El miércoles llegó demasiado rápido para el gusto de JiMin. Antes de darse cuenta estaba en el laboratorio en una práctica de biología. Casualmente ese día YeonJun no había asistido porque al parecer fue a una fiesta el día anterior y no amaneció en óptimas condiciones para ir al instituto. SooBin le había comentado que tenía cierta afición a las fiestas, y que le gustaba organizarlas o algo así.
El punto es que ellos terminaron siendo pareja en el laboratorio, examinando unas muestras que les entregó la profesora. Estaban teniendo ciertas dificultades, ya que Choi, como ya se ha dicho, tenía deficiencia en biología, y JiMin no estaba prestando la suficiente atención para darse cuenta de que estaban haciendo ciertas cosas mal.
—Creo que va a morir —bromeó SooBin mirando el microscopio con una sonrisa apenada—. Lo siento, enserio esta no es mi área.
—No te disculpes, no es como si estuvieras solo aquí. También tengo la culpa por no estar pendiente —desinteresó con un gesto vago de su mano.
Choi asintió, lanzando un ligero suspiro.
—Al menos tú tienes esta materia asegurada. Si no consigo mejorar para los exámenes finales estaré en problemas.
JiMin lo miró por un momento antes de suspirar también. Aún no se lo diría, iba a esperar a que fuera la hora de empezar la lección, de verdad no quería dar explicaciones en ese momento.
—Tengo entendido que ya te consiguieron un tutor —comentó a la ligera, ganándose la sorprendida (y pronto emocionada) mirada de SooBin.
—¿En serio? ¡Ah, es un alivio! —celebró relajando los hombros. Park sonrió por eso—. Sabes quién es, ¿no? Andaaaa, dime, porfis —Miró al mayor con ojitos de cachorro suplicando y un puchero.
JiMin se rió y le pellizcó la nariz, burlándose.
—Ya no eres tan tímido, eh.
—Gracias a ti —contestó golpeándolo en el hombro de forma juguetona, riendo también—. Si no fuera porque me invitaste a ir con ustedes ese día justo ahora estaría haciendo la prueba solo, así que gracias supongo.
—¿Gracias? Lo siento, amigo. Vivimos en un mundo lucrativo. Son diez dólares por el buen servicio —Extendió la mano a la par que alzaba las cejas repetidas veces, obviamente bromeando todavía.
No esperó que SooBin asintiera y sacara diez dólares de su bolsillo, dejándolo en su mano con naturalidad, como si se tratara de regalar un lápiz o algo. JiMin parpadeó perplejo hacia el billete, y luego hacia Choi.
—¿Qué? —preguntó curioso.
—¿Qué? ¿Acaso eres idiota? ¿Cómo entregas diez dólares como si nada? —exclamó molesto.
—¡Pero si dijiste que vivíamos en mundo lucrativo! —se defendió con desconcierto. JiMin se golpeó en la frente con la mano.
—¡Yo me refería a....! ¡Olvídalo! ¿De todas maneras por qué cargas diez dólares en tu bolsillo?
—No desayuné, y mi papá me los dio para comprar algo en el camino, pero se me olvidó —se encogió de hombros como si de verdad no fuera nada.
—¡¿Acaso eres idiota?!
—¡JiMin, JiMin! Deja tus chillidos de nena y ayúdanos —BaekHyun y JungKook llegaron a él con el envase de vidrio que contenía su muestra. Tenían pura desesperación en la cara—. Creo que hicimos algo mal. De repente cambió de color. ¡Eso no debería pasar! Ayúdanos.
—Lo siento, amigo. La nuestra se murió hace rato —señaló con el pulgar el microscopio.
—Joder, estamos fritos —murmuró Baek con pesar al ver que el profesor Do empezaba a revisar los resultados—. Creo que consideraré la oferta de YeonJun.
—Concuerdo —dijeron los tres asintiendo.
—¡Me muero de hambre! —BaekHyun gritó en medio del pasillo (que, por suerte, al ser la hora del descanso, estaba casi vacío) mientras alzaba los brazos con los puños cerrados.
JiMin sonrió divertido.
—Yo también, vamos a darnos prisa antes de que JungKook le empiece a mostrar sus nudes a Binnie.
—Te dije que era mala idea dejarlos solos —presumió colocando sus manos en la nuca—. Pobre SooBin, tan inocente que es y nosotros abandonándolo con semejante pervertido —dijo, lamentándose.
