32화

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―¿Estás libre la semana que viene?

―Dudo que esté libre hasta graduarme.

―¿En serio? Acabas de arruinar mis planes.

―Sí, lo siento. ―Me bajé del autobús y seguí el recorrido hasta el edificio de Big Hit―. La cosa está en que, si quiero que mi vida no se descontrole más, debo concentrarme en lo importante.

―¿Qué es importante para ti? Me declaré como tu hermano mayor, también merezco tu tiempo ―alegó ofendido―. No nos hemos visto en más de un mes.

―Nosotros solo nos vemos por casualidad, para mantener la emoción, el lúdico y el misterio. ―Caminaba con paciencia, porque tenía mucha pereza―. ¿Te cuento un secreto?

―Sí, soy todo oídos ―dijo al otro lado del teléfono con entusiasmo.

―Hay muchas cosas importantes para mí justo ahora. Primero son mis estudios y también estoy entrenando en una empresa.

―¿¡Voy a tener una hermana-no-hermana idol!?

―No lo diría así, JaeHyun. Recién empecé y debutar parece difícil.

―Pero, si es lo que quieres, debes esforzarte en conseguirlo. Yo estaría orgulloso, voy a ser tu fan número uno ―afirmó.

―Ni siquiera sabes si soy buena.

―Touché, pero debes tener algo para haber conseguido entrar.

―Ojalá supiera qué es ese algo, porque todavía me siento como un fracaso. ―Me detuve antes de entrar al establecimiento―. Voy a colgar ahora, hablamos luego.

―Bien, HaeBi. Haz tu mejor esfuerzo. Ya te veré en alguna casualidad de nuevo.

Me reí por sus palabras. ―Espera por el siguiente encuentro. Adiós.

Colgué y guardé mi celular en el bolsillo trasero de mis jeans. Me adentré siguiendo el recorrido habitual y subí en el ascensor hasta el piso donde estaba el estudio de producción de YoonGi; el desconocido y poco renombrado ―nótese el sarcasmo― Genius Lab. Toqué la puerta cuando estuve ahí y esperé viendo la alfombra nada amable y peculiar.

Cuando el sonido de la puerta abriéndose se escuchó, levanté la vista en un santiamén y vi a YoonGi con su típica cara neutral con la que me hacía pensar, a veces, que la vida le apestaba. Claro, luego estaba su lado más relajado, el cual había visto una vez: ayer.

―En realidad llegaste temprano.

―Creí que iba tarde.

―Llegué hace diez minutos.

―¿Cuál es tu definición de "primera hora", sunbae? ―inquirí con curiosidad, porque estaban por ser las diez de la mañana. Cuando dijo "primera hora" me imaginé algo a las ocho o nueve de la mañana.

―Tal vez a las once.

―Eso ya es casi el almuerzo. ―Ladeé la cabeza viéndole con gracia.

―Para ti ―dijo haciéndose a un lado indicándome que entre―. Prefiero aprovechar mi tiempo de sueño.

―¿Qué haremos?

―Trabajar con lo que estuviste escribiendo.

―¿Tienes tiempo? ¿No tienes que practicar?

―Sí, en un rato más. ―Cerró la puerta―. Siéntate en esa silla ―apuntó―. Me levanté de buen humor y la traje para ti, porque si no, te hacía sentar en el piso.

―Oh, gracias, sunbae. ―Me senté y él se sentó frente a mí.

―Aunque tengo curiosidad en qué diablos estabas pensando mientras escribías, no voy a preguntarte, no me concierne. ―Apreté mis labios―. ¿Vas a dejar todas las canciones en inglés? ¿No quieres traducirlas?

―Me siento cómoda así, a menos que creas que es bueno traducirlas.

―No, es tu decisión. ―Se inclinó hacia adelante apoyando sus codos en sus rodillas y juntando sus dedos frente a su rostro―. Una canción debe transmitir algo; sentimientos, emociones, cosas así. Lo que me sorprende es que, de todos los borradores que enviaste, todos eran tristes y eso me causa curiosidad, porque no tienes esa vibra; no tenía esa imagen de ti. ―Hizo una pausa y pasó su lengua por sus labios―. Honestamente, cuando te pedí que escribieras, me imaginaba algo distinto, muy distinto, de hecho.

―¿Te decepcioné?

