ambos por igual. -Me gusta más el cabello de Sehun oppa que el de Chanyeol oppa.- Sehun ya había comenzado a jactarse, pero ella continuó: -Aunque los ojos de Chanyeol oppa son más lindos y grandes.- Chanyeol sonrió complacido, pero Akemi no terminaba allí. -Baekkie oppa es más bonito de todas formas.
Chanyeol dio una sonora carcajada al aire, Sehun resopló. -¿Cómo es que andas fijándote en otros oppa?
Su sonrisa se borró entonces. -Tú no puedes ver a nadie, Mi-chan.- Dijo con seriedad.
-No seas así. ¿Qué pretendes cuando crezca? ¿Ponerle un cinturón de castidad?- Chasqueó Sehun.
-¿Entonces dejarás que cualquier idiota se sobrepase con ella?
Sehun iba a hablar cuando la niña lo miró con un par de ojos inocentes, entonces cerró la boca y su rostro se ensombreció. -Ya tienes a dos oppa guapos a tu lado, ¿no? No necesitas más.- Concordó.
-¿Qué le están diciendo a la niña?- Baekhyun se acercó con una bolsa llena de snacks.
-Ten cuidado, Baek, Akemi está sobre ti.
Le echó un vistazo divertido a la pequeña. -¿En serio?
-Sí, pero tienes prohibido acercártele más de lo necesario.
Baekhyun se sentó en la grava frente a ellos y extendió los brazos hacia Akemi con una suave sonrisa. -Ven, princesa.
Como si estuviera hipnotizada por sus encantos irresistibles, Akemi saltó de su asiento y corrió hacia él sin dudarlo. Baekhyun le enseñó todos los dulces que había comprado y Akemi pareció todavía más enamorada, agradeciéndole con un dulce beso en la mejilla. Chanyeol estaba algo amargado porque le habían arrebatado la atención de su hermanita y cuando echó un vistazo a Sehun, este tampoco parecía muy feliz.
Baekhyun se rio. -No la robaré, no se inquieten tanto.
Akemi era tan linda, pequeña y angelical que sólo quería meterla entre sus brazos y apretujarla con ternura. Era un sentimiento infantil, pero deseaba ser su oppa favorito sobre cualquier otro. Nunca antes había experimentado nada similar y en lugar de pelear por su lugar, se sumergió en aquellas nuevas emociones.
Sehun hizo un mohín. -Yo también quiero otro beso en la mejilla.- Murmuró.
Su expresión era malhumorada como si por su mente pasaran pensamientos similares y quiso volver a reír, el poder que estaba teniendo Akemi en vidas inertes era increíble.
Sehun se comió algunos de los dulces que Baekhyun le compartió y luego se despidió. Chanyeol le regaló una sonrisa de paz antes de que se fuera, no esperaba nada en esa ocasión, pensó que estaba bien que las cosas simplemente fluyeran, sin embargo no parecían estar en la misma página. Notó con intriga el complejo proceso mental de Sehun esos últimos segundos, no podía aventurar lo que buscaba en realidad, ¿hablar de otra cosa?, ¿quedarse más tiempo?, ¿compartir otro momento con Akemi?
Al final, Sehun se fue sin decir nada más.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top