De a poco el inmortal abrió los ojos después de haber quedado inconciente por el ataque de Heinsenberg, al hacerlo se vio envuelto en un abrumador silencio y se dio cuenta de que sus manos estaban seguradas con unas viejas esposas con una cadena que lo ataba al suelo, nada con lo que su fuerza no pudiera lidiar, no pudo evitar soltar una gran bostezo por su mal descanso, después de todo sentía que durmió en este piso toda la noche

???: jejeje ya despertó

El sonido a su lado lo alarmó un poco y sus nervios crecieron ante lo que vio, ahí a su lado caminaba una pequeña muñeca de ropas blancas y rostro algo deformado, lo miraba mientras reía

______: cálmate, cálmate ______, es solo una pequeña muñeca -penso-

Ciertamente solo intentaba engañarse a si mismo, y aunque esa muñeca no le causaba un terror absoluto, verla moverse y observarlo detenidamente si le incomodaba y perturbaba, entonces récordo como Luiza y Alfred le hablaron sobre los jerarcas

______: este... tu debes ser Angie ¿no? -dice en voz baja-

Angie: ¡uh! ¡Sabe mi nombre, el invitado de Madre Miranda sabe mi nombre! -riendo-

Entonces cuando pudo desviar su atención de la muñeca sus nervios solo pudieron crecer cuando noto que no sólo se encontraba la muñeca, los cuatro jerarcas se encontraban reunidos en esta estructura dañada que reconoció de cuando estuvo investigando la aldea y no parecían prestarle atención hasta que la muñeca levantó la voz

______: genial, reunión familiar -penso-

Entonces pudo verla en persona, Madre Miranda estaba ahí frente a sus cuatro jerarcas

Miranda: bien, ahora que nuestro invitado despertó tal vez pueda compartir con nosotros sus intenciones

Heinsenberg: oye, ¿que no rompí tu nariz con ese último golpe? -dudoso-

Moreau: Madre, ¿puedo poner un Cadou en su barriguita?

Dimitrescus: o por favor, terminemos con esto -se levanta-

La alta mujer camino hasta ponerse frente al inmortal y hablo

Alcina: a ver mugroso humano ¿que hacías íntentando entrar en mi castillo?

Heinsenberg: este... corrección, deberia ser "¿porque entro en tu castillo?" -enciende un puro- deberías ver algún sistema de alarma, tu seguridad es pésima

Alcina: no te metas en esto

Heinsenberg: creo que si puedo, después de todo yo lo atrape -sonriendo-

Alcina: tsk -lo ingnora- responde humano

El inmortal no pudo evitar que una mueca de desagrado se formará en su rostro, todo en esta mujer a primera vista le desagradaba, era hermosa eso no estaba a discusión, pero esa forma de verlo con arrogancia y esa pose al pararse ante el le resultaba desagradable, la típica norma de etiqueta y comportamiento con la que creció y que tanto asco le daba, aunque eso le decía que esta mujer probablemente nació en una época casi como la suya si no es que después, puede que antes de la primera guerra mundial, sin mencionar que todo lo que se hablaba sobre el castillo en la aldea eran cosas desagradables

Heinsenberg: jajaja ni caso te hace sanguijuela, juraría que hasta le diste asco jajaja

La risa de Heinsenberg saco al inmortal de sus pensamientos y de paso irritar a la noble

Alcina: ¡quieres callar tu sucia boca!

Heinsenberg: ¡obligame a hacerlo poste de luz! -se levanta-

Angie: ¡pelea pelea pelea!

Alcina: ¡no vale la pena ensuciar mis manos con tu asquerosa sangre!

Heinsenberg: ¡o vamos, inténtalo para arrancar tu mano y dársela a mis Lycans!

Miranda: ¡Silencio!