—Es muy inocente —dijo JiMin—. No me sorprende que YeonJun lo proteja tanto.
—Pues yo digo que le gusta...
—¿También lo crees? Es bueno saber que no es mi imaginación —se rió, seguido de BaekHyun.
—Es bastante obvio. Apuesto a que YeonJun se sentirá más tranquilo cuando sepa que tú serás su tutor.
JiMin detuvo sus pasos, frunciendo el ceño hacia BaekHyun que se frenó a unos cuantos centímetros de él, mirándolo con intriga.
—¿Qué pasa?
—¿Cómo sabes que yo seré el tutor de Binnie? —exigió.
BaekHyun le dio una sonrisa ladina.
—Ah, eso. Pues sin querer escuché a JackSon hyung hablando con el director sobre el tema mientras dormía en el armario del conserje.
—¿Por qué estabas-
—Me sorprende que no le hayas dicho nada a SooBin, ni a ninguno de nosotros —prosiguió sin prestarle atención, sus ojos posados en los casilleros—. Personalmente quiero creer que es porque aún no lo aceptas del todo y no porque de repente hayas desarrollado una maña de ocultarnos cosas.
Pasando saliva, JiMin negó con la cabeza. Si tan sólo BaekHyun supiera...
—No, no es eso. Lo que pasa es que no quería dar explicaciones de lo que pasó. Digamos que el tema no nos cayó bien ni a TaeHyung ni a mí.
—TaeHyung... —murmuró frunciendo el entrecejo—. ¿Él sabe que será SooBin al que le darás lecciones? Si de por sí parece que le cae mal, no quiero ni imaginar cuándo se entere que es su remplazo.
—Remplazo no es una palabra agradable —resopló con fastidio.
—Ajá, mi punto es-
—¡JiMin hyung!
Dos voces lo llamaron desde el final del pasillo por el que ellos habían venido. Al girarse, encontraron a Mark y YuGyeom corriendo hacia ellos, aunque esta vez no venían empujándose ni nada, sólo con una preocupación casi atemorizante en sus rostros.
Cuando llegaron a él de inmediato le gritaron en la cara.
—¡Hyung, TaeHyung... TaeHyung está...!
—¡...En el patio trasero, le dijimos que no lo hiciera…!
—¡...Lo va a matar y va a ir a prisión! ¡Él está muy joven para ir a prisión!
—Wow, wow —JiMin los detuvo sin entender nada de lo que parloteaban. YuGyeom y Mark respiraban agitadamente como si hubieran visto un fantasma o algo. JiMin les sonrió para que trataran de calmarse—. No se les entendió ni pío. Hablen uno por uno.
—¡Es TaeHyung, hyung! —dijo primero Mark.
—¡Está en el patio trasero, venimos de allá! —continuó YuGyeom.
—¡Joder, le dijimos que no lo hiciera y que no valía la pena arriesgarse por un estúpido como tú!
JiMin sufrió un tic en el ojo a la par que su sonrisa se volvía torcida, aun así, obvió lo último.
BaekHyun se acercó y miró a Mark con los ojos entrecerrados.
—Exactamente, ¿a qué se refieren con "arriesgarse"?
—¡TaeHyung está peleando con SooBin hyung porque se enteró que será tu nuevo alumno! —gritaron al mismo tiempo, terminando por mirarse con sorpresa—. ¡Oh, sí! Excelente servicio —celebraron, a lo mejor por haber hablado al unísono.
JiMin abrió los ojos con asombro antes de intercambiar miradas con BaekHyun y echar a correr hacia el patio trasero sin ni siquiera pensarlo. Pronto Mark y YuGyeom los siguieron, teniendo que atravesar medio instituto y casi caer por las escaleras por ir demasiado rápido.
Joder, joder, joder. JiMin no quería que esto pasara, pero...
Al llegar al patio trasero, no hizo falta buscar demasiado para encontrar a TaeHyung, después de todo el montón de gente que estaba presenciando todo era difícil de ignorar. JiMin se preguntó, muy al fondo de su mente, cómo es que aún no habían llegado los profesores.
Se acercó sin pensarlo, apartando a todo el que obstruyera su camino sin pedir permiso siquiera. Al poder visualizar por fin a los dos, se quedó sorprendido al encontrar a JungKook delante de SooBin, mirando a Tae con rabia mientras el menor le devolvía exactamente la misma mirada. SooBin, desde su puesto, sólo lucía confundido y nervioso, una marca roja con morado en su pómulo izquierdo.
