19: CRECE Y SÉ FUERTE

NARRACIÓN

-¿Prefieres dejar el equipo y hacerlo todo por tu cuenta?- Cole estaba incrédulo, caminó hacia Lloyd para hacer que soltara a Kai, cosa que así fué.

-Si es necesario...tendré que hacerlo- el castaño lo miró, tratando de buscar entendimiento por parte de él pero no fué así, Cole frunció el ceño confundido

-Pero Kai, no puedes tomar esa decisión tan importante, somos un equipo, no puedes separarte ahora, necesitamos al ninja rojo para mantener la paz- Jay trataba de hacer que entrará en razón, agitando las manos nervioso.

-¿Te das cuenta de las estupideces que estás diciendo?- reprocho el rubio

-Es por su bien, por qué no puedes entender, por una sola vez Lloyd, una sola...vez, yo no puedo ponerlos en riesgo de esta forma, ya no somos niños jugando a ser ninjas, yo—

Ni siquiera lo dejó terminar, cuando Lloyd lo golpeó a puño limpio, dejándolo aturdido.

-No puedes dejar el equipo, a menos que quieras despojarte de tu elemento, te lo advierto- sentenció

-¿Qué pasa contigo?- Jay miró al rubio con el ceño fruncido mientras se acercaba al castaño para ver si no lo había lastimado de más.

Antes de que Lloyd pudiera entrar en cuenta de lo que había causado y tratara de acercarse a Kai, el castaño lo alejó con un empujón sin tanta fuerza, mirándolo con furia.

Se sentía incomprendido, como una llama que trataba de sobrevivir.

-No, no te molestes, perdóname tu a mi por preocuparme y no querer perder a alguno de ustedes, no me iré de equipo si eso deseas como líder, pero nada más, por respeto al cargo que mi maestro te dejó-

-No vuelvas a asegurar que tienes dominio sobre mí, ¿no te dijeron que yo vengo de una línea pura de maestros elementales? Que tu abuelo sea el primer maestro no te hace tan importante, solo estamos aquí porque yo soy el pilar del fuego, me necesitas más de lo que yo te necesito a ti, Garmadon-

Y sin más salió de ahí, dejando un camino de calor abrumador, como el mismo sol en medio del desierto.

-Mira, yo no sé qué vas a hacer, pero te arreglas con él o yo mismo me encargo de ti, podrías acercarte de otra manera, eres el líder, nada más, Kai se preocupa por nosotros, ¿qué rayos estás haciendo tu?- Jay se fué, dejando al pelinegro y a Lloyd solos.

-Eres todo un caso amigo, yo me voy a dormir, hablarás con Wu en la mañana, que él te reprenda-

Cole se fué, dejándolo solo.

-Solo trato de hacer lo mejor que puedo, lo siento- escupió, saliendo de la cocina en busca de su hermano.

KAI

Salí de la habitación furioso, me alejé del bounty para poder pensar mejor las cosas sin terminar quemando la cubierta, a mi propio escondite.

Me sentía traicionado, no puedo creer que no comprendan que es por su bien.

Eso es lo que realmente me molesta.

Me dejé caer sobré el suelo húmedo por la lluvia, el frío de la madrugada no era muy amigable con mi cuerpo, pero ser un calefactor andante tenía un tanto de ventaja.

Cerré los ojos, intentando no concentrarme en el dolor del golpe.

-¿Aterrado de lo que pueda pasarle a tus lacayos?-

Me levanté de un brinco, desenfundando mi espada.

-Otra vez tú, ¿No te cansas de perseguirme?- miraba hacia todas direcciones, tratando de buscarlo.

-Digamos que ahora que te encontré, me gustaría pasar tiempo de calidad contigo-

-Desde hace tiempo que dejamos de compartir esas cosas-

-Eso supongo- Sentí el peso de una espada contra la mía.

-Pero a quién le importa si mueres estando lejos para encontrarte- un golpe en el estómago me obligó a alejarme, tuve que plantar la espada en el suelo para detenerme.

Tenía cansancio, no me sentía en condiciones para pelear.

