IX
Baekhyun se adentró en su apartamento con entusiasmo, corrió desde la entrada hasta el centro de la sala donde giró sobre sí mismo para observarlo todo. Chanyeol lo miró sin expresión mientras se descalzaba en el recibidor, Baekhyun notó su expresión porque se volvió para cogerlo de las manos y tirar de él.
-Vamos, cambia esa cara.
Asintió de forma mecánica, sin hacerle mucho caso a sus consuelos. Más que triste, estaba abatido. Sentía que no importaba lo que hiciera o cuánto lo intentara, al final era lo mismo. En esos instantes lo que más quería era tirarse por ahí a morir y ya.
-¡Un perrito!- La atención de Baekhyun fue robada por completo. Se arrodilló en el suelo para recibir al cachorro que le lamió la cara con alegría. -¡No sabía que te gustaban los animales!
Viendo la escena, de repente fue como si un rayito de luz se colara de improviso dentro de la habitación oscura en la que estaba metido y sonrió, tuvo que sonreír, era imposible no hacerlo. Baekhyun también lo hizo y se puso de pie para comenzar a descorrer todas las cortinas, haciendo que la luz ingresara con total libertad.
-¿Por qué estaba tan oscuro aquí?
A pesar de haber pasado toda la tarde afuera entrecerró los ojos por la claridad repentina. Paseó sus ojos por su hogar sintiéndolo extraño, ¿hace cuánto vivía en penumbras exactamente? Ahora parecía un lugar diferente. Baekhyun observaba la vista de la ciudad apoyado sobre el alféizar y luego de echarle otro detallado vistazo, se dio cuenta de que todo era diferente cuando esta persona estaba cerca.
-¿Quieres ver la película que te prometí? La tarta funcionó al final.- Se encogió con un intento de sonrisa amigable, al menos ponía esfuerzo en no lucir tan deprimido.
Baekhyun quedó un momento pensativo. -Está bien, pero no quiero ir al cine, veamos una aquí.
Chanyeol ladeó su rostro. -¿Seguro?
El otro asintió.
Baekhyun se entretuvo con su perro en lo que elegía una película al azar, dejó que se subiera a su regazo cuando se sentaron en el sillón y le propinó caricias con una tenue sonrisa mientras observaba la pantalla. Para él fue difícil concentrarse en lo que pasaba en la película y no en esta imagen a su lado. Se reacomodó varias veces ante el curioso calor que removía su interior cada vez que lo mirada de reojo junto con el fuerte deseo de acercársele más.
Se debatía, ¿debería hacerle caso a sus instintos?
Estaba más que acostumbrado a coquetear e insinuarse, le gustaba la sensación de poner nerviosa a alguna linda chica y acabar entre las sábanas con ella, ¿por qué no podía hacer lo mismo con Baekhyun? ¿Sería por su falta de experiencia en el territorio? La verdad sea dicha, nunca tuvo tantas ganas de seducir a un hombre como ahora, era una atracción casi irresistible. Volvió la atención hacia la película para no ceder y acabar cometiendo una tontería. Se centró en el protagonista, el típico héroe que aparece para salvar las cosas, el tipo con defectos, pero no los suficientes para condenarse a sí mismo y a los demás, aquel al que siempre le deparan cosas buenas al final...
Retuvo sus ganas de resoplar. -¿En serio soy como él?
-¿Mm?
-Antes tú... ¿No dijiste que era como un protagonista de libros o algo así? Esta es una película, pero...- Carraspeó con el ceño fruncido. -Olvídalo.
-Es casi lo mismo, los héroes comparten ciertas características en todas las ficciones.
-¿En serio soy así?- Se sentía idiota, pero no pudo evitar volver a cuestionar.
Baekhyun negó con una sonrisa. -No eres como él, yo te veo así.
Se rio. -No tengo idea de los ojos que posees entonces.
-Hey.- Baekhyun se acercó más a él. -No hables así de ti mismo.
-Supongo que si alguien como tú me siguió hasta el hartazgo para conocerme no debo ser tan insulso.
-¿Dices que valgo la pena?
-Al menos sé que eres mucho más "héroe" que yo.
Baekhyun rio hasta quedarse silencioso y cabizbajo. -Dime, ¿piensas que soy un mentiroso?
Chanyeol frunció el ceño. -¿Un mentiroso?
Pareció algo incómodo. -¿Sientes mis sonrisas?- Lo miró a los ojos con una inesperada seriedad. -¿Me sientes, Chanyeol?