―Más bien, me sorprendí. No sé si eso es bueno o malo, pero conseguiste transmitir esos sentimientos. Se sentía el dolor en cada palabra y tengo dos teorías: uno, tienes una imaginación enorme y deprimente, o dos, te estás desahogando. ―Abrí mi boca para responderle pero no me dejó―. No quiero que me digas cuál es. Ahora, lo que haremos será un demo, mejor dicho, dos.

―Pero no sé cómo hacer eso, nunca lo he hecho.

―Sí, lo sé muy bien. Trabajaremos en las pistas de base. Practicarás las canciones, junto con un rap que escribí para ti. Harás eso hoy. Mañana te quiero aquí de nuevo y vamos a grabar. Esto no es profesional, así que no te estreses si no sale bien.

―¿Un rap? YoonGi sunbae, nunca he rapeado.

―Bueno, siempre hay una primera vez para todo. ―Se encogió de hombros como si hubiese dicho algo obvio―. Ahora arrastra la silla y siéntate a mi lado.

Él se acomodó de nuevo y giró sobre el eje de su silla mientras yo me ayudaba de las ruedas de la que estaba usando para llegar a su costado. YoonGi se veía concentrado abriendo programas y demás cosas que yo no entendía en absoluto.

―¿Todo lo haremos en dos días?

Mm-hmm. El lunes empiezas con HoSeok.

―Pero no me ha dicho nada aún.

―¿Todavía no? ―Me vio con sorpresa un microsegundo antes de volver a su postura y expresión habitual―. Se le habrá olvidado.

Hubo un lapso de silencio en el que YoonGi abría y acomodaba ventanas. Las minimizaba, abría otras, cerraba algunas y así hasta que estuvo listo. Se recargó en el espaldar de su silla y soltó un suspiro enorme. Me vio por un corto tiempo antes de empezar a hablar.

―En realidad, yo quiero ver si también eres capaz de transmitir todo lo que escribiste cantando y si puedes expresar emociones que no son tuyas usando el rap que escribí.

―¿De verdad solo dos días? ―Siendo muy honesta, estaba empezando a entrar en pánico.

―Sí, el tiempo corre y es oro. Supón que, si sale bien, podrías trabajar en esto y en futuro, tal vez, podrías lanzar un mixtape, como yo ―dijo orgulloso.

―¿Tienes un mixtape?

No había escuchado algo al respecto. No sabía cuando lo había sacado o como era su estilo. Pese a que estuve indagando en internet acerca del grupo, nunca llegué a ver que YoonGi tuviera un mixtape y eso no le gustó. Me vio súper ofendido y seguro quería sacarme a patadas de su estudio.

―Salió hace dos semanas.

Abrí mis ojos más de lo normal por la sorpresa. Giré un poco la silla en su dirección y empecé a hacer reverencias varias veces mientras me disculpaba. Estuve así un rato hasta que empezó a reírse de la nada. ¡Él se estaba riendo! Y yo imaginé que, tal vez, aún estaba dormida en mi cama y ese era un sueño.

―Sunbae, lo siento. Lo escucharé.

―¿Te asusté? ―Él estaba disfrutando de mi cara de vergüenza―. No te obligues a escucharlo, podría no ser de tu estilo. ―Ladeó la cabeza―. Aunque creo que debería empezar a suponer todo lo opuesto a la imagen que hice de ti en mi mente.

―Solo es rap, ¿verdad? Me gusta tu estilo, sunbae, lo escucharé.

―¿Qué tipo de música te gusta escuchar?

―No hay un tipo, solo depende de mi estado de ánimo o de si tengo o no tiempo.

―Bien, me agradas. Ahora, deja de decirme sunbae.

―¿Quieres que te diga oppa? ―Fruncí el ceño.

―Si quieres, pero si no, solo dime YoonGi.

―Creo que solo te diré YoonGi.

―Sí, como sea. ―Dejó el tema como terminado―. Voy a hacerte escuchar varias pistas de base que hice y vas a escoger una para cada canción. También quiero que les pongas nombre, así empiezan a tener vida de verdad.

Se acercó de nuevo al escritorio y empezó a revolver entre algunos papeles hasta que encontró lo que buscaba. Eran las letras que él había escogido para los demos y les había aumentado la parte del rap. Me dio algo de tiempo para releer lo que había escrito con la nueva adición y luego me hizo escuchar los instrumentales provisionales. Estuvimos así varios minutos hasta que escogí las pistas que usaría. Pude ver una leve sonrisita en YoonGi cuando escogía alguna opción, luego me dijo que había seleccionado sus favoritas y que ansiaba por conocer el resultado final.

