XXIII | Mil manos
Por la mañana, por la tarde, por la noche,
en tu risa es en todo lo que pienso.
¿Qué me dices de ayer? ¿Y el día antes de ayer?
¿Qué tal el día de hoy, mañana y pasado mañana?
Separación, amor, lágrimas, cosas que me son familiares.
Dolor, tristeza, heridas,
tú pretendes no conocer mi sentir y así me alejas.
Aleja tu mirada lentamente,
me haces temblar de dolor, ¿lo sabías?
Chanyeol dormitaba sobre el sofá cuando el golpeteo constante en la puerta lo despertó. Anoche tuvo que lidiar con una muchacha que se había aparecido con un vestido apretado y algunas botellas de cerveza, no tenía idea de quién era, pero aunque lo hubiera sabido tampoco hubiera pasado la noche con ella, así que intentó rechazarla de la manera más amable posible y tardó un buen rato en ello. Acabó con dolor de cabeza y malhumor y no pudo dormir nada luego, la noche había sido asquerosa.
Se acercó sigiloso y espió por la mirilla, si no era nadie importante fingiría no estar en casa, cuando vio de quien se trataba sin embargo su somnolencia se esfumó. Se apartó con los ojos grandes, metió las manos entre su cabello y se enredó los dedos, despeinándose todavía más. Cerró los ojos al tomar una inhalación y sólo cuando se sintió un poco más entero, pintó una trémula sonrisa y abrió la puerta, aparentando ser relajado y casual.
-Baek.- Saludó.
Baekhyun irrumpió sin pedir permiso ni decir una palabra, luciendo ansioso y muy inquieto, vio alrededor con ojos atentos mientras se deshacía de su abrigo. Chanyeol cerró la puerta con lentitud.
-¿Pasa algo?
-¿Algo?- Chilló Baekhyun. -No, ¿qué podría pasar? Nada, nada de nada.- Canturreó mientras negaba.
Vio desconcertado cómo se agachaba a saludar al perro. Era evidente que algo pasaba, pero si no quería decirle tampoco iba a forzarlo. Se sentó en el sofá con un suspiro, recostó la cabeza en el respaldo y se estiró con pereza, si no fuera por el repentino peso a su lado probablemente se hubiera dormido. Vio de reojo a Baekhyun, apretaba las manos sobre el regazo con la cabeza gacha.
-¿Estás bien?- Preguntó con suavidad.
-Sí.- Rascó el tapiz del sillón, negándole la mirada aún. -Yeol, tú... ¿Alguna vez has tenido una novia... o un novio?
Lo vio con las cejas arqueadas. -¿Te refieres a...? ¿Como una pareja estable?
-¿De qué otra manera se tiene un novio, Chanyeol?- Rio con nerviosismo.
-No.- Contestó apenado. -Nunca.
Baekhyun asintió leve y se acercó más, despacio, de a poco. Él se quedó donde estaba, sin tener idea de lo que pasaba y sin saber qué hacer, no reaccionó cuando lo miraron a los ojos con profundidad y se quedó sin respiración. De la misma forma pausada, Baekhyun acortó la distancia y lo besó como nunca, no era algo carnal, no era fogoso o rebalsado de deseos superficiales, se sentía mucho más íntimo. Un escalofrío le recorrió la espalda.
No entendía lo que pasaba, pero deseaba más y Baekhyun se lo dio sin cuestionar.
Siempre se consideró un buen amante, no era vanidoso, su experiencia lo demostraba. Las mujeres con las que compartió cama solían decírselo y podía notarlo en cada minuto que pasaba complaciéndolas, pero ahora no sabía ni cómo corresponder a un simple beso, que de simple en realidad tenía poco. Baekhyun lo devoraba de una manera profunda, era cariñoso y atento. Le costaba seguir el ritmo, pero no quería que parara porque aquello lo hacía sentir...
¿Amado?
A ahorcajadas sobre su regazo, Baekhyun le acunó las mejillas y lo acarició como si fuera el objeto más caro y precioso del mundo, y bastó para hacerlo sentir cuidado y protegido. Aunque estático, su cerebro aún funcionaba y percibía la conexión entre ellos que lo era todo.
-Vamos a intentar algo, Yeol.- Dijo Baekhyun al oído con dulzura.
-¿Qué?
-Primero, llévame a la cama.- Pidió.
Lo cargó en sus brazos y lo dejó sobre las sábanas de forma delicada. Se puso encima como de costumbre, pero Baekhyun invirtió las posiciones y ocupó su lugar, viéndolo desde arriba con el mayor cariño que se puede transmitir con tan sólo una mirada.