Ahora no era un buen momento para caer en cuenta que no había estado comiendo.

-Juegas sucio- Me lancé contra él

-¿Qué es esto, un baile?- Empezó a saltar burlonamente, hasta que lo golpeé con los pies, dejándolo en el piso.

-Capoeira-

Sentí un punzón en la espalda, seguido por dolor.

-Esto es una puñalada, ¿buena táctica, no?-

Me giré para atacar con la pierna y evitar que pudiera quitarme el arma de la zona, dolía demasiado.

Necesitaba hacer tiempo, me adentré en la zona boscosa, donde sería o muy buen escondite, o mi tumba.

-Intercomunicador del Destiny's Bounty, si alguien me escucha; estoy en peligro, en el valle debajo del barco - subí a los árboles para poder esconderme

-No es muy justo pedir ayuda, Kai- fuí sorprendido con el golpe que me llevó lejos, obligándome a enterrar las manos en la tierra para reducir la velocidad.

Me sacudí rápidamente la mano, tenía uno que otro raspón, pero estaría bien.

-Digamos que soy algo, aerodinámico Káiser- dejé salir humo de su boca, un calor abrasador empezó a sentirse.

-Llamas danzantes- fuego color verde salió de mi espada, jugando con mi alrededor, aprovechaba los troncos de los árboles para girar y producir mayor fuerza y cantidad de fuego.

Al ver como me acercaba a él, pude observar sorpresa, como si fuera un niño viendo fuegos artificiales.

Que tristeza me produce no saber qué fué lo que le sucedió.

Perseguí a mi hermano por toda el área, tratando de evitar incendiar algo del lugar.

Tampoco quería rostizar a mi hermano, pero necesitaba atraparlo.

-Por favor déjame comprenderte-

-¿Y cómo se supone que lo harás?- se ocultó a lo lejos detrás de un árbol

-Tienes que detenerte, lo que sea que estés planeando, puedo ayudarte-

Logré dejar un rasguño que traspasó su chaqueta, gritó de dolor.

Me detuve para observar que no lo hubiera lastimado de gravedad.

-Vete-

-¿Qué? No, no voy a irme- me acerqué para tocarle el hombro, pero fuí recibido por más golpes a puño limpio.

-Tú, tú eres el culpable de esto, yo confíe en ti, creí que podríamos escapar de ese lugar, creí que no me dejarías-

-Escucha, lo siento, yo no quería-

Me golpeó una y otra vez, y ciertamente sé que en el fondo lo merecía por no buscar más tiempo, por no seguir quitando el escombro, pero no estaba en mis manos.

-Por tu culpa- terminó por estampar mi cuerpo contra varios árboles, provocando que se levantará una cortina de tierra, hojas y ramas.

Me faltaba el aire, me levanté como mis piernas me lo permitieron.

Sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento, la herida, maldición.

-Si crees que acabar conmigo solucionará tu necesidad de vengarte, créeme, no servirá de nada- perdí la fuerza, cayendo al suelo.

-Tal vez no- me tomó del cabello para que pudiera verlo

-pero al menos aliviaré mi mal humor-

Supongo que este es mi fin después de todo, no soy tan fuerte como creía, no pude proteger a nadie, otra vez.

-¡KAI, KAI! ¿DÓNDE ESTÁS?-

A lo lejos observé una pequeña luz, esa luz que me hizo tratar de seguir luchando, me abalancé sobre Káiser y como pude me levanté para tratar de tomar carrera.

Estaba seguro de que era Lloyd, debió escuchar al comunicador.

-Vete de aquí, por favor huye- grité lo más alto que mi garganta me permitió, hasta que sentí la tierra en mi boca.

-Cierra la boca-

Aplastó mi cabeza con su pie, dejando atrás la posibilidad de que pudiera escapar.

O eso pensaba mi contrincante.

-No eres tan fuerte como todos aclaman Kai, ¿de verdad eres el gran maestro fuego?-

-Tal vez no sea el más fuerte- Me detuve para evitar sentir más la tierra

-Pero tengo otros trucos que lo compensan- ejercí fuerza en el abdomen para no romperme las costillas, doblando mis piernas hacia arriba, atrapando su pie, me impulsé con los brazos y giré para terminar encima de Káiser.

