Reseña: Dracula Untold
Título: Dracula Untold. (Drácula, la historia jamás contada).
Año: 2014.
Director: Gary Shore.
Protagonizada por: Luke Evans, Dominic Cooper, Sarah Gadon, Charles Dance.
SINOPSIS
Vlad Tepes, príncipe de Valaquia y Transilvania, se niega a una petición del sultán del Imperio otomano Mehmed II: entregar a mil niños para ser convertidos en jenízaros. Eso implica entrar en guerra con el que antaño fuera su amigo y, para evitar una masacre, decide hacer un pacto con un ser diabólico que está oculto en una cueva: dicho ser le entregará su poder durante tres días a cambio de que no pruebe la sangre humana. El poder de aquel ser le otorga habilidades únicas, como moverse a gran velocidad, detectar el calor y pulso de cualquier mamífero en medio de una total oscuridad, resistencia y fuerza sobrehumanas y controlar a voluntad a una inmensa colonia de murciélagos vampiros. Si durante esas 72 horas llega a beber sangre de una persona solo por una vez, eternamente será ese ser diabólico. Esta es la historia de cómo Vlad Tepes se convirtió en Drácula.
OPINIÓN
Entre todas las criaturas producto de nuestras pesadillas colectivas, los vampiros son, por naturaleza, los más maleables. El folclore les ata a la idea de ser cuerpos reanimados, sedientos de sangre, sin embargo, sus otros atributos varían, versión tras versión, a través del globo.
Habiendo dicho esto, cabe decir que la idea de lo que es el vampiro occidental fue prácticamente esculpida en piedra tras la publicación de lo que en el momento se consideró un modesto libro de terror, y termino revolucionando el género: Drácula de Bram Stoker.
Pero olvidemos la literatura y vamos al cine. No voy a hablar de películas de vampiros en general, sino de Drácula. ¿Sabían que es el personaje literario más adaptado a la pantalla? Lo que nos trae al más reciente intento de representar al conde, al menos en un estudio norteamericano: Dracula Untold (2014).
No sé qué decir. He estado esperando con ansias una revisión de Drácula desde que Wes Craven me regaló el inesperado (y mal recibido) regalo de Gerard Butler en "Dracula 2000". No puedo tirarme al suelo y admitir haber perdido toda esperanza con "Dracula Untold", pues en realidad no odié esta película. El problema es que la amé por todas las razones equivocadas.
Trataré hasta lo posible de no dar spoilers, aunque si he de mencionar uno que otro incidente factual y si usted es fanático de Drácula, o al menos de su contraparte histórica, Vlad III, príncipe de Wallachia, tales "spoilers" han estado dando vueltas desde el siglo XV.
Hay muy pocas personas que se confiesan abiertamente fanáticos del hombre detrás del mito. Cantarse fanático de Vlad el Empalador es entrar en una exclusiva y delicada lista dividida por la fina línea que separa a los apreciadores de la historia vs. uno que otro psicópata.
El asunto es el siguiente: Vlad III fue un producto de su tiempo. El siglo XV desbordaba con violencia y brutalidad generada por la expansión de parte del Imperio Otomán, el cual recibió por respuesta iguales cantidades de violencia e intentos de mantener, a costo de todo y todos los territorios pertenecientes a la Iglesia Católica y su asiento Papal en Roma. Esta película, a pesar de pretender tocar los "orígenes" de Drácula usando como punto su contraparte histórico, Vlad III, tiende a evitar ciertos detalles. El mayor, y más importante, la relación entre Vlad y la Orden del Dragón.
Seguro, que Luke Evans luce ese pedazo de armadura pintada al cuerpo, de diseño fantástico, creada para hacer que unos quieran vestirla y otros quieran quitársela (guiñe aquí como Agatha Harkness), pero no es suficiente.
Entiendo que tal vez, por asuntos de sensibilidad a la situación geopolítica, los creadores y guionistas decidieron alejarse del contexto religioso de la contienda: Transilvania, siendo la última frontera ante el avance Otomán en Europa y su regente dispuesto a utilizar cualquier medida de violencia, incluso aquella aprendida durante sus años como "invitado" (prisionero) entre los turcos.
Ese fue el primer error. La película evade circunstancias históricas, las cuales fueron ilustradas sin problema en la versión interpretada por Gary Oldman "Bram Stoker's Dracula". Al evitar presentar de manera clara la razón del conflicto, nos dividen a los personajes en dos bandos que visten sombreros blancos y negros. Pasa por alto la brutalidad de Vlad, la cual debió haberse hecho evidente para justificar, en cierta medida, la ofensiva otomana. Después de todo, esta película nos regaló una frase icónica: "A veces el mundo no necesita otro héroe, necesita un monstruo". Solo para limitar al monstruo, pero trataré eso un poco más adelante.