-Ahora, te voy a hacer el amor.- Le susurró.
Sus músculos se tensaron. Baekhyun repartió besos por todo su cuerpo y por donde sus manos pasaron dejó detrás un rastro de cosquilleante calidez. Se retorció tanto de miedo como de fascinación.
-¿Cómo...? ¿Por qué, Baekhyun?- Cuestionó sin sentido, perdiendo de a poco la cordura.
Este se despegó de su cuello para posarse sobre sus labios y susurrarle allí. -Porque estoy enamorado de ti.- Le besó una mejilla. -Completa...- La otra. -Y tontamente enamorado de ti.
Ahogó un gemido y una pequeña lágrima escapó de la esquina de sus ojos cerrados. No haría nada, nunca sería suficiente, pero se entregaría para siempre.
Baekhyun pidió que lo tocara y enceguecido lo obedeció. Sus manos resbalaron suaves por la sedosa claridad de aquellas curvas, lo calentó con sus roces y lo presionó con sus dedos. Se desvistieron disfrutando de la tela deslizándose por sus pieles, apenas despegándose el uno del otro. Baekhyun lo guió dentro por iniciativa propia y gimieron a la misma vez, sin ataduras. Chanyeol sintió que podía morir de esa manera y nada le parecería desperdiciado ni fuera de lugar, siempre y cuando pudieran sostenerse por siempre.
Baekhyun se deslizó sobre él de forma lenta, acompasada y perfecta, él rodeó sus caderas con ambas manos y lo instó a seguir sin parar, deleitándose en aquella imagen, sintiendo más placer en ese momento que en toda su vida, juraba poder sentir miles de manos sobre el cuerpo.
Chanyeol despertó luego envuelto entre las sábanas con Baekhyun abrazándolo por detrás. Sus brazos apretaban su cintura con posesividad y su pecho era cálido contra su espalda, su respiración cálida le hacía cosquillas en la nuca. Acurrucándose más cerca, sonrió ante sus gruñidos exhaustos, cerró los ojos y volvió a dormir.
Cuando abrió los ojos más tarde estaba solo. Frunció el ceño con molestia, pero se relajó cuando escuchó a alguien tararear una canción desconocida en la cocina, el olor a comida le invadió las fosas nasales y no pudo evitar volver a sonreír como idiota. Algo desorientado, tardó un momento en entender que todo lo que había pasado horas atrás era real.
"Estoy enamorado de ti... Completa y tontamente enamorado de ti".
-Pff.- Se cubrió el rostro caliente con las frazadas.
-¿Estás despierto?- A los pies de la cama, Baekhyun tenía una mirada curiosa y una sonrisa brillante.
Se apoyó sobre un codo y extendió la mano en su dirección con el mismo rostro rebosante de felicidad. Baekhyun entrelazó sus dedos y tiró para atraerlo y abrazarlo con fuerza, sintiendo sus risitas traviesas hinchándole el corazón, dejó besos sobre su nariz y su frente, y deparó en sus labios con el mismo amor. Baekhyun metido allí entre sus brazos era la imagen más perfecta.
-¿En qué pensabas?- Baekhyun enmarcó sus mejillas. -Estabas rojo como una manzana.
-¿Mientras cocinabas y cantabas canciones extrañas?
Le dio un pequeño golpe en el pecho. -No me evadas.
Se encogió con facilidad. -Creo que eres el amor de mi vida.- Confesó.
Ahora fue el otro quien se sonrojó hasta la raíz de su cabello. -¿De verdad? ¿Sólo lo crees?- Fue tímido mientras jugaba con un mechón de su cabello corto.
Chanyeol sonrió suave. -Lo eres.- Afirmó.
-Entonces, ¿ya nada se siente mal?
Asintió. -Nada se siente mal.
-¡Bien!- Baekhyun se arrodilló sobre el colchón y estiró un puño hacia el cielo. -¡Hay que desayunar!
Se sentó. -Sí, señor.
-¡Luego: iremos al parque a comer dulces!
-Suena bien.
-¡Ahora: me pedirás que sea tu novio!
Chanyeol iba a asentir por instinto, pero se lo quedó viendo sin palabras luego de procesar lo que dijo. Baekhyun miró hacia arriba, pensativo.
-¿O debería pedírtelo yo?- Frunció el ceño. -Cuando los dos somos hombres, ¿quién le pide a quién que sea su novio?
