35화

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Era domingo, 9 de octubre. Tenía muy clara la fecha, porque fue el cumpleaños de Han y un día pesado.

Como la vez pasada que fuimos a su casa, estábamos de camino en el auto de mamá con la radio encendida. Ella había insistido en que usara un vestido debido al evento y a la cantidad de personas importantes que conocería, pero no me importó y me puse jeans negros, un top ceñido, una sudadera blanca enorme y unas zapatillas del mismo color. Era igual usar o no un vestido, eso no cambiaba nada.

―Al menos pudiste arreglarte más, cariño.

―¿Por qué?

―Porque es el cumpleaños de tu novio. Además, habrá mucha gente importante ahí. Deberías causar una buena impresión. Tu futuro jefe podría estar ahí.

―De cualquier forma, ya no importa. ―Señalé la casa de los Han a unos metros―. Estamos por llegar.

Nuestra conversación terminó ahí.

El proceso fue el mismo que la vez pasada: timbrar, aparcar el auto y bajarnos para entrar en la gran casa.

Se suponía que era el cumpleaños de un joven adulto llegando a la mayoría de edad, pero claro, MinJae no iba a tener una fiesta normal. Había personas en el jardín conversando, vestidas muy formales y sosteniendo una copa con algún licor muy fino en ella. Dentro de la casa era exactamente igual. Incluso personas que parecían de mi edad y niños actuaban como los adultos. Nadie hacía algo inoportuno, como si tuvieran papeles que actuar a la perfección.

El par de anfitriones conversaban con un señor mayor, así que mi madre dijo que esperaríamos para saludar y entregar el regalo al homenajeado. Ella compró un reloj carísimo que Han no se merecía.

Durante el poco tiempo de espera, vi un escenario improvisado donde estaban acomodando los instrumentos que alguien tocaría más tarde. Después un niño tiró de mi sudadera para llamar mi atención. Me hizo señas de que me agache y lo hice. Mamá se había ido a hablar con alguien más.

―Oye, eres muy bonita. ―Sus mejillas estaban sonrojadas y apartaba la vista cada tanto―. ¿Quieres ser mi novia? ―Enseñó una flor que tenía escondida detrás de su espalda.

Acepté el pequeño presente y le sonreí. ―Ni siquiera me conoces, amiguito. No sabes mi nombre y yo no sé el tuyo.

Sus ojitos se abrieron como si hubiese dicho algo sorprendente. Me provocaba demasiada ternura.

―Me llamo Han MiReu. Tengo siete. ―Representó el número con sus dedos―. Seré el jefe cuando sea grande y MinJae hyung se retire.

―Yo me llamo Kwon HaeBi y tengo dieciocho, así que me temo que no podré ser tu novia. Soy muy mayor para ti.

―Pero eso no importa. Una mujer con experiencia ―soltó de forma casual. Apreté mis labios.

―MiMi, no vas a robarte a mi novia; menos en mi cumpleaños y en mi delante.

El pequeño vio a MinJae parado a un lado de mí y le sonrió. Corrió a él y Han le cargó a la vez que me erguí y crucé mis brazos viendo la escena. Me seguiría dando ternura de no ser porque mi novio era parte de ella.

―No sabía que era tu novia, hyung.

―También es mi futura esposa. ―Rodé los ojos.

―¿En serio? ―El mayor asintió con una estúpida sonrisa en sus labios―. Cuando sea grande, también quiero una novia así de bonita.

―NaRi es linda. ―Señaló a una niña que estaba en un rincón sola. Parecía ser tímida―. ¿Por qué no le hablas?

―Ella nunca me responde. Ya me cansé de rogarle. ―Cruzó sus brazos.

―Por ahí escuché que le gustas. ―El pequeño dejó salir una sonrisita―. Solo es muy tímida. ―Devolvió al niño al suelo―. Corre, anda a hablarle.

―¿Tu primo?

Asintió y tomó mi mano. ―Ven, te presentaré a todos.

Una persona tras otra. Me dijo el nombre y su título, después hacíamos reverencias de noventa grados y continuábamos con la siguiente. En realidad, me importó tan poco que no recordaba el nombre de nadie, además del sinnúmero de veces que escuché el apellido Kim. Me sentía fuera de lugar y solo quería irme. También me felicité por estar con zapatos cómodos, porque los pies terminaron por dolerme; no quería imaginar cómo sería para esas otras chicas usando tacones. Las compadecía.

La última persona fue su padre. Hablamos unos minutos sobre temas triviales o de negocios y su empresa. Temas que a mí me entraban por un oído y me salían por el otro. En definitiva, ese mundo no era para mí.