La presencia de Miranda fue aplastante para sus jerarcas que guardaron silencio

Miranda: nuestro invitado parece algo tranquilo para la situación en la que se encuentra

______: si supiera que estoy al borde de un ataque cardíaco, o bueno, tampoco es que eso pudiera matarme -penso-

Heinsenberg: tal vez hay que romper el hielo, ¿un puro? -ofrece riendo-

______: no fumo, gracias

Alcina: vaya, parece que si podía hablar

El viajero solo desvio la mirada sin verla ni dirigirle la palabra

Alcina: ¡¿te atreves a ignorarme?!

Después de meditar unos segundos, decidió sacar la personalidad con la que estuvo encerrado en la guerra cuando fue prisionero

______: lo siento, eres tan pálida que te confundi con un maniquí

Solo hubo silencio, un muy largo silencio, al punto de que fue incómodo para el inmortal, hasta que alguien por fin se atrevió a romperlo, o bueno, se atrevieron

Angie/Heinsenberg: ¡jajajajajaja!

Las risas de la muñeca y el hombre del martillo fueron las mas escandalosas a comparacion de Moreau mientras Miranda se cruzaba de brazos, juraría haber escuchado hasta un pequeña risa de Donna, debió ser su imaginación

Alcina: ¡insecto insolente, muere!

Para sorpresa del inmortal la mujer saco unas garras gigantes de sus dedos, se apoyo en el suelo y se levantó para intentar defenderse, pero las garras fueron rápidas y certeras, la cabeza del viajero rodó por el suelo manchando el suelo de sangre y el cuerpo cayó al suelo

Alcina: maldito humano, quien se a creído

Heinsenberg: oye eso no fue muy prudente, justo cuando comenzaba a caerme bien

Alcina: o cállate

La sangre caía por las garras de la mujer que fiel a su curiosidad y necesidad por la sangre la probó ahí mismo

Alcina: mm... pues mira, algo bueno tenia que tener -rie- puedo sacar provecho de su cadáver

______: oye, no hagas planes con mi cuerpo sin mi consentimiento

Los cuatro jerarcas desviaron sus miradas hacia la cabeza cortada, vieron asombrados como la sangre que antes salía por el cuello parecía volver al cuerpo, lo mismo con la cabeza, pero parecía incapaz de moverse

Alcina: ¡¿que clase de broma de mal gusto es esta?! ¡Heinsenberg!

Heinsenberg: ¿porque asumes que esto tiene que ver conmigo?

Alcina: ¿no se trata de alguno de tus raros experimentos?

Angie: uh -interesada- se mueve -rie-

La muñeca se paró al lado de la cabeza y comenzó a tocar las mejillas, la nariz, las orejas y el cabello

______: oye... esto es algo incómodo

Miranda por su parte tenía una gigantesca sonrisa, esto parecía un descubrimiento que podía aprovechar a su favor

______: ¿alguien podría mostrar algo de amabilidad y llevar mi cabeza con mi cuerpo?

Heinsenberg: no todos los dias ves una cabeza decapitada que habla, esto es algo sin duda interesante, deja que lo disfrutemos un rato mas -sonriendo-

Para sorpresa de todos los presentes, incluso del inmortal, fue Miranda la que camino hasta la cabeza para tomarla con cuidado y llevarla hasta el cuerpo inmóvil

Miranda: ¿puedes sanar eso?

______: si junta la parte cortada si

Miranda: ¿y si la dejo así que pasaría? -sonrie-

______: pues... tendría que quedarme aquí hasta que mi cuerpo pueda juntar las energías suficientes para moverse un poco

Miranda: pero no puedes hacer crecer otra cabeza... u otro cuerpo

______: nunca lo intenté

Mentir no tenía caso, además ya estaba rodeado e indefenso, esto era lo de menos

Miranda: en ese caso, dejare la cabeza con tu cuerpo, pero a cambio de no dejarte tirado a merced de los demás tendrás que contestar algunas preguntas y colaborar

______: ¿hay alguna otra opción?

Miranda: no, y viendo que estas rodeado y en desventaja sabes que no puedes oponerte

El inmortal suspiro resignado mientras los jerarcas no despegaban sus miradas de la escena