En otras palabras, hay periodos históricos cuyo salvajismo supera las más imaginativas letras y este es uno de ellos. En mi apreciación, ni los turcos ni los transilvanos parecían suficientemente envueltos en el conflicto. No existía un interés colectivo en defender o sobrevivir, fuera de unas breves escenas que justificaron un mano a mano entre Vlad y lo más cercano a su contraparte, Mehmed II, interpretado por Dominic Cooper. Los ejércitos se hacen desechables, y aunque esto puede decirse que sucede en toda guerra, hubiese sido interesante ver el conflicto de ojos de personajes secundarios en ambos bandos.
Voy a hacer un espacio para decir que la actuación de Dominic Cooper fue buena, contando con que los guionistas le dieron el trabajo de ser el villano que se ve de lejos. Pero, hubo algo que me sacó un poquito "por el techo", y esto sí son spoilers: no hay nada peor que ver producciones que estudiaron lo suficiente, solo para escribir un guion lleno de espacios. Hubiese preferido mil veces que Dominic Cooper interpretara a Radu "El hermoso", hermano de Vlad y príncipe marioneta de Wallachia, a esta triste amalgamación de hermano y sultán.
Suspiro.
Sé lo que están pensando. En algún lugar dije que había aspectos de la película que me conquistaron y aquí lo que hago es matando el asunto.
Al ver películas como esta, tiendo a pensar en tres aspectos: el histórico, el mítico y la moralidad del personaje.
Cuando la parte histórica está editada de tal manera, no me queda más que saltar a lo segundo.
Si bien la película pudo fallar en los elementos históricos, esto es, sin lugar a dudas, un vampiro de Europa del Este en esteroides.
Si hay algo verdaderamente genial sobre esta película, es la forma metafórica en que presentan los vampiros antes y después del fenómeno de "Dracula". Sin dar mucho spoiler, el vampiro interpretado por Charles Dance es, sin lugar a dudas, la imagen popular del vampiro antes de que Stoker tratara de darle una máscara de civilización a la barbarie. Yo quería pasar más tiempo con el viejecito malvado que se comió cada una de sus escenas. Me quedé con ganas de ver un Vlad corrupto a ese nivel. Con las capacidades del personaje, hubiese sido un verdadero terror.
Si la película se ajustara a la idea de "no hay nada glamoroso en ser un vampiro" les juro que esto fuera 10 estrellas de 5.
Cada una de las capacidades de Vlad en esta película tienen origen en los mitos originales que Stoker estudió para realizar su narrativa. Acompañados, por supuesto, de la calidad hiperbólica de Hollywood.
Proceso de transición
Capacidad parcial de caminar en la luz
Aversión a la plata
Sed de sangre que puede eludirse, pero no contenerse con agarrarse como garrapata del cuello de un ciervo
Capacidad de control del clima (casi nadie recuerda ese elemento)
Control sobre, y afinidad con las criaturas nocturnas
Esto acá arriba es un "¡Boom, baby!", para cualquier amante de la temática.
La fangirl que vive en mí estaba extasiada, aunque bien pudieron evitar el ataque de murciélagos en masa, en donde el superhéroe convocó a todos los quirópteros de Europa a amasarlos en una bomba con base de plutonio, o algo.
Leyeron perfectamente bien, dije superhéroe. Esta película no es una ficción histórica, tampoco es una película de vampiros. Es una aventura llena de acción digna de un buen bote de palomitas con la intención de crear una línea de superhéroes dark.
Tengo pruebas, y no tengo dudas.
Piénsenlo: Nuestro protagonista sufre una pérdida irremediable, luego encuentra un elemento que cataliza un cambio irreversible, llega hasta la encrucijada y se pregunta ¿Debo utilizar mis nuevos poderes para bien o para mal? La balanza se inclina hacia el bien, y ahora vive para siempre, buscando un nuevo rollo y volver a conquistar el corazón de esa chica que una vez se le fue de las manos y que ahora desconoce su condición dual.
Lo de arriba no es un spoiler, es la base de toda película de superhéroes que se haya escrito.
Esta es la segunda falla de la película. Drácula no es un héroe, y no conviene presentarlo como tal. A lo máximo, denme un personaje gris, en constante lucha contra sí mismo, con la propensidad a caer. Un vampiro con un compás moral extremadamente definido no es divertido, elimina la posibilidad de peligro. Vamos gente, que hasta Edward Cullen en algún momento le advirtió a Bella que tenía que cuidarse de su naturaleza...
Esto parece una opinión negativa, pero no lo es. Ame a Luke Evans en este papel. Lamento muchísimo que el fallido intento de "La momia" (Tom Cruise/Universal) nos privara de este universo "dark".
No me molestaría ver a Evans retomando el papel. Pero sería interesante verlo portarse mal de vez en cuando...
En fin, la película es entretenida y va a dar satisfacción a los fans tanto de la acción como los vampiros. Los puristas de la historia van a encontrar alguito, pero, recordemos que estamos hablando de un mito que a veces supera el origen en la imaginación popular. No hay mucho más que decir. ¡Hasta la próxima, Drácula!
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Gracias a la reina de la cripta: LynnS13 por este aporte.
Seguramente más de uno estará sediento por ver esta fantástica representación de Drácula y el mito del vampirismo.
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