🍃 : ꒰ Chapter Eleven꒱ : 🐑

Invitación.


Kim Sunwoo es tu amigo, los amigos son buenas personas, te apoyan, te respetan, te quieren y.. ¡claramente no te traicionan!

Pero Sunoo, su tan querido zumito, la persona que tenia en una clase de pedestal imaginario con el nombre casi inalcanzable de ¨mejor amigo¨ lo había llevado en contra de su voluntad hacia su verdugo.

Eso era T-R-A-I-C-I-Ó-N en todas sus letras. Pero al parecer Sunoo no estaba listo para esa conversación.

—¡Ni-ki! —llamó al menor de manera efusiva como si este no estuviera a solo un metro de distancia.

—Sunoo —susurró este, viendo al chico más alto entre ellos como pidiendo una explicación.

—Este es Jake, Shim Jaeyoon en realidad—dijo Sunoo recibiendo un suave golpe con el codo en su brazo. Pero Sunoo lo ignoró y se pegó más a este como sanguijuela.—Es un viejo amigo mío y de wonnie, nos conocemos desde muy pequeños, el es extranjero.—aclaró al final.

—Eso lo explica todo—dijo el menor con una sonrisa—Un gusto, Nishimura Riki, puedes llamarme Ni-ki.

—¿También eres extranjero entonces?—pregunto y Ni-ki asintió dándole la razón.

Jake y Ni-ki se sonrieron mutuamente y abrazaron, Ni-ki no le vió nada malo, por lo que se le hacía un chico confiable. Hasta intercambiaron cuentas de Kakao para conocerse más.

—Hoy por la noche daré una fiesta, es mi cumpleaños número doce, me gustaría que estuvieras allí hyung—dijo Ni-ki con las mejillas acaloradas.

—¿Te gustaría? —preguntó Jake con vacilación y Ni-ki tímidamente asintió.

De su mochila sacó unos sobres celeste pastel y se lo entregó a Sunoo que aceptó esta muy emocionado, y otro a Jake quien gustoso lo aceptó. Pero cuando pasó por el lugar de Jungwon, ambos se dedicaron una mirada sombría y sin ningún tipo de expresión. Jungwon desvió la mirada hacia otro lugar y sin dar explicación, se aferró a las correas de su mochila y salió de aquella incómoda situación.

Era obvio que Ni-ki bajo ninguna circunstancia lo invitaría, Jungwon se había comportado de manera déspota, de eso se dio cuenta, pero era lo suficientemente orgulloso como para aceptarlo.

Para el, el único culpable había sido Ni-ki, el molesto vecino de al lado.

Durante su horario de clases, Jungwon se había dedicado a tratar de prestar atención a lo que la señorita Min explicaba. Pero fue casi nula la intención, solo se encontraba pensando en su molesto vecino, con quien anteriormente se había intentado llevar bien.

Hoy Ni-ki cumplía años y sería mentira si no dijera que había pensado en de alguna manera tratar de hacer las pases. Quería dejar de lado esa indiferencia con la que se trataban, aunque sus actitudes decían lo contrario. Lastimosamente era preso del orgullo y el estrés, todo esto a sus 12 años.

Su madre le dijo que el orgullo, al fin de cuentas, hará que se quede solo. Por eso una vez más pensó en proteger su "dignidad".

La campaña que indicaba la hora de receso sonó, algunos estudiantes platicaban entre ellos y salían del aula, el fue de los que salió, en busca de los servicios higiénicos.

Hizo sus necesidades, mojó su rostro y lo secó.

Jungwon decidió volver al aula, llegando a la conclusión de que debería dejar de estresarse por pequeñas cosas, y que en lo único que debería preocuparse es en sacar buenas calificaciones y conseguir el dinero para el juego.

Fácil y sencillo.

Todo pareció cambiar cuando durante el receso, mientras algunos de sus compañeros platicaban, vió salir a Ni-ki a toda velocidad de donde era el lugar del mayor.

Su lugar.

Preocupado, se acercó a su pupitre, no había nada más que su libreta de apuntes. Agarró su mochila entre manos y la abrió, grande fue su sorpresa cuando encontró dentro una de las invitaciones de Ni-ki en esta.

Siendo casi imposible de que aquello suceda, Jungwon tomó este en sus manos, de a seguro se había equivocado de lugar, aunque el sabia perfectamente que su asiento, lugar y mochila era ese. Con algo de determinación leyó lo que tenía dentro, hora, fecha y lugar.

Jungwon suspiró y frunció el ceño, ese chico lo confundía mucho.

Su expresión pareció aligerarse cuando encontró una nota pegada detrás del sobre.

"También me gustaría verte a ti hoy"

-Ni-ki

A Yang se le escapó una torpe sonrisa y guardó la nota adhesiva en su libretita rosa. Libreta de cosas importantes y recuerdos.

Todo esto siendo evidenciado por Ni-ki a las afueras del aula, a quien se le hizo difícil ocultar su alegría, era una buena oportunidad para reconciliarse con Yang.

Gracias por leer ♡

-Amy<3

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