______: esta bien

Miranda sonrió y junto la cabeza con el cuerpo viendo interesada como la carne y un poco del barro negro se encargaban de sanar todo sin dejar rastro de que alguna vez lo hubieran decapitado, unos segundos después pudo mover su cuerpo y se levantó en el suelo para pararse serio y firme viendo a Miranda, movió su cuello y se escuchó el sonido de sus huesos acomodándose

Miranda: primero preséntate, quisiera conocer a alguien con una habilidad tan asombrosa

El inmortal dio una pequeña sonrisa y haciendo uso de todo su auto control para no sentir asco y decidió poner su postura elegante y mostrar algo de lo modales con los que fue educado en su niñez, después de todo presentarse adecuadamente seria bueno ¿no? Si Miranda no sospechaba que estuviera aquí por la Megamiceta debía aprovecharlo

______: por supuesto mi lady -se inclina-

Dimitrescus vio esto entre confusa y sorprendida, estaba por decir algo, pero el inmortal decidió usar su fuerza para mover sus manos doblando las esposas hasta que cedieron hasta romperse y suspiro moviendo sus muñecas, entonces fue Heinsenberg el que hablo dejando a la mujer con la palabra en la boca

Heinsenberg: vaya, estas lleno de sorpresas ¿no? -rie-

______: mi nombre es ______ ______, antiguo primogénito de la desaparecida familia de los ______, nací en mil ochocientos veintiocho y se podría decir que morí en mil ochocientos cincuenta

Acompaño su presentación con una elegante reverencia, y Miranda sonrió ante esto, este hombre resuelto ser incluso mayor que ella

Heinsenberg: vaya, esta es toda una sorpresa, esta reunión no resultó ser una pérdida total de tiempo

Miranda: y dime ______, que has estado haciendo todo este tiempo mientras veías el desarrollo del mundo

______: viajando por el mundo y viendo todo lo que tiene que ofrecer, han sido unas ultimas décadas muy divertidas a decir verdad -sonrie-

Miranda: ya veo, ¿donde obtuviste esas interesantes habilidades?

______: en mil ochocientos cincuenta, mi barco fue atacado por piratas y fui el único sobreviviente, termine en una isla rara donde después de ser herido de muerte termine inconciente en una cueva, al día siguiente ya tenía estas habilidades

Termino su explicación y Miranda se quedó pensativa

Miranda: ¿y donde queda esa isla?

______: desgraciadamente en esos tiempos no me guiaba bien con mapas o brújula, no sabia ni leer coordenadas, por lo que no se donde se encuentra la isla, hace decadas cuando finalizó la segunda guerra mundial intente buscarla, pero no hay indicios de ella y no esta en los mapas actuales

Mintió sobre eso, lo que sea que Miranda intentará no dejaría que obtuviera una muestra pura de lo que lo infecto, solo le confío esa información al equipo Hound Wolf

Miranda: es una pena, me hubiera gustado poder ver ese lugar, pero supongo que no se puede hacer nada, entonces ______, ¿porque intentabas entrar al castillo de mi querida Alcina?

La alta mujer sonrió al escuchar a Miranda referirse a ella de ese modo

______: verá, llevo décadas vagando por el mundo, hasta que llegue a este pueblo, sus ruinas me llamaron la atención y después de escuchar a los aldeanos hablar sobre su líder, pensé que al fin habría encontrado a alguien como yo, simplemente no pude evitar entrar al castillo pensando que podría conocerla

Miranda: bastante encantador de su parte -sonrie- quiero hacerte una propuesta ______

______: la escucho

Miranda: quisiera que te quedarás en el pueblo como nuestro invitado de honor, te garantizó comodidad, pero claro no puedes volver con la gente del pueblo, te necesito cerca, claro con un precio, quisiera sacar muestra de sangre y carne de ti para hacer algunas pruebas, te garantizo que fuera de las pruebas, te trataremos bien y no te faltará nada

