41화
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―¿Lista? ―TaeHyung entró en la sala de prácticas que había estado usando.
―¿Para qué?
―Es una sorpresa, HaeBi.
―No me gustan las sorpresas. ―Cargué mi mochila sobre mis hombros.
―A nadie le gustan, pero todos las aman.
―Depende de la sorpresa en realidad.
―Solo confía en mí.
JungKook entró a la habitación en ese momento. Me sonrió y se acercó a abrazarme. Me apretó muchísimo y llegó a levantarme del suelo. Tenía mucha fuerza, lo aceptaba.
―Feliz cumpleaños ―susurró en mi oído y me soltó.
―¿Ya es hoy? ―fingí olvidarlo.
―Mejor vámonos, no sean melosos.
Los tres salimos y nos escabullimos. Me dejé llevar por ellos dos, porque confiaba en ambos.
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―Oh, pero si mi ex novia está aquí.
Solo de escucharle me tensé. No lo había visto después del incidente y en ese momento estaba ahí, frente a mí, junto a SeAh. Me parecía tan cínico y no encontraba una razón lógica para que fuera algún invitado.
―Lo siento ―susurró mi mejor amiga.
Quería salir corriendo. No iba a salir bien, no había forma de que las cosas salieran bien.
―Y mira, estás con tu noviecito.
TaeHyung sabía que se refería a él, por la escena de aquella vez, pero JungKook no. Él hizo puño con sus manos y me di cuenta. Le molestó.
―¿Este quién es?
―¿Te gustan los idols, HaeBi? ¿Por eso terminaste conmigo? ―Tenía una cara totalmente psicópata.
―Cállate, Han. ―TaeHyung se puso frente a mí, como si cubriera mi cuerpo de MinJae. JungKook regresó a verle con duda―. ¿Quién te invitó?
―Tan lindo, protegiendo a tu novia. ―Jeon estaba tan perdido como si mi ex novio estuviera hablando en algún idioma extranjero―. Me invité solo. SeAh tuvo que aceptarlo.
―Lárgate. No eres bienvenido por ninguno de nosotros, lo sabes bien.
―¿Por qué te enojas? No vengo a hacer problemas. Nuestra HaeBi está cumpliendo años, no quiero arruinarlo, después de todo, todavía me gusta.
―¿Te gusta? ¿Ex novia? ―JungKook ladeó la cabeza.
―Sí. ―Soltó una carcajada escalofriante―. Me gusta desde que la conocí y había conseguido que salga conmigo, pero nunca le gusté. Terminamos hace... hmm... ¿cuánto fue, HaeBi?
Agaché la cabeza con vergüenza. Había asumido que, después de que terminamos, no le vería de nuevo y no lidiaría con él, así que no le conté a JungKook, además que se cruzó con las promociones del último comeback. No pensé que algo así pudiera ocurrir; era muy improbable.
―No tienes derecho de hablarle.
―¿Por qué te gusta este y no yo? ―preguntó refiriéndose a TaeHyung, porque pensaba que él me gustaba―. ¿Ya es tu novio? ¿Cuánto tiempo te demoraste en ir corriendo a él después de terminar conmigo?
Era irónico que, después de terminar con él, en vez de correr a quien me gustaba, hubiera estado huyendo de él por vergüenza.
―Deberías respetarle si en serio te gusta ―le dijo JungKook como si estuviera molesto.
―Yo le respetaba, ¿sabes? Quería que fuera feliz, quería hacerle feliz, pero ella es muy necia y terca. Siempre me hizo ver como el malo, supongo que al final en eso me convertí.
―MinJae ―SeAh llamó la atención del nombrado ―, te daré dos opciones. Uno: empiezas a comportarte, dos: te vas y dejas de arruinar el cumpleaños de HaeBi.
―¿Estoy arruinando tu cumpleaños, bebé?
―No le hables, maldita sea. ―TaeHyung estaba más que molesto.
―Eres muy protector. ¿Estás celoso? ¿Sabes lo bien que besa? Deberías probarlo.
Decir que fue incómodo, sería muy poco, de verdad.
―SeAh ya te dio las opciones. Si no te comportas, yo mismo te voy a sacar de patadas.