Decir que sentía presión en ese instante no era suficiente. Tampoco quería decepcionar a YoonGi.

Cuando todo estuvo listo me dejó sola en su estudio amenazando con que, si algo se rompía o dañaba, tendría que pagar por eso. Se fue a practicar y yo me quedé frente a los monitores con las hojas en la mano practicando y tratando de seguir la guía de voz que YoonGi hizo. Repetía una y otra vez las pistas, luego practicaba la letra, intentaba de nuevo con ritmo y repetía el ciclo. Incluso cuando ya dominaba, según mis conocimientos nulos en el tema, la parte vocal, no conseguía ir al ritmo con los raps y me daba cuenta que tampoco podía frasear. No estaba sintiendo las partes que YoonGi escribió y me frustraba de a poco. Debía hacerlas mías, pero me costaba.

🍭

Solté un suspiro enorme dejando las hojas sobre el escritorio y apoyando mi frente en mis manos. Había tirado la toalla. Me hacía sentir mal conmigo no conseguir algo, porque hasta entonces, no me costaba lograr cosas después de un tiempo determinado. Estaba tan acostumbrada a entender materia del instituto de forma sencilla y a que las cosas me salieran bien casi a la primera que estaba completamente molesta con mi desempeño. Me llegaron a dar ganas de levantarme, irme y nunca más volver a entrenar, pero no iba a rendirme tan fácil, eso tampoco iba conmigo.

I wasn't ready ―empecé de nuevo―, but I should... ―-me detuve cuando escuché que golpeaban la puerta.

Giré mi cabeza hasta la entrada mientras escuchaba el código de la puerta ser puesto. Supuse que era YoonGi, tal vez para ver como iba. Mi suposición fue totalmente errada, me di cuenta apenas la persona en cuestión entró. Me fue imposible no sonreír. Mantuve mi atención en él, mientras veía a ambos lados antes de entrar por completo y cerrar la puerta a su paso.

―Hola.

―Te estuve llamando, HaeBi. ―Se sentó en la silla extra y me vio con un poco de resentimiento.

―Bueno, necesito concentrarme, así que lo puse en silencio.

―Te traje comida. Ya es hora de almorzar.

―¿¡Ya!? No, no, no. Estoy muerta.

―¿Por qué? ―Me quitó las hojas de las manos y empezó a leerlas. Esperaba que no relacionara las letras conmigo.

―Porque mañana grabaré esto y no puedo rapear. Ni siquiera entiendo qué lo hace tan difícil. Solo es como hablar, ¿no?

―No. ―Soltó una risita divertida―. No es tan simple.

―Bien, me rindo. ¡Renuncio!―exageré poniéndome de pie y amenazando con salir―. Le dices a YoonGi que me fui y que no voy a volver.

No di ni medio giro para irme, cuando JungKook me tomó de la muñeca y me jaló hasta hacer que acabara sentada sobre él. Fue vergonzoso y no hice más que esconder mi cara con ambas manos, pues sabía que sería un tomate en nada de tiempo. ¿Por qué hacía esas cosas?

―No te vas a ir. ―Me abrazó, haciendo imposible que pudiera levantarme―. No recordaba que te rindieras tan fácil.

―Es que es muy frustrante que no salga bien. ―Tenía un puchero que él, claramente, no podía ver.

―¿Que? No entendí.

―Que es frustrante ―simplifiqué la idea.

―Con las manos en la cara no puedo escuchar bien lo que dices, HaeBi.

Solté un suspiro exasperado quitando las manos de mi cara con fastidio de tener que repetir algo por tercera vez. ―Dije que es-

Y me besó. Solo fue un simple roce de labios, pero él estaba feliz. ¿Cómo sabía? Simple, la gran sonrisa que tuvo enseñando sus peculiares dientes de conejo mientras su nariz se arrugaba de forma única no era una broma en absoluto. Hasta le brillaban los ojos. Sonreía como si hubiese hecho algo que no debía, pero de lo que no se arrepentía.

Mis ojos se abrieron un poco más viéndole con sorpresa. Ni siquiera lo esperé. Ya podía sentir mis orejas y mejillas más calientes. Decir que no quería eso sería mentira, sin embargo, por la situación enredada que tenía, no estuve feliz. Solo estaba asombrada y punto.

―Te ayudaré un poco hasta que tenga que regresar ―dijo como si nada.

