JAY

Desperté después de poder finalmente conciliar el sueño anoche, a este paso terminaría por dormirme en medio de los entrenamientos, después de aquella vez que Wu me pegó en la cabeza por dormir mientras estudiaba las viejas escrituras de la biblioteca de los monjes, decidí que debía dormir lo suficiente, sin embargo esta semana he estado como loco sin poder dormir siquiera un lapso decente de descanso y eso me traía de cabeza.

Además de que así podía tener mejor control de mi elemento y no caería en locura, como me habían advertido.

Ser el maestro del rayo era tan increíble, como peligroso, no se trataba sólo de hacer pequeños rayos o servir como un pararrayos, a veces me da la impresión de que me tienen muy poca importancia por lo que soy.

Realmente podría enloquecer si no tengo los cuidados que he estado llevando desde que entré al monasterio, cuando dudaba de si realmente estaba hecho para recibir toda esta responsabilidad siendo un niño que no provenía de una cuna de lujos o algo por el estilo, cuando creía que el valor de la persona provenía de bienes materiales y no de voluntades fuertes.

Realmente soy un portador peligroso, no por nada en medio de las tormentas descanso fuera del barco donde me quedo hasta altas horas de la madrugada para meditar en medio de la tormenta y permitir que los rayos entren a mi cuerpo, es un proceso doloroso que tuve que hacer por no pertenecer a un linaje .

Revisé mi pulso, como parte de mi rutina diaria, dado a que las capacidades de mi elemento eran muy grandes, necesité modificar este lector, después de varios intentos, este lector me daba un poco de todo.

Para poder saber que necesitaba y que no, mis horas de sueño, presión arterial, pulso, oxigenación de la sangre, debía cuidar mucho mi corazón y no de forma figurada.

Necesitaba mantenerlo sano, como Kai necesitaba cuidar de sus pulmones, o Cole que cuida su hígado y vesícula.

Son órganos que nuestros elementos exigen ser fuertes para un mejor manejo de ellos.

Por eso cuidamos mucho a quienes acaban heridos en batalla, más si es cualquiera de los que ocupan los órganos.

Por eso Zane bromea con tener reemplazos por si alguna vez los necesitábamos.

Aunque viendo de él, es más creíble que los tenga a que haga bromas de eso.

Supongo que ya la mayoría debía estar despierto, recordando que Kai seguía bajo observación, me levanté para hacer el desayuno yo, seguramente Zane debía estar checando que Kai estuviera bien.

¿Qué recuerdo haber visto en el refrigerador?

Huevo, jamón, leche, tocino, ¿cebolla?.

Podría hacer waffles con la nueva wafflera que compramos y creo que vi arándanos en alguna parte de la alacena.

No sonaba a mala idea, me paré para ir a bañarme lo más rápido que pude, aunque me entretuve un poco jugando con las burbujas que hice por accidente al apretar el contendor de shampoo.

Salí del baño para vestirme y apresurarme a llegar a la cocina pero me detuve al ver a Lloyd recién tratando de despertar.

-Días- La luz lo molestaba, haciendo que tratara de tapar el exceso de ella con una mano, me acerqué a la ventana para cerrar la cortina.

-¿A dónde vas?-

-Iba a hacer de desayunar, ¿se te antojan waffles?-

-No suena mal, ¿te ayudo?- quiso pararse, lo detuve con cuidado de no lastimarlo.

-Nah, no te preocupes, tienes que descansar, mejor ve a la enfermería a que Zane te revise-

-Está bien, gracias-

-Tu tranquilo, yo nervioso, ya regreso- salí rápidamente de la habitación, decidido a ir a ayudar, cuando empecé a oler la comida.

Me apresuré a pasos agigantados para ver quién me había ganado a hacer el desayuno.

Topándome con la silueta de Nya.

-B-buenos días- tonto, ahora no necesito sentirme nervioso.

Nya pegó un pequeño brinco al escucharme, volviéndose hacia mí.

Sus mejillas llenas de harina, su sonrisa tan hermosa.

Si estoy que muero por ella, sentía como mi corazón se acelera mientras escuchaba su risa.

Tan bella, tan perfectamente imperfecta.

-Buenos días chispitas- su voz suave y sus brazos me recibieron gustosos, dejándome percibir un aroma tan fresco.

Tan cálido.

Estaba completamente perdido por ella.

-¿Dormiste bien?- limpié sus mejillas empanizadas mientras le sonreía.

-Muy bien, gracias por preocuparte-

-¿Necesitas ayuda?-

Ella lo pensó un poco, después me miró con esa sonrisa que tanto me gustaba.

