Capítulo 3
No sé cómo mierda terminé en el auto de Dante con un hielo en la cabeza y su guitarra en la falsa, pero aquí estoy.
La verdad esto es mucho mejor que estar en mi casa o en un salón de clases, no me quejaré.
Dante fue a buscar dinero en su casillo y yo lo estoy esperando en su auto nuevo. No es lujoso, es más, parece de esos autos ochenteros, es muy al estilo de Dante y, además, es azul, su color favorito.
En la radio suena una canción de Oasis y yo la tarareo mientras veo la guitarra de mi amigo. Antes solíamos hacer una fogata afuera de mi casa y cantábamos alrededor de ella mientras Esther bailaba. Solíamos ser muy unidos los tres, luego el tiempo nos separó un poco, pero jamás borro el cariño.
Ahora es un poco incómodo porque sé que Dante está enamorado de mí, pero eso ya fue hace muchos meses, así que supongo que esos sentimientos ya no existen, o tal vez sí.
La realidad es que las vacaciones nos ha cambiado mucho a los tres y a nuestra amistad.
Mi celular empieza sonar interrumpiendo la canción y veo que Esther me está llamando.
-Hola-digo poniéndome el celular en la oreja.
-¿Dónde estás? Me dejaste sola en la clase de matemáticas necesito tu ayuda. -me dice mi amiga.
-Lo siento, no me sentía muy bien. Luego te mando foto de la cortadura que me hice en la cabeza a causa de no prestar atención a la hora de caminar.
-Te lo he dicho siempre no mires hacia abajo para caminar, mira hacia arriba y guíñale el ojo a quien te parezca lindo-yo niego la ante su comentario-. En fin ¿estás en tu casa?
-No, en el auto de Dante.
-¿Eh? ¿No le tenías miedo? ¿Por qué estás en su auto?
-Jamás le tuve miedo. Él me golpeó con su guitarra y se siente mal por eso, así que ahora quiere que me sienta bien.
-¿Tendrán sexo en el auto?
-¡No! Deja de malpensar cada cosa que digo. Solo me llevará a comer algo y nada más.
-Ah, pueden ir al festival que va a ver hoy. Habrá muchos juegos y una banda en vivo. Tal vez vaya con mi hermano, no lo sé.
-Podría ser-le digo, luego veo a Dante acercarse-. Nos vemos luego.
-Adiós, disfruta tu cita.
-¡No es una cita!-le aclaro, pero ella corta antes.
Ahgg, siempre me hace lo mismo.
-Encontré dinero-me dice Dante subiéndose al auto.
-Genial, ¿a qué restaurante iremos?
-A ninguno, vamos a ir a un carrito de comidas ¿te parce?
-Claro.
Por suerte no iremos a un restaurante, sino Esther pensará aún más que esto es una cita.
Dante arranca el auto y vamos al carrito de comidas más cercano.
🦋🦋
-Mm, este lugar de comidas se volvió mi favorito sin duda alguna-digo mientras se me chorrea el queso cheddar.
La delicadeza jamás fue mi fuerte que puedo decir.
-Yo siempre vengo aquí con mis mamás. Ahora hemos dejado de venir así que ya hacía rato que no comía estas exquisitas hamburguesas.
-¿Cómo están ellas? Hace rato no las veo.
-Están bien, muy ocupadas por el trabajo. ¿Te dije que cambiaremos de ubicación de su negocio de música? Estamos cambiando todo.
-Me alegra oír eso. Tu madre siempre se quejaba de que no tenía lugar para poner las guitarras-le digo y él se ríe.
-Lo sé, esa fue la principal razón por la que cambiaron de lugar.
Mentiría si dijera que no le tengo mucho aprecio a Dante.
Amo a Dante.
Siempre fue muy gentil conmigo y me apoyó siempre que pudo. Me sorprende que no me haya preguntado nada sobre el ataque de pánico, pero me alegra que no lo hiciera, no quiero hablar sobre eso y no sabría qué decirle si llegara a preguntar.
Terminamos nuestra hamburguesa y vamos a caminar por el parque que está al frente.
Ambos corremos, nos subimos a las hamacas y nos tiramos del tobogán no sé cuántas veces. Mi cabeza empieza a doler un poco, pero la ignoro porque me estoy divirtiendo mucho.