______: ¿y esas pruebas serian para que? Si se puede saber

Miranda: eso no debe captar tu interes

______: bueno, teniendo en cuenta que necesita arrancarme trozos de carne creo que si me interesa

Miranda: vamos, solo acepta, es un buen trato ¿no crees? Pero mira, puedo hacerlo más interesante aun, colabora y prometo no hacerle daño a la gente de la aldea -sonrie-

______: mierda... -penso-

Ahora si estaba entre la espada y la pared, pensaba que se había ocultado lo suficientemente bien de Miranda mientras estuvo en el pueblo, pero ya decia el que le parecía raro nunca haberse topado con algún jerarca o madre Miranda antes, seguramente desde el principio ella sabía que un extranjero llego al pueblo, pero al menos parecía haberse creído su mentira, ya que de saber sobre su alianza con Chris, ni siquiera estarían entablando una conversación

______: bien, acepto

Miranda: perfecto, decidido entonces, ahora, veamos donde te quedarás

Heinsenberg: me ofrezco para la tarea Madre Miranda

Heinsenberg salto inmediatamente para ofrecer su territorio para que el inmortal se quedara

Heinsenberg: esto es perfecto, si logro convencer a este tipo de ayudarme a matar a Miranda serán unas buenas oportunidades, después de todo ni la zorra chupasangre parece tener una habilidad de regeneracion como esa y que la estúpida de Miranda lo amenace me dice que este tipo no estará aquí de buena gana, igual que yo -penso-

Alcina: niño inmaduro, terminarías convirtiendolo en puro metal y circuitos, el castillo seria un mejor lugar, además puedo usar su regeneracion para tener una fuente de sangre que no se acabe y tenerlo siempre listo para cuando Madre Miranda lo necesite

Ahora fue la noble quien hablo oponiéndose a que Heinsenberg se quedara con el viajero

Alcina: algo en esa historia no me convence del todo, no dejare que Heinsenberg se apodere de una posible amenaza, me encargare de descubrir sus intenciones y le demostraré a Madre Miranda que soy la más digna, no perderé esta oportunidad... ademas ese apellido... se que lo escuche en alguna parte -penso-

Miranda: tranquilos los dos, siéntense en sus lugares y convenzanme de dejar que nuestro invitado los acompañe

______: este... ¿puedo opinar?

Alcina/Heinsenberg: ¡no!

Quince minutos después

Heinsenberg: es más, si me lo deja comenzaré ahora mismo a hacer pruebas físicas con mis juegos para evaluar su condición y darle resultados todas las semanas

Alcina: tu y tus jueguitos solo harán que quede despedazado

Heinsenberg: pareces bastante interesada, ¿acaso quieres chuparle algo más que la sangre al pobre? -riendo-

Alcina: niño insolente -irritada-

______: oigan... quiero opinar -sin ganas-

El debate entre los dos jerarcas empezó bien, ambos diciendo como podían alojar al inmortal en sus terrenos, sin embargo pasaron diez largos minutos en los que el debate se desvio hasta proponerle a Miranda las formas en las que experimentarián con el inmortal para darle resultados

Miranda: bien, como siempre sus debates son algo encantadores y terminan desviándose, pero ya tome mi decisión

______: por favor ninguno de los dos, por favor ninguno de los dos -suplica-

Miranda: Alcina, encárgate de tratar bien a nuestro invitado, después de todo lo necesito cerca

Alcina: como ordene madre -se inclina- parece que esta vez gane

Heinsenberg: ¡cierra esa maldita boca!

______: no se cual de los dos era peor opción -penso-

Miranda: sin embargo -llama la atencion- un juego de Heinsenberg no haría mal ahora para ver de que es capaz nuestro invitado

Alcina: pero madre...

Miranda: nada de peros, ya e dado mis instrucciones, ______ es tuyo cuando Heinsenberg termine

Entonces el inmortal comenzó a ponerse nervioso al ver la sonrisa de Heinsenberg, y de a poco aparecieron varias criaturas que no había visto antes

______: ¿que son esas mierdas? -preocupado-

Decenas de hombres deformados y con colmillos aparecieron en diferentes lugares de la estructura

______: así que estas cosas se ocultaban en las ruinas -penso-

Heinsenberg: ¡bien! -riendo- ¡Lycans, damas, caballeros... y Alcina

Alcina: tsk...

