XVIII

Baekhyun se reintegró al mundo consecutivamente. Sorteó las miles de preguntas que aún no quería contestar y las miradas de eterna preocupación por parte de todo el mundo y se enfocó al cien por cierto en todo lo que debía hacer para recompensar sus ausencias. Para el final de aquel día había tenido tres entrevistas con diferentes agentes de modelaje, una sesión para el casamiento temático de una pareja joven y se había encargado de editar e imprimir algunos trabajos pendientes.

En su descanso llamó a Chanyeol. Querían salir luego de su trabajo, pero no tenía idea de cuándo acabaría, así que tuvo que negarse con disconformidad. Prometieron pasar juntos todo el fin de semana sin embargo, para compensarlo.

No tenía idea de la hora que era cuando por fin salió, la mayoría de sus compañeros ya se habían ido hace tiempo, así que le tocó cerrar el estudio otra vez. Estaba oscuro y miró su teléfono que indicaba las once de la noche. Suspirando, caminó mientras avisaba a su madre que estaba bien y que sólo se había quedado trabajando hasta tarde, por eso no notó a la persona que se le acercó por detrás.

-¡Bah!

-¡Carajo!- Se volteó con los ojos abiertos y una mano en su pecho. -¡Yifan, maldición!

El aludido se rio con ganas. -Amo asustarte. Luces como un ángel, pero esa boca sí que maldice.

Baekhyun resopló, dándole un empujoncito. -Tú quieres matarme.

-Nada tan alejado de la realidad. Tuve que venir a verte porque, de otra manera, nunca más sabría de ti.

Se sintió terrible por eso. -Lo siento... Es... Ha sido un lío el último tiempo.

Yifan sonrió de lado. -Te ves muchísimo mejor.- Le pellizcó el rostro con suavidad. -Tus mejillas son más regordetas.

Baekhyun se rio, incómodo, y lo apartó. -Estoy mejor, no tienes que preocuparte. Tú... ¿Estuviste esperando todo este tiempo sólo para corroborar que estuviese bien?

El otro carraspeó e ignoró su pregunta. -¿Cenamos algo por ahí?

Se quedó en silencio. Entendía que salir con Yifan no era nada malo, pero por dentro se sentía errado. ¿Qué tan inofensivo era pasar el rato con este hombre que sabía que tenía sentimientos por él? Aunque no tuviera segundas intenciones, ¿no estaría dándole alas a sus esperanzas? Pero la idea de rechazarlo después de todo lo que hizo se sentía igual de feo... Mientras consideraba qué respuesta darle, en lo único que podía pensar era en Chanyeol.

Yifan pareció abatido. -Supongo que te era suficiente mientras te servía como distracción cuando estabas mal...

-No.- Se apresuró a negar. -No es así, en serio. Yo...

¿Cuál era la mejor manera de proceder sin lastimar a nadie?

Seguro estaba siendo desconsiderado. A pesar de no saber qué hacer, le molestaba la idea de no corresponder las buenas intenciones de alguien que lo ayudó cuando más lo necesitaba, así que al final terminó accediendo con una pequeña sonrisa. Era sólo una comida entre amigos, nada sobre lo que pensar demasiado... Y sin embargo la imagen de Chanyeol siguió apareciendo en su mente una y otra vez.

-Maldición.- Masculló con los dientes apretados.

-¿Baekhyun?

Cerró los ojos. -Maldición.- Ahora lo dijo en voz alta.

Porque su nombre lo dijo otra voz.

Chanyeol estaba en la acera, viéndolo subir como si nada al auto de Yifan. Su corazón subió hasta su garganta y se mordió el labio con fuerza. ¿Por qué justo ahora? ¿Qué estaba pasando con toda esta pésima suerte?

Chanyeol usualmente era inexpresivo, pero en esta ocasión su cara estaba seria. -Pensé que más o menos saldrías a esta hora, como la vez anterior.- Entonces sus ojos se movieron hacia Yifan. -Veo que tendría que haberte avisado antes de venir.- Dijo con la mandíbula apretada.

-Perdón.- Yifan llegó como un rayo al lado de ellos para verlo con una cortés y nada sentida sonrisa. -Baekhyun estaba por irse conmigo ahora mismo.