―Voy a intentar comportarme ―dijo finalmente―. Esta vez no hay regalo, bebé. Perdiste lo único que te di antes.
―Bien ―soltó SeAh sin gracia―. Toma, bebe y emborráchate. ―Le dio una lata de cerveza a MinJae―. No te acerques a mi amiga o te castro.
―Bebé, tienes buenos guardaespaldas. ―Empezó a beber.
Me acerqué al auto de Han y solo tomé una botella de cerveza. Nunca había bebido antes y no me gustó ni un poco el sabor, pero no importaba. Un trago tras otro. MinJae molestando y yo tomando una botella nueva de alcohol. Me cansé tanto de su presencia que fui a sentarme a la orilla del río Han y me quedé ahí. Bebía de rato en rato de la cuarta botella que logré quitarle a SeAh.
Por fin tenía edad para beber sin que fuera ilegal.
―Oh, JungKookie, ¿qué haces aquí? ―solté mientras vi que Jeon se sentaba a mi lado. Estaba muy ebria, no cabía duda.
Dejó salir una risita por la pregunta tonta que hice. ―Es tu cumpleaños, HaeBi, no podía perdérmelo. Ya falté a los últimos cuatro.
―No creí que vinieras después de todo lo que ha pasado. Te debo una disculpa, ¿sabes? Lo siento. ―Hice una reverencia simple.
―¿Por qué una disculpa?
―Todo lo que ha pasado es mi culpa. Te oculté cosas que debí decirte.
―Sí, lo noté ―respondió con ironía.
―No fue mi intención, en serio lo siento.
―No importa. Ya está, nosotros ya terminamos, ¿no?
Sí, aún no aclarábamos lo de una semana atrás. Estábamos actuando normal, pero no quedamos en que seguiríamos intentándolo de nuevo. Seguíamos en pausa.
Sonreí de forma triste. ―Eso es lo que más me duele. Te estoy perdiendo por tonta.
―No solo te duele a ti. Estuve esperando para que regresemos de verdad y nada.
―Te explicaré todo si quieres ―dije con determinación―. Mereces saberlo.
―Si no quieres decirme, no te obligues.
―Dejé pasar mucho tiempo para decirte; si no lo hago ahora, no lo voy a hacer nunca. ―Ladeé mi cabeza―. Soy muy cobarde, así que nunca tuve el valor de decirlo estando sobria. Ahora, pregunta lo que quieras saber.
―¿Quién es él exactamente? ―Apuntó a Han, quien estaba bebiendo y riéndose solo. Me burlé internamente por la manera en la que se estaba comportando.
―Ya debiste deducirlo, el idiota lo estuvo gritando. ―Tomé una gran bocanada de aire―. Es MinJae, Han MinJae, mi ex.
―¿Cuándo saliste con él?
―La relación empezó... humm... creo que fue el día que me acompañaste a mi casa. ―Jugué con la botella de cerveza casi vacía―. Sí, fue ese mismo día.
―¿Estuviste engañándome? Jugaste conmigo.
―Lo lamento. ―Pasé mi mano por el cabello para peinarlo―. Intenté alejarte. No salió bien y lloraste, lo siento. ―Fruncí el ceño recordando―. La razón por la que dejé de usar nuestra pulsera fue porque empecé con Han. Debía sacarte de mi corazón y no pude. Jeon JungKook, tú me gustas demasiado ―le dije por primera vez en mucho tiempo―. Tenía decidido decirte las cosas cuando regresé de Canadá, porque estaba cansada de estarte mintiendo y estaba siendo infeliz con eso. ―Me detuve y pasé mi lengua por mis labios―. Aunque también hubiera querido besarte, no podía, no lo merecía. Besé a ese zopenco y no lo sé... no quería besarte por eso. Suena tonto ahora que lo estoy diciendo.
―¿Por qué no me dijiste?