-No, por ahora no, gracias- se volteó para seguir con lo suyo, mientras yo seguía parado como estatua.

Recayendo en que me había dicho que no, salí de la cocina, sabía que ella lo haría sola y no quería hacerla enojar.

Así que mejor fuí a ver a Kai, un poco extraño ahora que caía en cuenta que Nya no me preguntó nada sobre si su hermano ya se había levantado, nadie sabe del ataque de anoche más que nosotros, a menos que Zane ya haya hablado con los maestros y Misako.

Sería mejor evitar detalles, supongo.

NARRACIÓN

Misako había acudido a socorrer a Zane después de ver a su hijo caminar con dificultad mientras arrastraba el pie, llegando junto con él a la enfermería para ver a Cole cuidando de Kai y a Zane revolviendo el ozono con la sangre de Kai en una máquina especial para ello.

-¿Pero qué le pasó?- sin saber que más articular se acercó a Kai para ver que tanto había sucedido

-Fué Káiser, lo emboscó anoche mientras teníamos una pequeña discusión, salió para tratar de tranquilizarse, lo que no resultó como esperaba-

-La imprudencia va a llevarlo a morirse un día de estos, ¿en serio no piensan con la cabeza fría? esto solo es el inico, tarde o temprano va a pelear a muerte por el simple hecho de que no lo escuchan, este es el resultado de desacuerdos Lloyd, necesitas entender a tus compañeros o si no esto seguirá sucediendo- Garmadon hizo presencia en el lugar, recibiendo un saludo por parte de los presentes, dejando a Lloyd perplejo.

-El líder es aquel que no permite que este tipo de cosas sucedan, ustedes saben que Kai no es lo que conocemos, están conociendo un cuadro nuevo de el, es normal estar abrumados, sin embargo él trata de que todos se sientan cómodos cuando él mismo es quien debe ponerse en primer lugar ahora, esa parte oscura de su persona lo está atormentando y en estos momentos lo que menos necesita es a alguien que lo quiera controlar con violencia, su amigo necesita que lo comprendan y apoyen- procedió a hacer movimientos con las manos, deslizando su mano por el pecho de Kai, formando un pentagrama con el símbolo de la flor de loto.

La flor de loto significaba la creación, la paz, sanación.

-Esto lo ayudará- terminó aquel trazo en el corazón de Kai, giró su bastón y le dió un leve toque, dejando salir energía pura, color oro, que rápidamente fué consumida por el castaño, dejando que su cuerpo retomara el color natural de la piel y los manchones morados y verdes se fueran, dejando consigo un aspecto sano.

Y como si de verdadera magia se hubiera tratado, el castaño empezó a moverse, recobrando la conciencia después de perderla horas atrás.

-¿Qué fué eso?- Zane revisaba a Kai con el estetoscopio, maravillado por poder escuchar con mayor fuerza el latir del corazón de Kai.

-Es una técnica que aprendí con los monjes Shao Li mientras trataba de curarme del veneno de esa serpiente, es un poco difícil de explicar, pero se basa en la activación del chakra de sanación y el chi, basándose en las técnicas medicinales de miles de generaciones atrás-

-Es increíble, gracias sensei-

-No me agradezcas, cuiden bien de él, ahora más que nunca necesita sentir su apoyo, no lo dejen solo o algún día podrían lamentarlo- El hombre miró a su esposa, dando a entender que si ella podría acompañarla, Misako caminó para ir con él y dejar la enfermería

-¿No crees que fuiste un poco duro con Lloyd?-

-Si hubiera sido de otra forma, posiblemente le hubiera hecho más mal, ya no es un niño, lo hago porque no quiero que cometa los errores que yo cometí por no tener a nadie que me pudiera guiar, por eso es que lo hago cariño-

Ambos adultos se dirigieron a la sala, con Misako entrelazando su mano con la de él

-Supongo que lo entenderá, es lindo saber que te preocupas por él-

-Es lo que debo hacer, después de haberlo dejado solo por tanto tiempo, sólo quiero que no viva lo que yo con Wu, las heridas del pasado muchas veces nunca sanan por completo-

Mientras tanto, en la enfermería empezaban a notar mucho mayor avance en la recuperación acelerada de Kai, Zane aún trataba de comprender que fué lo que hizo Garmadon, pues nunca había leído sobre aquella técnica dentro de los antiguos pergaminos que leía por horas en el viejo monasterio, cuando todavía era un estudiante de bajo nivel y sin conocimiento alguno de ser un nindroide.