―Acabas de... ―¿Qué es hablar? ¿Cómo se habla? ¿Cuál es la estructura de una oración?

―De besarte. ―Asintió―. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la primera vez? No has cambiado en nada, Kwon HaeBi. Reaccionaste igual que en ese entonces.

―Y tú sigues robándome besos sin permiso.

―Te compraré una heladería.

―¿Hmm? ¿Una heladería? ¿Por qué? ―Tenía el ceño fruncido.

―¿Cuál fue el precio de tu primer beso?

―Un helado. ―Decirlo hizo tan obvio lo que había dicho que me sentí tonta―. ¿Qué te hace pensar que quiero helados esta vez?

―Te daré lo que quieras si me dejas besarte cuantas veces quiera.

―¿Eres negociante o algo así? ¿Estás comprando mis besos? ¿Qué soy para ti? ―Estaba un poco molesta, tal vez.

―Eres muchas cosas importantes. Además, eres mi novia.

Apreté mis labios. Preveía que iba a decir tonterías y, aún así, no me detuve de abrir la boca para hablar.

―Bien, suéltame. ―Intenté quitar sus brazos y no me dejó―. JungKook, nosotros ni siquiera estamos saliendo.

―Creí que eso estábamos haciendo. ―Su expresión feliz se fue―. Pensé que lo estábamos arreglando.

―No, no, esto no está bien. Yo no puedo hacer esto. ―Logré zafar su agarre y me levanté sin más. Pasé mi mano derecha por mi cabello con desespero―. Lo siento.

Fue increíble cómo conseguí cambiar su actitud en segundos. Me veía dolido y ofendido, puede que hasta un poco enojado.

―¿Por qué? HaeBi, quisiera entender tu mente.

―Yo también ―dije con ironía―. De verdad no puedo, perdón. No ahora, al menos.

―Entonces ¿cuándo? ―Se levantó también y me vio desde su altura. Cuando quería asustaba y resultaba imponente―. Explícame que te pasa. ¿Es por lo de la dichosa pulsera?

―¿Qué? No. Eso ya me da igual, porque ni siquiera yo la sigo usando. ―«Tonta», dije en mi mente cuando le vi girar un poco su cabeza con enojo y pegó su lengua al interior de su mejilla―. Quiero decir, solo es simbólico. ―Arreglarlo no parecía factible.

―Olvídalo. Hablemos después, me tengo que ir. ―Empezó a caminar a la salida―. Humm, no olvides comer.

Salió sin más que decir y sin que pudiera hacer algo para evitarlo. ¿Por qué era buena para arruinar todo? Empecé a llorar de la rabia y el enojo que tenía a la vez que me dejé caer en la gran silla de YoonGi. Tomé las hojas con frustración y seguí intentando conseguir hacer los raps.

Mi forma delicada y sin ritmo se volvió agresiva y dolorosa. Lo intenté todo ese día y toda la noche. No dormí en absoluto. Nada resultaba bien y, en general, notaba que era por mi culpa.

🍭

Estaba yendo al estudio que YoonGi me indicó mientras leía una vez tras otra un papelito que JungKook había dejado en una de las cosas que llevó el día anterior. Cada empaque tenía un post-it pegado y me sentía mal por lo que provoqué.

"Mi novia es la chica más linda del universo". Él era tan puro hasta el punto que no podía manejarlo. Seguro él tenía sus problemas y era capaz de camuflarlos, mientras yo me derrumbaba de la nada. Él lo intentaba mucho y yo evadía lo que debía hacer por miedo del resultado. Si le hubiese dicho todo desde el principio, las cosas serían diferentes.

―HaeBi. ―Levanté la vista viendo a HoSeok. Su aura alegre podía influir en quien sea.

―¿Qué sucede?

―¿Estás bien? Te ves distraída.

―Sí, descuida. Cosas personales.

―¿De casualidad tus cosas personales tienen nombre y apellido? No sé, tal vez mide como metro setenta y nueve y se llaman Jeon JungKook. ―Sonreí de lado.

―¿Por qué crees eso?

―Ha estado igual o peor que tú desde ayer ―comentó y se encogió de hombros. Me dieron unas ganas enormes de ir y arreglarlo, pero no sabía cómo hacerlo y no tenía tiempo en ese momento.

―Supongo que discutimos. ¿Podemos no hablar de eso?

―Ah, sí. Solo quería decirte que mañana empiezas conmigo.