―Al principio sentía que te odiaba, así que también quería sacarte de mi vida. ―Me quedé en silencio unos segundos―. Lo pensé muchas veces, JungKook; en el momento en que volviste, no había espacio en mi vida para ti; desacomodaste todo sin intentarlo. Después entendí que no, no te odiaba, me seguías gustando mucho, pero también me dolía. Sigo sin saber por qué te fuiste sin decirme y eso aún duele, sin embargo, dejó de importarme realmente. No te conté, porque soy cobarde, siempre lo he sido. No sabía cómo hacerlo, lo cual es tonto, porque no es algo muy difícil. ―Levanté la cabeza viendo la otra orilla del río Han―. Cuando decidí hacerlo, primero quería terminar con él y eso no pasó. Sabes que mi mamá no tiene idea de que estoy entrenando y Han lo descubrió por estarme siguiendo, así que amenazó con decírselo. Me asusté. De hecho, empecé a salir con él porque me chantajeó respecto a mamá y solo caí. No fui capaz de hacerle frente.
―¿Entonces? ¿Cuándo terminaron?
―¿Recuerdas el día que te pedí espacio? ―De reojo le vi asentir―. Te dije que no era por ti, era por mí. La noche anterior estaba en casa de Han, por su cumpleaños. Me hizo llegar al límite y terminé con él. Mamá pensó que era un berrinche y luego se dio cuenta que no. Humm... él pasó la raya y fue suficiente. Me sentía mal conmigo, por eso no quería verte, como si te hubiera fallado. Me enoja el hecho de que consideré dejarme mangonear de nuevo ―lo último fue más para mí.
―¿Qué quiso hacer? ―indagó entre curioso y molesto.
―Han quería... quería avanzar. Un siguiente nivel de intimidad. A él no le importaba mucho si yo no quería, iba a obligarme. Supongo que tuve suerte de escaparme. ―Me encogí de hombros de forma despreocupada.
―Voy a partirle la cara. ―Intentó ponerse de pie, pero me estiré hasta tomar su mano. Volvió a sentarse.
―No vale la pena.
―¿No te da miedo?
―Sí, claro. Solo que ahora estás aquí y vas a cuidarme, ¿verdad?
―Si me hubieras dicho, pude ayudarte antes, HaeBi ―dijo con tono de estarme reprendiendo.
―No quería decepcionarte. Ni a ti ni a mamá. Lo estuve aguantando.
―¿Por qué el dijo que TaeHyung era tu novio?
―Porque es idiota ―solté con seguridad―. La vez que me siguió y vio que estaba entrenando, TaeHyung me acompañó a la salida, porque estábamos conversando. Tiempo antes le dije a Han que alguien más me gustaba y por eso él nunca me iba a gustar, así que, cuando me vio con TaeHyung, asumió que me refería a él. Lo malinterpretó.
―Tendremos que hablar de esto cuando estés sobria. HaeBi, me ocultaste muchas cosas.
―Lo siento. ―Agaché la cabeza.
Segundos después le escuché suspirar. ―De verdad creí que ya no te gustaba.
―Nunca pude olvidarte. ―Me encogí de hombros―. ¿Me hiciste brujería o algo así?
―Podría preguntarte lo mismo a ti. ―Sonrió un poco, muy poquito.
Me pesó tanto la cabeza por el alcohol que ya tenía en el sistema, que acabé apoyándome en su hombro. Él no se movió, no se quejó y no dijo nada. Al final, acabó apoyando su cabeza en la mía y tomó mi mano.
―Creo que me gusta que siempre hueles como a bebé. Todavía es así. ―Mencioné cerrando mis ojos―. Lo siento.
―Deja de disculparte. Hablaremos de eso después.
―¿No me odias?
―Nunca podría.
―Eres tan irreal ―murmuré y empecé a perderme. Tenía sueño, pero no quería dormirme todavía.
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―¡JungKook, trae a HaeBi! ―Era la voz grave de TaeHyung.
Abrí un poco mis ojos. Aún seguía en la misma posición de hace unos minutos. Estaba empezando a dolerme la cabeza con una intensidad mayor y no me gustaba.
―Vamos. ―JungKook movió mi mano y luego acarició el dorso de esta con su pulgar.
―Quiero dormir.
―Podrás hacerlo cuando llegues a tu casa. Ahora, levántate.
Se puso de pie sin soltarme y me ayudó ha erguirme. Me tambaleé un poco hasta que conseguí equilibrio. Sonreí viendo a JungKook y solo me di la vuelta para ir a donde estaba SeAh, TaeHyung y MinJae. Jeon fue detrás de mí, sin soltarme.
