37화

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El inicio de noviembre estaba siendo algo frío y lluvioso. En definitiva debían ser mis climas favoritos. Después de todo, siempre era más sencillo abrigarse que quitarse el calor.

Estaba llegando a entrenar después de clases, como era habitual desde junio. Lo malo era que SeAh no me estaba acompañando, porque estaba muy concentrada estudiando y practicando para las pruebas de ingreso, pues el último semestre se centraba en eso; y JaeHyun tuvo una cita. Por mi lado estudiaba cada tanto, pero no estaba muy centrada en eso.

Frente a la entrada distinguí una chica que se movía de un lado al otro con la cabeza gacha. Pensé que podría ser una fan o algo así, hasta que le vi dispuesta a entrar. Sin embargo, acabó arrepintiéndose y volvió a la posición inicial.

―¿Vas a entrar?

Dio un respingo tocándose el pecho. ―Sí, lo haré.

―¿Puedo preguntar para qué?

―Vengo a firmar el contrato, porque pasé la audición. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí?

―Entreno aquí. ―Le sonreí y ella se relajó―. ¿Cómo te llamas?

―Soy Lee HaYoung. ―Hizo una reverencia―. Nací en el 99. Por favor cuida de mí, sunbae.

Se me hizo extraño el honorífico.

―Yo soy Kwon HaeBi. Nací en el 98, pero no necesitas ser formal conmigo. ―Ella volvió a inclinarse―. Solo entra y hazlo. Oh, por cierto, felicidades.

Me despedí con la mano y, cuando estaba esperando el ascensor, vi a HaYoung entrar e ir directo a la recepcionista. Intercambiaron palabras y señaló en mi dirección. Ella agradeció, se inclinó y corrió a mi lado. Llegó justo cuando el ascensor se abrió. Ambas entramos y presionamos los botones a nuestros pisos respectivos.

De reojo le vi temblar.

―Oye, relájate, ¿sí? Nadie va a comerte.

―Es solo que aún no lo asimilo. Las audiciones fueron hace meses y creí no haber pasado cuando de pronto, bam, el correo de aceptación. Fue irreal.

―Debiste sentirte muy feliz.

―¿Cómo fue para ti, unnie?

―Yo fui un caso especial. Podremos hablar cuando haya más tiempo ―le sonreí―, llegué a mi piso. ―Apunté y me despedí de nuevo

Caminé por los pasillos para ir al estudio de NamJoon.

El líder me dijo que tan solo ocuparía un día, pues una semana era mucho tiempo que, en ese momento, no tenía. Ni él ni ninguno de los otros seis. También escuché que estaban preparando el siguiente comeback, así de rápido.

Al llegar a su estudio toqué la puerta y NamJoon salió a recibirme. Me hizo entrar y admiré el espacio y la colección de figuritas que tenía ahí. Era distinto al de YoonGi y, claro, era de suponerse. No tenían personalidades iguales.

―Ven, siéntate aquí. ―Giró una silla extra a mí y después se sentó en la suya―. Como sabes no tenemos tiempo, así que iré al grano.

Asentí acercándome y sentándome a su lado. Él mayor hizo algo en su computador durante unos minutos más hasta que, supuse, terminó. Se cruzó de brazos y giró para verme.

―¿Has estado descansando bien, sunbae? ―pregunté al notar el cansancio en su rostro.

―Lo normal en estás épocas. ―Se encogió de hombros y optó por ir al tema central, el motivo de mi visita―. ¿Has buscado tu nombre en internet? ―Negué. Ni siquiera había pensado en hacer algo así. ¿Por qué?―. Hoy lo harás y quiero que leas cada comentario ―indicó.

Saqué mi celular sin refutar, abrí el navegador y busqué mi nombre. Había noticias de todo tipo, en general hablando sobre la cantidad de veces que estuve en la cima del top de estudiantes y lo increíble que eso era. Fui de página en página. De una publicación a otra.

"Seguro hace trampa". "Seguro tuvo cirugías, no puede ser natural". "Es fea". "Quítale el maquillaje y se vuelve un monstruo". "Yo estudié con ella, es fea y muy falsa". Ese tipo de comentarios se quedaban en mi mente. Los buenos que había eran opacados. Ver tantas respuestas que decían estar de acuerdo dolía. Había empezado a llorar sin darme cuenta. ¿Eso pensaban de mí? Mi esfuerzo no les importaba.

―¿Por qué tengo que hacer esto, NamJoon sunbae? Duele.

