CAPITULO 13. M DE MIKE Y MELOCOTON.
Cuando el sol entró por la ventana de mi habitación, aquel domingo, lo único que quería era seguir en mi cama. No es que fuera una chica dormilona de hecho me gustaba madrugar y ser puntual, pero aquella semana había sido una montaña rusa. Una montaña rusa de subidas y bajadas. Primero estaba la llegada de Lena, a la que se le siguió la muerte de Raúl para acabar con mi cita con beso incluído con Kevin. Por lo que no era de extrañar que mi cuerpo quisiera alejarse de la realidad lo máximo posible para no experimentar tantas emociones en tan poco tiempo. Por lo que al final decidí pasarme el domingo encerrada en mi habitación, leyendo y haciendo una tarea para biología que tenía que entregar para el miércoles, a pesar de las múltiples insistencias de Lena por salir a dar una vuelta.
En uno de los descansos que me tomé decidí entrar en mi antigua cuenta de Photoofme. Cuando entré a esta una gran cantidad de imágenes mías y de Mike se mostraron ante mis ojos, llenando mi cabeza de recuerdos junto a el.
Recuerdo 1. 2 años atrás. Setiembre del Año 3048
- ¡Ay, Dios mío, que tío! Por fin un chico guapo en Valerian.-Exclamó Michelangelo, un antiguo compañero de clases, al ver entrar por la puerta de nuestra clase a un joven. Un joven de cabello castaño oscuro y corto al estilo Spiky de ojos verdes-dorados y tez café que llamaba la atención en aquel grupo con su altura y su sonrisa, esa sonrisa que dejaba ver una hermosa dentadura y que conseguió que más de una y uno babeara. Era muy atractivo, demasiado para que se fijara en mí, la chica bajita y delgada de la clase que soñaba con vivir un amor de cuento de hadas y a partir de ese momento con que me besara. Se presentó con el nombre de Mike Anderson. Sus aficiones: el fútbol y la natación. Su deseo convertirse en un jugador olímpico para representar a su ciudad natal Green Island, una pequeña isla que se encontraba en el mar Coolata, la cual era conocida por la cantidad de espacios verdes de las que disponía. Se sentó justo detrás de mi y de Lena. Por fin la suerte me había sonreído en algo.
- Perdona, me podías prestar el libro hasta que consiga los míos. Te lo devuelvo al terminar la clase- Me lo había preguntado a mí. A mí. Me sentí tan rebosante de vida que me salió un sí muy exagerado y lleno de alegría. Al terminar la clase me devolvió el libro y me dio las gracias dedicándome una sonrisa que hizo que el resto de la clase me fulminara con la mirada.
- Tierra llamando a Aria, deja de babear amiga o tendremos que contractar una lancha para salir del instituto.
- Lena, ¿Lo has visto? ¿No es guapo? Viste que ojos tenía y esa sonrisa. ¡Oh dios! no es guapo.
- Vale, vale. Respira que te va a dar algo. Me ha quedado claro que te gusta. Ahora la cuestión es saber si te gusta tanto para dar un paso más porque amiga me parece que tiene una gran cantidad de pretendientas y pretendientes.
- Lo sé, pero aún lo acabo de conocer. Es más, no hemos hablado nada.
- ¿Y a que esperas para hablarle más y conocerlo más a fondo?
- Lena ya me conoces. No soy muy buena conversadora con los chicos. Siempre me acabo bloqueando o no sabiendo que decir.
- Pues es hora de que aprendas- Me guiñó un ojo y gritó a todo pulmón el nombre de Mike que se giró sorprendido.
- Mike ¿tienes algún guía de la ciudad para enseñártela?, porque sino es así te la podemos enseñar nosotras encantada.
- Por dios Lena ¿Qué pretendes?- le susurré
- Shhh, calla y espera.
- Me encantaría que alguien me enseñase la ciudad sino es molestia.
- Pues trato hecho, a la salida del colegio quedamos para hacer un tour- Con esas palabras mi amiga me agarró del brazo y me dirigió a la siguiente clase.
- ¿Es que te has vuelto loca?