Chanyeol lo fulminó con la mirada, Baekhyun se quedó en medio con el rostro hundido en una mano. De verdad, ¿por qué tenía que estar pasando esto ahora? Qué inoportunos eran todos.

Pensó en una salida rápida y, optando por la racionalidad sobre la emoción, consideró que se había comprometido con Yifan primero luego de cancelar con Chanyeol, así que lo correcto era ser claro al respecto. Se consoló a sí mismo repitiéndose que entre ellos no existía nada y que sería sólo por esa vez, invitaría a un amigo a una cena para agradecerle y eso sería todo. Con mucha pena encima, apretó con cariño la mano de Chanyeol que ya estaba rodeando su brazo y para suavizar su respuesta, le sonrió.

-Lo siento, Yeollie, pero ya había accedido a ir con Yifan.- Susurró.

Chanyeol lo soltó al instante y no dijo más nada. Baekhyun tenía un nudo en el estómago y la sonrisilla de satisfacción que Yifan tenía pegada a la cara no mejoró las cosas. Antes de cerrar la puerta, Chanyeol se le acercó al oído para susurrar.

-Después hablamos.

Baekhyun se puso rojo hasta la raíz de su cabello y apretó los labios.

-No iba a dejarte ir esta vez.- Dijo Yifan una vez sentados en el restaurante.

-¿Eh?- Había estado tan absorto en sus pensamientos que no lo había oído bien.

Yifan sonrió. -La última vez fuiste con él. Me debía esta.- Giró distraídamente la copa de vino entre sus dedos. -¿Sales con ese chico?

Rascó su nuca con el ceño fruncido. Su relación con Chanyeol había sido extraña y ambigua desde el comienzo, pero luego de lo que pasó, suponía que era un poco más seria... Aunque ninguno había dicho nada al respecto y eso le carcomía la consciencia. ¿Estaban saliendo o no? Ni siquiera sabía si Chanyeol estaba cien por ciento de acuerdo con algo como eso, después de todo, tenía todo un historial de relaciones efímeras.

Demonios, el día que viajaron a Suwon incluso le confesó odiar la idea del compromiso.

-¿Puedo tener esperanzas?- Preguntó Yifan en un hilo de voz. Por lo general su tono era bastante claro y firme, pero ahora mismo sonaba avergonzado y hasta con miedo.

Baekhyun entrecerró los ojos con dolor. Quizás no había sido una buena idea venir con él. Odiaba el vehemente "no" que tenía colgando de la lengua porque más allá de su fachada fría y algo cínica, Yifan era un buen hombre y no quería lastimarlo.

Toda la situación lo estresaba.

-Yo... Yifan, es... Es complicado.- Quiso evadir el tema teniendo fe de que el otro podría ver entre líneas su posición.

Era un cobarde.

-Está bien, lo siento.- Se disculpó con una pequeña sonrisa. -Supongo que a veces me excedo.- Y para ocupar su boca, volvió a beber de su vino.

Ordenaron y aunque al principio fue algo tenso, con el tiempo al ánimo se relajó y pudieron cenar entre conversaciones fluidas e inofensivas. Insistió hasta el cansancio para pagar todo y aunque Yifan se negó hasta el final, cuando fue al baño aprovechó para llamar al mesero y encargarse de la cuenta. A pesar de su descontento cuando se enteró, ya no podía hacer nada. Baekhyun se había prometido que aquella sería una comida de agradecimiento, así que no cedió.

-¿Cómo conociste a este chico...?

-¿Chanyeol?

-Él.- Preguntó Yifan mientras caminaban hacia el auto. -Mera curiosidad.

-Nos cruzamos en el metro en varias oportunidades y comenzamos a hablar.- Se encogió con una sonrisa incontenible, era imposible no sonreír cuando recordaba esos primeros encuentros. -Me contó que estaba buscando a alguien y me ofrecí a ayudarlo.

-¿Buscando a alguien? ¿A quién? Si se puede saber.

-No lo creerás. Yeollie buscaba a Rima Guk.

Yifan frunció el ceño. -¿La cantante? ¿No estaba muerta?

-Desaparecida.- Corrigió. -Jamás me dijo por qué lo hacía sin embargo, y algo me dice que es mejor no incursionar.