―Me lo dijo YoonGi ayer.

―Perfecto. ―Sonrió iluminando el ambiente. Antes de seguir su camino añadió―: Deberían hablarlo pronto, porque ustedes se ven deplorables.

Suspiré haciendo una reverencia en despedida para HoSeok. Luego fui hasta el estudio general para grabar los demos. Seguía leyendo la oración en el papel y me preguntaba qué decía en el resto de notas. Acabé por doblar el cuadrado celeste y lo guardé en el bolsillo de mi sudadera cuando estaba por llegar al lugar de encuentro.

Toqué la puerta antes de entrar. Vi a YoonGi usando su celular y después se fijó en mi presencia. Se acomodó mejor y me vio con curiosidad.

―¿Por qué se pelearon?

―¿Quiénes? ―Cerré la puerta a mi paso y fui hasta la silla al lado del mayor.

―JungKook y tú. Creí que estaba estresado por el comeback, pero verte me dice que se pelearon. ―Sonrió ladino y se cruzó de brazos―. ¿Pelea de pareja?

―No somos pareja.

―Eres su novia, ¿no?

―¿Por qué habría de importarte? ―pregunté en un tono suave.

―Porque no se ven bien. ¿Qué sucedió? ¿Fue la falta de tiempo?

―Fue por mi culpa. Lo arruiné e hice que se enoje.

―¿Tu culpa? Pero si pareces inofensiva.

―Son muchas cosas pasando y no puedo manejarlo. Nunca he sido buena para controlar mis emociones.

―Haremos esto: grabamos esto rápido y luego vas a hablar con JungKook, porque él lo necesita más que tú al parecer.

―¿Más que yo?

―Él luce peor. O podría ser que eres buena actriz, porque se nota que has estado llorando.

―Bien, grabemos. ―Me levanté evadiendo el tema―. ¿Qué debo hacer?

―Toma. ―Me dio las hojas con las letras de las canciones―. Entra en la cabina y ponte los audífonos. Vamos a empezar.

Le hice caso sin más. Me encerré en esa pequeña habitación insonorizada. Dejé las hojas en el atril y me puse los audífonos, por los que YoonGi empezó a hablarme de nuevo:

―Primero haremos las partes vocales. ―Asentí viéndole a través del cristal―. Podemos repetir las veces que quieras, solo debes decirme.

―¿No estás ocupado?

―Ya pedí permiso. ―Vio algo en su celular―. Calienta la voz, regreso en unos minutos.

Se fue con algo de prisa y yo me puse a practicar los ejercicios que me había enseñado GeoNu la primera semana de entrenamiento. Estuve en eso hasta que YoonGi regresó minutos después con una expresión algo seria.

Como él dijo, empezamos con las partes vocales, las cuales acabamos relativamente rápido. El problema fueron los raps. Las canciones eran algo tranquilas y yo había estado practicando de forma agresiva. YoonGi me hizo repetir las grabaciones una y otra vez hasta que estuvo satisfecho.

Me quité los audífonos y salí de la cabina de vuelta a la silla junto a la de YoonGi. Vi el programa de audio con todas las grabaciones mientras él seguía moviendo algunas cosas.

―Lo hiciste bien, ¿ves? ―No despegó la vista del monitor―. No diré que es perfecto, porque acabas de empezar, pero está bien tomando en cuenta eso.

―Gracias, YoonGi. ―Hice una reverencia.

―Me da igual si ya te diste cuenta o no lo que te estaba enseñando, te lo diré. ―Se pegó al espaldar de la silla y giró para verme―. Tú dijiste que nunca habías rapeado antes y estabas preocupada, pero lo intentaste y resultó bien. Al principio no, pero entiendes cuando te piden algo, así que corregiste los errores en estas horas. Hiciste un demo impecable.

Tan simple como eso: intentarlo. Era simple, pero importante. Claro que tenía que intentar hacer cosas que no había hecho antes. De eso dependía mi mejoría. Intentar, probar y aprender. Nunca decir no puedo o no lo he hecho antes, solo hacerlo sin más, aunque al inicio sea un desastre.

―Significa mucho para mí que digas eso. ―Le sonreí.

―Tienes potencial si sabes aprovecharlo.

―Lo mismo dijo Bang PD al aceptarme y aún no me lo creo.

―Pues deberías. ―Giró de vuelta y puso su atención al monitor―. Te mandaré tus grabaciones en unos minutos. Puedes irte.

