lección diecinueve.
Chan no lo pensó dos veces para llamar a la amiga de Mina, quién era psicóloga, y reservar una cita la cual quedó agendada para el viernes después de clases.
Felix se mantuvo escuchando mientras él hacía la llamada con su cabeza apoyada en el pecho de Chan, ahora estando en su casa después de haberle curado las heridas.
Guardó su celular y besó el cabello con aroma a coco de Felix, apoyando su barbilla en dónde había besado.
── Iremos el viernes, por favor díselo a tus hermanos para que no se preocupen.
── No tendrán problemas si saben que voy contigo ──comentó pasando el dedo por sus costillas──. Supongo que sabes por Yunho que he mejorado muchas cosas gracias a ti.
── Algo mencionó al respecto.
── Mentiroso ──dejó un golpecito en su pecho, portando un tono divertido──. Conociéndolo de seguro te contó todo -refunfuñó.
── No, en realidad obvió muchas cosas, asumo que son esas que sólo tú puedes contarme ──dijo, luego mordió levemente su labio inferior──. Por ejemplo, el encuentro con tus padres... Es algo que creo necesitar saber para poder ayudarte.
── De verdad no quiero hablar de eso ahora, hyung. ¿Podemos dejarlo para el viernes para decírselo de una vez a la psicóloga?
Soltó un suave suspiro y accedió, entendiendo que la comodidad del menor era lo primordial. Ya no intentaría forzar a Felix y arriesgar su progreso, ahora todo sería a su ritmo.
── Supongo que el sábado podríamos tener una cita, si todo sale bien ──comentó casualmente, sólo queriendo ver la reacción de Felix.
Predeciblemente, se separó de su cuerpo de golpe para mirarlo sorprendido y con los labios ligeramente abiertos. Bang Chan le sonrió de lado con burla.
── ¿Por qué pones esa cara? ¿Qué acaso no puedo invitar al chico que me gusta a una cita?
── N-No es eso ──balbuceó con un puchero──. Es que... no pensé que tendríamos una tan pronto, no después de todo lo que hice ──su mirada cayó mientras el labio inferior se abultaba más──. Fui un chico malo y sé que no estoy recibiendo el castigo que debería, no merezco siquiera que correspondas a mis sentimientos, por eso...
── Hey ──Chan le llamó la atención. Cuando Felix levantó la cabeza recibió un golpecito en el entrecejo.
── Auch ──se quejó tocándose el lugar atacado.
Bang Chan se rió entre dientes, dándole un pequeño beso después en dónde había golpeado.
── Tonto, todos cometemos errores y tú has aprendido de los tuyos. Además, yo puedo corresponder a los sentimientos de quién yo quiera y no necesito tu aprobación para eso ──alardeó fingiendo molestia. Felix rodó los ojos──. Me gustas, Felix, y el sólo hecho de que tú sientes lo mismo es suficiente para querer llevarte una cita ──explicó con tono más suave, acariciando su cadera por encima del pantalón de colegio──. De haber sabido que ambos nos gustábamos hubiera hecho las cosas en otro orden.
── Yo siempre fui muy obvio, no es mi culpa que seas tan ciego ──se rió.
── No creo que hayas sido obvio...
── Hyung, pagué una cantidad exagerada de dinero para pasar toda la tarde contigo, te besé como un desquiciado cuando fingíamos que me declaraba, te pedí que me quitaras la virginidad... ¿Qué más señales necesitabas para darte cuenta?
── ¿Me estás diciendo despistado? ──cuestionó frunciendo el ceño. Ahora que lo pensaba detenidamente, pues la verdad Felix sí había sido muy obvio desde el principio.
── Sí, eres muy despistado ──asintió riendo mientras se dejaba caer otra vez contra su pecho──. Pero así te quiero.
── Vaya, pues gracias ──dijo con sarcasmo. Sin embargo, no tardó en envolver el cuerpo de Felix con sus brazos, y así duraron un par de horas hasta que el menor se tuvo que ir.
Bang Chan no tenía palabras para describir lo genial que se sintió acompañar por fin a Felix hasta su casa. Aunque no lo invitó a pasar porque según él era muy tarde y Chan tenía que regresar solo, fue suficiente saber que en verdad iban a progresar poco a poco.