Bostecé cuando el señor Han se alejó para hablar con alguien más. Ya quería largarme para poder dormir, en parte porque al día siguiente teníamos clases.

―¿Quieres ir a descansar? Podemos ir a mi habitación.

―No, está bien.

―Bebé, no quiero obligarte a seguir aquí si ya estás cansada. Tal vez estás abrumada.

―De cualquier forma, tengo que esperar a mamá.

―Puedo llevarte a mi habitación para que descanses. No creo que la señora Kim tenga planeado irse pronto. ―Apuntó a mi madre, quien hablaba animada con algún CEO de quien no recordaba el nombre.

Suspiré. En serio necesitaba descansar y al final accedí a que me llevara.

Subimos al segundo piso y él me guio hasta su habitación. Me hizo entrar, encendió la luz y después entró y cerró la puerta. Vi la cama y me tentó mucho dormir ahí. Era king size y además las mantas se veían muy suaves.

Antes de poder acercarme, Han tomó mi muñeca y me hizo voltear a verle. Tenía una sonrisa curiosa en sus labios.

―Quiero hacer algo contigo. Hazlo por mi cumpleaños.

―Solo quiero descansar, MinJae.

―Quiero que seas mía en un siguiente nivel, bebé.

«¿Acaso él se refiere a... eso?». Daba igual.

―No quiero. Déjame descansar, en serio lo necesito.

Él negó y me ubicó contra la puerta. Me acorraló con sus brazos y me vio de forma sombría. Estaba asustada por esa actitud, pero quería disimularlo.

―Debes compensarme. Incluso perdiste la pulsera que te regalé. ―Se acercó con la intención de besarme, pero giré la cabeza.

―No, MinJae. No quiero hacer nada contigo.

―Si no lo haces, le diré a tu mamá lo que has estado haciendo. Una trainee ―dijo con burla―. Sería decepcionante para ella.

Y lo consideré. Por un maldito segundo se me cruzó aceptar la tentativa que no me agradaba. Un segundo que terminó cuando intentó meter su mano por debajo de mi sudadera.

Le empujé al instante. Mis ojos expresaban rabia y enojo.

―¿Sabes qué? Ya no me importa. Puedes decirle lo que se te dé la gana.

Giré un poco y tomé el pomo de la puerta. Mi intención era irme, pero no pude. Él me alejó de la salida con agresividad y me llevó hasta su cama contra mi voluntad. Hizo que me sentara ahí de un empujón. Eso no estaba bien.

―Vas a hacer lo que yo te diga. Deja de hacer que pierda la paciencia.

―No, MinJae. Ya no.

―Me da igual lo que opines. ―Sonrió de lado con sorna―. Vas a ser mía.

Se acercó de forma imponente y amenazante. Entré en pánico porque sabía que él era más fuerte que yo. No tenía posibilidades de ganarle y su casa era tan grande que con un grito no me escucharía nadie. Además que el primer piso estaba lleno de ruido.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca solo le di una patada en la entrepierna por instinto y me levanté. Él se arrodilló y puso una mueca de dolor mientras se cubría la parte del golpe.

―Eres una maldita hija de...

―Me cansé de ti. Gracias por darme una excusa más que buena. ―Caminaba de espaldas hasta la puerta para que no me sorprendiera desprevenida si se levantaba―. Terminamos. No quiero volver a verte nunca.

Y salí corriendo. No me importaba nada, solo quería irme. Sentí mis lágrimas humedecer mi rostro. Él estuvo a punto de cruzar la raya y eso ya era suficiente, no necesitaba más, no quería más.

Escuché los gritos de mamá preguntando qué había pasado y solo le ignoré. Corrí como si dependiera de ello y salí de ese lugar. No volvería ahí ni aunque me pagaran. Era el fin de todo eso.

Me detuve en medio de la calle y respiré tratando de calmarme. Mi garganta ardía al igual que mis ojos, sin embargo, me sentía bien. Me sentía ligera, después de todo me había quitado un gran peso de encima.

―¡Kwon HaeBi, ¿qué diablos sucede contigo?! ―Mamá sonaba histérica y no la culpaba. Debía sentirse avergonzada de mis actitudes, pero ya no me importaba―. Entra y discúlpate con tu novio y el señor Han. Ahora.

Solté una risa mezclada con un bufido y giré mi cabeza para verle. Comprobé la molestia en su rostro.

―No lo haré, mamá. Acabo de terminar con él, así que ya no es mi novio.

―¿Te das cuenta del error que estás cometiendo? ¿Volvieron a pelear? Dios, nunca creí que fueras tan inmadura. ―Sus palabras me dolían.