Creo que por fin pude olvidar todo lo que hace mi mamá y lo que me hizo mi primo y por primera vez en mucho tiempo ser simplemente una chica que le gusta tirarse del tobogán.
Simplemente ser Lei.
-¿Qué quieres de postre? Podrías comprar algún pastel o golosinas. Lo que quieras-me dice mientras caminamos hacía su auto.
-Mm, ¿tienes las llaves de la heladería? -le pregunto y él asiente con la cabeza.
Lo miro con una sonrisa pícara y él me entiende al instante.
🦋🦋
No sé en qué momento me volví rebelde.
Siempre fui un gran ejemplo, la Lei de hace dos días no haría esto jamás.
No entraría a una heladería a robar helado.
Escucho mi celular vibrar porque mi madre me está llamando, pero quiero ignorarla, técnicamente estoy en horario de clases así que esa sería una excusa para no responder su llamada.
Nomás volví a casa para buscar ropa y un cargador para el celular. Estoy segura que nadie me vio porque entré por la ventana de mi cuarto, un gran reto considerando que mi cuarto se encuentra en el segundo piso de mi casa.
Ahora estoy con Dante. Estamos por entrar a la heladería en donde trabaja para robar helado.
Si tengo que ser sincera no estoy nada segura de esto y sé que fue mi idea, pero aun así es peligroso.
-Dante, no quiero que te metas en problemas por esto.
-Si nadie se entera no me meteré en problemas-me dice él mientras abre una ventana.
Si entramos por alguna puerta las cámaras nos verían, así que primero hay que desenchufarlas.
-Lo sé, pero ¿si se enteran?
-No lo harán, tengo la situación bajo control.
Eso último no me tranquiliza, pero Dante ya está pasando un pie por la ventana. Ya estamos aquí.
Caminamos un largo pasillo hasta que Dante encuentra la puerta del lugar donde están todas las cámaras. Él agarra cuatro cables y los desenchufa.
-Listo, ya no nos verán. Solo tendríamos que ir nos antes de la 5:00 pm-me dice-. ¿Qué quieres hacer primero?
-Mm, juguemos a la mancha-me acerco más a él y le toco el hombro-. Eres la mancha.
Corro sin dirección de Dante y escucho como se queja porque le tocó ser la mancha.
Creí que esta heladería era pequeña, pero ahora que entro mejor veo que es enorme. Hay muchos cuartos y potes de helado por todos lados.
Dante me taclea y yo me rio.
-¡Te tengo! -exclama con emoción-. Ya no te escaparás más.
-No me conviene correr más, tengo asma-digo y él se ríe.
Dante se acuesta a mi lado y pone música. Rápidamente escucho la melodía de Dandelions.
Miro al techo tarareando la canción y Dante está con un brazo detrás de su cabeza y mirando el techo igual que yo.
-Sabes, estas vacaciones sin ti fueron... aburridas.
-Tampoco es que sea una máquina de diversión, la mayor parte del tiempo me la quedo callada escuchando lo que hablan los demás.
-Tal vez no seas una máquina, pero yo me divierto mucho hablando contigo.
Giro mi cabeza para el lado izquierdo y veo el perfil de Dante. Con él me siento en un campo con dientes de león.
-No debí alejarme este verano, es que no sabía si querrías hablar conmigo.
-Siempre quiero hablar contigo, Lei. Como dije eres la chica más divertida que conozco-me dice-. Lamento hacer todo incómodo.
-No lo lamentes, lo que hiciste fue muy bonito.
-Fue estúpido.
-Fue la cosa más tierna y linda que han hecho por mí-le digo y él me mira.
Tiene unos ojos marrones hermosos y su aliento a menta choca mi nariz.
-Amo el color de tus ojos-le digo.
-Son color caca-me responde.
-¿Y por eso son feos?
-No son como los tuyos que son celeste cielo.
-La gente sobrevalora los ojos celestes. En mi opinión no hay nada como los ojos marrones, en especial cuando tienen una mezcla con el verde.
-En mi opinión no hay color de ojos como los tuyos, son divinos, es más, la gente te reconoce por ellos-me dice y yo me rio.
Con Dante nos quedamos discutiendo un poco más por el color de nuestros ojos hasta que él se para a buscar helado.