Heinsenberg: ¡que empiecen los juegos!

El hombre se acercó a él inmortal que se encontraba en guardia

Heinsenberg: no me decepciones ______ ______, prepárate

El hombre le dio la espalda y se alejo mientras empezaba a contar

Heinsenberg: diez, nueve, ocho...

Alcina: ¡más te vale no ser comida de estas sucias bestias, no lleves su peste a mi castillo!

______: que alentador...

Heinsenberg: siete, seis, cinco

Se dio la vuelta para correr pero se vio acorralado por las criaturas

______: a la mierda...

Viendo que uno se le acercó demasiado para rugirle no pudo evitar reaccionar de forma violenta

______: ¡ah!

Lo tomo de la cabeza y sin darle tiempo de atacar uso su fuerza para azotar su cabeza contra el suelo, hasta Heinsenberg dejo de contar al ver esa demostración de fuerza bruta, el suelo de concreto se llegó a despedazar un poco y el inmortal lanzó al cuerpo del Lycan hacia Heinsenberg que reaccionó golpeando el cuerpo con su martillo

______: ¡estas demente!

Heinsenberg: ¡jajaja así se hace! Cuatro, tres, dos...

El inmortal vio un agujero a unos metros de el y corrió hacia el para saltar

Heinsenberg: uno... ¡ADELANTE!

Los rugidos de las bestias hicieron eco en todas partes mientras el inmortal corría por un pasillo esquivando las garras de las bestias que salían de unas paredes de madera

______: ¡juro que aunque me lleve una eternidad lo mataré!

Mientras con Alcina

La mujer había abandonado ese lugar para adentrarse en su casi deshabitado castillo, hace poco ya había enviado a sus últimos empleados al sótano, ¿tan difícil era conseguir gente que hiciera su trabajo al pie de la letra?

Alcina: ¡Bela, Cassandra, Daniela!

Llamo a sus tres hijas que aparecieron transformadas en enjambres para al final quedar las tres frente a su madre, sonrientes como siempre

Alcina: bien niñas, pronto llegará un invitado especial de Madre Miranda, comportense como damas y no lo despedacen

Daniela: un hombre, ¿podemos jugar con el?

Bela: no te apresures, madre lo probará primero

Cassandra: guardenme un poco ¿quieren?

Alcina: nada de eso por ahora niñas, madre Miranda lo necesita cómodo y en condiciones aceptables, pueden irse, cuando llegue llevenlo a mi recámara -se va caminando-

Las tres: como digas madre -sonrientes-

Una vez que Alcina se separo de sus hijas subió a la segunda planta a la biblioteca donde guardaba algunos documentos que no penso que necesitaría, ya que eran expedientes de hace más de cien años, de cuando su abuelo era el patriarca de la familia Dimitrescus

Alcina: estoy segura de haber escuchado este apellido por parte de mi abuelo y mi padre en más de una ocasión

Estuvo buscando varios minutos, sus hijas eran más desordenadas de lo que pensaba, si bien le gusto que se interesarán en la lectura que hicieran un desastre en su biblioteca no era lo que se esperaba, hablaría de eso con ellas después

Alcina: aquí está

Sacudió el polvo del viejo archivero y con la información en sus manos se dirigió a su recámara a esperar que su invitado llegará, tomó asiento en su escritorio con la chimenea encendida y comenzó a revisar mientras se servía una copa del líquido carmesí que le fascinaba

Alcina: una buena parte de esto esta deteriorado, pero aún así parece entendíble

Después de unos minutos de búsqueda encontró lo que buscaba, un apartado con el apellido del inmortal, en estas hojas se explicaba un poco sobre esa familia, a que se dedicaban, su relación con los Dimitrescus y los nombres de los integrantes de la familia en aquel entonces

Alcina: vaya vaya -sonrie- no hay registros de el después de mil ochocientos cincuenta asi que o escapo de su hogar o fue secuestrado, pero por como hablo de su viaje en barco supongo que escapo