Yifan asintió. -Yo conozco a su hijo.- Comentó al azar cuando llegaron.

-¿Qué?- Baekhyun se detuvo frente a la puerta con los ojos enormes. -¿Lo conoces?

-También a su exesposo. Hice negocios con él hace años y en una reunión conocí a su hijo.

-¿Tienes su número aún?- Se adelantó con histeria, sorprendiendo a Yifan. -¿O el de su hijo?

-C-creo que aún me quedan ambos...

Baekhyun se metió al auto con una sonrisa enorme. -¡Genial!

******

-¡Yeol! ¡Chanyeol!

Ni bien se desocupó aquella tarde de sábado, Baekhyun corrió hacia el departamento de Chanyeol sin pensar. Yifan le había dado los números del exesposo y el hijo único de Rima Guk y estaba emocionado por hacerle conocer esta nueva información. La última vez que había insistido sobre el tema no había salido bien, pero ahora había fuentes en las cuales apoyarse en lugar de simples especulaciones.

Consideró guardárselos para sí mismo, pero si esto era una nueva oportunidad de acercarlos a la verdad, entonces no podía quedarse sentado fingiendo que no sabía nada.

Golpeó la puerta eufórico y sólo cuando le abrieron notó lo mucho que tardaron en contestar. Chanyeol estaba igual de despeinado que siempre, sin camiseta y descalzo, sólo un par de vaqueros rodeaban su estrecha cadera. Ladeó la cabeza, curioso ante la expresión un tanto temerosa en su rostro, tenía los ojos grandes y mantenía la puerta lo más cerrada posible como si no quisiera dejarlo pasar.

-Baek.- Largó en un susurro.

-Yeollie.- Saltó en el lugar, obviando todo aquello que le resultaba extraño. -Tengo algo que contarte, ¡no podrás creerlo cuando te esteres!

Intentó abrirse paso para entrar, ya conocía su casa más que nadie y tenía la confianza suficiente, pero Chanyeol se corrió y le bloqueó el paso. Él borró su sonrisa lentamente y se lo quedó viendo con fijeza.

-Vamos, déjame pasar.- Intentó de nuevo, pero Chanyeol volvió a impedírselo.

-Baek, verás...- Rascó su nuca y vio hacia atrás.

Se quedó estático ante la idea fugaz que pasó por su cabeza, pero trató de ser lo más razonable posible. -¿Hay... algo allí dentro que no quieres que vea?

Chanyeol se frotó la nuca hasta que le quedó roja y gruñó. -Ah, maldición, ¿por qué justo ahora?- Murmuró.

-Déjame entrar.- Quería ser razonable, es verdad, pero la molestia quemándole las entrañas lo estaba volviendo loco. -Si no hay nada malo entonces no habrá problema con que entre a hablar un momento, ¿no?

-Baekhyun, espera, por favor, espera.- Chanyeol alzó las manos, notando su cara e intentando apaciguar las cosas. -En serio no es nada, ahora estaba...

-Chanyeol.- Lo frenó con voz grave. -¿Me dejarás entrar sí o no?

Juraba que se sentía de una forma nunca antes experimentada. Incluso cuando no habían aclarado del todo su relación, incluso a pesar de que sabía que Chanyeol odiaba estar en pareja, incluso cuando no se debían nada, incluso así estaba furioso de pensar que había alguien más allí dentro. Deseaba con todas sus fuerzas entrar al departamento y corroborar que estaba equivocado.

No fue necesario que Chanyeol le obedeciera o dijera algo porque una joven de cabello corto color castaño claro le hizo el favor: abrió la puerta de par en par dejando todo el interior expuesto. El silencio fue rotundo. Baekhyun vio que llevaba una cartera y un abrigo entre sus brazos. Ella le sonrió con simpatía, por completo ignorante, dándole un corto asentimiento antes de salir.

-Otra vez, lamento las molestias, Chanyeol. Espero que volvamos a vernos.- Dijo su voz dulce antes de hacer una reverencia e irse.

Baekhyun la miró hasta que desapareció y luego se giró hacia Chanyeol cuya expresión y postura reflejaban una inquietud palpable.

-Puedo explicarlo.

