✶ . ࣪ ׅ chapter nine
TURNS

El timbre del instituto resonó por los pasillos, señalando el final de la última clase del día. Guardé mis libros en la mochila, disfrutando del alivio que traía la llegada del fin de semana. Mientras caminaba hacia mi taquilla, vi a Stacey esperándome, apoyada en la pared con una expresión que mezclaba emoción y nerviosismo.

—¡Evelyn! — me llamó, haciendo señas para que me acercara.

—¡Hey, Stacey! — respondí, acercándome a ella mientras terminaba de guardar mis cosas — ¿Todo bien?

Ella asintió rápidamente, pero sus ojos brillaban con una energía que no podía ocultar.

— Todo está... mejor de lo que esperaba, de hecho. ¿Tienes unos minutos? Necesito contarte algo — dijo, casi sin aliento, como si se estuviera conteniendo para no soltarlo todo de golpe.

— Claro, dime, ¿qué pasó? — le dije, cerrando la puerta de mi taquilla y enfocándome completamente en ella.

Stacey respiró hondo, como si estuviera a punto de soltar una gran revelación, y de repente estalló en una sonrisa radiante.

— ¡Ravi se me ha declarado! — soltó, sus palabras cargadas de emoción.

Una sonrisa se me dibujó en la cara, ¿así que Ravi me había hecho caso y se había declarado de una vez?

— ¡¿Qué?! — exclamé, fingiendo sorpresa pero también dejando ver mi emoción, que era real — ¡Eso es increíble! ¡Cuéntamelo todo!

Stacey dejó escapar una risita nerviosa antes de comenzar a relatar lo que había pasado. Nos movimos hacia un banco cercano, donde nos sentamos mientras ella hablaba.

— Pues, todo sucedió después del ensayo de ayer en mi casa — comenzó, con una sonrisa que no se le borraba del rostro— Vosotros ya os habíais ido pero el se quedó un rato más ayudandome. Estábamos recogiendo, y de repente, se me acercó con esa mirada que siempre pone cuando está nervioso, ya sabes, cuando se rasca la nuca y evita el contacto visual.

— Sí, claro, esa mirada — respondí, recordando las veces que lo había visto hacer exactamente eso.

— Bueno, al principio pensé que iba a decirme algo sobre de que tenemos que ensayar más para Rising Star y todo eso, pero entonces... — Stacey hizo una pausa, como si aún no pudiera creer lo que iba a decir a continuación — Me tomó de la mano y me dijo que llevaba un tiempo sintiendo algo por mí, y que no podía guardárselo más. ¡Estaba tan nervioso! Casi ni le salen las palabras.

—¡Wow! — dije, imaginándome la escena — Debe haber sido un momento muy bonito.

Stacey asintió, sus ojos brillando — Lo fue. Estaba tan sorprendida que apenas pude reaccionar al principio. Pero... también sentí algo, Eve. Me di cuenta de que yo también había estado sintiendo algo por él, solo que no lo había reconocido hasta ese momento.

— ¿Y qué le dijiste? — pregunté, ansiosa por saber el final.

— Le dije que yo también sentía algo por él —confesó Stacey, sonrojándose un poco — Y luego, bueno... nos quedamos ahí, sonriendo como tontos durante un rato. Fue un poco incómodo, pero a la vez... tan bonito.

Me reí con ella, feliz de ver a mi amiga tan emocionada — ¡Eso suena perfecto, Stacey! Me alegra mucho por ti, de verdad. ¿Y ahora qué? ¿Estáis juntos?

—Pues... por ahora no. Ambos estamos un poco nerviosos — admitió, riendo — Pero sí, vamos a ver cómo va todo. Esto es nuevo para ambos, pero estoy emocionada de ver qué pasa.

Asentí, comprendiendo su emoción y también su nerviosismo. Empezar algo nuevo siempre tenía un poco de ambas cosas.

— Estoy segura de que irá bien — le dije, dándole un apretón en el hombro — Ravi es un buen chico, y tú eres increíble. Seguro que todo saldrá genial.

Stacey me sonrió, agradecida — Gracias, Eve. Necesitaba contárselo a alguien, y sabía que tú me escucharías.

En ese momento, vi a Alex acercándose, con su mochila colgada en un solo hombro. Nos vio a ambas sentadas y se dirigió hacia nosotras con curiosidad.

— ¡Hey! ¿De qué habláis vosotras dos? — preguntó, arqueando una ceja mientras se sentaba a nuestro lado.

— De algo muy importante — respondí con una sonrisa traviesa, dándole la oportunidad a Stacey de contarle.

Stacey se mordió el labio, pero luego soltó una risita— Bueno, resulta que Ravi... se me declaró ayer.

Alex abrió los ojos con sorpresa, y luego una sonrisa lenta se extendió por su rostro — ¡No me digas! ¡Eso es genial! Siempre supe que había algo entre vosotros dos.

Stacey se sonrojó aún más, pero parecía contenta con la reacción de Alex.

— Sí, yo también lo sospechaba — admitió ella— Pero hasta que no lo dijo, no me había dado cuenta de lo que sentía.

