42화

⠇⠑⠋⠞ ⠃⠑⠓⠊⠝⠙
🍭

Me revolví y estiré las mantas para cubrir mi cabeza, porque la luz me estaba molestando demasiado. Me quedé quieta intentando volver a dormirme y solo entonces noté que no estaba en mi cama. Tenía un olor que conocía bien, así que, del susto, me senté de golpe y me mareé. Maldije en un susurro y me toqué la cabeza.

Inspeccioné la habitación y estaba algo vacía. Las cortinas estaban abiertas de par en par haciendo que odie la luz que cruzaba de ellas.

Aish, carajo. ―Cubrí mis ojos.

No sabía con exactitud dónde estaba, pero sabía que tenía que ver con JungKook. Todas las sábanas olían a él. Estaba rogando no haber hecho nada a la vez que intentaba hacer memoria. Recordaba muy poco de la noche anterior.

Ni siquiera estaba usando mi ropa. Me di cuenta de eso cuando vi mis prendas en una silla que estaba en la esquina de la habitación. Llevaba ropa enorme.

Me quedé en la misma posición con los ojos cerrados durante unos segundos o, tal vez, minutos. No es como si tuviera una conciencia clara del tiempo, porque no tenía reloj y menos mi celular. Debía estar por algún lado. Suspiré y escuché ruidos fuera de la habitación. La puerta estaba entreabierta.

Decidí levantarme y, con duda, caminé hasta salir de la pieza. Vi un corredor bastante iluminado. Estaba maldiciendo más de lo que me gustaría admitir, porque eso solo hacía que el dolor de cabeza aumentara mil veces. Avancé con la vista en el suelo y mis pies hasta donde supuse que estaba la sala. Distinguí la televisión y vi a JungKook sentado en el sofá muy concentrado en algún anime que no conocía. Yo había dejado de ver series de ese tipo luego de que él se fue.

De forma repentina pausó el capítulo y giró para verme. Estaba sonriendo muchísimo. En el fondo, sentí un vuelco en mi corazón de imaginar si algún día podría levantarme y tenerle a mi lado. Era pensar muy a futuro.

―¿Dormiste bien? ―Hizo señas para que fuera hasta él y así lo hice―. No quería despertarte. ―Tiró con cuidado de mí y me hizo sentarme a su lado. Puso su brazo sobre mis hombros y me veía con atención.

―Sí, pero me duele mucho la cabeza.

―Descansa un rato más. ―Me apegó a él y acabé apoyándome en su hombro. Me dejé hacer―. Luego podemos desayunar. Cuando acabe de ver este capítulo.

―¿Cuánto falta? ―Cerré los ojos.

―Recién empezó. ¿Veinte minutos?

―Ah, bueno. ―Me mordí el labio―. ¿Qué hago aquí?

―¿No te acuerdas?

Negué y me acomodé aún más. Le abracé de manera inconsciente.

―Casi no recuerdo nada.

―Querías venir conmigo y tu hermano me dejó traerte.

―Lo siento. Debí haber hecho tonterías.

―Me obligaste a dormir contigo. ―Acarició mi cabello y levanté la cabeza de golpe para verle―. Solo dormir.

―¿Dormimos... juntos?

―Bueno, sí.

―Ni siquiera lo recuerdo. ―Puse una mueca de aflicción.

―Descuida. Sé que estabas bastante ebria. Ahora descansa. Te despertaré cuando termine. Tenemos que hablar sobre varias cosas.

―Lo siento. ―Acomodé mi cabeza de nuevo.

―Deja de disculparte y duerme.

Dormité unos minutos mientras veía el gran televisor intentando encontrar el hilo principal del anime. No me di cuenta en qué momento me dormí, pero se sintieron como segundos apenas. De pronto, todo se llenó de silencio. No quería abrir mis ojos y menos quise hacerlo cuando JungKook empezó a acariciar mi cabello. Eso me estaba relajando.

Me giré un poco y le apreté más. Era increíble aún, para mí, estar así con él después de tanto. Todo era tan tranquilo, tan familiar. Era como fue antes y a la vez era muy distinto.

Sentí algo en mi coronilla y supe que era un beso por el sonido que hizo con sus labios. Levanté mi cabeza con lentitud y sin abrir los ojos. Mi rostro estaba en su dirección.

―¿Cómo puedes gustarme tanto? ―murmuró y me dio un besito en los labios. Eso me hizo recordar que la noche anterior le había besado.

Abrí un poco mis ojos, encontrándome con los suyos y sonreí. Para mí, era tan perfecto pese a tener imperfecciones. Aún podía notar los granitos en sus mejillas y esa pequeña cicatriz en su pómulo. Eran detalles, el primero temporal y el segundo permanente. Simplemente era Jeon JungKook y eso era suficiente.