―Gracias por tu tiempo. ―Me puse de pie inclinándome casi a noventa grados―. YoonGi, ¿sabes donde está JungKook?

Me lanzó una mirada de reojo indescifrable. ―Está practicando con TaeHyung en la sala cuatro de este piso.

Agradecí de nuevo e hice una reverencia. ―Nos vemos luego.

Salí del estudio buscando la sala que YoonGi dijo. Estaba al final del pasillo. Cuando llegué me detuve frente a la puerta de forma vacilante. No tenía ni idea que decir, pero quería intentar arreglarlo, porque no quería estar así con él.

Me asusté cuando la puerta se abrió de golpe dejándome ver a TaeHyung con una mirada seria. Suspiró saliendo del todo y cerrando la puerta a su espalda. Me vio apretando sus labios.

―¿Puedo hablar con JungKook?

―No quiere hablar contigo, HaeBi.

Tragué en seco. ¿Escuché bien? Claro que sí. Me dolió, era obvio.

―¿Lo dices en serio?

―¿Tengo cara de estarte mintiendo?

―No, oppa, perdón. ―Me sorprendió que pudiera ser intimidante.

―No sé qué pasó, no ha querido decirme. Estaban yendo bien y de pronto ya están peleados.

―Fue mi culpa, aunque también suya.

―¿Qué sucedió?

―Me besó aunque le dije que no lo hiciera y yo reaccioné mal. Dije cosas hirientes y se enojó.

―¿¡Están así por un maldito beso!?

―No quiero que me bese, porque he besado a MinJae y no quiero besarle también, no hasta que termine con él. No siento que esté bien. JungKook se enojó porque le dije que la pulsera no importaba porque ya no la estoy usando.

―¿Sabes lo mucho que le gustas? Estoy sorprendido de que sus sentimientos por ti sigan vivos. De hecho, están creciendo más, ¿eres consciente?

―No sabía. ―Agaché la cabeza―. No quiero escuchar que le gusto, me hace sentir culpable.

―Debes decirle las cosas, así él puede escoger también. ¿No has pensado que JungKook podría ayudarte o serte de soporte? Estás hundiéndote sola.

―Es que tengo que arreglarlo por mi cuenta, porque yo lo provoqué. Por no pensar bien acabé enredada con MinJae y no he podido dejarle. No quiero lastimar a JungKook ni que piense que empecé a salir con Han porque ya no me gustaba o algo así.

―Igual deberías decirle. Van a ser tres meses desde que se encontraron de nuevo, ¿durante cuánto tiempo más seguirás ocultándole las cosas?

―No lo hago porque quiera, solo que me asustan las consecuencias.

―¿Alguna vez has pensado seriamente en él? ¿En lo que siente o piensa? Entiendo que tienes problemas, pero JungKook también los tiene y siempre se los guarda para él. Nunca habla con nosotros al respecto. Creí que tú serías de ayuda en eso, pero estás muy centrada en tus cosas.

No sabía qué responder. Claro que tendría sus problemas, todos los tienen, algunos peores que otros. TaeHyung tenía razón, estaba muy centrada en mis cosas y no le estaba poniendo atención a JungKook, aun cuando también la necesitaba.

―Intentaré hacerlo mejor, lo prometo.

―A mí no me prometas nada. ―Suspiró―. Ahora solo haz tus cosas, él hará lo mismo. Espera a que esté listo para hablar contigo. También piensa en una solución, porque ya es suficiente de este teatro.

―Lo haré.

―Ahora ya vete. ―Se despidió con la mano y entró de nuevo a la sala de práctica.

Ese día me fui a casa sin más. Pensé mucho el resto de la tarde mientras preparaba mi uniforme y mi mochila para el día siguiente. Mi último semestre empezaría y sería una época llena de presión gracias a las pruebas de ingreso a la universidad.

Pensé una y otra vez en las palabras de TaeHyung. Intenté encontrar soluciones y siempre llegaba a lo mismo y más obvio: terminar con MinJae. Lo haría apenas le viera.

🍭

Al parecer mis vacaciones también se aplicaron a mis ganas de escribir, así que, ahora que mi semestre empieza, es muy probable que las actualizaciones se reanuden. TnT

Si alguien estaba esperando una actualización, me disculpo. Este capítulo lo inicié hace un tiempo, pero andaba bloqueada.

Les amo mucho. 💕

-비🌧

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