- Vamos Aria no te enfades. Te he conseguido un tiempo junto a el para qué os conozcáis mejor. Piénsalo bien, me debes una.
- ¿Que te debo una? Es que no ves el aprieto en el que me has puesto.
- Ya me lo agradecerás amiga. Ahora me voy a saludar a mi novia, que está allí sentada esperándome. Vete pensando de que hablar.
- Te odio.
- No es cierto. Me adoras polola.- Con eso se dirigió a su novia a la cual le plantó un beso de esos que consiguen sacarte los colores si los ves. Estaba cabreada, muy cabreada con Lena pero al mismo tiempo agradecida por lo que había hecho. Creo que la iba a medio matar, si se puede hacer eso.
Al terminar las clases, me dirigí a la entrada del colegio, donde habíamos quedado con Mike. Al poco llegó él.
- Os agradezco que me enseñéis la ciudad. La verdad es que llegamos hace unos días pero con lo de la mudanza y todo eso no he tenido aún oportunidad de conocerla bien.
- En realidad hay un pequeño problema. Yo no puedo acompañaros. Tengo un asunto familiar al que no puedo faltar. Lo lamento, no me había acordado de ello antes, pero puedes ir con Aria, se conoce cada rincón de la ciudad como la palma de su mano. ¿Verdad amiga?- Le dirigí la mirada de "más vale que corras o te mato aquí mismo"- Solucionado entonces. Espero que lo paséis bien y que te guste lo que veas- Con esas palabras se despidió de nosotros haciéndome un gesto de ya me contarás.
El tour con Mike, fue bastante bien, le enseñé varios rincones escondidos de la ciudad, le hablé de las mejores zonas para salir a tomar algo, para salir a pasear y de la academia de deportes de la ciudad en la que podía apuntarse.
- La verdad es que la academia es pequeñita, pero aún así tienen un gran equipo de fútbol y de natación. Algunos antiguos alumnos consiguieron becas de deportes para la facultad luego- En aquel momento estábamos sentados en un banco del jardín botánico.
- Eso suena bien. No quiero dejar atrás mis aficciones. Y tú ¿tienes alguna aficción de la que quieras hablar?
- Me gusta mucho leer y bailar. Cada vez que estoy leyendo o bailando es como si el resto del mundo no existiese, es como si todo fuese normal. Me hacen sentir viva.
- Lo dices por tu enfermedad- Baje mi cabeza, mirando al suelo. Lo sabía, sabía que con mi enfermedad jamás conseguiría que se fijara en mí.- Lo siento, no quería incomodarte.-Me dijo al tiempo que levantaba mi mentón y hacía que viese esos ojos tan hipnotizadores- Pero yo creo que eres una persona rebosante de vida que se merece vivir todas las experiencias de los demás. No dejes que la enfermedad te impida llevar la vida que quieres.
- Es fácil decirlo, pero cuando la gente te mira de la misma forma en que me miran a mí; con lástima, pena, tristeza, no sabes si le caes bien por el simple hecho de que le gustas o si es porque sienten la necesidad de que les guste porque les doy pena.
- A mí me gustas como eres y apenas te conozco. Deja que el mundo te vea cómo eres realmente, la Aria que me enseñaste hace poco, y todos acabarán cayendo a tus pies.
- Gracias Mike. De verdad necesitaba oír algo así.-Nos dirigimos de nuevo al colegio donde nos despedimos e intercambiamos nuestros números. Pude observar que me ponía como Aria melocotón.- ¿Melocotón?
- Es por tu cabello. Me recuerda a la piel de los melocotones. Espero que no te moleste.
- No. No me molesta. Me hace gracia.
Recuerdo 2. Enero de 2049
Habían pasado varias semanas desde que Mike había llegado al colegio. Habíamos quedado más veces, convirtiendo lo nuestro en una bonita amistad. Cada rato que pasaba con él era único. Notaba como si volase y sentía esas mariposas de las que tanto se suele hablar de cuando se dice que estás enamorada. No obstante lo nuestro seguía estancado en la amistad.