-¿Me dejarás pasar ahora?

-Claro.- Se hizo a un lado con la cabeza gacha.

Baekhyun se agachó con una sonrisa para recibir al cachorro, Chanyeol cerró la puerta y se le acercó con premura.

-Baekhyun, escucha, esto que pasó ahora no es...

-¿Qué cosa?- Cuestionó con indiferencia, rascando detrás de las orejas del animal sin dejar de sonreír.

-¿Me puedes mirar al menos? Quiero explicarte.

-Oh, ¿hablas de la chica que salió de tu departamento mientras tú traes esas pintas?- Preguntó mientras se ponía de pie.

-Sí. No es lo que parece, te lo juro.

-A mí no tienes que jurarme nada.- Se encogió débilmente. Rehusándose a devolverle la mirada, vagaba sus ojos por todo el lugar. -Esto no es mucho después de todo, un par de folladas y ya.

-No.- Negó Chanyeol con rotundidad, acercándose con el ceño fruncido. -Claro que no, no hables así.

-Pues no lo parece.- Lo encaró por fin. -Pensé que había quedado claro que quería seguir adelante con esto, con... lo nuestro.- Su voz se hizo pequeña a lo último.

-¿Y tú qué?- Espetó el otro de repente. -¿Me cancelas para irte con otro? ¿Esa es tu forma de "seguir adelante"?

-¿Disculpa? ¿La persona de la cual acabo ver salir a una muchacha de su departamento me está haciendo esta clase de reproches? Y además, Yifan y yo no somos más que amigos.- Chanyeol rio con sarcasmo, consiguiendo que le frunciera el ceño. -¿Qué tanto te causa?

-Es obvio que ese tipo está detrás tuyo y tú vas y accedes a lo que te pide como si no lo supieras. No haces más que darle esperanzas.- Se movió brusco hacia la cocina.

Baekhyun lo siguió con la sangre fluyendo caliente por sus venas y una neblina ante sus ojos. -¿Y tú qué sabes, eh?

Eso pareció calmar a Chanyeol que se volvió hacia él con una boca abierta que luego cerró con los ojos entornados como si estuviera probando algo agrio. -¿Quieres...? ¿Lo quieres? ¿Quieres darle esperanzas?

Ese tono acallado y doloroso lo devolvió a sus cabales. Por Dios bendito, ¿qué tonterías estaba diciendo? Odiaba ponerse molesto porque pasaban este tipo de cosas. Por supuesto que no lo quería. Sólo deseaba a una persona y esa persona, definitivamente, no era Yifan. Estaba ansioso porque no sabía lo que Chanyeol buscaba y eso le generaba inseguridad hasta el punto de hacer y decir locuras. Sentía amargo dentro, ahora mismo lo único que quería era abrazar y ser abrazado y que volvieran a entregarse como hicieron esa primera vez. Anhelaba la confianza que experimentó esa noche con él.

Negando, acortó la distancia y se puso de puntillas, abrazándose a su piel. -No es así.- Sollozó. -Perdóname, dije una mentira. No es como piensas.- Y entre susurros, lo besó.

Chanyeol no se resistió para nada, como si esas simples afirmaciones bastaran. Lo alzó y lo sentó sobre la isla.

-No quiero nada con nadie que no seas tú.- Aseguró Baekhyun, desperdigando besos por todo su cuello y rodeándole las caderas con sus piernas.

-Igual yo, igual yo...- Concordó Chanyeol entre jadeos.

Baekhyun rodó los dedos por su abdomen, se coló dentro de sus pantalones y comenzó a masturbarlo sobre su ropa interior. Chanyeol continuó besándolo sosegada y lentamente mientras también se ocupaba de masajear su parte íntima. Ambos gemían y cada sonido lo sentían dentro de sus bocas. Baekhyun bajó su ropa y lo acarició más rápido, apresándolo apretado entre sus piernas. Chanyeol movió sus caderas simulando una penetración entre los dedos finos que lo rodeaban; Baekhyun se lo imaginó dentro de él y tuvo que frenar para no terminar demasiado pronto.