Tuve una nueva nota mental: No buscar mi nombre en internet y menos leer los comentarios en artículos sobre mí.

―Tienes que saber que habrá comentarios iguales o peores cuando debutes. No necesitas hacer caso de ellos, porque siempre habrá alguien apoyándote. Incluso si es una persona, debes hacer caso de ella. Se volverá tu fortaleza ignorar esos comentarios hirientes.

Me mostró su celular con un grupo en una red social. ¿Su nombre? Fans de Kwon HaeBi. No tenía idea de que ese tipo de grupo existía. No tenía muchos miembros, pero ya estaba feliz. Aún no era un idol como para tener un club de fans, pero ya tenía personas apoyándome por mi esfuerzo previo.

Tomé el celular de NamJoon y leí una publicación:

Siendo honesto, a veces no entiendo porque la gente habla tan mal de HaeBi. La he visto esforzándose y estudiando. Realmente la admiro por eso. Ojalá yo pudiera ser tan buena como ella lo es.

No podía evitar querer leer los comentarios. La gente estaba de acuerdo con esa persona. Y, después, ahí estaba alguien diciendo cosas ofensivas. La única diferencia es que esta vez no estaban de acuerdo, me defendían.

Sonreí.

―Siempre habrá alguien para defenderte. ―Oí de NamJoon―. Así que no necesitas hacer caso de las críticas. A menos que sean constructivas, claro está. ―Sonrió dejando ver sus hoyuelos.

―Aun así, duelen.

―Lo sé, pero puedes cerrarles la boca. Eres buena, así que eso no será un problema. No necesitas decir algo al respecto, solo demuéstralo. Habrá personas que sepan apreciar tu esfuerzo.

―Entonces, ¿solo ignoro los comentarios?

―Ignorarlos es difícil a veces, pero no dejes que te afecte lo que otros digan, ¿bien? ―Asentí―. Ese es mi pequeño granito de arena para ti. ―Despeinó mi cabello con su mano mientras sonreía―. Ya puedes irte, HaeBi.

―Gracias por todo, sunbae. Lo recordaré siempre. ―Me levanté e hice una reverencia de noventa grados a lo que NamJoon negó como si dijera que no era necesario―. Entonces te dejo trabajar.

Giré y caminé hasta la puerta. Cuando abrí esta, NamJoon me detuvo.

―¡Cierto! JungKook está en el estudio tres. Puedes pasar a saludarle. Seguro hasta se pone a saltar por verte.

―¿Y ese estudio está en dónde?

―En el piso de abajo. Hazme el favor y llévale algo de comer también, porque siempre se le olvida cuando está concentrado.

―No sé si tenga tiempo justo ahora, sunbae ―confesé―. Debo ir a entrenar y MiEun sunbae no tolera que llegue tarde.

―Puedes usarme de excusa, te cubriré la espalda. Si alguien pregunta, estuviste conmigo por lo que Bang PD pidió. Solo anda a ver a JungKookie, ¿estamos?

Sonreí y volví a inclinarme. ―Eres el mejor, NamJoon sunbae.

―Bueno, eso es todo. Ahora sí puedes irte.

Nos despedimos por última vez agitando la mano y salí. Pasé por el comedor y tomé una que otra cosa, además de agua, para llevárselas a JungKook. Fui con rapidez al ascensor y bajé un piso. Me demoré unos minutos en encontrar el estudio. Al verlo, me acerqué y abrí la puerta con cuidado para no hacer ruido. Al ser estudios generales, no tenían clave como los de NamJoon, YoonGi y, suponía, HoSeok.

Asomé la cabeza y le vi sentado frente a los monitores mientras reproducía una y otra vez alguna pista de base. Sonaba bien para mí. Acabé de entrar y cerré la puerta con cautela. Estaba tan concentrado que no sintió que entré.

Me aproximé a él sin más y me detuve detrás de él. Tapé sus ojos y él saltó por el susto. Estuve a punto de reírme.

―No voy a matarte, ¿por qué te asustas?

―Porque estaba súper concentrado. ―Puso sus manos en mis muñecas y las bajó hasta juntarlas sobre su pecho. Me hice a un lado y le di un beso en la mejilla―. Aquí. ―Señaló sus labios.

Sonreí y negué. ―Hoy no.

―¿No tienes práctica ahora? ―preguntó viendo el reloj de la pantalla del computador.

―NamJoon sunbae dijo que iba a ayudarme para que pasara a verte. Si cualquiera pregunta, estaba con él.