También, fue muy, muy agradable recibir un beso en los labios por Felix antes de que se metiera a su hogar, sonriéndole y haciendo un gesto de despedida con la mano antes de cerrar la puerta.
Chan regresó a su propia casa con una sonrisa tonta pegada a los labios, sin poder creer lo rápido que todo se había solucionado.
Bueno, no todo, pero por ahí iban.
El jueves por la mañana, Bang Chan encontró a Felix esperándolo en una de las calles cercanas al instituto. No le sorprendió en lo absoluto y sólo le dedicó una sonrisa leve, pues habían otros estudiantes pasando cerca de ellos y no querían ser indiscretos.
Notó que las heridas del menor habían sido cubiertas ligeramente por maquillaje. Se lo comentó.
── Oh, Seunghwa me preguntó qué había pasado, y cuando le conté me metió un golpe en la cabeza. Mira, toca aquí ──señaló una parte de su cráneo. Bang Chan puso su dedo, sintiendo un chichón ahí──. Aún duele, pero después de golpearme me ayudó a cubrir las demás.
── Creo que se le pasó un poco la mano ──dijo con gracia.
── Él es así. De pequeños cuando no le hacía caso me decía "sigue así, pero ten presente que, si te caes y lloras, voy a rematarte para que llores con más ganas".
Bang Chan se rió escandalosamente, asintiendo con la cabeza.
── Mina y él se llevarían muy bien.
── ¿Será? ──dijo, riéndose también.
Llegaron al instituto y fueron directamente hacia el pasillo para guardar los libros de Felix en su casillero mientras hablaban de que el domingo tendría que ir a limpiar salones por castigo.
── ¡Feeeeeeeeeeelix! ──gritó Seungmin corriendo hacia ellos y guindándose de la espalda de Felix mientras lloriqueaba. Felix perdió el equilibrio un momento, tratando de apartar a Seungmin que se adhería a él como un bebé koala──. ¡Estás bien! ¡Pensé que te llevarían a prisión! ¡Ayer te fuiste sin decirme nada!
── M-Min, suéltame ──suplicó casi morado por los brazos que lo asfixiaban. Seungmin no lo escuchó, negando con la cabeza mientras seguía lloriqueando.
── ¡No vuelvas a asustarme así, maldición! ¡Estaba muy preocupado de que fueras a terminar en la cárcel y te fueran a violar los reos! ¡Yo no sé hacer pasteles, Felix! ¿Cómo iba a poder meter una pala para que cavaras en el piso? ¡Tendrías que esperar a que me gradúe en derecho para poder exigir que abran tu caso y así-
── Creo que lo estás asfixiando ──señaló Bang Chan preocupado al ver que Felix había cerrado los ojos.
Seungmin lo miró mal y le sacó la lengua.
── ¡Cállate! Tú eres el que lo asfixia con tus decisiones imprudentes. Yo jamás le haría daño a Felix.
── Pero estás...
── ¿Ah, quieres pelea? Ahora sí vas a ver, maldita criada ──Por fin soltó a Felix para arremangarse la camisa. Felix cayó de bruces en el piso, pero Seungmin siguió sin prestarle atención──. Vente pues, pero te advierto que soy experto en Mortal Kombat y Tekken. Voy a arrancarte la espina dorsal para- ¿Felix? ¿Qué te pasó? ──Recién se fijó en el cuerpo lacio e inconsciente en el piso.
── Te dije que lo estabas asfixiando ──suspiró agachándose para echarle aire en el rostro con una libreta──. Está más morado que una uva.
── ¡Buenos días! ¿Qué tal amanecieron los mejores amigos del-? ¿por qué Felix está inconsciente? ──Inquirió Minho acercándose y mirando perplejo al menor.
── Demasiado amor y preocupación lo dejó sin aire ──respondió Seungmin encogiéndose de hombros.
── Ah, sí. Eso obviamente tiene mucho sentido.
── ¿Estás mejor? ──Bang Chan le preguntó cuando Felix recuperó algo de color y abrió levemente los ojos, tosiendo.
