Veintitrés

Vincent aún no entendía por qué había aceptado juntarse con sus compañeros de curso después de clases. Preferiría encerrarse en el taller que le habían asignado hacía unas semanas y comenzar a trabajar en su tesis, pero se había visto obligado a ir a una de las salas comunes junto a sus compañeros.

Los siete se encontraban reunidos alrededor de una mesa baja repleta de masas finas y tazas de té o café que mandaron a pedir a los espectros. Annabelle, Basil y Laura ocupaban el sofá más grande; esta última parecía haber asumido el papel de escriba, anotando todo lo que estaban diciendo en un pequeño cuaderno morado. Vincent y Allan ocupaban los sillones más pequeños a cada lado, Osamu estaba sentado en uno de los reposabrazos del sillón de Allan, ojeando las anotaciones de Laura. Tristan simplemente se había dejado caer sobre la mullida alfombra, en el espacio entre el sillón de Vincent y la mesa, con todos los scones a su alcance.

Se habían reunido para intentar organizar una fiesta.

Halloween estaba a la vuelta de la esquina y se suponía que los alumnos de séptimo eran los encargados de, cada año, organizar una celebración a su gusto. Era su última oportunidad de tener algo de diversión antes de que cada uno de ellos se abocara a la preparación de su tesis. Y una manera retorcida de hacerlos trabajar en equipo antes de que finalmente se convirtieran en rivales mortales.

Ya había amanecido, las ventanas altas de la sala pasaban lentamente de un negro pétreo a un gris ceniza. Ya habían logrado definir la decoración, la música y qué golosinas se servirían cuando surgió el tema:

―¿Creen que el ánimo de los estudiantes está para fiestas cuando han perdido amigos y familia? ―preguntó Allan frunciendo el ceño. Tenía el cabello rubio, algo más oscuro que el de Vincent, y un rostro regordete espolvoreado de pecas que combinaban con sus dulces ojos azules.

A Vincent siempre le había atraído su aire angelical y alegre -tan distinto a su hosco y sombrío carácter-, pero él y Osamu eran pareja desde que estaban en tercer año, así que nunca se atrevió a intentar algo. Era otro caso perdido, como todos sus enamoramientos.

Quizás por eso se había vuelto tan antipático, pensó.

―Es la tradición ―respondió con indignación Laura, agarrando posesivamente su cuaderno donde había anotado todas las ideas y decisiones.

―No creo que esta cosa respete las tradiciones ―replicó Tristan desde el suelo, sin preocuparse de la mirada asesina que le dirigió Laura. Había pocas cosas en el mundo que pudieran asustar a un tipo de casi dos metros como Tristan.

―Las fiestas de Samhain serán pronto. ¿Si esa... cosa aprovecha el momento en que el velo entre la vida y la muerte es más fino para atacar? ―continuó Allan.

―El Director seguramente aumentará la seguridad ―opinó Osamu, intentando tranquilizarlo.

Allan miró a su novio con agradecimiento y preocupación. Osamu era el más pequeño del curso, tanto en edad como en estatura. Era un hechicero de oscuros y serios ojos rasgados que se especializaba en la magia musical, al igual que la chica de segundo año que había muerto. Vincent recordaba haberlo visto trabajar con Christine con frecuencia.

―Honestamente creo que esa cosa está superando incluso al Director, cariño.

―Han muerto cuatro chicos y él no lo ha impedido ―acotó Annabelle con tono serio, provocando que todos se quedaran un momento en silencio.

Finalmente, fue Tristan quien lo rompió con una risa ronca y un intento de broma:

―A este paso no llegaremos a la graduación.

―Aún quedamos los siete ―dijo Vincent. No quiso consolar a sus compañeros, sino evidenciar lo obvio.

―¿Qué quieres decir? ―preguntó Basil, dándose cuenta de que había algo más en las palabras del rubio. Él siempre había sabido leerlo entre líneas, cosa que sacaba a Vincent de sus casillas.

Sin embargo, esta vez, le siguió el juego:

―Han muerto cuatro estudiantes. La primera fue Marie de tercero, Louis de cuarto, Frank de sexto y Christine de segundo. Uno de cada uno de esos cursos.

―Los únicos que no han sido afectados son los cursos de primero, quinto y nosotros ―secundó Osamu.

―¿A dónde querés llegar con esto? ―preguntó Basil, mirando atentamente a Vincent sin darse cuenta que su voz dejó escapar algo de su acento rioplatence. 