Se apartó y Chanyeol jadeó cuando se arrodilló frente a él para comérselo de otra forma. Lo vio cogerse del mármol con fuerza mientras lo lamía y succionaba, ayudándose de una mano que lo acariciaba cada vez que sus labios ascendían y descendían por toda su extensión. Sintió sus dedos cálidos sobre la nuca, Chanyeol lo detuvo y él entendió al instante lo que quería. Se quedó quieto mientras el otro movía sus caderas como un poseso, tuvo que concentrarse para controlar su respiración y no ahogarse. Cegado por el placer, lo hizo ir hasta la base y lo sintió en el fondo de su garganta. Le avergonzaba admitirlo, pero el temblor placentero en todo su cuerpo develaba lo mucho que le estaba gustando esto. No pudo evitar toser sin embargo, Chanyeol lo soltó enseguida y lo miró preocupado mientras hacía arcadas.

-Lo siento, lo siento mucho, no lo haré más. ¿Estás bien?

Baekhyun sonrió mientras se secaba las lágrimas. -Quiero hacerlo otra vez.- Insistió. Ni siquiera esperó su respuesta, sólo volvió a metérselo a la boca.

No necesitó de las manos de Chanyeol, él mismo se lo llevó hasta el fondo de su garganta lo más que podía, aguantando allí mientras respiraba por la nariz. Alzó los ojos y lo miró. Chanyeol respiraba pesado, tenía la frente perlada de sudor y sus ojos entornados lucían nublados mientras fruncía el ceño. Era tan atractivo que apenas podía soportarlo. Tuvo que comenzar a tocarse para calmarse un poco, nunca en su vida había estado tan caliente. Se retrajo y lo sacó lento de su boca mientras lo miraba a los ojos, un hilo pegajoso colgando de sus labios hinchados y rosados los unió, lo envolvió con su lengua y se limpió las comisuras con los dedos.

Chanyeol maldijo fuertemente y lo puso de pie. -Ven aquí.- Lo dio vuelta.

Lo inclinó hacia delante, bajó sus pantalones y su ropa interior hasta sus rodillas y, llenándolos de saliva, le introdujo dos dedos de repente. Baekhyun jadeó y gimió por la mezcla de placer y dolor. Chanyeol se recostó sobre su espalda y él se sacudió con expectativa.

-Tú provocaste esto.- Susurró su voz grave al oído mientras presionaba su excitación contra el interior de sus muslos. -Te harás cargo.

-Siempre me hago cargo, Yeollie.- Le ronroneó, amaba incitarlo.

Chanyeol gruñó e introdujo un tercer dedo, haciéndole cerrar los ojos con fuerza. A pesar de su obvia necesidad, Chanyeol no trató de introducirse hasta que estuvo lo suficientemente preparado para recibirlo, entonces metió la punta y gimió, luego avanzó lento y pausado y se quedó quieto por algunos segundos. Baekhyun sabía que se estaba conteniendo para que su cuerpo se acostumbrara a la invasión, pero a esas instancias no le importaba nada. Comenzó a moverse de atrás hacia delante.

-Baekhyun...- Advirtió Chanyeol con la voz ahogada.

-Sólo házmelo, Chanyeol.- Le suplicó el más bajo entre jadeos. -No aguanto más, muévete.

Ante semejante petitorio, no pudo hacer más que encantado lo que le pedían. Baekhyun ahogó sus sollozos con pena mientras temblaba y se aferraba al frío mármol con fuerza, Chanyeol iba tan profundo que parecía sentirlo hasta su estómago. En cierto punto perdió la voz junto a su respiración y empezó a jadear sin aliento, sintiéndose cerca de la liberación. Sólo se vino cuando sintió que Chanyeol lo colmaba porque esa sensación caliente en su interior era demasiado para sus sentidos.

Minutos más tarde cuando recobraron el sentido, Chanyeol se había subido los pantalones y se había ocupado de limpiarlo suavemente con servilletas para luego voltearlo y arreglarle la ropa con la misma delicadeza. Mientras abrochaba el cinturón de sus pantalones, Baekhyun lo observaba como un estúpido enamorado.

-Oye.- Lo llamó, pero al ver que se mantenía con la mirada gacha, lo obligó a verlo a la cara tomándolo de las mejillas. -Hey, ¿qué ocurre?

