✿ capítulo doce
Un tranquilo domingo comenzaba, la luz natural del sol entraba por en medio de las cortinas y, como un susurro cálido, se escuchaba el bullicio de la gran ciudad capital. YuSeong había pasado de dormir en su cunita a dormir con sus papis ya que había hecho un pequeño berrinche por verse solito en la noche; era la primera vez que sucedía y JungKook estuvo a punto de llorar porque su bebé los extrañaba —secretamente a él más porque volvió a trabajar en la cafetería por pura petición de TaeHyung, o eso piensa el castaño.
Con un hondo suspiro TaeHyung despertó, siendo el primero de todos en hacerlo. El pelicenizo sonrió al ver a su lindo YuSeongie recostado tranquilamente en el pecho de JungKook, el cual subía y baja conforme este respiraba; de la mesita de noche junto a su cama matrimonial tomó su celular —que se mantenía cargándose— e hizo una mini sesión de fotos a los dos hombrecitos de su vida, qur después subiría a sus redes sociales.
Se decidió a dejarlos dormir tranquilos mientras él preparaba el desayuno, sin embargo, mientras se ponía pantuflas, el timbre del departamento sonó. Dejó un beso tanto en la frente de YuSeong como en la de JungKook y se levantó para dirigirse, con su ceño fruncido, hacia la puerta. No esperaba la visita de nadie, mucho menos a esas tempranas horas.
Cuando abrió la puerta temió por su vida.
Irene y JiMin se abalanzaron sobre él a penas pudieron, comenzaron a reír segundos después al sentirse como pequeños niños emocionados que no veían a sus amigos desde hace mucho tiempo; aunque realmente así era. En el momento en que el dúo-problema se levantó, TaeHyung pudo notar la presencia de SeokJin y HoSeok que parecían estar enfadados con el otro —o simplemente el Seok menor con el Seok mayor.
—Me alegra mucho verlos, chicos —dijo, Irene y JiMin le ayudaban a levantarse—. Pero, ¿a qué se debe está visita tan mañanera?
—¡Te dije que debíamos venir más tarde, JiMin! —exclamó la pelinegra.
—Ay, si veníamos más tarde de seguro ni iban a estar en casa —defendió JiMin.
—Yah, está bien, sólo me sorprende verlos despiertos un domingo a las nueve de la mañana y en mi departamento.
—Yo no estaría aquí si no fuera por YuSeongie —habló SeokJin, recién entraba del todo y se sentó en el amplio sofá crema, HoSeok hizo lo mismo, a excepción de que tomó asiento en un sofá individual y lejos del pelinegro de hombros anchos.
TaeHyung echó una rápida mirada a JiMin, pidiéndole silenciosamente que le explicara la situación, este le señaló la cocina con su cabeza y TaeHyung entendió.
—Jin Hyung, Hobi Hyung, ¿quieren algo de beber? Tengo café y chocolate, ¡Irene, tengo té de manzanilla únicamente para ti!
—Me alegra que me conozcas tanto, Tae —respondió Irene, que ya se encontraba ocupada en su celular—No olvides las dos cucharadas de azúcar.
—Lo tengo —sonrió.
—Una taza de café estará bien para mí —dijo Jin..
—Entonces, ¿también puedo adivinar que JiMinie y Hobi quieren un chocolate? —cuestionó el peligris, a lo que los mencionados asintieron con su cabeza rápidamente—. Realmente los conozco, así es.
—Sería raro que no lo hicieras ya, Tae.
—Digo lo mismo que Hobi Hyung. ¿Te ayudo en la cocina, yogurcito?
—Me harías un gran favor, JiMinie. Pero primero iré a ver cómo están JungKookie y YuSeongie.
El rubio asintió y TaeHyung se encaminó a su habitación. JungKook ya no estaba en la cama —suponía que estaba en el baño— y, a penas si puso un pie dentro, YuSeong comenzó a llorar. Rápidamente se dirigió al bebé y lo tomó entre sus brazos para arrullarlo. JungKook había salido del baño en, casi, ese mismo instante.
—Buenos días, osito —habló Jeon, abrazó al mayor por su cintura y apoyó su barbilla en el hombro del mismo—. Creo que alguien se levantó de malas hoy.
—Buenos días, lindo —TaeHyung sonrió y giró un poco su rostro para besar fugazmente los labios de su pareja—. Sabes que a nuestro limoncito no le gusta estar solito, por eso está de mal humor.
JungKook le dio la razón, YuSeong era todo un bebé mimado y terminaba de confirmarlo con el hecho de que se había quedado callado, sólo mirando a ambos con sus pequeños ojitos curiosos.
TaeHyung llevó a YuSeong con él a la cocina, JiMin lo llenó de besitos en el mismo instante en que sus ojos lo vieron. JungKook, por otro lado, se quedó en la sala, molestando a Irene y hablando sobre temas aleatorios con HoSeok.
—Ahora sí, dime que sucede con Hobi y Jin Hyung —tomó asiento y acomodó de mejor manera al bebé, este buscando casi de inmediato su pecho.
No estaba seguro de si hacerlo o no, no sabía cómo reaccionaría JiMin ante la situación... Sin embargo, no pudo pensarlo mucho, ya que YuSeong estaba a punto de iniciar un berrinche de nuevo; así que desabotonó la camiseta de su pijama y la deslizó hasta dejar su pecho expuesto, el pequeño Jeon-Kim lo atrapó a penas pudo.