El inesperado rumbo de la conversación lo tomó por sorpresa. No tenía mucha idea de a lo que se refería Baekhyun, pero se detuvo un momento para reflexionar acerca de su última pregunta y lo que eso implicaba. Alzó las cejas y lo miró.
-Bueno, ¿tú las sientes? ¿Eres feliz de verdad cuando sonríes o sólo...? No lo sé, ¿lo haces por hacer?
Baekhyun se retrajo como si le hubieran dado un puñetazo. -Yo...
-Mira, no sé qué hay en tu cabeza, pero antes me dijiste que querías que me sintiera tranquilo contigo y en serio lo hago, sólo contigo.- Confesó.
Baekhyun parpadeó con sorpresa y por primera vez, no dijo nada. Sus cuerpos proyectaban formas amorfas por la luz del televisor, no dijeron nada durante un rato largo y tampoco lo sintieron necesario. Lo miró con fijeza allí cabizbajo mientras trazaba líneas imaginarias sobre el tapiz del sillón, tenía algo hipnótico sin lugar a dudas, y algo que lo empujaba a ir más allá de su zona de confort cada vez.
-Dijeron que debía rendirme.- Susurró sin saber lo que decía y por qué lo decía, pero allí estaba. -Dijeron que no perdiera el tiempo y que no la buscara, que ella estaba muerta, y cada vez... Esa pequeña esperanza sigue ahí, incluso cuando todo parece malo, yo sigo... Y nunca sé cuándo parar.
-Chanyeol, no.- Incluso cuando estaba susurrando, Baekhyun era vehemente. -No pares, no abandones si así lo sientes, sigue tus instintos y lo que sea que ellos te dicten.
-¿Por qué tengo que seguir a pesar de que ya no hay nada?- Mordió sus labios para no llorar. -Ya no quiero, no quiero seguir.
Baekhyun cerró la distancia entre ellos y lo abrazó. Gran parte de su vida había estado solo y con el tiempo se había acostumbrado, no fue hasta que sintió los brazos de este muchacho apretándolo con fuerza que entendió que había estado necesitando este tipo de apoyo. Escondió el rostro en la curva de su cuello entre calidez y confianza. Esta persona a la que conocía de nada desde hacía tan poco tiempo era la única que estaba cerca en esos momentos, y la única que lo sostenía de esa manera.
¿Qué tan relativo era el tiempo?
¿Qué importaba? Si aquellas ínfimas semanas le eran más que suficientes, ¿qué importaba?
-Si eso es lo que sientes, está bien.- Dijo Baekhyun. -Si crees que todavía puedes coger fuerzas de donde sea y continuar, también está bien.- Acarició su espalda. -Si es algo que sientes, no puede estar mal, ¿verdad?
En la puerta antes de irse, el cachorro se acercó a despedirlo y Baekhyun se arrodilló para saludarlo con una sonrisa.
-Siempre sonríe, Yeol, la gente quiere verte así.
Quiso preguntarle de qué gente hablaba, pero optó por el silencio. Se mordisqueó los labios viéndolo allí parado sin hacer nada como si estuviera esperando algo, o al menos así se lo pareció a él. Titubeó al posar una mano tímida sobre su mejilla y suspiró cuando rozó la piel de su cuello en una caricia, se inclinó con la mente obnubilada y depositó un beso casto del otro lado.
Si era eso lo que había estado esperando antes de irse no lo sabía, sólo quería saciar sus ganas.
Cuando se alejó estaba avergonzado. Baekhyun lo veía con ojos enormes llenos de sorpresa, cubriendo con una mano aquel sitio besado de forma tan delicada. Se rio como un niño travieso haciendo que sus ojos parecieran dos medias lunas.
-Tramposo.- Acusó antes de ponerse de puntillas y sostener sus brazos para no perder al equilibrio mientras le devolvía el beso sobre la mejilla.
Aun cuando Baekhyun ya había desaparecido, Chanyeol siguió parado en el marco de su puerta, insatisfecho como nunca, pero tranquilo como pocas veces. Frotó su mejilla con un mohín.
-Tú eres el tramposo, Byun Baekhyun.
******
Baekhyun no había pensado que aquello era una despedida, pero al parecer se había equivocado.
