Nuestro cuarteto de administradores llegó al encinar; se habían encontrado con Kurt, quien les avisó que fue al gimnasio para informar a Bugsy de los soldados del Team Chronos, por lo que tenían el camino libre para ir al Encinar y buscar a sus amigos.

Marge, Mitch, Angie y Ark siguieron el sendero que llevaba al claro del santuario.

Marge: Estos pokémon son de Emerald y Wally.

Mitch: ¡Mack!

Angie: ¡Amber…!

De los dos líderes del Equipo Magma y Aqua sólo quedaban sus cabezas y hombros.

Amber: Llegaron…

Mack: Sus cuerpos…también empezaron a destruirse.

Marge: ¡Todos tranquilos…! Van a estar bien.

Gold: Eso es verdad.

Marge: ¿Gold? ¿Qué te pasó?

Gold: Los dos ejecutivos del Team Chronos me atacaron, y me quebraron un brazo y una pierna.

Angie: ¿Ejecutivos? ¿Y los líderes?

Amber: Están en el interior del santuario. Quieren atrapar a Celebi, y usarlo para reclutar criminales de distintas épocas.

Ark: ¿Y dónde están Wally y Emerald?

Amber: Se encuentran también en el santuario.

Marge: Espero que esos dos vuelvan a salvo.

Gold: Chica pirómana, tranquilizate, ellos sin dudas van a regresar. Después de todo, son Pokédex Holders de la región de Hoenn.

Marge: ¿Son?

Gold: ¡Sí! Emerald me contó que le quería dar su Pokédex a Wally, y le dimos una mano con el viejo Oak para borrar su usuario con tal de que Wally la pueda usar.

Marge: ¿Entonces Wally es el cuarto Pokédex Holder de Hoenn?

Gold: Correcto. Wally tuvo la Pokédex, pero un ejecutivo la rompió.

Marge: Entiendo, pero de todos modos, Wally es oficialmente un Pokédex Holder. Ese niño sin dudas se lo tenía merecido.

Gold: Estoy de acuerdo, Marge-sonrió-. Y además de un buen portador para la Pokédex, Wally es un buen chico-la mayor sonrió.

Marge: Tengan cuidado, Wally, Emerald.