―¿Cómo puedes ser tan perfecto?

―No lo soy. Tan sólo mira mi piel.

―No veo nada malo con eso. Es temporal, va a pasar ―le dije y esbozó una sonrisa―. ¿Qué hora es?

Sacó su celular del bolsillo para darle un vistazo. ―Las diez treinta. ¿Ya tienes hambre? Cocinaré algo para ti.

―Lo normal sería que yo cocine.

―No quiero que quemes mi cocina. Además, no es tu obligación aprender a cocinar. Vamos. ―Me dio un beso más―. Ahora que puedo, no creo que sea capaz de dejar de besarte ―confesó.

―Tal vez yo tampoco.

Se movió indicando que iba a levantarse, por lo que dejé de abrazarle. Él me hizo ponerme de pie y me llevó detrás de él. Me dijo que me sentara en un taburete cerca de la isla de la cocina y le vi cocinar durante todo el rato. Era un departamento bastante amplio.

Como siempre y como todos, él terminó de comer antes que yo. Me estaba viendo con la cabeza apoyada en su mano mientras yo bebía el té que preparó. Le pedí café, pero me lo negó diciendo que no sería bueno tomando en cuenta la resaca que me cargaba.

Empezó a hablarme muy calmado. Lo estuve anticipando, esa conversación.

―Pensé mucho ayer en la noche. Estaba enojado porque no me contaste.

―Sí, lo entiendo. ―Mi atención estaba en la taza semillena.

―Pero estoy calmado ahora. ―Se recargó en el espaldar de la silla y cruzó sus brazos―. ¿Por qué no me dijiste antes? Muchas cosas seguro hubieran cambiado, HaeBi. ―Sí, lucía tranquilo, pero no estaba feliz tampoco.

―No quería que me vieras de la forma en que me estás viendo ahora. Estás decepcionado.

―¿Pensabas decirme en algún momento? En serio pensé que ya no me querías y que estabas jugando conmigo.

―Lo siento, no era mi intención en absoluto.

―Ahora que ya lo sé, lo entiendo, pero me hubiera gustado un millón de veces más enterarme al principio. ―Se apoyó en la mesa con sus antebrazos―. Muchas veces dijiste que las cosas cambiaron y claro que tenías razón. No hubiera podido enojarme o reclamarte por salir con alguien más, porque sé que no terminamos bien y que puedes tomar tus decisiones.

―Quise decirte varias veces y no pude ninguna. Incluso cuando terminé con él iba a decirte, pero no quería alterarte o algo así, porque estabas con todo lo del comeback y podría bajar tu desempeño. La situación se aplazó tanto que pensé que ya no importaba. Perdón.

―Si ese idiota no hubiera aparecido ayer, ¿no ibas a decirme nada?

―Probablemente ―confesé viéndole de reojo.

El silencio se hizo presente en el departamento. Solo el sonido de la ciudad de unos metros debajo perturbaba la quietud que llegó. Diferente era en mi cabeza, que tenía una infinidad de pensamientos y opciones. Esa siempre estaba ahí, destellando como un letrero neón como si fuera lo correcto. Tal vez sí lo era.

Peiné mi cabello hacia atrás con mi mano y levanté la cabeza para ver a JungKook. Él estaba con la mirada perdida. Detestaba esa expresión. Gritaba decepción y, si estuviera en su lugar, me sentiría igual o peor.

Tomé una gran bocanada de aire que llenó mis pulmones y luego la solté a modo de suspiro. Eso llamó su atención. No quería decir lo siguiente, pero lo dije de cualquier forma.

―Siendo honesta y aunque me duela decirlo, creo que deberíamos dejar de intentarlo. ―sugerí y frunció el ceño al instante―. No es porque no te quiera, JungKook, es porque estábamos mejor antes de encontrarnos.

―¿Cómo puedes decir eso? ¿Y todo por lo que pasamos? ¿Fue para nada?

―No quiero lastimarte.

―Entonces no lo hagas. ―Tomó mi mano―. La idea de perderte me duele, no quiero saber cómo será si sucede.

―Pero hemos peleado mucho en estos meses.

―Y lo hemos arreglado cada vez.

―Tal vez podríamos tomarnos un tiempo separados para pensarlo.

―¿Qué hay que pensar? Yo te quiero y tú me quieres, es suficiente para estar juntos. Al menos, para mí, eso es suficiente

―No se trata de los sentimientos. ―Negué―. Es que no es sano. Te mentí mucho y ni siquiera entiendo por qué no demuestras que estás enojado.

―No vale la pena. Para eso estoy hablando contigo y, si estuviera enojado, esto no resultaría.

