IV
Baekhyun parpadeó perturbado y mantuvo la cabeza gacha mientras el súbito calor desaparecía de su cuerpo y caía en cuenta de lo estúpido y temerario que había sido, los ojos puestos sobre la punta de sus zapatos se agrandaron.
¿Qué acababa de hacer?
Incapaz de encarar al otro por verguenza, miró al metro que se perdía por el túnel oscuro y que significaba una falta más a su trabajo, todo debido a un inexplicable y absurdo momentum que no pudo detener. ¿Y ahora? ¿Qué le diría a su jefa?
-¿Estás bien?
¿Qué le diría a esta persona? Lo vio de soslayo sin ocultar su nerviosismo, en general le era difícil lidiar con emociones tan ajenas, a diario era capaz de mantener un buen humor constante y contagioso, cuando cosas así de inesperadas pasaban se sentía perdido, sobre todo si pasaban por su culpa.
Sonrió un poco, tratando de recobrar algo de confianza. -Yo... Yo quiero hacer... Quiero hacer un intercambio.- Improvisó.
-¿Qué?
Rascó su nuca con incomodidad. -¿Tienes dinero?
Se cruzó de brazos con recelo. -Ajá...
-El estudio donde trabajo me asignó una sesión en Suwon, pero debo cubrir los gastos del viaje y...
-¿No puedes y quieres que te ayude?
Se rio con pena, pocas veces en su vida había estado tan abochornado. -Debo ir sí o sí.- Explicó.
El otro entrecerró sus ojos. -No me molesta ayudarte.- Admitió para su sorpresa. -¿A cambio de qué?
-¡Oh, tengo algo que sin dudas te interesará!- Se animó al instante. -Hace algunos años colaboré en una sesión fotográfica para Rima Guk.- El rostro aburrido de su amigo cambió por completo. -Sólo fui un ayudante, nada importante, ni siquiera pude verla bien, pero mantengo mis viejas agendas todavía, debe haber algunos números y direcciones que podrían servirte allí.
-Tú...- Su ceño se frunció en una expresión abrumadora de incredulidad y excitación. -No estarás intentando estafarme, ¿verdad?
-¡Para nada!- Agitó las manos con vehemencia. -Mira, la sesión es dentro de cuatro días, antes de eso te daré todo lo que tengo y te ayudaré a encontrarla hasta el final.- Prometió.
-¿Y si la información que tienes no me sirve o no me convence?
Se encogió. -No es como si me importara, aunque sea poco seguro te ayudará más a ti que a mí, te la daré sin compromiso.
El otro hizo un gesto dubitativo, viéndolo con fijeza en un intento por determinar si aquello era una treta o no, al final tiró su cabeza hacia atrás y suspiró. -Te ayudaré.- Estiró una mano en su dirección.
Baekhyun sonrió y la cogió con fuerza, agitándola de arriba abajo con euforia. -¡Vamos a encontrarla, lo prometo!
-Eso espero...
-Es importante para ti.- Adivinó sólo con verlo. -Así que trabajemos duro. Soy Byun Baekhyun, por cierto.
-Park Chanyeol.
Anotó el nombre en su memoria, a partir de ese día, una nueva persona entraba en su vida.
******
Chanyeol veía al chico sentado frente a él con un montón de postres y bocadillos delante, relamiéndose los labios con emoción.
-Te encantan las cosas dulces, ¿no?- No pudo aguantarse a preguntar con disgusto.
Baekhyun cerró los ojos mientras degustaba la comida. -Debes probar esto, tu paladar viajará al paraíso.
-No me gustan las cosas dulces.- La simple imagen era empalagosa y tuvo que beber un trago de café amargo para compensarla.
-Nunca te gusta nada.- Rezongó el otro.
-No es mi culpa, tú eres el raro.
-Yo haré que te guste todo.- Decidió de la nada, viendo todo lo que había comprado y preguntándose qué debería probar ahora.
La frase quiso ser casual, pero lo tensó de pies a cabeza en su lugar. Baekhyun, este chico... parecía risueño y bonito como un hada, pero era peligroso de muchas maneras, demasiado perceptivo para su gusto. No sabía qué lo había poseído para aceptar su propuesta, tampoco entendía de dónde provenían las ganas de verlo cada vez.
Era muy extraño, como si le diera energías, pero a la vez le quitara otras cosas.
Aclaró la garganta. -¿Tienes lo que prometiste?
Baekhyun se limpió las manos con una servilleta y sacó una libreta negra de su mochila. -Mira la hoja marcada.
