NARRACIÓN
Otro aburrido día estaba por comenzar, comenzemos por ver a nuestros tres protagonistas...
El rubio fue el primero en despertar, se frotó los ojos y se levantó de la camilla.
-¿pero que...que hago aquí?- se preguntaba el rubio
Se sobresalto un poco al ver como una figura se levantaba, dejando ver una cabellera castaña y puntiaguda, aún que también un poco despeinada...se alzaba, se escucho un bozteso
-Diablos, que bien dormí- dijo el castaño aún sin percatarse de que el rubio ya estaba despierto...se levantó del suelo dispuesto a salir de la habitación para bajar a la cafetería del hospital, pero al hacerlo, se encontró con la mirada del rubio.
Se sobresaltó un poco ante eso, pero no lo demostró, lo miro por unos segundos y pasó de largo...
Sin siquiera decir buenos días, cerro la puerta
-Realmente esta molesto contigo, y no lo culpo...si no fuera por el, tu no la hubieras contado idiota, tuvo que habentarse del balcón para ir por ti- dijo el ojiazul, captando la atención del rubio...
Realmente era un estúpido.
Intentó hablar, pero su boca to articulada ninguna palabra, como si se estuviese negando a querer hablar...
-¿por qué lo hiciste?, ¿por qué saltaste del barandal?- dijo el ojiazul mientras se ponía de pie
-yo, tenía que hacerlo Jay...Montiel- el rubio fue interrumpido por el sonido de la puerta cerrarse
-¿Montiel eh?...matare a ese idiota- dijo el castaño mientras les lanzaba una botella de agua y una barra de granola al ojiazul y al rubio
-fue lo único que conseguí para desayunar, es una asco la comida del hospital- dijo el castaño
-Concuerdo contigo jajaja- dijo el ojiazul, Lloyd permaneció callado...el castaño, al notarlo, se acerco a la camilla y se sentó en ella, mirando en todo momento al rubio...hasta que finalmente, el rubio habló.
-Kai...yo, yo...- el rubio no podía ni siquiera mirarlo a los ojos, el castaño lo miro seriamente...extendió su mano en dirección hacia el rubio, quien cerró los ojos esperando un golpe, un regaño, pero...no, no fue así, el castaño puso su mano en el cabello del rubio, revolviendolo un poco, el rubio quedó atónito ante esa acción...puede que, aún que hubiera ingerido el té del mañana y tuviera el cuerpo de un adolescente de quince años, seguía siendo el mismo niño asustado de diez años...comenzó a llorar, eso alertó al castaño, quien lo tomó entre sus brazos, dándole un fuerte abrazo mientras posicionó su mano en la espalda del ninja verde, frotandola suavemente...como si con ese simple abrazo, le estuviese dando a entender unas simples palabras.
No llores...te prometí que mientras yo respire, ni tu ni nadie va a morir.
El pecho del castaño se sentía húmedo a causa de las lágrimas del rubio, lo separo un poco de él para que lo mirara a los ojos
-No llores tonto, si, eres un completo idiota por lanzarte del balcón, y yo soy el doble por correr a salvarte y casi no lograrlo de no haber sido por mi dragon, ni tu ni yo la hubiéramos contado- dijo el castaño mientras daba un pequeño golpe con los dedos en la frente del rubio
-Perdoname Kai...yo, Montiel, problemas...- el rubio decía palabras al azar, el castaño arqueo la ceja
-Tranquilo Lloyd...ya, esta bien, pero no se te ocurra volver a saltar de nuevo, que me obligará a ir por ti otra vez tarado...y te prometo que ahora si, te juro que
no la cuentas- dijo el castaño, diciendo lo último molesto
El rubio río con nerviosismo
-oigan, no se ustedes...pero yo tengo mucha hambre, yo digo que nos largueros de aquí- dijo el ojiazul
-primero ponte tu ropa y luego discutimos sobre largarnos de aquí- dijo el castaño divertido
-ah, cierto, jajaja- se rio el ojiazul mientras tomaba la ropa que Nya personalmente, había dejado para el.
El rubio se limpió los ojos, algo era muy claro ahora...debía mencionar lo que había hecho, y luego...salir sin que nadie lo viese, debía buscar a aquella chica que llevaba algo pequeño...aun que no por mucho tiempo, algo que también era suyo...y que también lo presentaría ante su madre y hermanos cuando llegara la hora.