Normalmente recordaría haber visto algo así en los dibujos del pergamino, pero en su memoria, no encontraba nada; incluso recordaría en que sección encontraba el pergamino que lo tuviera escrito.

-¿Por qué no despierta?- Lloyd llevaba bastante tiempo con la mirada enfocada en el pecho de Kai, observando como inhalaba y exhalaba aire, perdido en sus propios pensamientos, ya era hora del desayuno y todo parecía indicar que el castaño despertará, pero no ese día.

-Lloyd, su cuerpo sufrió un traumatismo a causa del enfrentamiento y la operación de emergencia que tuvimos que hacer para salvarlo, de milagro lo conservamos con vida, solo hay que darle tiempo de recuperación, ya verás que cuando su cuerpo se recupere, estará consiente nuevamente-

-¿Pueden traerme un tazón de comida?- Cole se acomodó una vez más sobre el sofá individual que estaba en una esquina de la habitación, tapando sus pies con la cobija que tenía.

-¿No nos acompañas a comer?- Lloyd lo miró confundido, pues conociendo al pelinegro no era muy usual que comiera solo o en otro lado que no fuera la cocina.

-Nah, es que estoy muy cómodo aquí- Nervioso, empezó a escribir en su teléfono, simulando que estaba viendo alguna red social para no ver que Zane ya sabía lo que estaba haciendo.

-Bueno, es que...me da miedo dejarlo solo- No despegaba la vista de Kai, apretando los labios preocupado mientras se levantaba del sillón para tocarle la frente.

-Está bien Cole, ya te lo traigo, no te preocupes- Zane le sonrió, conmovido por la acción de su hermano, sintiéndose de la misma forma, sin embargo la mejoría de Kai era primordial y si alguien estaba con él en todo momento era Cole, se limitó a asentir y salir de ahí junto con Lloyd.

El desayuno se limitó a ser un espacio de silencio, pues de cierta forma no había algún otro tema que discutir más el de Kai, había tantas preguntas por hacer, hechos que asimilar y el castaño en estado incierto, descansando en la enfermería, pensaban constantemente si este tipo de situaciones estarían ocurriendo constantemente de ahora en adelante.

Lo único cierto, era que ninguno de ellos tenía respuestas para sus especulaciones propias, eso los ponía como locos, pues no todos los días descubres que la persona que decías conocer de pies a cabeza, tenía aspectos desconocidos, cosas que no eran simples.

¿Entonces Kai era un descendiente puro que no depende del poder del ninja verde?

¿Realmente estuvo bien viviendo todo esto durante todo este tiempo?

Uno a uno, los presentes iban recogiendo sus platos y retirándose de la cocina, hasta que Nya se quedó sola con Lloyd, que se apresuraba a terminar de comer para evitar preguntas.

-Oye Lloyd-

-¿Qué sucede?- Se detuvo para volverse hacia ella, pensando en qué debería responder en caso de que preguntará varias cosas que no había tomado como posibilidad aún.

-¿Por qué no me notificaron nada sobre el estado de Kai?- tomó asiento en la mesa, para ver a Lloyd, el rubio por su parte estaba formulando más de tres opciones para contestar.

-Sinceramente no puedo darte una respuesta al tema, pero ante este tipo de situaciones es primordial actuar rápido- se calló y se fué de ahí a paso apresurado para ir a enfermería.

-Casi no la cuento- suspiró aliviado entrando a enfermería, deteniéndose tan pronto escuchó la voz del castaño de nuevo, levantó la vista para encontrarse con la de Kai.

-Hola Lloyd-

Y al fin, el corazón de Lloyd pudo relajarse de la ansiedad que tenía por no volver a verlo vivo jamás.
KAI

Salí del baño ya vestido, necesitaba buscar vendaje nuevo ya que Zane me había comprado una caja llena de ellos, necesitaba recuperarme lo antes posible.

Necesito buscarlo, pero tengo que estar sano para poder darle una buena revancha, esta vez no perderé.

Fuí a verme al espejo de la habitación, tratando de ponerme los ganchos de metal que servían de seguro para el vendaje.

-Supongo que podría ser un problema si te llegas a encontrar conmigo- logré oír por toda la habitación.

Mire a todas direcciones de la habitación, las cortinas abajo le daban mínima posibilidad a la entrada de luz, lo que me hacía un poco difícil la posibilidad de observar.