―Tienes razón ―murmuré.

―¿Por qué sigues intentando alejarte de mí? No lo entiendo.

―Creo que es lo mejor para ti.

―Yo creo que tú eres mejor para mí. Prefiero tenerte y estar contigo.

―A veces, lo que queremos, no es lo que necesitamos, JungKook. No me necesitas y no puedo ser egoísta y escoger quedarme contigo.

―¿Recuerdas lo que me dijiste ayer?

―Lo de MinJae ―respondí. No recordaba ni siquiera que JaeHyun había llegado por mí y solo sabía que sucedió porque JungKook lo mencionó de forma vaga hace unos minutos.

Negó. ―Ayer dijiste que eras mía, HaeBi, y yo dije que era tuyo. Dijiste que me querías.

Al oírlo, la escena se cruzó por mi cabeza. El black out que tenía se estaba completando de forma bastante sencilla.

―Sí te quiero.

―Yo también te quiero, así que deja de intentar alejarme. No sería egoísta quedarte conmigo, porque yo también quiero que lo hagas. Sería más egoísta que decidieras dejarme cuando ni tú ni yo queremos eso.

―JungKook, yo no soy la misma persona que fui cuando llegué a Busan, podría dejar de gustarte en unos meses.

―Lo sé. También cambié y es lo mismo para mí. Podrías darte cuenta que no me quieres, pero quiero llevar esto hasta el final.

―De verdad creo que hay que alejarnos. ―Apegó su lengua al interior de su mejilla por la disconformidad que mis palabras le dieron―. No digo que sea definitivo, pero hay que hacerlo.

―¿Para qué, hmm? Para mí no tiene sentido, HaeBi.

―Para pensar si en serio vale la pena regresar, JungKook. No importa lo mucho que tú me quieras o lo mucho que yo te quiera, si no es sano, no debemos regresar.

―Yo solo te quiero de vuelta.

―A veces, lo que quieres, no es lo que necesitas ―repetí―. Mira, piénsalo en serio. Compara las cosas buenas y las malas que han pasado este tiempo. Determina si es sano para ti o no.

―¿Tú qué crees?

―No es sano ―respondí al instante.

―¿Entonces qué importa lo que yo piense? Ya tienes tu respuesta.

―Sí, mi respuesta, no la tuya. Cuando tengas tu respuesta, hablaremos y lo decidiremos juntos. Si al final volvemos, hay que empezar bien. Una relación es de dos, así que importa lo que tú pienses y lo que yo piense.

―Tú y yo, HaeBi. Nosotros.

―Nosotros, JungKook ―reafirmé sus palabras.

―Bien, alejémonos un tiempo ―accedió sin estar muy conforme―. De cualquier forma, tu opinión podría cambiar, ¿no?

―Siempre es una opción.

―Hasta que nos graduemos, ¿te parece? En realidad, es bastante tiempo.

Sí, lo era. Alrededor de un mes. Pensándolo así, no suena como la gran cosa, pero un mes eran treinta días, 720 horas, 43 200 minutos y 2 592 000 segundos. Dependía desde la perspectiva desde dónde se viera.

―Está bien. ―Asentí. Me mordí el labio un segundo―. Te voy a pedir algo. ―Levantó sus cejas como si preguntara qué―. Sigue esforzándote, ¿bien? Tu carrera es importante.

―También voy a pedirte algo. ―Ladeé la cabeza con duda―. Cuando regresemos, quiero que confíes en mí y me cuentes todo, incluso si es lo más mínimo.

―¿Estás asumiendo que vamos a volver? ―Le vi con un gesto divertido.

―Espero que sí.

―Seremos honestos entre nosotros ―concluí.

―HaeBi, por hoy, seamos solo tú y yo. ―Fruncí el ceño―. Estemos juntos todo el día. Quédate conmigo.

―¿No tienes cosas que hacer?

―TaeHyung hyung va a cubrirme. Me enfermé. ―Guiñó un ojo, derritiéndome.

―Hablaré con SeAh para que me ayude.

―Ya se lo pedí.

Sonreí con disimulo. ―Entonces hoy solo somos tú y yo.

¿Saben? Esa pudo ser la última vez que pasáramos juntos si al final decidíamos dejarlo. En el fondo lo sabía y, por eso, acepté. Sería una despedida anticipada si las cosas terminaban. Aunque, obviamente, no quería que lo hicieran.

🍭

3/3

Estamos super cerca de concluir este libro, pero no esta historia. *Se emociona*.

Tal vez mañana o pasado mañana haya otro maratón para terminar. Además, publicaré unos capítulos extra. Serán solo dos si no se me ocurre nada más.

Con amor y cariño, Bi. ♡

-비🌧

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top