TaeHyung lo había golpeado.
—Exijo que te disculpes ahora mismo, Kim TaeHyung —espetó JungKook duramente.
Alzando la barbilla, el mencionado se cruzó de brazos en gesto altanero.
—Esto no es asunto tuyo, JungKook-ssi. Yo sólo vine a conversar con él.
—¿Le dices a esto conversar? ¡Acabas de golpearlo en la cara sin ningún motivo, estúpido! Discúlpate ahora mismo.
—¡Deja de defenderlo! ¡Ya tengo suficiente con todo lo que ha pasado para tener que aguantarte a ti también! —batió su mano mientras su expresión arrogante desaparecía para dar lugar al puro enojo.
JungKook botó aire por la nariz mientras su ceño se fruncía más. Dio un par de pasos hasta estar más cerca de él, apretando los puños en todo momento.
—Si tienes algún problema con SooBin, esta no es la manera de solucionarlo. Pero si tanto tienes ganas de golpear a alguien, pues te reto a que intentes pegarme a mí a ver si te la dejaré tan fácil.
—¿Con qué es así? —siseó TaeHyung.
—Es así. SooBin no te ha hecho nada para merecer esto, TaeHyung. Deja de pagar tu jodida frustración con el primero que mire a JiM-
La frase se quedó a medias, pues el puño de TaeHyung voló hacia la mandíbula de Jeon antes de que JiMin siquiera tuviera tiempo para anticiparlo. Jadeó con horror al ver cómo, tras haberle dado el puñetazo, Kim lo embestía para lanzarlo al piso y empezar a golpearlo ahí.
Los estudiantes comenzaron a gritar cosas que sólo consiguieron crisparle los nervios. JiMin no sabía qué hacer, sentía que las rodillas le temblaban ante semejante cuadro. El chico que le gustaba estaba golpeando a uno de sus mejores amigos mientras SooBin, el más inocente en todo el asunto, los miraba completamente pálido y con los ojos húmedos. De seguro alguien tan introvertido no soportaría ser causante de una pelea así (aunque, nuevamente, no era su culpa).
BaekHyun, Mark y YuGyeom de inmediato fueron a separar a TaeHyung y JungKook, lo cual resultó inútil incluso siendo ellos tres. Tae no parecía querer detenerse de estrellar su puño en la cara de JungKook, el cual a todas estas les había cogido el ritmo a sus golpes y ya los esquivaba con más regularidad, incluso devolviéndole varios mezclados con patadas.
JiMin sentía la garganta obstruida.
—¡Joder, TaeHyung! ¡Cálmate de una vez! —Mark ordenó cuando lograron distanciarlos, él y BaekHyun reteniéndole los brazos mientras YuGyeom luchaba con Jeon.
—¡JiMin hyung es mío! ¡¿Me escuchaste, bastardo?! ¡Mío, aléjate de él! —gritó tanto que la garganta parecía desgarrársele, sus ojos enfurecidos directos hacia SooBin, que alzó las cejas con desconcierto.
Suficiente, decidió JiMin.
Llegó hasta TaeHyung con los pasos más firmes que sus piernas débiles le permitieron, quedando ahora él entre JungKook y Tae. El último, al verlo ahí en frente, se detuvo abruptamente y lo miró con una expresión completamente distinta a la que había estado en su cara; como el niño adorable que estaba acostumbrado a ver todos los días. El niño con el que había tenido relaciones hace apenas unos días.
—JiMin hyung... —balbuceó. Park iba a decir algo, pero de repente TaeHyung se soltó de las manos de Mark y BaekHyun sólo para lanzarse a sus brazos, abrazándolo por el cuello y enterrando el rostro en su hombro.
JiMin parpadeó desubicado. Todo se quedó en silencio a excepción del pequeño murmuro que sólo él escuchó salir de los labios ensangrentados y heridos de Tae.
—Te quiero tanto, hyung.
Sólo atinó a cerrar los ojos y asentir, los brazos tensos en sus costados mientras se dejaban abrazar de TaeHyung.
Al menos, hasta que escuchó la voz de JackSon y el profesor JaeBum.
—Kim, Jeon, a la oficina del director.
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