Ahogó una carcajada. -No lo sé, supongo que a quien se le ocurre primero tiene el honor. ¿Tú ya venías con esa idea cuando llegaste aquí anoche?
Baekhyun asintió. -Por supuesto.
-Entonces, hazlo tú.
Se reacomodó en una postura más formal y tomó una profunda respiración antes de mirarlo a la cara con resolución, él también quiso ponerse en ambiente, pero era imposible contener la sonrisa con el otro intentando ser serio y luciendo nada más que adorable vistiendo su ropa que le quedaba grande.
-Yeollie, sé mi novio, por favor.
Baekhyun se veía tan nervioso y lindo, su corazón se volvió cálido y blando por él. Se acercó y le dio un casto beso en los labios antes de susurrar un sí.
Minutos más tarde mientras comían un desayuno rápido sobre la isla de la cocina, Baekhyun interrumpió la silenciosa calma para esclarecer algunas cosas. -Hay algo de lo que deberíamos hablar.
-Lo que quieras.
-¿Quién era la chica que salió del departamento la última vez?
Se atragantó con un pedazo de pancake. -Ella fue... Estuvimos juntos un par de noches hace tiempo.
-Ajá.- Baekhyun lo miraba con atención. -Quiero creer que ya no mantienes relaciones casuales de una noche con muchachas desconocidas.
-Claro que no.- Murmuró enfurruñado. -Hace tiempo que ya no lo hago.
-Entonces, esa vez...
-Ella estaba recogiendo cosas que había olvidado la última vez que vino. Cuando llegó yo acababa de despertar, por eso lucía... descuidado.- Se fregó la nuca. -Nada más.
Baekhyun pareció satisfecho. -Está bien.
Chanyeol lo vio de reojo mientras bebía su café. -¿Qué hay de Yifan?
Baekhyun se ahogó con el té. -¿Qué hay con qué?- Tosió.
-Sabes bien a lo que me refiero, los vi en el auto la otra noche.
-No sé de qué hablas.- Refunfuñó. -Si estoy contigo es porque tú eres el único que me interesa, ¿no?
-Eso ya lo sé, pero quiero saber qué harás con la relación que mantienes con él. Sería pretencioso de tu parte negarme su interés en ti.
Baekhyun suspiró. -Si habla al respecto, lo voy a rechazar, naturalmente.
Se sintió un poco desanimado. -¿Por qué te disgusta tanto?
-Me disgusta tener que hacerle daño a una persona agradable, eso es todo.- Se lo quedó viendo un instante antes de recordarle: -Estoy enamorado de ti, Chanyeol.
Asintió con pena y se puso a remover la comida para evitar sus ojos intensos. -Lo sé, yo también lo estoy de ti, sólo de ti.
******
Baekhyun disfrutaba del inicio de la primavera bajo los árboles verdes sobre aquel banco en el parque, la delicada ventisca removía su cabello con insistencia y una sonrisa permanente desde hacía días estaba pintada en sus labios, su fiel cámara colgaba de su cuello mientras observaba a las aves surcar el telar celeste profundo del cielo. De repente, alguien ocupó el sitio a su lado, pero estaba tan absorto en su propio mundo que casi ni le prestó atención hasta que escuchó su saludo.
-Hola.
Se volteó con curiosidad y vio a una chica de expresión amigable. -¿Qué hay?- Le devolvió la sonrisa.
Ella se encogió. -Te vi solo y pensé que quizás te gustaría tener algo de compañía.- Jugó con su cabello de forma coqueta.
-Ese es un gesto lindo de tu parte.
-¿Esperabas a alguien?
Asintió con los ojos brillantes. -A mi pareja.
El rostro de la otra decayó. -Oh, yo pensé...
-¿Intentabas coquetear conmigo?- Parpadeó con sorpresa.
-Tuve mal ojo esta vez.- Sonrió ella con pena.
-Lo siento mucho, no podrías gustarme.- Luego de decir eso, notó lo rudo que sonó. -¡No es por ti, eres muy linda!- Quiso explicar. -Es sólo que...
-¿Tienes otro tipo?
Una sonrisa quiso explotar y apretó los labios para contenerla al asentir. -Altos como un poste, despeinados y con ojos adormilados, si tienen el cabello rojizo mejor, y si dan dos pasos por hora, también.
La muchacha se vio confusa y no tuvo tiempo de decir nada cuando un tipo igual al descrito apareció. Baekhyun la despidió animoso, corriendo hacia él sin dedicarle ni una sola mirada más.