―Ven. ―Me hizo sentarme en sus piernas y me abrazó acomodándose para seguir trabajando en lo que sea que estaba haciendo. Recargué mi cabeza sobre su hombro.

―¿Qué hacías?

―Estoy intentando aprender a componer.

―¿Has comido algo?

Dejó de ver la pantalla e hizo contacto visual conmigo. ―Adivina.

―Supongo que no, por eso te traje comida. ―Me saqué la mochila sin moverme mucho y la puse sobre mis piernas. La abrí y le enseñé el contenido al mayor―. Todo tuyo.

―¿Tú te incluyes en el paquete?

―Estamos hablando de la comida, JungKook. ―Le di un golpecito en el brazo―. ¿De dónde piensas sacar energía para las presentaciones si no comes? Anda, toma. ―Saqué una bolsa, la abrí y se la tendí. Abrió la boca esperando que le diera de comer―. No eres un bebé.

―Dame de comer mientras trabajo, ¿sí? Ahorremos tiempo.

―¿Vas a dejarme escuchar? ―Asintió―. Bueno, te doy de comer y tú trabajas.

―¿Sabes? Creo que eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

―Yo creo que tuve mucha suerte de conocerte. ―Sonreímos mientras nos veíamos.

Se acercó a darme un beso esquimal y después volvió a trabajar mientras yo le ponía la comida en la boca. Cada tanto ponía a reproducir la pista en la que trabajaba y seguía moviendo cosas por aquí y por allá.

🍭

―¿Dónde estabas? La práctica terminó hace media hora. Deberías estar con GeoNu. ―Vi a MiEun al bajar del elevador con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

―Estaba con NamJoon sunbae porque me lo pidió.

―Debiste avisar al menos. ―Agaché la cabeza―. Corre al estudio. Ojalá GeoNu te deje entrar.

Hice una reverencia y fui hasta donde estaba mi instructor de canto. Al llegar me vio con neutralidad y yo noté a la chica que vi hace poco más de una hora. El mayor me hizo una seña de que entre y me siente.

―Te reprendería, pero no será necesario. Estuve dándole instrucciones a HaYoung porque acaba de llegar. De haber llegado a tiempo, te habrías aburrido.

Me relajé y solté una bocanada de aire que estaba conteniendo. Después empezamos a practicar juntas con una canción que GeoNu escogió. La media hora restante voló para mí. Tomé mis cosas con prisa para irme y llegar a la sala de práctica donde estaba esperándome YeonJun. Apenas unos días de práctica, pero estaba exhausta. La rutina era bastante impresionante y, además, tenía el toque de que cantaríamos mientras la bailábamos.

Cuando estaba a medio camino escuché a alguien llamarme. Me detuve y giré. Era la misma chica de antes. Lee HaYoung. Parecía una buena persona.

―¿Necesitas algo?

Llegó frente a mí. ―Me preguntaba si podría entrenar contigo ahora. No conozco a nadie y no sé a dónde ir.

Me mordí el labio frunciendo el ceño. ―Me encantaría practicar contigo, de verdad, pero estoy practicando con alguien para la evaluación mensual.

―Oh, está bien, unnie. No quería molestarte. ―Hizo una reverencia y luego sonrió―. Supongo que nos vemos y hablamos luego.

―¿Sabes qué? Ven conmigo. ―Le tendí mi mano y la tomó mientras sonreía de felicidad―. Puedes estar ahí hoy, no creo que a YeonJun le importe.

―¿Es un chico? ―preguntó nerviosa y se sonrojó.

―Es muy bueno, como persona y trainee, descuida.

―¿Es guapo?

Sonreí con incomodidad. No había pensado en eso porque solo tenía a JungKook en la cabeza. ―Sí, diría que sí.

―Unnie, ¿conoces a BTS? ¿Los has visto en persona?

―¿Por qué?¿Eres ARMY? ―inquirí lo primero que pensé.

Asintió con ímpetu. ―Me gustan mucho todos, pero mi favorito es JungKook oppa. Es muy guapo.

Empecé a sentirme incómoda y solo apreté los labios. Decidí ignorar sus palabras y cambiar de tema. Era extraño escuchar su forma de expresarse de ellos, porque yo los tenía súper cerca y nunca había pensado en ellos solo como idols.

―Vamos rápido. No quiero que YeonJun espere.

Giré y caminé tirando de ella hasta la sala que YeonJun y yo proclamamos nuestra hasta la siguiente evaluación mensual. Entré y le vi usando el portátil. Supuse que estaba poniendo la canción. Cuando escuchó la puerta, volteó y nos vio.