No consideró el hecho de que Rima Guk ya no existiera sobre la Tierra motivo para que terminaran separándose... Es decir, ¿sólo eso bastaba? Frente al escritorio de su habitación suspiró y frotó su frente, ¿qué quería decir con "separarse"?, ¿no estaba dándole demasiada relevancia al asunto? La expresión le parecía dramática. Abrió el cajón de su derecha y sacó tres fotos en total: en una Chanyeol aparecía medio dormido en el asiento del metro, en la otra veía alrededor con ojos confusos en medio de la acera y en la última se apoyaba en una columna mientras sostenía una copa de champaña con desinterés.
Las miró una y otra vez con una mano sosteniendo su mejilla.
-¿Tan poco interesante soy? ¿Por qué no llamas?- Cuestionó en un murmullo. -Quizás sí soy un farsante y por eso no me quieres a tu lado.
Había experimentado la turbulencia más movilizante de sus emociones en las semanas que llevaba conociendo a Park Chanyeol que en toda su vida hasta el momento. No iba a mentir, eso lo mosqueaba un poco y quizás, esa infantil molestia hacía que no terminara de convencerse para coger el teléfono y tomar la iniciativa de contactarlo.
Salió cuando no soportó más el aburrimiento. No pasó por LimDoux ni habló con Jongin, tampoco saludó a Kyungsoo, fue directo a la estación, se subió al primer metro que llegó y se encaminó a su lugar de trabajo.
Vio el asiento vacío de al lado con un vacío en el pecho.
-¿Qué haces aquí?- Lo recibió Gail sorprendido. -¿No es tu día libre?
-Necesito matar el tiempo, ¿hay algo de trabajo para mí?- Vio alrededor, sólo había algunos ayudantes.
-¿Quieres trabajar para mí?- Comentó el otro con diversión.
Baekhyun se rio. -Por favor, podría morir del aburrimiento. Odio cuando Dee Na me obliga a tomar días libres.
Gail le pidió ayuda para escuchar su opinión sobre algunas fotos y con gusto mantuvo su cabeza ocupada en el tema. En las imágenes había una familia disfrutando de un día de campo al aire libre con el sol dorado besándoles la piel, los padres tenían un par de gemelos preciosos y sonrientes. No pudo evitar sonreír al observar las piezas, Gail había hecho un magnífico trabajo.
Durante todo el rato, celular estuvo en silencio.
Su compañero se marchó y aun así no quiso dejar el estudio. Gail le entregó las llaves y le recordó que cerrara bien cuando se fuera, entonces se encontró a solas con sus propios pensamientos otra vez. No hizo nada, se mantuvo de brazos cruzados mientras veía la ciudad a través de la ventana. El ruido de los autos, la gente yendo de aquí para allá, todo entraba a través de sus sentidos claramente y aun así no podía dejar de dar vueltas dentro de su cabeza.
Vio su teléfono sobre el escritorio, lo vio durante mucho tiempo sin titubear, sintiéndose a punto de sucumbir ante sus impulsos. Se acercó lentamente, lo miró por un rato más y cuando admitió para sí mismo que el otro le hacía falta y no podía evitarlo ni negarlo, estiró una mano.
Y en ese momento sonó.
Era un mensaje de texto. Sus ojos se abrieron de par en par, ¿sería posible...? Calmó sus nervios antes de coger el aparato y presionar la pantalla casi con los ojos cerrados, tuvo que contener un salto de inmensa alegría cuando lo leyó.
"Olvidaste cerrar las ventanas la última vez".
Lo había creído imposible, pero ahí estaba la muestra de que a Chanyeol sí le interesaba, al menos un poco. Tenía el celular abrazado contra el pecho con una sonrisa bobalicona cuando timbró otra vez, esta vez con una llamada.
Su corazón dio un vuelco aún mayor.
-¿Chanyeol?- Contestó con una suavidad que ni él se esperó.
-¿Qué debo hacer? Acabé de ver la película yo solo.- Le dijo el otro, su voz ronca retumbando en cada espacio de su ser.
Se apoyó sobre el marco de la ventana mordiendo su labio inferior. -Para mí eso es una alta traición, ¿sabes?
-Por eso te pregunto, ¿qué vamos a hacer, Baekkie?
Su corazón latió como un loco ante el mote. -¿Qué tal si me compensas de alguna otra forma?
Hubo un corto silencio del otro lado. -¿Qué se te cruza por la cabeza?- Preguntó perezoso.
Baekhyun sintió el grandísimo e irrefrenable impulso de tenerlo allí adelante. Ya. Ese tono de voz lento y sosegado le causaba cosas en el estómago... Y más abajo. En ese momento se le pasaban muchas cosas indebidas por la cabeza, pero calló porque era sensato antes que cualquier cosa.