── Juro que toqué las puertas de San Pedro ──dijo con la voz ronca.
── ¿Y esta rosa? ──Los cuatro miraron a San y Jisung, quiénes recién habían terminado de llegar.
── Esa no es una rosa, estúpido. Es un girasol ──dijo Jisung con una mirada obvia, refiriéndose a la flor que tenía San en la mano.
── Lo mismo, pero más barato.
── Sí, sí ──rodó los ojos, luego les sonrió tranquilamente──. ¿Cómo están?
── No son ni las ocho de la mañana y ya casi asfixian a Felix ──contestó Minho.
── Excelente servicio ──San asintió dándole el girasol a Felix──. Toma, escuché que cumple milagros, así como yo, que sigo más virgen que-
── Cómo que amaneciste medio chistosito, ¿no? ──dijo Bang Chan con gracia mientras ayudaba a Felix a levantarse──. Vulgar.
── Ay no, quién te entiende. Primero soy demasiado sarcástico y amargado, ahora soy demasiado chistoso y vulgar. Voy a cortarme la lengua y venderla por eBay para ver qué demonios van a hacer.
── Una fiesta ──dijo Jisung.
── Jódete ──espetó. Luego resopló y miró a Felix y Bang Chan──. Como sea, ya no hay resentimientos ni nada, ¿verdad?
Bang Chan intercambió miradas con el menor, el cual le sonrió ligeramente, apenas mostrando sus dientes.
── No los hay ──afirmó Bang Chan.
── ¡Bueeeeno! De repente siento que estoy haciendo mal tercio, yo como que me voy ──dijo Seungmin girando sobre sus talones y comenzando a caminar.
── Yo iré con él ──dijo San, pero antes de que pudiera avanzar Jisung lo detuvo con una sonrisa pícara.
── ¿Irás con Seungmin? ¿Por qué?
── Qué te importa.
── Come torta.
── ¿Y si mejor me como otra cosa? ──respondió mirándolo con los ojos muy abiertos, como tratando de mandar una indirecta.
Jisung frunció el ceño y lo dejó ir. San le dedicó una falsa sonrisa y siguió a Seungmin, los vieron empezar a conversar al lado del bebedero.
── Eso fue raro ──comentó Felix.
── Es mejor dejarlo así, capaz si le preguntamos otra cosa nos patea ──se rió Bang Chan acariciando su cabello──. ¿Te veo después de clases? ¿Cuándo comenzaran tus repasos?
── Me lo dirán el domingo, la profesora YoungHa debe organizarse y todo eso. ¿Me acompañarás a casa?
── Por supuesto, más ahora que por fin puedo literalmente llevarte a tu casa ──bromeó, recibiendo un codazo de Felix.
Vio que, por el pasillo, venían Jackson y Mark. Bang Chan los saludó con una mano, a lo que Mark le sonrió. Jackson, por otro lado, no hizo nada hasta que llegó a ellos, extrañamente muy serio. Los miró a ambos fijamente por un par de segundos.
── Chan, te tengo una pregunta ──declaró. Chan ladeó la cabeza.
── Uhm, ¿está bien?
── Quieres mucho a Felix, ¿no es así? ──Arqueando una ceja, asintió──. ¿Mucho? ──asintió de nuevo──. Si tuvieras la oportunidad de evitar que reciba una patada en las bolas, recibiéndola tú, ¿lo harías?
── Ehm, supongo que sí, ¿pero por qué-
Su oración fue cortada cuando recibió una muy dolorosa patada en la entrepierna por parte de Jackson.
Mientras se retorcía en el piso maldiciendo a cada deidad que se le ocurriera en idiomas que probablemente ni existían, percibió que Mark le sonreía avergonzad.
── Lo siento, se enteró de lo que pasó ayer.
Chan se obligó a devolverle la sonrisa, aunque probablemente sólo consiguió hacer una mueca llena de sufrimiento.
── N-No te preocupes.
── ¡Hyung! ¿Qué te pasa? ──exclamó Felix mirando a Jackson con enojo.
── ¡Ayer golpeaste a Mark y yo no estaba para defenderlo!