-Con que aquella isla no eran simplemente leyendas, tú la encontraste, me imagino que ya sabes los secretos de los usuarios del fuego-

-Siento mucho que no pudiéramos ir juntos-

-Tan ingenuo como siempre, el poderoso e inigualable Kai, no tienes idea del infierno que estuve viviendo mientras tu me cambiabas por más-

-Quién diría que ahora necesitas depender de un mocoso, un don nadie, que solo porque artefactos de oro brillaron en su presencia, el destino del mundo cayó en sus manos ignorantes, cuando pudiste haber sido tú, quien se llevara la grandeza, que desperdicio-

-¿Por qué no simplemente lo quitaste de tu camino como antes?-

-ya no soy el mismo-

-Por supuesto que si, aún está ahí, esperando el momento para salir y retomar lo que le pertenece, cómo puedes permitir ser doblegado por alguien que no es plenamente puro-

-¿Qué fué lo que pasó contigo?- Su voz resonaba por mi cabeza, ante cualquier movimiento sentía que en cualquier momento podría explotar.

-Aquí en el espejo- volví a oír, me volví hacia el espejo con pánico de mirar algo que no fuera mi hermano.

-¿Qué pasa, viste a un fantasma?-

-¿Qué haces aquí?- Siento mi respiración entrecortada, caminé hacia el espejo.

-Nada interesante, solo vine a ver si no te habías muerto ya, después de aquella pelea de niños- se limpiaba los dientes, como si fuera el espejo.

-¿A caso te preocupé? Que agradable de tu parte- sonreí

-Jodete, no he recibido más que problemas porque tú sigues vivo-

-¿En serio quieres matarme?-

-La carta, ahí están todas las respuestas-

Por un momento, parecía que podía volver a ver sus ojos brillar, como cuando éramos niños.

Un brillo fugaz.

-no necesito respuestas, simplemente quiero entenderte, quiero estar en paz-

-Tu y yo sabemos que eso es algo que jamás podrás tener-

-Entonces atente a las consecuencias; yo te lo advertí, tu provocarás desgracia a tu paso, por tu culpa ellos van a correr peligro y...- su reflejo se alejaba, sin déjame escuchar lo último, no entiendo nada.

-¡REGRESA AQUÍ, KÁISER!- la fuerza del golpe provocó que el espejo se fragmentara.

-Cielos, mis manos- empecé a quitar los pedazos de cristal, lastimándome en el proceso, maldiciendo por haber reaccionado así teniendo en cuenta mi condición actual, debería estar agradecido de siquiera poder moverme después de lo que Zane tuvo que hacer para traerme de regreso.

Sigo más asustado por enterarme que bombeó mi corazón manualmente que por el hecho de que estuve muerto por dos minutos, voy a colapsar de verdad si me sigo arriesgando de esa forma, esta es mi condena por no huir en ese preciso momento.

-recuerda esto Kai...ellos dejarán de existir tarde o temprano, es parte de tu destino estar solo por la eternidad- dijo mientras su risa resonaba en toda la habitación.

-Por favor, no- dije arrodillado frente al roto espejo

-Kai, ven a...¿Qué pasó, estás bien?- Cole caminó para poder auxiliar, sacándome de la habitación para que no pisara los cristales, pues había por todo el suelo.

-Resbalé con el agua que dejé caer, perdón, no es nada grave, quise agarrarme del soporte de la litera y pegué contra el espejo- aturdido por la falta de sangre, seguro que si.

-¡Tus manos! ¿Qué está sucediendo?- angustiado fué por un algodón y agua oxigenada

-Bueno, si, pero está bien-

-No Kai, ahora no puedes estar perdiendo sangre, apenas ayer tuvimos que hacerte una transfusión que a duras penas pudo ayudar a salvarte la vida, ten más cuidado- levantaba los brazos nervioso mientras explicaba todo

-¿Qué ocurre Cole?- Jay salió del baño, viéndome un poco angustiado al observar mis manos

-No te preocupes, estoy bien, de verdad-

Empecé a entrar en pánico; ahora no por favor, tranquilo, está bien, relájate.

Solo es otra simple crisis ansiosa.

-Llévalo a la sala para que podamos ponerle parches, no es tan profundo, espera- Jay se metió a la habitación, evitando los pedazos de espejo y alcanzando mis zapatos para estar en casa, que eran más bien pantuflas.

-Ten, ponte esto para que no vayas a cortarte los pies-

-¿Seguro que estás bien? déjame ver-

-no me toques, por favor no, me arde- cerré las muñecas en cuanto sentí el roce de sus manos, limpiarse las lágrimas me dolía, sentí la mezcla entre sangre y agua en la boca.

-Está bien, no te tomaré las manos, vamos-

Traté de evitar que me tocarán, caminando entre intentos fallidos de relajarme.
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Capítulo 3/4
Especial