No recuerdo cómo es que llegué a empujar a mi amigo por las escaleras.

-¿¡Qué demonios te pasa,Amane!? ¿¡Eres idiota!?

-Tranquilo,Kou-kun… Fue un accidente…¿Te duele algo?-preguntó Yashiro.

-Perdón Kou,de verdad lo lamento.-me incliné hacia él en forma de disculpa.

Se sentía muy mal haber empujado a mi amigo por las escaleras. Es el día de hoy que,con 14 años de edad,haga todo tipo de idioteces.

Yashiro Nene es mi mejor amiga,la conozco hace un año y es muy buena persona. Le encanta ayudar a todos. Ella tiene 16,por lo que va al salón del segundo piso.
Conocí a Kou hace unos meses,es el mejor amigo de Yashiro desde la infancia. Ella dice que fue bueno que Kou haya entrado al colegio con nosotros,así lo podría conocer yo y pasaríamos el tiempo los tres juntos. Kou es un año mayor que yo y dice ser un exorcista. Tiene un hermano mayor de 19 años y una hermana menor de 6 años.

-¡Amane! ¡La próxima vez que me empujes por la escalera te haré polvo!-me gritó. Se notaba que estaba molesto.

-Está bien Kou. Perdón.-me volví a disculpar.

Los tres nos dirigimos a la azotea para comer nuestro almuerzo. El instituto estaba muy alborotado estos días pero no recuerdo el porqué,no tenía interés alguno en saberlo.

-Amane-kun,¿dónde está tu almuerzo?

-¿Mi almuerzo…?-

-Sí idiota,tu almuerzo.-mencionó Kou mientras abría su bento.

-Lo olvidé en casa.-respondí mientras rascaba mi nuca.

-Últimamente estás muy olvidadizo,Amane-kun.

-Senpai tiene razón. ¿Te enamoraste de alguien?

-¡Kyaaaaaaaa! ¡Amane-kun está enamorado! ¿¡Quién es la afortunada!?-Yashiro de verdad que está emocionada.

-No me he enamorado de nadie…

-Oh…-dijo Yashiro con algo de decepción.

-Hey,Amane. ¿Quieres comer un poco?-me mostró Kou su bento.

-Uhm… No,no quisiera que te quedes sin comer por mi culpa…-jugueteé con mis dedos mientras dirigía mi vista hacia el suelo.

-Idiota,no puedes estar tantas horas sin comer.Además,no te preocupes por mi,no seré capaz de comerme todo esto.

Cierto,Kou a veces llega a ser muy insistente.

-Está bien....-agarré aquellos palillos que me extendió él y llevé algunos bocados de la comida hacia mi boca. No sé qué diablos tienen esas manos de Kou,solo sé que su comida es riquísima.

Luego de haber comido un poco del bento de él,se lo devolví junto con los palillos para que pueda seguir comiendo.

(...)

Las clases terminaron y me dirigía hacia la salida de la institución. Otra vez

-Oye Amane,espéranos.-sentí la mano de alguien en mi hombro,y por la voz,supuse que era Kou.

-Cierto,espéranos Amane-kun. ¿Acaso no quieres que te acompañemos a casa?

-No,no es eso… Simplemente,no me dí cuenta.-sonreí algo nervioso.-Vamos.-

Los tres emprendimos camino a mi casa.
Se había vuelto costumbre que fuera acompañado por ellos hasta casa. Aunque en realidad fue por pedido de Kou ya que una vez cruzaba la calle y no miré hacia ambos lados. Suerte que estaban ellos,ambos toman el mismo camino que yo y vivimos relativamente cerca.
Aquella vez no miré,así como la mayoría de veces que volvía solo a mi casa. Así como él no miró…

-¡Amane! ¿¡Amane!?

Los gritos de Kou me sacaron de mis pensamientos. Sentía como por mis mejillas resbalaba un líquido salado. Miré rápidamente a mi derecha viendo que  estaba en medio de la calle. Sentí como una mano me tomó fuertemente de la muñeca,para así ser abrazado.

-¡Idiota! ¡Casi me muero del susto!-me gritó Kou,era él quien me estaba abrazando.

-Amane-kun,¿te sientes bien?

No podía responder nada,mis palabras simplemente no salían. Sentía mi cuerpo temblar mientras más lágrimas resbalaban por mis mejillas. No entiendo,de verdad no entiendo…

-¿Amane? Oye,¿qué pasó? ¿Por qué te detuviste?

Kou no paraba de hacerme preguntas mientras que mi vista estaba perdida en la nada,podía sentir como Kou pasaba su mano sobre mi cabeza intentando tranquilizarme. No podía hablar,no podía moverme,¿por qué…? ¿Por qué esto me recuerda a aquella vez…?
No,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no,no.

-¿Amane? ¡Espera!

-¡Amane-kun!

Salí corriendo. Estar ahí sólo hacía que me sintiera culpable.
Abrí la puerta de mi casa abruptamente,sobresaltando a mi madre que se encontraba en la cocina.

-¿Qué demonios te pasa?

Se dirigió a mí,queriendo de seguro darme una cachetada.

-¡Déjame! ¡Déjame solo!

Subí las escaleras rápidamente y cerré la puerta de mi habitación de un portazo. No podía calmarme simplemente no podía,mi respiración era agitada y sentía como mi pecho dolía y como poco a poco un nudo se formaba en mi garganta.

¿Qué estás haciendo…?