Todo cambió un viernes del mes de enero, un viernes lluvioso y frío. Recuerdo que estaba en la biblioteca del instituto estudiando para un examen que me había perdido por culpa de unas pruebas médicas, cuando oí a unas chicas de mi clase gritar y a la bibliotecaria mandarlas callar. No sabía que era lo que les había hecho reaccionar así y no me importaba, lo único que quería era aprobar el examen. Poco después, se volvieron a oír esos gritos. Aquello despertó mi curiosidad, por lo que acabé recogiendo los apuntes dispuesta a averiguar qué era lo que provocaba aquel griterío. Al poco de levantarme, lo vi parado enfrente de mí con una rosa de color rojo. Recuerdo muy bien ese momento, pues era algo que llevaba esperando desde hacía tiempo. Recuerdo como me pidió ser su pareja delante del grupo de chicas que gritaban al mismo tiempo que me regalaba la rosa. Recuerdo como le dije un sí, lleno de nervios y emoción contenida y sobre todo recuerdo ese primer beso con Mike. Mi primer beso. Beso que provocó que Lena soltara un "Ya era hora chicos."
Recuerdo 3. Febrero de 2049
Nuestro primer san Valentín lo celebramos en el bosque de Sherwood, en un pequeño paraje escondido que le había enseñado en nuestra primera quedada. Se había acercado a mi casa como todo un caballero y les había pedido a mis padres permiso para dejarme salir con el. Al llegar nos sentamos sobre el césped, el cual estaba lleno de margaritas y nos pusimos a comer unos pequeños sándwiches que Mike había preparado. El resto del tiempo lo pasamos hablando y besándonos durante horas sin importarnos que alguien nos pudiese ver. Fue un día maravilloso en el que sólo existíamos él y yo, nadie más.
Recuerdo 4. Marzo de 2049
Por su cumpleaños recuerdo haberle invitado a un partido de fútbol en el cual jugaban el equipo de Valerian futbol club contra el equipo Green Garden futbol club. Recuerdo haberme pasado horas esperando frente al ordenador con el objetivo de comprar las mejores entradas para sorprenderlo de la mejor forma. Todavía tengo gravada su cara de alegría y el gran abrazo que me dio seguido de un gran beso enfrente de todo el instituto, cuando le entregué su regalo. Todavía hoy mantengo en mi memoria aquel gesto dulce que tuvo conmigo cuando me dejo su chaqueta para resguardarme del frío de la noche y como me acompañó a casa para asegurarse de que llegaba bien, dándome mí beso de buenas noches.
Recuerdo 5. Junio de 2049
- Melocotoncito, tienes que explicarme como haces para sacar tan buenas notas. Todavía no lo entiendo. Como consigues llevar tan al día los estudios después de la operación.
- Concentrándome en los libros y no solo en tus labios.
- Eso es muy fácil decirlo, pero imposible hacerlo. No puedo dejar de pensar en tus labios y en las ganas que tengo de besarlos ahora mismo.
- -Mike- Le dije carcajeándome- Debemos concentrarnos. Los exámenes de fin de curso empiezan mañana.
- Si me dieras un beso aunque fuera pequeñito me concentraría-Puse los ojos en blanco como no creyendo lo que decía, pero a pesar de eso dejé mis libros encima de su cama, dado que estábamos en su habitación y me dirigí a el. Le dí un pequeño beso en los labios.
- Contento. Ahora ponte a estudiar.
- No. Quiero otro.
- Mike
- Sólo uno más. Y luego estudiamos.
- Está bien. Uno sólo.- Me acerqué a el de nuevo, quien me sujetó y me sentó en sus rodillas dándome un beso en los labios, que hizo que olvidara todo lo que estaba haciendo. Notaba como las manos de Mike, exploraban mi cuerpo y como estas se metían debajo de mi blusa. Juntos nos dirigimos hacia la cama en donde nos tumbamos y en donde comenzamos poco a poco a quitarnos la ropa, quedando únicamente en ropa interior. Notaba como mi cuerpo iba adquiriendo calor y como se excitaba ante las caricias de Mike. Los besos y la exploración de nuestro cuerpo continuó durante un rato más hasta que noté que Mike quería quitarme el sujetador. No estaba aún preparada para ello. No quería perder mi virginidad todavía, quería que ese momento fuese especial.