Leyó varios nombres completos, algunos con direcciones de correo electrónico o números de teléfono al costado, todos escritos con una letra prolija y legible. Paseó los ojos de arriba abajo con ansiedad y lo halló: "Rima Guk" destellaba en la hoja blanca como si estuviera escrito en otra tinta. Una sonrisa se apoderó de su cara al instante, lo único que había sabido era que Rima vivía en Seúl, esta era la primera vez que daba con un dato certero de este tipo.
Apretó la libreta con fuerza, podía sentirse cada vez más cerca de él.
-¿Estás feliz?- Preguntó Baekhyun con una cara llena de satisfacción, él asintió sin reservas y sonrió otra vez. -Me alegra ayudar.- Le dio otro mordisco a una de sus tartas y alentó: -¿Qué esperas? ¡Vamos! Llámala ahora.
Chanyeol marcó el número en su teléfono con los dedos torpes y el estómago retorcido, mientras el tono de espera sonaba su pierna se movía de arriba abajo con nerviosismo.
-¿Hola?- Contestaron.
Casi salta de su asiento, Baekhyun dejó de masticar para mirarlo con los ojos enormes.
-¿Quién es?
-Hum, ¿es este...? ¿Podría ser este el número de una tal Rima Guk?- Dijo con cautela.
-Está equivocado.- Respondió el hombre del otro lado, justo cuando estaba ahogándose en decepción, continuó: -Pero sí le perteneció a ella, lo vendió hace años.
-¿En serio?- Se llenó de esperanza. -¿Sabe dónde se encuentra?
-Pues...- Se oyó petulante. -Este número era de mi hermano antes, yo lo obtuve de casualidad cuando mi teléfono se rompió.
-¿Podría preguntarle cómo lo consiguió? Por favor, no busco nada raro, sólo quiero saber dónde está ella, no sé dónde más buscar.- Estaba desesperado y su corazón latía rápido como pocas veces.
Hubo un corto silencio. -Podría preguntarle...
Respiró con alivio y sonrió. -Muchas gracias, puede llamarme cuando sea.
-¿Qué pasó?- Cuestionó Baekhyun cuando cortó.
-El tipo me dijo que su hermano consiguió este número de Rima antes y que le preguntaría para decirme.
-¡Son buenas noticias!- Aplaudió con entusiasmo. -Ahora sólo hay que esperar su llamada.
-Espero que me tome en serio.- Suspiró antes de beber lo que quedaba de su café y tirar algunos billetes sobre la mesa. -Nos vemos.
Baekhyun se alarmó. -¿Qué? ¿Ya te vas?
-Ajá.
-No seas así.- Tiró de la manga de su sudadera con un mohín. -Quédate un poco más, habla conmigo.
Chanyeol se lo quedó viendo un largo rato mientras dudaba.
-¿Por favor?
Resopló y le revolvió el cabello de la frente mientras se sentaba otra vez, Baekhyun le sonrió, todo despeinado.
-Gracias.- Largó de repente, sólo después de decirlo en voz alta se sintió avergonzado. -Por el número.- Murmuró.
Baekhyun simplemente negó para restarle importancia y siguió metiéndose comida a la boca como si nada.
Días más tarde volvía a tenerlo delante, ahora caminaba siguiendo el ritmo de una canción que tarareaba, jugando con las baldosas de la acera, pisando sólo las que tenían líneas acostadas y eludiendo las verticales. Era como un ser distendido proveniente de otro mundo, tan único que dudaba que hubieran dos como él.
¿Qué estaría pasando por su cabeza?
Baekhyun saltó, pero la baldosa estaba suelta y se tambaleó, pegó un manotazo en el aire y se agarró de su brazo con fuerza, miró hacia arriba y le sonrió como un niño travieso, provocando que él también sonriera, era inevitable cuando le regalaba ese tipo de expresión tan tierna y suave.
El tipo de la llamada habló con su hermano como prometió y le entregó la dirección donde supuestamente vivía el exrepresentante de Rima, el hombre se había deshecho del número telefónico de la artista poco después de que esta desapareciera. Llegaron a un complejo de apartamentos venido a menos, una sensación lúgubre destilaba por todas partes. Frunció el ceño y revisó por centésima vez el papel escrito entre sus dedos, Baekhyun se estiró para leer también.
-Aquí es.- Dijo.
-¿Por qué el exrepresentante de una cantante famosa viviría aquí?- Murmuró.