-Ven a buscarme. Inventaremos algo, vamos a improvisar.
-Como de costumbre.- Sintió una sonrisa en sus labios. -¿Dónde estás?
-En mi lugar de trabajo. Ven a por mí, Yeollie.- Le devolvió el apodo. -Te he estado esperando.
Le pasó la dirección del estudio y en lugar de cortar la llamada, continuaron hablando en lo que Chanyeol llegaba. El ambiente que lo rodeó al caminar se llenó de sonidos típicos nocturnos de una ciudad, Chanyeol parecía cada vez más abierto y eso le encantaba. Él mientras tanto caminó distraído por todo el estudio, parándose sobre las sillas y arriba del escritorio, pegó un salto para bajarse de allí.
-¿Qué fue eso?- Preguntó Chanyeol con extrañeza.
-Estaba saltando.- Contestó agitado después de jugar.
-¿Solo?
-Claro.
Del otro lado sólo pudo percibir un resoplido y una risa tranquila y lejana.
-¿Qué te quedó de la película al final?- Preguntó mientras contaba sus pasos al rodear el perímetro del lugar.
-Que el tiempo es un tirano.
Se paró. -¿Cómo?
-No podemos hacer nada para controlarlo, mucho menos detenerlo, aunque... Antes hay que considerar si realmente queremos hacerlo o no.- Hubo silencio. -Mira por la ventana.
Baekhyun había estado echado a sus anchas sobre el suelo mientras lo escuchaba y se paró al instante, se acercó a la ventana y lo distinguió a través del vidrio. Con una inmensa sonrisa cerró todo a la velocidad de la luz y bajó las escaleras aún más rápido, cuando pisó la acera estaba jadeando. Chanyeol estaba justo delante a unos escasos tres metros y su primer impulso fue el de saltar para darle un apretado abrazo, sin embargo se contuvo.
Aún no, un poco más...
Le sonrió. -Hola, señor asesino.- Cortó la llamada sin desviarle la mirada.
-Hola, púber. ¿Sabes? En serio creo que me tienes engañado, tú no tienes veinticuatro años.
Baekhyun se quedó sin aliento cuando se acercó y estuvo cerca de su cuerpo. -¿Ah, no?- Balbuceó atontado.
El otro negó con los párpados caídos. -Eres demasiado hermoso.- Dijo inesperadamente.
Se rio para ocultar su nerviosismo. -¿Cómo sé que no estás seduciéndome para secuestrarme?
Chanyeol se alejó y lo escrutó con mucho detenimiento. -Si te sedujera, Baekhyun, definitivamente no sería para algo como eso.
Una nueva oleada de deseo lo atacó tan abruptamente que dio un paso hacia atrás, aturdido. Fue como una marea embravecida golpeando las rocas de la costa con toda su potencia y salvajismo y rayos, de verdad quería esperar un poco más, pero a ese paso terminaría cediendo para lograr al menos un poco de satisfacción. Por suerte Chanyeol pareció salir del trance y carraspeó, moviendo la cabeza para que caminara con él, lo siguió con rapidez volviendo a la normalidad también.
Había un parque de diversiones cercano que estaba abierto por temporada, había oído que aquella sería su última semana e insistió para ir. Ya era tarde y no había mucha gente así que pudieron disfrutar de la mayoría de juegos entre risas sin sentido. Chanyeol había olvidado su flojera y lo había seguido en todo.
-Aguarda...- Dijo sin aliento, se apoyaba en ambas rodillas mientras respiraba con dificultad. -Si seguimos se me saldrá el estómago por la boca.
-¡Vamos, Yeollie, vamos!- Baekhyun insistió con euforia. -¡Sólo nos queda este!
Lo tomó de la mano y tiró y a pesar de todo, Chanyeol se rio y lo acompañó. Se subieron a las tazas giratorias, Baekhyun alzó los brazos con alegría mientras Chanyeol los empujaba con la rueda del medio. Gracias a Dios tenía una cámara con él que había tomado prestada del estudio y pudo inmortalizar el momento para siempre. Una imagen algo movida, pero visible de Chanyeol riendo con ambas manos sobre el manubrio, con estelas y líneas inconexas de colores volando alrededor de él gracias a las luces brillantes del parque que por el movimiento no habían sido captadas con nitidez...
Baekhyun decidió que esa era su foto favorita en mucho tiempo.
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