- Mike detente por favor. No estoy lista aún para esto- Me senté en la cama tapándome con mi ropa.
- Está bien. No pasa nada. Esperaré lo que haga falta por ti, No quiero presionarte en nada. Quizás debamos volver a los estudios.
- Si, será mejor.
Recuerdo 6. Finales de Junio de 2049
- Lo hemos conseguido. Hemos superado un año más. Tenemos que celebrarlo esta noche en la fiesta de fin de curso que da Michelangelo en su casa- Soltó Lena, abrazándonos a mí y a Mike que estábamos sentados en un banco del instituto.- Podemos ir los cuatro como pareja. Vosotros dos tortolitos y yo iré con Liris.
- Me parece bien. Tú que dices Aria ¿Te apetece venir conmigo al baile de fin de curso?
- Pensé que no me lo ibas a pedir nunca- Lo besé en la mejilla, afirmando así su respuesta.
- Durante la fiesta los cuatro estuvimos bailando y bebiendo varios refrescos, así como jugando en la piscina de Michelangelo. En un momento determinado Mike desapareció de la fiesta mientras yo estaba hablando con Lena y Liris.
- Chicas habéis visto a Mike. Acaba de desaparecer.
- No sé dónde está. Hace un rato estaba hablando con Michelangelo.
- OK, voy a buscarlo. Nos vemos luego chicas -Recuerdo recorrer todas las salas de la casa y no encontrarlo, recuerdo subir las escaleras al piso de arriba y llamarlo para ver si contestaba. No obstante el ruido de unas sirenas de policía hizo que toda la gente de la fiesta empezara a irse. De repente me vi arrastrada por Lena fuera de la casa y de aquello que acababa de ver. Las tres nos dirigimos a tomar algo a un bar. De repente me llegaron las contestaciones de Mike.
Aria:
Te he estado llamando y buscando. ¿Dónde estás? ¿ te encuentras bien?
Mike:
Lo siento melocotón. Acabo de ver tus llamadas. Estaba con Michelangelo y no me dí cuesta de ellas. Luego vino la policía y estuvimos hablando con ella hasta ahora. Por suerte, han perdonado a Michelangelo por esta vez. ¿Tú estás bien?
Un ruido del abrir de una puerta fue lo que me evadió de mis recuerdos. Lena se sentó a mi lado quien venía cargada de unas cuantas bolsas de ropa nueva. Notó que mis mejillas estaban mojadas, fruto de los numerosos recuerdo que acababa de revivir.
-Aria, deberías dejar de ver esas fotos. Mike es cosa del pasado y recordar vuestra relación no te hará ningún bien. Además ahora estás con Kevin el señor mostacho al parecer- Me dijo al mismo tiempo que me enseñaba la foto de ayer, consiguiendo sacarme la sonrisa que necesitaba en ese mismo instante. Lena tenía razón, Mike era mi pasado por lo que debía olvidarme de el. Seleccioné todas las fotos en las que salíamos juntos y le dí a borrar. Quizás no lo consiguiese eliminar de mi memoria inmediatamente, pero este era el 1º paso para hacerlo. La opción era la correcta, lo sabía perfectamente, tenía que dejar de vivir en el pasado y centrarme en mi futuro con Kevin. Cogí mi móvil y le envié un mensaje a este último.
Aria:
¿Te apetece quedar mañana después de la academia? He oído que van abrir una bolera nueva y un pajarito me ha dicho que te gustan los bolos.
Kevin:
Cualquier actividad que sea contigo suena bien miraditas. Prepara bien tu muñeca porque te voy a machacar.
Aria:
Eso haré señor mustacho. Nos vemos mañana. Psdt: lleva varios pañuelos para secar las lágrimas cuando te gane.
Kevin:
Descansa miraditas. Te aseguro que te será necesario dormir bien si me quieres ganar.
Aria:
Buenas noches señor mustacho.
Kevin:
Buenas noches miraditas.
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