-¿Quién era?- Preguntó Chanyeol con curiosidad una vez lejos.
-Una desconocida que intentaba coquetearme.- Respondió con naturalidad.
Chanyeol arqueó una ceja, luciendo divertido e intrigado. -Yo no sé mucho, pero ¿por lo usual uno no intentaría ocultar este tipo de cosas a su pareja?
Se frenó en seco y lo vio con ojos grandes. -¿Es así? Entonces, sólo era una desconocida.- Agitó la mano con desinterés.
-Los dos somos nuevos en esto...
-Aprenderemos.- Palmeó su hombro con solemnidad e intentó seguir caminando, pero Chanyeol lo cogió del codo y lo detuvo. Al verlo, pudo notar que parecía avergonzado y ladeó el rostro con interés.
El otro titubeó un instante antes de agacharse y dejarle un tierno e inesperado beso en los labios, cuando se separó cubrió su rostro con un antebrazo, pero aun así logró ver su adorable sonrojo. -Creo... Creo que está bien saludarnos de esta manera, ¿no?- Murmuró.
Baekhyun estaba encantado. -Creo que sí, pero...- Vio alrededor con cautela. -¿No te molesta que nos vean?
-¿Por qué? Si tuviera una novia actuaría igual.
Esa respuesta fue más que satisfactoria. Con un pequeño salto, se abrazó a su brazo y caminó sonriente. -¿Siempre te gustaron los hombres, Yeollie? No te vi acomplejado por tontear conmigo.
-Contigo fue... puro instinto, creo. Sí me he fijado en algún que otro chico bonito antes, pero nunca estuve con ninguno, ¿eso cuenta?- Lo vio de reojo. -¿Qué hay de ti?
-¿Yo?- Se sintió cohibido de repente sin una buena razón. -He estado con hombres antes.- Admitió.
-Oh.
Chanyeol quiso pretender, pero no parecía sorprendido para nada. Carraspeó. -Jamás me lo cuestioné mucho sin embargo.- Restó importancia con un ademán. -Sólo estuve con quien me interesó independientemente de lo que fuera.
-A mí... No me interesa nada más que estar contigo, seas lo que seas.- Se revolvió el cabello.
Baekhyun sonrió y lo abrazó con más fuerza. -Es igual para mí.
-¡Ah!- Chanyeol gimió de dolor. -Mi mano se enredó.
-A ver, ven aquí.- Extendió los brazos para intentar desenredar aquella maraña de cabellos rojos. -No me molesta que seas como un niño gigante, pero trata de peinarte al menos una vez al día ¿quieres?- Regañó.
Chanyeol sonrió perezoso y sus ojos se entrecerraron mientras recibía aquel improvisado masaje en su cabeza. Debido a su altura estaba doblado por la cintura y la cercanía fue suficiente para tentarlos, compartieron un par de besos tímidos que los hicieron sonreír como tontos y antes de darse cuenta, la tarea imposible de acomodar el cabello salvaje de Chanyeol se transformó en una sesión de besos robados por todas partes. La forma en la que estaba siendo mimado complació a Baekhyun, su sonrisa era incontenible y si antes no le había importado si alguien los veía y los aborrecía, ahora el pensamiento ni siquiera ocupaba un mísero rincón de su mente. Si no fuera por el timbre inoportuno de su teléfono hubiera seguido así durante horas.
-Lo siento.- Se excusó al separarse.
-Está bien.- Negó Chanyeol, girando el rostro con sus mejillas ardientes.
Frunció el ceño al ver que se trataba de su jefa. -¿Sí?- Qué extraño, Dee Na nunca llamaba en un día libre.
-¡Baekkie!- Exclamaron del otro lado. -¡Tú serás mi salvación!
-¿Ah?
-¿Estás ocupado?
-Hum...- Miró de reojo a Chanyeol.
-Debo encargarme de algunos negocios y no tengo con quien dejar a Il Eun, su padre canceló a último momento, como de costumbre.- Resopló hastiada como un caballo. -Como sea, ¿podrías darme una mano? Será sólo un momento, ¡por favor!
Miró apenado a Chanyeol quien había comenzado a verlo con miedo. -Yo...
-Il Eun está encantado con la idea, ya sabes cuánto te adora.- Insistió. -¡Por favor, Baek, te pagaré!
Conteniendo un pequeño suspiro, asintió al aceptar la propuesta y observando al hombre receloso a su lado, de repente pensó que quizás no era tan mala idea después de todo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top