── ¡Pero no tenías que patear a Chan en las pelotas! Ahora van a parecer dos campanas de plastilina.
── Felix, bebé, no me defiendas ──dijo Chan con ironía.
── Puedo hacerte un cartel que diga "fuera de servicio" ──se ofreció Minho mientras se carcajeaba.
── ¿Qué están esperando para ir a clases? ──consultó el profesor Changbin mientras iba de paso──. Para los de último año, hoy hay examen sobre la Primera Guerra Mundial, espero hayan estudiado.
Tras intercambiar miradas con los demás, Chan supo que nuevamente debía ir preparando los papelitos para que se copiaran de él.
Tal y cómo habían quedado, el viernes después de clases Chan y Felix se fueron por una ruta diferente, tomaron el autobús porque el consultorio quedaba algo lejos.
Durante el viaje, Felix se la pasó removiéndose en su asiento y mordiéndose el pulgar insistentemente mientras miraba por la ventana. Estaba nervioso, notó Chan con ternura. Él mismo lo estaba, a decir verdad, no sabía qué esperar de lo que Felix fuera a declarar delante de la psicóloga, pero fuera lo que fuera estaría ahí con él para que supiera que no estaba solo. Que si no lo había estado cuando sólo se trataba de sus notas, mucho menos lo estaría ahora.
Por lo que, tomando la mano de Felix entre las suyas para acariciarla, ganando así la mirada del menor, le sonrió para poder comentarle sobre una colección de cómics que había visto en el centro comercial el otro día y que le gustaría poder comprarle. De esta manera consiguió distraer a Felix por el resto del viaje, por lo que cuando llegaron al consultorio estaba notablemente menos ansioso.
No les costó mucho tiempo que los atendieran pues la cita ya estaba reservada. Chanmi los recibió de forma amable y les preguntó si pasarían los dos, Chan dejó esa decisión a manos de Felix, recibiendo -por suerte una afirmación del chico.
Chanmi fue breve y tras haberle explicado el problema que los había llevado a verla, empezó a hacerle preguntas concisas a Felix, las cuales fueron respondidas en susurros que apenas se entendían.
Para cuando la historia estuvo concluida, Chan no podía sentir más odio hacia los señores Lee, aunque se encargó de no demostrar demasiado todo el desagrado que sentía. Felix no estaba llorando, afortunadamente, pero sí se le notaba incómodo cada vez que tenía que agregar algo más. Sus acciones de repente no se veían tan alocadas a juzgar por todo lo que cayó sobre sus hombros con las palabras de sus padres, obvio no las justificaban completamente, pero sin dudas Chan no podía molestarse por lo que había sido el resultado de un ataque directo por parte de las personas que Felix reconocía como ejemplos a seguir.
Eso mismo declaró Chanmi, misma que no había ni fruncido una ceja en todo ese rato. Comenzó a explicarle muchas cosas a Felix, empezando por las múltiples razones que podían haber generado ese nivel de homofobia en sus padres, por qué Felix se vio tan afectado con su encuentro y cuáles fueron las inseguridades desatadas.
Posteriormente, les sugirió muchas cosas a ambos que podían ayudarlo a mejorar, y les indicó que el próximo viernes por favor fueran con los hermanos de Felix, los tres para poder tratar el problema también desde el ámbito familiar.
Cuando salieron del consultorio después de haber terminado la sesión, ya era algo tarde, por lo que Chan lógicamente se ofreció acompañarlo. Felix le sonrió levemente y aceptó con la cabeza. Se mantuvo muy callado mientras tomaban el autobús de nuevo.
Chan no podía juzgarlo. Abrirse tan de repente a nuevas percepciones de seguro no era fácil tras haber vivido con una sola por un año.
── Hyung, ¿quieres pasar? ──le invitó Felix cuando estuvieron en la puerta de su casa y Chan estaba a punto de despedirse. No le permitió ni asombrarse──. Es que... mis hermanos no están, y no quiero estar solo ahora. ¿Sólo un ratito? ──agregó.
Chan pasó saliva de forma nerviosa y asintió.
Él sabía por qué Felix no quería estar solo, y obviamente él no lo iba a dejar, ni ahora ni nunca.
¡gracias por leer!
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