—Así que era cierto —exclamó sorprendido JiMin.
—¿Te incomoda? Si es así, ya mismo me tapo...
—¡No, no! Nada de eso, Tae —interrumpió rápidamente—. Sólo estaba sorprendido, YoonGi Hyung me lo contó, pero no le había creído del todo.
—Me hubiera gustado decírtelo yo directamente, JiMinie, pero YuSeongie se lleva todo mi tiempo. Es un bebito mimado que no le gusta estar solito —dijo entre pucheros.
—Está bien, yogurcito, puedo entenderlo —echó el agua hirviendo en dos tazas para el té de Irene y el café de SeokJin—. Bueno, mientras el lindo pay de limón come un poco, yo te contaré lo que sucedió con los hyungs.
TaeHyung asintió con su cabeza, su lado chismoso saliendo a la luz. Aunque realmente le preocupaba que algo malo esté pasando entre dos de sus hyungs favoritos, eran una pareja tan linda que se le rompería el corazón si aquel loco par se llegara a separar.
—Te vas a reír —advirtió—. Bueno, como veníamos todos juntos con Irene tuvimos que pasar al hospital que atendía tu embarazo (y ahora a YuSeong), pues resulta que SeokJin Hyung se encontró con tu doctor y comenzaron a hablar.
—¿Hobi está celoso? —preguntó entusiasmado, aguantándose las ganas de reír.
—Así es, TaeHyungie. Es tan sorprendente verlo celoso, creo que voy a apuntar este gran acontecimiento en mi calendario —ambos rieron.
—¿Debería hacer lo mismo? —bromeó también—. Pero ya, en serio, algo tuvo que pasar más allá de una charla para que Hobi Hyung se pusiera así.
—Lo sé y, bueno, ahí es cuando pienso que está mal reírme de Hobi.
—¿Deberíamos salir para preguntarle? No me gusta verlos separados, no son cariñosos en público, pero sientes su conexión...
—¡No llores, TaeHyungie! ¡Podrán resolverlo, van a hacerlo! Hablaremos con Hobi, ¿está bien?
—Está bien, sí... Perdón, creo que los síntomas del embarazo no quieren irse.
JiMin rió ante eso antes de tomar cuidadosamente ambas tazas con sus contenidos ya listos y llevarlas a la sala. Tae se quedó en la cocina, YuSeong disfrutaba amenamente su leche y sería una lástima perturbar su pequeño desayuno. Miró curioso el cómo su bebé succionaba su pequeño pezón, seguía sin entender realmente cómo es que podía salir algo de ahí. Se sentía como JungKook cuando se enteró.
Era bastante increíble, sí, pero, como todo, tenía sus desventajas: desde que sus pezones se volvieran extremadamente sensibles, el roce con la tela de sus camisas era casi insoportable, hasta que la leche se escurriera por sí sola haciendo de su ropa todo un desastre. La señora Jeon le había aconsejado usar protectores para lactancia, pero no estaba muy seguro, no había manera en que el protector se sostenga sin necesidad de un brassier... Aunque, si la cosa seguía así, podría intentarlo con cinta adhesiva.
—¿Tae? ¿Cariño? —escuchó la voz de su pareja, regresando a la realidad. No había notado que ya estaba divagando.
—Oh, JungKookie, estaba pensando en cosas tontas, disculpa. ¿Sucedió algo?
—No, nada. Simplemente vine a la cocina y me encuentro a mi lindo novio viendo hacia la nada con un YuSeongie babeando en el quinto sueño ya.
Tae iba a reír, pero cayó en cuenta de lo último dicho por el azabache, por lo que dirigió su mirada al bebé para comprobar que, efectivamente, YuSeong se había vuelto a dormir. Sonrió.
—Supongo que está ahorrando la energía suficiente para jugar todo el día con sus tíos —dijo, a la vez que dejaba un besito en la frente del infante.
Silenciosamente le pidió ayuda a JungKook, quien no dudó en tomar a Yuseong en sus brazos para que así TaeHyung pueda acomodarse su pijama sin problemas. Cuando estuvo listo, volvió a tomar al bebé para luego ir a la sala de estar con JungKook a su lado.
La calidez se instalaba en su pecho inmediatamente con sólo ver a la familia que había formado con el pasar del tiempo. Realmente esperaba que pudieran repetir mil y un veces una reunión tan feliz como la que estaba por suceder cuando YuSeong despertara. Sin embargo, ver a dos de sus hyungs favoritos molestos entre ellos amargaba un poco su corazón.
Se encargaría de hablar con HoSeok al día siguiente, ver el semblante apagado de su cálido amigo le causaba un dolor en el pecho. Eso definitivamente no se iba a quedar así.
lemonade baby┃capítulo doce
perdón si está muy aburrido o si no es lo que esperaban, pero quería actualizarles y esto era lo que tenía semi escrito desde hace meses:(
y no le intenten buscar el sentido porque no tiene -c suicida.
gracias por leer y perdonen cualquier error.
también les agradezco mucho por sus comentarios tan lindos en la nota que había escrito hace unas semanas, me hicieron muy feliz u u
¡cuídense mucho y acaten todas las medidas de higiene!
♡
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