No entendí esa decisión por parte del chico, teniendo todas las comodidades y siendo el primogénito de la familia no entendía que pasaba por su cabeza para escapar, aunque claro, solo era una teoría, después intentaría indagar más en la vida de su futuro invitado

Alcina: más le vale a Heinsenberg no arruinarlo

De vuelta con el inmortal

______: ¡AH!

Empujó al último Lycan en su camino hasta colocarlo contra las rocas y azotar su cabeza contra ellas hasta destrozarla, el viajero suspiro agitado después de correr por su integridad física y matar a cuanto Lycan se le cruzará

______: ni siquiera me quitaron las armas, esa confianza les podría pasar factura -sonrie-

No quiso gastar balas si perfectamente podía evitar a las bestias o encargarse con sus manos, a la distancia vio una puerta de madera con el seguro, lo quito ya que no había candado y la abrió para toparse en el mismo almacén en el que se topo con Heinsenberg por primera vez, intento salir del castillo cuando las palabras de Miranda hicieron eco en su mente

Miranda: colabora y prometo no hacerle daño a la gente de la aldea -sonrie-

Pensar en los aldeanos hizo que apretara los puños de frustración, podía irse, ir a la cueva para informar a Chris y largarse de aquí para volver con un plan de evacuación para los aldeanos, pero cuando vieran que tardaba mucho seria el fin, con la cabeza baja quitó la idea de irse de su mente y camino hasta una puerta mecánica con una palanca, era el único camino que no sabia donde lo llevaría exactamente

______: bien, vamos

Bajo la palanca y el mecanismo le dejo el paso libre por un pasillo deteriorado que dio hacia una plantación ya deteriorada por la falta de cuidado, pero esos espantapájaros

______: son cadáveres...

Perturbado por la imagen decidió seguir adelanta hasta la entrada del castillo, pero entonces vio algo que llamo su atención, una gran carroza abrió sus puertas ante el y vio a un hombre de obesidad mordida asomarse con una sonrisa y le hablo

???: buenos días señor ______, es un placer verlo

______: oye... ¿y tu eres?

Duque: o disculpe mis modales, soy el duque

______: ¿como me conoces? No te había visto antes

Duque: en un pueblo pequeño las noticias vuelan señor ______, mas aun cuando ya lleva un buen tiempo aqui, pero no se preocupe, hagamos negocios

______: ¿que tipo de negocios?

Duque: armas, munición, medicina, comida, lo que necesite a su disposición -sonrie- ¿necesita un catálogo?

Esto era raro, más que nada por que no sabia como había llegado este hombre hasta aquí, ni tampoco que hacía aquí

______: háblame un poco sobre cómo estás aquí, ¿te conocen en el pueblo?

Duque: hago negocios con todos los habitantes del pueblo, incluso con los jerarcas, Lady Dimitrescus por ejemplo -viendo el castillo- se ve escasa de personal en su castillo, por lo que mi especialidad en la cocina le resulta útil y para mi es una fuente confiable de ingresos, además de otros tratos que tenemos

______: ya veo... bueno, ahora mismo no tengo nada de dinero, pero me gustaría hacer negocios contigo, ¿puedes mandar información fuera del pueblo?

Duque: por supuesto, y no se preocupe por el contenido de sus mensajes, la rapidez y privacidad del cliente en estos tratos es prioridad

______: de todas formas eres la única persona que puede ayudarme con esto, pero me alegra oír eso, se te ve bastante profesional

Duque: por supuesto, mi servicio es de primera clase, que tenga una gran aventura -se despide-

______: gracias

Definitivamente el encuentro más raro que había tenido desde que llegó al pueblo, ni los cuatro jerarcas y madre Miranda fueron tan raros, se acercó a las puertas del castillo y las abrió para entrar, el cambio en la temperatura fue notable, dentro hacia más calor, lo que agradecia después de pasar tanto frío

______: bien... salgo de un infierno para meterme en otro...
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