Vi el pequeño pastel con las velas en él. Me cantaron el feliz cumpleaños y luego pedí un deseo antes de apagar la vela, aunque no recuerdo que fue. Nadie quiso comer del pastel, así que mi mejor amiga lo guardó.
―¿Y mi hermano? ―Vi a SeAh a los ojos mientras le tomaba de la muñeca―. ¿Le invitaste?
SeAh fue la primera persona con la que hablé del descubrimiento de mi padre y de que JaeHyun era mi hermano. Ella lo sabía y, como ya lo conocía, se alegró. De hecho, ella fue quien acabó de convencerme para aceptar a HyunBin como mi papá.
―Ya está viniendo.
―Debería estar aquí. ―Hice un puchero.
TaeHyung me había estado viendo con el ceño fruncido. Entendí por qué cuando preguntó:
―¿Cuántas se tomó?
―Tres.
―No, no, no. ―Moví mi índice de lado a lado desmintiendo las palabras de SeAh―. Fueron cuatro. ―Hipé.
―Así que tú te robaste la botella. ―Me apuntó de forma acusadora.
―¿Qué botella? ―Intenté fingir mi inocencia siendo que confesé el crimen segundos antes.
―Dios, estás muy ebria.
―No, solo poquito. ―Hice la seña de casi juntar mi índice con mi pulgar―. Poquito.
―Mañana te vas a arrepentir.
―¡JaeHyun oppa! ―Levanté mis brazos, soltando a JungKook, viéndole llegar y le abracé cuando estuve cerca―. Creí que no ibas a venir.
―Tenía clases extra, enana. ―Me devolvió el abrazo―. De hecho, solo vine para llevarte a casa. Veo que estás ebria. La próxima vez tienes que llamarme para que pueda cuidarte.
Chasqueé la lengua y negué. ―No necesitas cuidarme, tengo a JungKookie.
Solo entonces mi hermano notó la presencia del mayor e hizo una reverencia extraña sin soltar el abrazo. El contrario correspondió la acción.
―Despídete, te llevaré a tu casa.
Negué con ímpetu y dejé de abrazarle. ―Yo me quiero ir con JungKook.
―¿Qué dices? HaeBi, estás ebria.
―No, estoy bien. Mira. ―Intenté ponerme en un pie, pero perdí el equilibrio. Empecé a reír de forma boba. Estaba haciendo el tonto.
―Ven, vamos. ―JaeHyun intentó acercarse para tomar mi mano.
―¡Qué no! ―Me sacudí―. JungKook, ¿puedo quedarme contigo?
―Deberías dejar que tu hermano te lleve a casa.
―¿Es que ya no me quieres? ―Mis ojos se aguaron―. Pero ya te pedí perdón.
―Sabes que te quiero mucho, solo que deberías irte con él.
―Me quiero quedar contigo toda la vida. Te extrañé mucho, JungKookie.
―Hyung, si quieres, puedes llevártela. Solo recuerda que te denunciaré si algo le pasa, aunque confío en ti.
Esa fue la primera vez que ambos se encontraban. Me agradaba que fuera tan normal.
―Llévale a tu departamento, Kook. Está demasiado borracha, tal vez su mamá se enoje con ella porque bebió.
―Es verdad, YoonJi es un tanto conservadora. ―SeAh hizo una mueca―. Si te parece bien, le diré que se quedó en mi casa.
―No sé. No creo que sea una buena idea. ―Se rascó la nuca con nerviosismo.
―¡Bebé! ―MinJae levantó la mano como si pidiera la palabra―. Puedes ir a mi casa. ―Se tocó el pecho y sonrió de forma tonta.
―Ya deja de decirme así, idiota. ―Fruncí el ceño y me crucé de brazos―. Nosotros terminamos hace meses.
―Dame un beso. ―Abrió sus brazos y empezó a acercarse a mí, pero sus pies se enredaron y se cayó de frente―. ¡Mi bello y hermoso rostro!
No pude evitar reírme de él. ―Eres un desastre, Han.
―Bien. ―JungKook tomó mi mano―. Ustedes llévense a este y yo llevo a HaeBi conmigo.