Probamos todos los sabores, la mayoría me gustó, pero siempre odiaré el de maracuyá. Que ofensa a la fruta es ese helado.
Con Dante limpiamos el lugar y dejamos todo donde estaba antes de ir nos. Conectamos de vuelta las cámaras y luego vamos a mi casa a buscar ropa para el festival.
🦋🦋
-¿Por qué no te pones esta blusa?-me pregunta Dante mostrándome una blusa.
Al pobre lo estoy volviendo loco porque no sé qué ponerme. Normalmente no hago tanto drama por esto, pero a ese festival va casi toda la cuidad y no sé cómo van a ir vestidos.
-¿Y esto?-me propone mostrándome un top verde.
-El verde no es mi color-le digo-. Ya sé, me pondré está chaqueta y ya está.
Me voy a arreglar al baño mientras Dante espera en mi cuarto. También hablo con Esther para saber si esto me queda bien.
Esther <3: En mi opinión pareces una diosa.
-Tampoco para tanto.
-¿Tú ya estás en el lugar?
Esther <3:Nop.
Esther <3:Tengo que quedarme en casa ayudando a mí hermano en algo. El próximo año iré.
- :(
Esther <3: Diviértete.
Termino de arreglarme el cabello y luego voy a mi cuarto para decirle a Dante que estoy lista, pero me detengo en seco al ver a mi primo con él.
-¡Lei! No sabía que tenías novio-dice mi primo con una sonrisa en el rostro.
-Mm, no soy su novio. Solo soy su amigo- lo corrige Dante.
-Oh, lamento la confusión-se disculpa mi primo-. Que linda estás prima, ¿a dónde vas?
Me lo quedo viendo y no le respondo.
Es increíble como pude manejar esto por 8 años de mi vida, creí que lo había superado, pero cada vez que lo veo se me va el aire y me paralizo.
-¿Te comió la lengua el ratón?-pregunta riéndose.
Lei, compórtate, no puedes paralizarte cada vez que lo veas tendrás que afrontarlo en algún momento.
-Mm, no, solo que no me gusta hablar.
-Oh, eso no cambió en ti siempre fuiste muy callada.
Intentaré comportarme normal.
-¿Qué haces aquí?-le pregunto a mi primo.
-Vine a visitar a mi familia y a terminar mi tesis de la universidad.
-¿Qué estudias?-le pregunta Dante, él está sentado en mi cama mientras yo guardo cosas en mi bolso.
-Medicina-le responde mi primo-. Quise venir aquí para concentrarme mejor, además, extrañaba a la familia.
Casi no tiene familia, solo a su padre y a mi abuela, y por supuesto a nosotros. Su madre murió hace unos años y luego él se fue a estudiar a otro lugar para cambiar de aire.
Recuerdo la felicidad que tuve cuando me dijeron que se mudaría, creí que no lo volvería a ver y que ya no me torturaría.
-Dante, hay que irnos -le digo a mi amigo.
-Cierto. Un placer conocerte, amigo-dice levantándose de la cama.
-Llámame Luis-luego se gira a mi dirección para verme y yo bajo la mirada-. Luego me gustaría hablar contigo, Lei, hay muchas palabras para compartir.
No le respondo nada. Él se va y me deja sola con Dante en mi cuarto.
-Es un buen tipo, simpático más que nada-me dice mi amigo.
"Buen tipo"
¿Alguien en serio puede llamarlo así?
Dante no conoce mi historia con él, nadie en realidad. Solo una persona y ya no comparto palabras casi con ella.
-Lei.
¿Se lo habrá hecho a otras chicas?
Prefiero no pensar en ello.
-Lei, ¿sigues en la tierra o te fuiste a otro universo como sueles acostumbrar?
- ¿Eh?
-Qué raro, tú en las nubes-me dice Dante bromeando-. ¿Vamos?
-Ah, sí. Vamos.
.
.
.
.
.
🦋Nota de la autora🦋
Hoola
Las actualizaciones se quedarán todos los Martes a partir de hoy <3
Hoy Lei pudo olvidar un poco todo lo que le pasó, estoy emocionada por que lean los demás capítulos 🤍🦋.
El primo de Lei me da mala espina.
Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1
Los veo el proximo martes 🤍🥺.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top