―¿Traes una invitada?

―Sí. Es nueva. Se llama HaYoung. Los dos son del 99. HaYoung, él es YeonJun.

―Es un gusto. ―Le sonrió y ella hizo una reverencia―. HaeBi, estuve pensando en una parte y quiero cambiar los pasos.

―Claro, déjame ver. ―Asintió y siguió en la computadora acomodando la pista―. Siéntate donde prefieras, HaYoung.

La nombrada soltó mi mano con una sonrisa y fue a sentarse justo delante de los espejos, en la mitad. El menor se puso en media sala y esperó que llegara la parte que quería cambiar. Me la enseñó y me gustó tanto la variación que no dudé en aceptar su propuesta. Seguimos practicando con los ojos atentos e ilusionados de HaYoung sobre nosotros. Ella incluso aplaudía cada vez que terminábamos la rutina. Me agradó, exceptuando por la forma en la que habló de Jeon.

¿Celos? No, ¿qué es eso? Moriría de ellos por la cantidad de fans alrededor de todo el globo terráqueo. Solo fue incómodo.

🍭

Estábamos a mediados de mes, un fin de semana normal, practicando. Sí, estábamos. Después de HaYoung empezaron a llegar más y más chicas. Ya no era la única trainee en todo el edificio. Nos dividieron en grupos de diez. Para mi suerte, me tocó con Lee. A ese punto podría decir que éramos muy cercanas, casi amigas.

Justo en ese momento todas se encontraban regadas en la sala conversando y yo estaba sentada con HaYoung a mi lado. Era tiempo de descanso porque MiEun salió unos minutos. Acabé de desparramarme hasta acostarme en el piso usando las piernas de Lee como almohada.

Saqué mi celular con los ojos cerrados después de sentir que vibró y contesté sin ver quien era. Puse el auricular junto a mi oreja. Sentí unas manos en mi cabello. Me imaginaba que la menor iba a trenzarlo para distraerse. Ya se le había hecho costumbre.

―¿Dónde estás? Quiero verte.

―Estoy practicando.

―¿En qué sala?

―En la que se supone que debo usar desde que entré.

―¿En el piso de los trainees? ―Confirmé―. Bien, voy a verte.

―¿Qué? No, no puedes. ―Abrí mis ojos con sorpresa.

―Tengo tiempo, sí puedo.

―No, escúchame, no debes.

―Es una pena, ya llegué.

Colgó la llamada y cinco segundos después la puerta de la sala de prácticas se estaba abriendo. Los ojos de todas fueron a parar en la entrada y las otras nueve chicas empezaron a gritar como fans que seguro debían ser. JungKook puso su mirada en mí y apreté mis labios. «Le pasa por terco», pensé.

―¡JungKook oppa! ―La mitad de las chicas se acercaron a él―. ¿Qué haces aquí, oppa?

―M-me equivoqué de sala ―respondió nervioso.

―Oppa, ¿nos puedes dar tu autógrafo? ¿Podemos tomarnos una foto contigo?

―No, lo siento. ―Hizo una reverencia―. Tengo que irme.

Así es como huyó de la escena del crimen. Después mi celular vibró y lo desbloqueé para ver un mensaje de él. Tan simple como decirme: Sal ahora. Suspiré y guardé mi teléfono de nuevo.

HaYoung, que había dejado de jugar con mi cabello, habló: ―No puedo creer que acabo de ver a mi bias. ¿También lo viste? Es perfecto.

Sonreí con incomodidad. ―Voy al baño.

Empecé a caminar hasta la salida. Escuchar todos esos comentarios sobre la reciente intromisión no me resultó agradable. Lo último que oí antes de cerrar la puerta fue:

―Sigue siendo un bebé, todavía le dan miedo las chicas.

Salí con el ceño fruncido y vi a JungKook a unos pasos. Fui hasta él y me hizo entrar en otra sala que, por suerte, sí estaba vacía. Dejó salir un suspiro sonoro.

―Debiste hacerme caso ―le dije cruzándome de brazos y con seriedad.

―¿Cómo iba a saber que estabas con alguien más?

―Ya, ni siquiera me escuchaste. ―Levanté una ceja―. Fue demasiado incómodo.

―Tendré más cuidado, lo prometo.

―No quiero que vuelvas a hacerme visitas a menos que yo te lo pida. JungKook, ya no entreno sola, no podemos vernos como antes.