Tiró de mí de camino a la calle principal mientras se acomodaba su tapabocas con su mano libre. Sonreí solo de verle.
―¿Me cargas? ―Me detuve levantando mis manos hacia él como si fuera un bebé y puse mi mejor carita de cachorro.
―¿¡Por qué me dejas de nuevo, HaeBi!? ¡Te amo!
―¡Yo te odio! ¡Cierra la boca! ―grité levantando un poco la cabeza en lugar de girarla, siendo que MinJae estaba detrás mío―. JungKook ―llamé su atención moviendo mis manos con los brazos aún estirados.
―¿Quién se cree? Le podría partir la cara sin esfuerzo ―murmuró
Bufé y me acerqué a él para que, al menos, me abrazara, pero no lo hizo. Estaba viendo a Han como si lo estuviera asesinando en su mente. Bajé mis brazos con molestia.
―¡Jeon JungKook, no me ignores! ―Llevó su atención a mí con un gesto molesto―. ¿Por qué perderías el tiempo con Han?
―Porque es descarado y se sigue metiendo contigo. Me molesta, HaeBi, porque tú eres mía.
―¿Soy un objeto para ti? ―Ladeé la cabeza.
―No, ¿por qué?
―No soy tuya, JungKook.
―¿Eso qué quiere decir? ¿Qué ya no te gusto?
Negué. ―No dije eso. Solo digo que no soy un objeto, así que no me puedes poseer.
―Antes sí me dejabas decir eso. Sabes que soy posesivo y más si es contigo. Me da miedo perderte.
―Abrazo. ―Volví a levantar mis brazos y por fin me correspondió el gesto―. Si dices que soy tuya, ¿también eres mío?
―Siempre. Soy solo tuyo.
―Pero tienes miles y millones de fans. También eres suyo.
―No es lo mismo. Tú eres a quien quiero y, aunque amo a ARMY, no es el mismo tipo de amor. ―Apoyó su cabeza en mi hombro―. Sé que tú puedes verme como Jeon JungKook y no como JungKook, el idol. Te daré todo de mí.
―Entonces también te daré todo de mí. ―Me separé y le tomé de las mejillas. Sonreí un rato solo por ver sus ojos brillantes―. Desde hoy, primero... no, no ―Negué escuchando una risita suya―. Dos de enero de 2017, acepto que digas que soy tuya.
―Desde hoy vuelvo a ser tuyo también.
Bajé lo suficiente el cubrebocas hasta dejar ver sus labios y jalé un poco de él para poder darle un corto beso. Después volví a acomodar el accesorio y junté nuestras frentes.
―Lamento no decirlo antes y no haber dejado que lo digas, aunque ya lo dijiste. Así que ahora es mi turno. Jeon JungKook, me gustas mucho. Te quiero.
―Lo estuve esperando, HaeBi. ―Me abrazó más fuerte―. También te quiero. ―Nos quedamos sin movernos unos segundos―. Deberíamos irnos ya.
―Sí.
Giré un poco y vi que los otros cuatro seguían ahí. «Que vergüenza», pensé y empecé a sonrojarme. JungKook tomó mi mano y empezó a guiarme a no sé dónde. TaeHyung había dicho su departamento, pero no sabía dónde quedaba eso. Ni siquiera sabía que tenía un departamento.
―¿No era tu novia?
―No, Han.
―Por fin sucedió.
―Mi bias sale con mi hermana. No lo puedo creer, que orgullo.
―Aish, me dejó por un idol.
―Cállate ―le dijo SeAh y se escuchó un golpe―. JaeHyun, ¿puedes llevarte a este?
―Oh, sí. Lo dejaré tirado frente a su casa. Vamos.
―No me trates así. Soy delicado.
No pude escuchar más o tal vez olvidé el resto, no podía estar segura. Mi sangre estaba llena de alcohol y advertía la resaca del día siguiente. Aun así, lo único que me importaba era que estaba con JungKook y ¡lo besé! Mi corazón no dejaba de latir a un ritmo anormal.
🍭
2/3
Dato Random: En un principio, MinJae no iba a ser tan desagradable, pero la historia me hizo hacerle de esa forma a medida que la historia avanzaba.
-비🌧
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