―Mi error solo fue empezar a salir con él. Lo hice por ti y me arrepiento. ―Le vi tragar con incomodidad―. No estoy siendo inmadura, mamá. No peleamos. ―Le sonreí con amargura―. Él intentó pasarse de la raya... quería tener relaciones y yo no, pero eso no le importó, me iba a obligar a hacerlo de cualquier forma. ―Noté como se tensó y adoptó un gesto de preocupación―. Yo en serio quería complacerte saliendo con él, pero nunca me gustó y no me gusta. Llegué al límite, no puedo seguir soportándolo.

―¿Por qué no me dijiste?

Di la vuelta para estar de frente.

―No quería que te decepciones de mí, pero me decepcioné a mí misma. No quería molestarte, pero me hice infeliz. Me hice miserable, mamá. ―Pasé mi brazo por los ojos quitando las lágrimas que seguían saliendo―. Lo que más me duele es que has estado pensando que los problemas son mi culpa. Le creíste a MinJae esa vez y no te importó preguntarme mi versión. Duele que nunca te hayas percatado de que iba mal, cuando no me veía bien.

―HaeBi... ―Ella en realidad no sabía qué decir.

―Esa vez no fue un simple berrinche. No me enojé y hui porque llegó tarde. ―Tomé una gran bocanada de aire para continuar. Necesitaba desahogarme, solo fue una casualidad que fuera con mi madre―. Él fue quien estaba enojado, ya que no le esperamos y eso lo entiendo, pero él es agresivo y solo ha empeorado. Ha estado intentando controlarme como si fuera mi dueño y por eso me enojé y me fui. Me ordenó dejar de trabajar e incluso trató mal a SeAh cuando no tenía culpa de nada. Estaba bien si se metía conmigo, pero no con alguien a quien amo.―Mi voz se quebraba―. Tal vez si te hubiera importado entonces, las cosas hubieran cambiado. La persona que trataba de complacer fue la misma que me lastimaba. Mamá, estuviste hiriéndome y no puedo culparte, porque no sabías, pero, aun así, tampoco puedo seguir queriéndote. Sé que no me obligaste a ser su novia, pero yo lo hice por ti. ―Le vi dar un paso a mí con cuidado y yo di un paso alejándome―. Ese día, cuando empezamos a salir, había dicho que, sí le rechazaba, no tendrías tu ascenso y yo sabía que habías estado trabajando duro por eso. No te merecías perder la oportunidad por mi culpa.

―¿Por qué no me lo dijiste? Lo hubiera entendido.

―Él es bueno chantajeando a las personas y yo solo quería que fueras feliz con mis decisiones. No quería ser alguien que te decepcionara. ―Retiré mis lágrimas de nuevo―. Tal vez no lo sabes, pero, cada vez que llorabas, yo te escuchaba y me dolía. Siempre creí que era por papá y no quería ser alguien que te provocara esa clase de sufrimiento.

―Perdóname por lastimarte.

Negué con calma. ―No lo hiciste realmente ―corregí mis palabras pasadas―. Yo me lastimé a mí misma por no ponerme primero.

―Vamos a casa, debes sentirte exhausta.

―Puedes ir. Sola ―especifiqué―. Quiero caminar hasta que me duelan las piernas. Quiero dejar de sentirme tan tonta y miserable. Quiero olvidarme incluso de mi nombre.

―¿Segura?

―Mamá, necesito espacio. Estuvieron a punto de abusar de mí y también me siento sucia por eso.

―Bien, pero primero te llevaré lejos de aquí.

Accedí a su petición y le esperé unos minutos, en los cuales estuve nerviosa y ansiosa, para que me sacara de la zona.

🍭

Estaba sentada frente al río Han sin ganas de regresar a casa, pese a que sabía que en unos minutos sería media noche. Tampoco estaba en mis planes irme, porque iba a encontrarme con alguien y eso no sería nada cortés de mi parte. Así que estaba ahí, con las piernas pegadas al pecho, abrazando las mismas y con el mentón apoyado en el espacio entre mis rodillas.

Ni sabía cómo debería estarme sintiendo, porque la situación me llevaba a conclusiones algo contradictorias. Estaba feliz, pues por fin se había terminado con MinJae, pero me sentía algo sucia debido a lo que estuvo a punto de ocurrir. Era peor cuando recordaba que estuve a punto de ceder; ¿cómo se me ocurrió?

En medio del silencio del lugar, escuché y sentí mi celular vibrar. Lo saqué de mis bolsillos con desgano y, pese a que vi su nombre, no me sentí feliz. Solo pensaba en lo mucho que lo estaba arruinando, en el gran peso que cargaba por evadir la verdad. No sólo quería ocultarle las cosas a él sino también a mí.

―¿Qué sucedió? Es tarde.

―¿Estabas dormida?