-Pasaron años, vete a saber.
Se detuvieron frente a la puerta con el número 506 y golpearon, luego de unos segundos Chanyeol volvió a alzar su puño, pero justo lo atendieron y el rostro de una ahjumma huraña apareció a través de la diminuta abertura.
-¿Qué quieren?
-Este, ¿podría ayudarnos con algo, ahjumma?
Los vio detenidamente y negó. -No, váyanse de mi casa.
Quiso cerrar, pero Baekhyun puso un pie entre el marco y la puerta y se lo impidió. La mujer le frunció el ceño, él sonrió.
-¿Por qué no escucha a mi amigo, ahjumma?- Dijo con exacerbada amabilidad. -Será sólo un minuto de su valioso tiempo.
Chanyeol lo miró con una ceja alzada, ¿dónde quedó el muchacho inofensivo de antes?
La mujer, lejos de ceder, se giró y cogió un bate de béisbol, ahuyentándolos como si fueran cucarachas, amenazó con llamar a la policía si no se iban, el sonido de la puerta cerrándose frente a sus narices retumbó por todo el complejo. Chanyeol suspiró con desazón y miró a Baekhyun que se removía con brusquedad y no dejaba de maldecir por lo bajo.
-Ya me gustaría darle yo algunas lecciones.- Balbuceó con la misma voz grave.
-Hum, ¿estás bien?
El otro lo miró parpadeando unas cuantas veces, al cabo de unos segundos reaccionó y le sonrió como de costumbre. -No te preocupes, ya se nos ocurrirá otra cosa, te prometí que la encontraríamos.- Palmeó su brazo como si estuviera consolándolo.
Se dio la vuelta para salir y antes de que pudiera alcanzarlo alguien más los llamó: -Jovencitos.- La anciana del primer departamento pareció mucho más amable que la otra. -¿Están buscando a alguien?
-Así es.- Baekhyun se adelantó sin dudar. -En este complejo antes vivía el exrepresentante de Rima Guk, la cantante, ¿la reconoce?
Ella asintió con lentitud. -Por supuesto.
-¿Sabe si es verdad?
-Recuerdo bien a ese hombre, soy la arrendataria.
-Necesitamos contactarnos con él, ¿sabe dónde podríamos encontrarlo?
-Se fue de aquí hace mucho tiempo, no sé nada de él.
-¿Tiene algún número de teléfono particular o algo así?- Insistió Baekhyun. -No somos malas personas, ayúdenos, halmeoni.- Unió ambas manos a modo de súplica.
La anciana se los quedó viendo pensativa. -Adeudaba un mes de alquiler cuando se fue, le pedí su dirección para contactarlo, creo... que aún la tengo.
Los dos se miraron con ojos brillantes. Ella les dijo que esperaran mientras buscaba entre sus papeles viejos y cuando volvió lo hizo con una dirección escrita, les pidió que en lo posible no mencionaran su nombre si se daba el caso, ellos le agradecieron y se largaron con gran expectativa.
Chanyeol estaba emocionado, pero también se sentía algo consternado por la actitud de Baekhyun hace un momento. ¿Por qué este desconocido estaba tan comprometido con su causa? Ni siquiera le había dado una razón coherente sobre la búsqueda y a pesar del viaje a Suwon, estaba ayudándolo de manera seria y desinteresada, acompañándolo a visitar apartamentos ruinosos y señoras amenazantes sin ninguna queja.
-Oye.- Lo frenó luego de un par de cuadras. -¿Tú...? ¿Por qué estás haciendo todo esto?- Baekhyun lo encaró con tranquilidad y él titubeó. -¿Por qué estás tomándote esto tan en serio?
-¿Quieres que me lo tome como una broma?
-No quise decir eso.- Fregó su nuca con frustración. -Es... curioso, nada más.
-Me gusta ayudar a la gente.- Se encogió de hombros. -Y se nota que para ti esto es algo importante. Si puedo hacer algo en este corto tiempo entonces me ocuparé de que sea algo que valga la pena.
-¿No quieres saber mis razones?- Susurró cabizbajo.
Baekhyun volvió a encogerse con una sonrisa. -¿Para qué? Todos tienen secretos y cosas que les avergüenzan o que son complicadas.
-¿Tú también?
Se rio. -Soy la persona más transparente que encontrarás por ahí.
Chanyeol tenía sus reservas al respecto, pero como Baekhyun lo respetaba, él también lo haría, así que lo siguió en silencio cuando continuó caminando.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top