―Uno de nosotros puede llegar a ser el próximo ―respondió este―. O de quinto.

―Te estás olvidando de primer año.

Vincent sonrió.

―No lo estoy haciendo.

―¿Sospechas de que alguno de ellos sea el asesino? ―inquirió Basil, inclinándose con los codos en sus rodillas para darle toda su atención.

Él y Vincent solían hacer esto. Se repelían y atraían como imanes. Se entendían mejor que nadie y por eso se detestaban, conocían lo peor del otro y no podían disimularlo como con el resto. Pero cuando uno lograba captar la atención del otro, el mundo fuera de ellos dos desaparecía.

―Son solo niños ―exclamó Annabelle, rompiendo la tensión entre ellos.

Vincent se volteó hacia ella y, con un encogimiento de hombros, dijo:

―Nosotros también lo éramos y aun así Tristan casi hizo volar el aula de Alquimia... con nosotros dentro.

―¡Fue un accidente! ―exclamó este en su defensa―. Y tampoco fue como si quisiera matar a media escuela.

Basil le dio una mirada de reojo a Laura, que evitaba ser notada por sus compañeros. Solo él sabía lo que ella había visto la noche que murió Frank: a Gaspar cubierto de sangre y con la mirada perdida en sus propias pesadillas.

El muchacho soltó un pesado suspiro y dijo, por fin:

―Deberíamos tener un ojo sobre ellos.

―No se como si no tuviéramos que hacer otra cosa. Los profesores ya están investigando las muertes ―repuso Tristan con fastidio, pero tenía razón.

Ellos ya tenían sus clases, la organización de la fiesta y sus tesis. Se suponía que los profesores Emil y Rodia eran los encargados de resolver aquel misterio. Y, sin embargo...

―Ellos están investigando a los muertos, no a los vivos ―dijo Basil.

―Confío con mi vida en el profe Emil. Da miedo, pero es amable... a su manera ―admitió Allan con las mejillas sonrosadas y todos asintieron en acuerdo. Les había tomado años, pero ninguno dudaba de la seria bondad del profesor de Hechicería y Conjuro―. Pero el profe Rodia...

―Nadie en su sano juicio depositaría su fe en un tipo que volvió del Averno ―concluyó Osamu por él.

―Y sin haberse graduado siquiera ―sumó Annabelle, sus oscuros ojos no se molestaron en ocultar su desagrado por el nuevo profesor de Nigromancia.

―Entonces, ¿propones que resolvamos este caso nosotros? ¿Cómo en esas novelas policiales? ―inquirió Tristan con sorpresa.

―Si no quieres ser la siguiente víctima ―le respondió Vincent con una sonrisa gélida.

―Eso es muy motivador.

―¿Y por dónde empezamos? ―preguntó Annabelle.

Fue entonces que los siete jóvenes comenzaron a repasar todos los hechos desde el inicio de las clases. Estaba claro que ellos no tendrían ni una porción de la información con la que contaban los profesores. Aun así, no dejaron ningún dato o rumor sin comentar.

Dejaron abandonada la organización del baile de disfraces. Después de todo, solo tenían que decirles a los espectros del castillo lo que querían y ellos harían todo el trabajo.

Los siete pasaron las horas que les quedaban hasta el alba intentando encontrar una pista, un lugar donde comenzar. Por primera vez en los años que llevaban allí dentro, se sintieron como verdaderos compañeros, como un equipo. Aún teniendo en cuenta que cada vez faltaba menos para que se convirtieran en contendientes y se vieran obligados a enfrentarse entre ellos.

Todos pensaron en la ironía de esta situación, pero ninguno se atrevió a mencionarlo.

Buena~ ¿Cómo andan?

Casi no les traigo este capítulo porque en este momento estaré de viaje en las sierras de Córdoba, Argentina (síganme en insta para ver fotos de los lugares aesthetics). Pero luego recordé que ahora Wattpad te permite programa los capítulo y AMO. 

Sé que varios querían más de Basil y Vincent, así que ahora comenzaremos a ver más de ellos. Aunque no creo que de un forma romántica. Quién sabe.

De paso, les dejo estos picrews de cómo se verían los de séptimo si estuvieran en Hogwarts, solo porque me gustó el estilo.

PD: Sí, Vincent se parece a Malfoy a propósito XD

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