―No, descuida. Solo dime lo que quieras decir.

―¿Lo viste? ―inquirió emocionado―. Dime que lo viste.

―¿Qué cosa? ―No tenía ni idea a qué se refería. Mi mente estaba ida.

―El MV ―aclaró y estuvo en silencio unos segundos en los que no respondí―. ¿Sigues ahí?

―Sí. Oye, lo siento, no tengo tiempo justo ahora. Te prometo que lo veré en la mañana.

―HaeBi, ¿te sucede algo? ¿Estás bien? Si te sientes mal, iré a verte.

―No puedes hacer eso. ―JaeHyun llegó y se sentó a mi lado saludándome con la mano y le imité―. Te veré mañana, ¿sí? Tengo cosas que hacer ahora.

―Oh, bien, entiendo. Perdón por molestarte tan tarde ―sonó afligido.

―No me molestas nunca, no digas eso.

―Te escuchas fastidiada.

―No es por ti, descuida. ―Pasé mi mano por mi cabello―. Hoy pasaron cosas y ha sido un día largo, solo quiero que se termine.

―Entonces nos vemos mañana.

―Sí, nos vemos. Descansa.

La llamada terminó y guardé mi celular sin más. Estiré mis piernas y apoyé mis manos en el césped recargándome en ellas. Me mantuve en silencio unos minutos y JaeHyun estuvo a mi lado sin presionarme a hablar. Al final solté un suspiro y giré mi cabeza para verle.

―Gracias por aceptar venir a esta hora.

―Eres como mi hermana, claro que iba a aceptar. Además, te escuché mal y me preocupé. ¿Qué sucedió?

―Terminé con mi novio. ―Me encogí de hombros.

―¿El que te acaba de llamar?

―No. La persona con la que hablé es el chico que me gusta, con quien no he podido estar por mi ex.

―Entonces, ¿tenías novio, pero te gustaba otro?

―En resumen, sí, aunque no es tan simple como eso.

―Bueno, la noche es joven. Si quieres desahogarte, puedes contarme. Guardaré el secreto. ―Me sonrió y yo asentí.

―Supongo que me va a servir. ―Apreté mis labios.

Después empecé a contarle una versión resumida de todo, omitiendo la identidad de JungKook. Hablé tanto tiempo que mi garganta se secó y él fue a comprar agua y frituras. JaeHyun lanzó comentarios aquí y allá solo para demostrar que sí estaba escuchándome. Cuando terminé, él solo me dijo:

―Hiciste bien en terminar con ese idiota. Si alguna vez le veo, le partiré la cara. ―Sonreí por el tono protector que usó―. Y entonces, ¿qué hay del otro chico? ¿Saldrás con él?

―No sé. Primero debería contarle, ¿no crees?

―Sí, deberías, pero no quieres hacerlo.

―Quiero hacerlo, solo no estoy lista.

―Podrías decirle de a poco. Como si le prepararas para todo lo que me contaste. Y, ahora que ya estás soltera, aprovecha y déjate llevar. Si te gusta y le gustas, solo hazlo. Te mereces algo de felicidad después de todos estos meses.

―¿No es egoísta eso? Pensar primero en mí ―aclaré.

―No es egoísta si lo haces de vez en cuando. Eventualmente le dirás, porque sí quieres hacerlo y eso importa; significa que también piensas en él.

―Pero le he lastimado varias veces.

―Ninguna fue con intención. Mira, le incluyes en tu vida y le das la importancia suficiente como para querer decirle esto; no con cualquiera se hacen esas cosas. Significa que lo consideras, te importa su opinión y por eso te asusta. Aceptas su relación como pareja aun cuando no están juntos y quieres decirle esto aun cuando no es tu obligación.

―Pero, si no lo hago, no importa lo mucho que quiera decirle. Estoy jugando con su confianza, oppa.

―Sí, pero ¿quién podría culparte? Nadie te instruyó para una situación así. Equivocarse es de humanos. Lo que importa es que quieres cambiar y arreglarlo.

―Pero equivocarse tantas veces es estúpido.

―Empieza a cambiar mañana. Cuando le veas, intenta expresarte más. Podrías confesarte si te sientes así de valiente.

―Me da vergüenza verle a la cara después de lo de hoy.

―No fue tu culpa que ese idiota quisiera hacer eso contigo. Mira el lado bueno, ya terminaste con él.

―Voy a intentar arreglarlo. No quiero perderle otra vez.

―Pase lo que pase, puedes contar conmigo, HaeBi.

―Gracias, JaeHyun. En serio.

🍭

1/3

Por fin se acabó con MinJae. 🙌
Dedicado a aquellos que estuvieron esperando que suceda. ♡

-비🌧

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