Chanyeol negó con un rostro ligeramente abatido. -No lo sé, algo no se siente bien, Baek.

Quería preguntarle por qué cada vez que lo hacían terminaba mal de alguna manera, pero consideró lo que había pasado antes y pues, pasada la excitación, no venían de una buena situación como para estar tan relajados. Con un suspiro, acarició sus brazos por detrás hasta llegar a su manos, entonces les dio un apretón reconfortante.

-¿Qué tal si te duchas primero y hablamos bien cuando salgas?

Chanyeol hizo una mueca como un niño pequeño y se inclinó para darle un tímido beso. -Amo estar contigo, en cualquier momento y bajo cualquier excusa, lo sabes, ¿verdad?

Baekhyun le devolvió el beso. -Lo sé, confío en ti. Tú también debes confiar en mí, ¿sí?- El otro asintió. -Ve, en un momento seguimos.

Chanyeol pareció querer decir algo más, pero al final le obedeció y fue hasta el baño para darse una ducha rápida. Mientras tanto, abrió todas las ventanas, dejó que el aire entrara y limpió bien lo que habían ensuciado. Cuando Chanyeol salió, entró él. Bajo el agua caliente se dijo que lo mejor era dejar de evitar el asunto y ser directos a pesar del miedo. Chanyeol era atento y parecía importarle, pero temía que siguiera buscando sólo una relación pasajera. En ese caso no podrían estar en sintonía porque él quería todo lo contrario, entonces debería decirle adiós y aunque sería la opción más madura, la simple idea le hacía querer llorar.

Pero al final del día seguían estando en la nada de esta manera, así que hablar seguía siendo la opción óptima incluso si se topaban con algo indeseable. Además, cosas como las de hoy seguirían pasando si no se aclaraban.

Cuando abrió la puerta del baño y lo vio sentado en el borde de la cama esperando con paciencia, de repente recordó la razón por la cual había ido allí en primera instancia y se entusiasmó al instante.

Chanyeol se puso de pie, retorciendo sus manos con nerviosismo. -Baekhyun, ¿sabes? La chica de hoy no fue...

-¡Yeollie!- Se abalanzó sobre él. -¡Tengo que hablarte de algo que olvidé!

El otro parpadeó. -¿Ah? ¿Sobre qué?

-Primero quiero que termines de escucharme antes de que te pongas loquito, ¿oíste?- Le advirtió alzando un dedo.

Chanyeol lo vio con recelo. -Si tú dices...

-Vamos.- Saltó con impaciencia. -Hablaremos y quizás esto te incentive o ayude de alguna manera, sino lo dejaremos y ya.

-Está bien.

-Verás, la noche que cené con Yifan...- Vio cómo su gesto se crispó y sólo entonces se dio cuenta de lo que dijo, pero decidió hacerse el tonto al respecto y continuó. -Me comentó algo referido a Rima Guk.- Chanyeol abrió la boca y él lo pellizcó. -Dijiste que me oirías.

-¡Auch!- Se frotó con el ceño fruncido. -¿Por qué me interesaría algo proveniente de ese tipo? No quiero saber aunque tenga que ver con Rima.- Se cubrió las orejas y fue hasta la cocina para servirse un vaso de jugo.

También decidió ignorar eso. -A lo que quiero llegar es que he conseguido los números de teléfono de su exesposo y su hijo.

Chanyeol se quedó congelado con el vaso en el aire, Baekhyun sacó un papel doblado de su bolsillo. Estaba tan emocionado que ni siquiera notó su extraña reacción.

-El hombre es Kyoshi Arata.- Pronunció con dificultad. -Se casó con un japonés hace tiempo. Y...- Leyó el papel con detenimiento.

Chanyeol se giró a verlo con lentitud.

-El hijo al parecer es Oh Sehun. ¿No es genial? ¡Hemos dado con algo importante, Yeol! Si logramos contactarnos con ellos, entonces quizás... ¿Chanyeol?- Lo vio con el ceño fruncido al discernir su evidente malestar. -¿Estás bien?

Chanyeol respiraba agitado e intentó acercarse para ayudarlo, pero los repentinos golpes en la puerta lo detuvieron.

-¡Channie, ya estamos aquí! ¡Ya llegamos!

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