Fiesta de primavera (parte 2)

Esa voz... esa maldita voz. Estaba harta de esta chica, no sabía por qué seguía metiéndose en vida a pesar de que la evitada constantemente. 

- ¿Qué quieres, Angelina? - pregunté mientras me escondía un poco detrás de Blaise. No por miedo, sino porque no quería que me viese mientras me colocaba la ropa.

- No estoy hablando contigo - contestó, mirándome con odio - Aún.

- Johnson, será mejor que hablemos luego - contestó Blaise mientras tomaba mi mano. Note que lo hacía con fuerza, como si estuviese furioso.

Angelina nos siguió impidiendo el paso. Blaise se tensó y apretó el puño, cosa que me pareció extraña. Nunca había notado que se llevasen mal. Seguramente le había cogido manía a la chica por meterse tanto con los demás. La apartó con firmeza, pero ella nos siguió camino a la fiesta. 

- No se por qué no quieres celebrarlo, Blaise. Has ganado una buena apuesta. Se que el dinero no es importante pero ya nadie dirá que no eres capaz de hacerlo.

- ¿Hacer qué? - pregunté preocupada, parándome un poco antes de llegar con los demás - ¿De que está hablando, Blaise?

- De nada - dijo él, intentando tirar de mí para llevarme donde la música impediría que continuásemos escuchando a Angelina - Vamos a beber algo, estoy cansado.

Me mantuve firme, a pesar de que era mucho más fuerte yo no era una delicada florecilla. Si no quería moverme era muy difícil que alguien pudiese tirar de mi, de algo tenían que servir los kilos de más. Él desistió, mirándome preocupado. En sus labios se dibujó una sonrisa triste y susurró de una manera casi imperceptible:

"Lo siento"

- ¿Puede, alguno de los dos, explicarme lo que está pasando?

- ¿Puedo? - dijo Angelina dando unos saltitos. Como respuesta, Blaise se dio la vuelta colocando una mano en su cabeza. Estaba evitando mirarme - Creo que es un sí. Bueno, Black, no se si sabes Zabinni es muy aficionado a las apuestas, más si estas incluyen conquistas complicadas...

- ¿Qué? - contesté retrocediendo tapándome la boca con una mano.

- Eres lista - dijo esta con una sonrisa triunfal - Tanto como para comprender que Zabinni ha estado conquistándote para meterse en tus bragas. Yo le dije que no lo lograría y bueno... no hace falta mucho más para convencerlo. 

Se había reunido mucha gente a nuestro alrededor. La música seguía sonando, pero algunos de los profesores estaban más pendiente de nuestra conversación que de la fiesta. Busqué a Draco entre ellos, pero no pude encontrarlo. El pecho me latía con fuerza y me estaba costando muchísimo respirar.

- ¿Blaise? - pregunté, rogando con la mirada. Tenía que ser una broma.

- Por favor, Black - dijo tomándome de la mano con serenidad - Siento de verdad que haya pasado esto, que te enterases así. Todo empezó como una apuesta pero me gustas de verdad, te lo juro. Llevo días sin contarle nada sobre nosotros y hablar del trato, pero nos tiene que haber seguido. Por favor..

Solté su mano, mirándole con asco. Toda la esperanza que tenía puesta en que fuese mentira se esfumó y las lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro. Me quedé plantada sin saber que hacer, no entendía por qué me estaba pasando eso.

- Lo sabía - dijo Angelina de repente. Estaba radiante y triunfal, por lo que empezó a gritar para que todos se enterasen - Te dije que solo conseguías atraer a los chicos por que pareces facilona. ¡Y tenía razón! ¡Me decíais que no, pero mirarla! ¡Acaba de tener sexo con Zabinni en el jardín, los he visto!

No podía aguantar más, tenía que escapar. Blaise tomó mi mano, mirándome con súplica. Sin pensarlo lancé mi puño hacia su mandíbula con todas mis fuerzas, lo que hizo que trastabillase y me soltara. Se llevó la mano a la cara, dolorido, pero ya no pude ver que más pasó porque salí corriendo sin mirar atrás hacia el castillo. No quería ir a la sala común, tampoco podía estar dando vueltas y arriesgarme a encontrarme a la directora, así es que corrí hacia el baño de prefectos. Necesitaba el calor y la soledad de ese sitio.

Entré como un tropel, sin darme cuenta de que ya había gente en la habitación.

- Marta. ¿Qué pasa?

Era Hermione, estaba sentada en el borde de la gran bañera junto a Ginny, sujetándola de los hombros. Parecía que la pelirroja no había pasado una noche mejor que la mía, sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar y el pelo revuelto le caía a ambos lados de la cara. También levantó la vista cuando me escuchó.

- Herms...