—Bueno, Ravi es un buen tipo — dijo Alex, asintiendo pensativamente — Va a ser un poco raro, con todo lo de la banda. Pero estoy segura de que estaréis bien juntos.

— Eso es lo que le estaba diciendo — intervine — Va a salir todo bien.

— ¡Ay, ya! ¡Me vais a hacer llorar de la emoción! —exclamó Stacey, aunque su tono era más juguetón que serio — Gracias por el apoyo, chicas.

Alex sonrió y luego cambió de tema, preguntando si teníamos planes para el fin de semana. La conversación fluyó naturalmente, con bromas y risas, y pronto estábamos todos relajados, hablando de cualquier cosa menos de la escuela y disfrutando de la compañía.

Estaba saliendo del instituto cuando vi a Thomas esperándome cerca de la puerta principal. Sentí un pequeño nudo en el estómago, pero seguí caminando, intentando ignorarlo.

— Hola — saludó Thomas, su voz suave pero determinada.

Aceleré el paso, sin mirarlo, pero él no se rindió y me siguió de cerca.

— Venga, Evelyn, ¿podemos hablar? Por favor — insistió, su tono implorante.

Resoplé, molesta por su insistencia. No quería tener esta conversación. No ahora, no cuando había conseguido estar bien del todo.

— No hay nada de qué hablar, Thomas — respondí, sin girarme, esperando que entendiera y me dejara en paz.

Pero él persistió, sin rendirse — Yo creo que sí. Eve, me equivoqué.

Solté un suspiro y, finalmente, me detuve. Me giré para mirarlo a los ojos, buscando una verdad que tal vez no quería escuchar.

— Mira, aún siento algo por ti — dijo Thomas, sus palabras llenas de sinceridad.

Sentí un pinchazo en el corazón, pero lo ignoré. No podía dejar que esas palabras me afectaran, no ahora.

— ¿Y Piper? — lo ataqué, mis ojos entrecerrados, esperando su reacción.

Thomas levantó las manos en un gesto defensivo, con una expresión sincera en su rostro — Solo somos amigos, eso es todo.

Negué con la cabeza, incrédula. Las cosas habían cambiado tanto, y lo que él decía no podía borrar lo que había pasado.

— Es que, Thomas... — empecé, luchando por encontrar las palabras correctas — Es que ya no soy la misma de hace dos meses. Ya no me gusta ser algo que no soy.

Él me miró, con una mezcla de confusión y tristeza en sus ojos. Parecía querer decir algo, pero no sabía cómo hacerlo. La pausa se alargó, y el silencio entre nosotros se volvió casi insoportable.

— Evelyn — dijo finalmente, su voz más suave — Nunca quise que cambiaras por mí. Sé que hice cosas que no estuvieron bien, pero quiero que sepas que lo siente. Y aunque tal vez no podamos volver a ser lo que éramos, no quiero perderte por completo.

Sentí que mis defensas empezaban a desmoronarse un poco, pero me obligué a mantenerme firme. Ya había pasado por demasiado para volver a caer.

— Thomas, yo también lamento lo que pasó, pero necesitamos ser honestos con nosotros mismos. Lo que tuvimos fue importante, pero también nos hizo daño. No puedo seguir fingiendo que todo está bien cuando sé que no lo está.

Él asintió lentamente, procesando mis palabras — Entiendo. Tal vez es mejor que seamos amigos. Al menos así no te pierdo del todo.

Sentí una mezcla de alivio y tristeza al escuchar eso. Ser amigos era lo correcto, pero también significaba aceptar que lo que tuvimos ya no volvería.

— Sí, amigos — repetí, asintiendo — Eso suena bien.

Thomas esbozó una pequeña sonrisa, aunque era evidente que todavía estaba procesando la situación. Luego, su expresión se suavizó, y con un tono más ligero, dijo:

— Aunque, como amigos, tengo que advertirte... Mason está detrás de ti. He visto cómo te mira.

No pude evitar sonreír ante su broma. — ¿Mason? No empieces, Thomas, pareces Ravi.

— Solo digo — respondió, levantando las manos con un gesto despreocupado, pero con una chispa de diversión en sus ojos — Él es un buen tipo. Tal vez deberías darle una oportunidad.

— Ya basta, Thomas — lo reprendí, aunque no pude evitar reír un poco — Ahora en serio, gracias por entender.

Él asintió, su expresión volviendo a ser más seria — Gracias a ti por escuchar. Me alegra que podamos ser amigos, Eve.

Nos quedamos en silencio por un momento, ambos conscientes de que este era el cierre que necesitábamos. Luego, Thomas dio un paso atrás, como si finalmente estuviera listo para seguir adelante.

— Cuídate, Evelyn — dijo, y con una última sonrisa, se dio la vuelta y se alejó, dejándome con una sensación de paz que no había sentido en mucho tiempo.

Lo vi marcharse, sintiendo que finalmente habíamos cerrado un capítulo de nuestras vidas. La vida seguía adelante, y aunque las cosas habían cambiado, había encontrado la fuerza para seguir mi propio camino.

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