-Maldito payaso acróbata-

-A la próxima pon más atención a la información que te dan- empezamos a girar para poder someter al otro, dejándonos sin la posibilidad de respirar.

Las llaves que aplicaba no lo detenían y su ropa era pesada, a diferencia de la mía que no era más que una simple camisa y pants para dormir.

Tenía que escapar, mi piernas empezaban a doler y mi cabeza punza con fuerza, necesitaba que Lloyd llegara lo antes posible. No puedo hacerlo solo.

Fui a parar directo al suelo, con la cara ensangrentada.

-Después de perder el tiempo buscándote, me dediqué a hacerme más fuerte por mi cuenta y así darte una mano cuando volviera a verte, hice muchas cosas que nunca quise hacer, la vida me dió malas experiencias- comenzó a ahorcarme, provocandome una tos frenética, sentía el sabor a hierro.

Me provocó una hemorragia.

-¿Pero qué encontré? Estabas viviendo tu propia vida, me dejaste en el olvido y conseguiste otra familia, no te preocupaste por buscarme nunca, me diste por muerto-

-Detente, basta-

-¿Por qué lo haría?-

-Porque yo me desharé de ti si no le quitas las manos de encima-

Sentí el alivio mientras comenzaba a jalar aire otra vez, sentándome para recuperarme, veía borroso a causa de la inflamación en mi ojo derecho, pero no podía quedar inconsciente tan pronto.

Me apresuré para ponerme de pie y buscar a Lloyd, escuchando golpes a lo lejos.

Azotes contra rocas, debió de haber provocado un levantamiento.

-Y supuestamente este es el mocoso de la profecía, que desilusión, esperaba a alguien más listo para un cargo tan celestial-

Levantó su cuerpo inconsciente

-Pero al parecer sólo eres un niño en el cuerpo de un adulto, apestas al té del mañana, ¿tan bajo ha caído la humanidad para poner toda su Fé en manos de alguien así? que asco-

Caminó al precipicio dónde yo planeaba llegar para poder meditar.

Iba a lanzarlo.

-Te dejaré descansar, igual y alcanzas a agendar una cita con tu abuelo-

No, no, tengo que correr, tengo que atraparlo.

NARRACIÓN

Pasó tan pronto, el castaño corrió lo más rápido que sus piernas dañadas le permitieron, sin parar a pensar siquiera un momento cómo podría salvarlo sin morir en el intento, era un riesgo alto, maldecía internamente por el hecho de que no pudiera venir cualquier otra persona.

Quisiera o no, Lloyd solo era un niño, a pesar de todo lo que había pasado.

El ninja verde fué denegado de su infancia para cumplir una injusta profecía.

Kai sentía que moría, eso lo asustaba, pero no por él mismo.

Sería mejor que muriera solo él, por eso necesitaba salvarlo primero.

Empujó a Káiser al precipicio, pero poco sirvió, él chasqueó los dedos y desapareció, no sin antes golpearlo por última vez.

-suerte saliendo de esta, imprudente- se fué, dejando a Kai ver al rubio.

Se acercó para poder agarrarlo entre sus brazos, revisando que estuviera bien, aparentemente sólo presentaba heridas menores.

-ayúdame grandote, ven-

El dragón emergió del fondo, envolviendo al portador y a Lloyd para así poder atraparlo y mantenerlos a salvo.

-Por el primer maestro estás bien, gracias Lloyd, pero eres un gran cabeza hueca-

-Perdóname-

-Tranquilo, ya estás bien, no hagas más, descansa-

-Yo traté de hacer lo posible, lo siento- El rubio ladeó la cabeza, completamente noqueado.

-Qué alivio-

-No puedo llevarte hasta el barco, tienes heridas graves y no tienes suficiente energía como para permitirme ayudarte, pero trataré de acercarme lo más que pueda-

Aquella bestia roja navegaba los metros que recorrió y abarcó aquella batalla, mientras que Kai hacía lo posible por no dormir.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top