Me olvidé del separador akfjdjwkksk

D

esperté en medio del frío piso de mi habitación. Tardé un poco en reaccionar y mirar la hora en mi celular;en cinco minutos iniciaban las clases. Me levanté lo más rápido que pude y me estiré para que mi espalda emitiera aquel sonido de huesos contracturados. ¿Se podría definir como una mala noche? Sí,lo admito.
Abrí la puerta de mi habitación para ir al baño,con la "grata" sorpresa de encontrar a mi mamá despierta y bastante arreglada.

-¿Qué haces despierto a esta hora?-preguntó con molestia o eso se notaba en su voz.

-Voy tarde a la escuela...

-¿Eres idiota? Es sábado,SÁBADO. Prepárate que tu padre vendrá a buscarte.

¿Sábado...? ¿Mi papá...? Debe ser una broma,mi papá viene a buscarme dos veces al año y no quiero verlo,una de las razones por las cuales los sábados que sabía que venía me escapaba a algún lugar que no sea mi habitación.

-No te quedes parado como idiota y ve a cambiarte,tengo que salir,tu padre ya está por llegar seguro.

Bajó las escaleras para quién sabe qué hacer. Yo entré al baño,cerrando la puerta por detrás y mirándome en el espejo. Sinceramente parecía un muerto,mi piel más pálida de lo común y mis ojos rojos e hinchados. Me lavé la cara y volví a mi habitación para cambiarme el uniforme que tenía puesto desde ayer. Abrí el armario y agarré una camisa blanca de manga larga y unos pantalones un poco holgados;odio usar las cosas pegadas al cuerpo. Es incómodo y la verdad es que resaltaría también mis caderas que raramente son pronunciadas como las de una mujer.

Me ha pasado que la primera vez que me puse un jean,Yashiro me miró de espaldas y terminó por confundirme con una chica por mi cuerpo "pequeño". Kou también está de acuerdo con que me pueden confundir con una chica,y por este motivo a veces él suele usar el "Amane-chan" que me irrita de sobremanera.

Volví a revisar mi celular,eran las siete de la mañana y tenía unas veinte llamadas perdidas de Kou y algunas de Yashiro. No sé si sería bueno llamar para saber,seguro que me regañarían y me llevaría una gran ola de insultos por parte de Kou,y si soy sincero,no estoy de humor como para eso.

Terminé de vestirme y bajé para aunque sea comer una tostada,por más que no quiera.

Mi mamá se encontraba hablando por teléfono en la cocina.

-Amane,prepara un bolso con ropa cuando termines,pasarás el domingo con tu padre también.-me dijo cuando colgó la llamada.

Mi cuerpo tembló por acción propia sin que yo lo pensara.

-¿Mañana también...?-deseaba que Kou cayera ahora mismo del cielo para que toque el timbre de mi casa y venga a regañarme para luego salir con él.

-¿A dónde saldrás mamá?-no me convenía preguntar,pero quería saber.

-Saldré con el hombre que vino el fin de semana pasado.

Casi lo olvidaba;mis padres se separaron y tramitaban el divorcio. Según mi madre,dijo que papá lo engañaba con otra o que la relación entre ambos era tóxica. La verdad que mucha importancia no le tomé a la razón por la cual se separaban,cuando esto pasó yo no pensaba en nada más que mi propia muerte.

Subí las escaleras otra vez a agarrar un bolso chico y metí otra camisa con otro pantalón holgado,a diferencia de que eran distintos colores a los que llevaba ahora. Agarré también mi pijama favorito; estaba lleno de constelaciones acompañadas de la luna. Quizás esto podría hacerme sentir que no pasaría una noche de pesadilla.

Terminé por agarrar el cargador de mí celular y los auriculares después de haber tomado un par de zapatillas.
Sonó el timbre justo cuando deseaba que fuera Kou; los fines de semana se levantaba temprano también ya que según él era una tradición y reglamento si provienes de una familia de exorcistas.

No creía que la suerte estuviera de mi lado pero por lo menos tenía la esperanza de que esta vez si.

Bajé a paso rápido las escaleras y abrí la puerta antes de que mi mamá llegara.

-Hola,Amane.