―Pero solo podemos vernos aquí. ―Puso una mueca triste.

―No es mi culpa y no quisiera repetir algo como lo que acaba de pasar.

―¿Entonces? ¿Cómo vamos a vernos?

―Tal vez no podamos. Cada chica de la sala de al lado es fan de ti o de BTS, no quiero que sepan de esto.

―Sí, te entiendo, HaeBi. Pensaré en algo para que podamos vernos. Tal vez mis hyungs puedan ayudarme.

Relajé mi postura. ―Bueno, como sea. Lo hecho, hecho está. ¿Para qué querías verme?

―¿Necesito una razón?

―Desde hoy sí.

―Solo estaba empezando a extrañarte.

Negué con una leve sonrisa. ―Cuando eso pase, solo pídeme que vaya a verte. Eso es más fácil.

―¿Vendrás cuando sea?

―Iré si es una hora prudente y no tengo prácticas.

―Puedo conformarme con eso. ―Sonrió y se acercó para tomar mi mano―. ¿Hoy ibas a ver a JiMin hyung?

―Sí. Lo haré en la tarde, porque tengo tiempo.

―Después de eso, ¿puedes ir a verme?

―Bueno. ¿Dónde vas a estar?

―En el estudio de siempre.

―Entonces te veo ahí. Me voy antes de que MiEun regrese. ―Me puse de puntillas y le di un beso en la mejilla antes de irme.

🍭

En el momento que entré a la sala que JiMin me indicó, le vi bailando muy concentrado una coreografía de una canción instrumental. Parecía danza contemporánea o algo así. Debía admitir que era curioso y me gustó el estilo.

El mayor me recibió, nos saludamos y me dijo que quería bailar conmigo, porque JungKook le había comentado que me sabía las coreografías de ese comeback. Al principio, me dio vergüenza que me viera, porque estaba muy segura de que iba a arruinarlo. Al final, solo pasamos riéndonos cada vez que me equivocaba en algo. Él volvía a explicarme y luego empezábamos de nuevo. JiMin me agradaba.

Cuando ambos estábamos cansados, nos sentamos frente a los espejos en silencio mientras tratábamos de descansar un poco antes de seguir, porque sí, Park quería seguir bailando.

―Creo que iré directo al grano, como Nam hyung ―anunció de pronto.

―Entonces te escucho. ―Giré un poco mi cuerpo en su dirección.

―¿Te cuento algo? ―Asentí con calma―. Aún estoy inseguro de mis capacidades. Pero cuando subo al escenario confío en mí. En que puedo hacerlo bien. Al bajar ellas vuelven y quiero que se vayan, pero no lo hacen.

―Pero eres muy bueno, JiMin sunbae .

―Dime oppa. ―Sonrió convirtiendo sus ojos en finas líneas―. Pero, ¿sabes? No es fácil creer eso cuando eres inseguro.

―Lo entiendo. Yo también soy insegura de mí. Nunca me he creído capaz de lograr algo grande.

―Ya obtuviste el primer lugar entre los estudiantes de Corea. Eso es un gran mérito.

―Si, pero nunca apunté a eso. Aún siento miedo de caer de ahí arriba y seguro eso va a pasar. Ya no estoy pensando tanto en estudiar como antes.

―Solo debes confiar en ti, así como yo cuando subo al escenario. Te prometo que todo estará bien sin importar lo que pase.

―Tomaré tus palabras, oppa. Confiaré en mí. ―Le sonreí.

―Eso es todo, HaeBi. Ya puedes ir a ver a JungKook. Solo te hice quedarte a bailar conmigo para molestarle ―confesó y se rio―. Hubiéramos acabado mucho antes.

―Te tomaré la palabra. Me voy entonces. ―Me levanté y acomodé mi pantalón―. No practiques tanto, cuida de tu salud, JiMin oppa.

―Solo lo suficiente. ―Me guiñó el ojo―. Vete antes de que le den celos y venga por ti.

Hice una reverencia y salí despidiéndome con la mano también. Caminé directo hacia el estudio y estuve ahí con JungKook conversando cada que necesitaba un respiro. No me aburrí solo porque me gustaba ver cómo acomodaba grabaciones en el programa de edición de audio. También cómo creaba conjuntos de acordes y luego los tocaba con el teclado simulando ser un piano o algún otro instrumento musical. Además, estaba su cara de concentración. Era muy lindo.

En definitiva, nada me parecía aburrido si estaba con JungKook.

🍭

3/3

Fin de este pequeño maratón. UwU

-비🌧

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