Llorando fui a sentarme a su lado. Ella me abrazó con fuerza, acariciándome el pelo y diciéndome que no me preocupase. Ginny cambió de sitio y se puso a mi lado, cogiéndome del brazo y apoyando su cabeza en mi hombro. Al contrario que Herms, consiguió apoyarme con su silencio. Pensaba que no quería ver a nadie, pero tras minutos de llantos, cientos de lágrimas y el apoyo de mis amigas conseguí serenarme. 

- Si quieres puedes contarnos lo que ha pasado - dijo Ginny - cuando estés preparada.

Me lavé la cara con agua de la bañera, había sumergido mis pies (con las zapatillas incluidas) en ella. Pero en ese momento me daba igual. Respiré y conseguí contarles todo lo que había pasado en la fiesta. El sexo con Blaise (sin muchos detalles), la aparición de Angelina, como el lo confirmó todo y cuando Angelina la quiso poner en evidencia delante de todo el mundo. Me sentí mucho mejor después de soltarlo todo, las chicas me escucharon en silencio y sin juzgarme. Su cariño hizo que no me sintiese tan sola con todo lo que había pasado.

- He sido una estúpida.

- No digas eso, Marta - contestó Hermione - Confiaste en él y te traicionó, tu no tienes culpa de nada. A cualquiera nos hubiese pasado. 

- Herms tiene razón - explicó Ginny, que ya parecía haberse serenado - lo que no se es porque Angelina tiene esa fijación insana contigo...

- Bueno - dije sonriendo con tristeza - A lo mejor es porque he tenido algo con tu hermano y se ha enterado...

- ¿¡Qué?! - exclamó la pelirroja con sorpresa - ¿Qué has tenido algo con George y nadie me ha dicho nada?

- Lo siento. Solo lo sabían Herms y Draco. Además, no sabía si te iba a molestar...

- Como me va a molestar. Ya era hora de que ese tontaina olvidase a la pesada de Johnson y se divirtiese un poco - bajando la voz, con una sonrisa preguntó - ¿Te gusta?

- No! Bueno, no se. Ahora mismo no nos hablamos, tuvimos una discusión fuerte y siendo sincera no me apetece volver a esa dinámica y mucho menos ahora. 

- Que lastima

- Bueno - dije, ya más tranquila - Y vosotras, ¿qué hacéis aquí? ¿por qué no estáis en la fiesta?

Hermione hizo un gesto con la cabeza, señalando a Ginny que estaba mirando a un punto en el infinito con el semblante triste. Me contaron que Harry y ella no habían conseguido solucionar las cosas, ni si quiera habían seguido siendo amigos. Él estaba muy taciturno y la pelirroja tampoco quería dar su brazo a torcer. A fin de cuentas fue el quién la dejó sin muchas explicaciones. El caso es que Harry había aparecido en la fiesta charlando y tomado del brazo por Cho. Y Ginny, antes de montar un espectáculo, decidió salir corriendo con Herms detras de ella. Y, por casualidades del destino, habían decidido ir al mismo sitio que yo.

- Los chicos son un asco - dijo Ginny, con firmeza.

- Ya te digo - contesté.

- Menos mi Ron.

-Sobre todo tu Ron - respondió Ginny riéndose, lo que hizo que Hermione quisiese darle una colleja y acabamos las tres dentro de la bañera, riendo y lanzándonos agua.

Salimos y nos secamos la ropa con un hechizo. Me seguía doliendo mucho el pecho, no quería ver a nadie. Y pensar en que tenía que pasar las vacaciones en el colegio y organizando el torneo con Zabinni hizo que me costase respirar. Ginny se dio cuenta y me tomó del brazo mientras salíamos del baño para ir a la sala común.

- ¿Estás bien? - me preguntó.

- Bueno... Estoy pensando en que me será difícil lidiar con Zabinni y Johnson sin vuestra ayuda durante las vacaciones.

- Hummm... - dijo Ginny pensativa - Creo que tengo la solución. Te vendrás con nosotras a la madriguera.

- ¡Si! - gritó Hermione emocionada - Sera estupendo, ya verás. 

- No se... - dije dudando, una Black con los Weasley, puede que fuese un desastre - ¿Estás segura de que a tu familia no le importará?

- Mi madre estará encantada de conocer a gente nueva. Y bueno, el único sería George pero ya me encargaré de que sea amable contigo. ¿Vendrás?

Me miraron las dos poniendo cara de cordero degollado. Iba a ser una aventura pasar las vacaciones en la madriguera, pero la posibilidad de alejarme unos días del castillo y de los dos causantes de lo que me había pasado hizo que la presión del pecho fuese menor. 

- Vale. Pero con una condición.

-¿Cual? - respondieron al unísono las dos.

- Qué pasemos esta noche en mi habitación soltando toda la bilis que tenemos acumulada. Seguro que nos sentiremos mejor.

- Me encanta la idea - dijo Ginny

- Me apunto - la secundó Hermione


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