"Todo el mundo merece una oportunidad"

Narrador:
Una mañana más en la gran manzana, ahora ya 23 de diciembre, todos los Newyorkinos pueden decir, que ya huele a Navidad.
Pero para Flash, era el día en que Michael llegara a Seatle para firmar el contrato con la joven talento Avril Lavigne.
La mañana era...tranquila, o bueno, para Flash Sentry, todo era tranquilidad, felicidad...perfección.
Tomó su auto, fue a su oficina, e hizo unas llamadas.
En eso...recibe una llamada:
-Hola?
-Flashito, donde estás? Te estoy esperando fuera del estudio...
-Ah, Dagi, lo siento amor, vine a la oficina a verificar que todo esté bien...voy para allá.
-Ok, te espero, Besos Flash.
Y colgó, con una arrogante, y confiada sonrisa.
Dejó a su secretaria Fleur con algunas cosas por arreglar, y salió en su auto a recoger a su chica.
Llegó al estudio de televisión, recogió a Adagio, y ambos partieron al hotel.
-Bueno, Flashito, ya casi es Navidad, y compre algo para, bueno...tu regalo.-dijo aquella chica con una mirada provocativa.
-Oh! En serio? Bueno...que te parece, si te dejo en la habitación...y te preparas mientras voy a la tienda por algo que hace falta-le contestó, con una sonrisa.
Sin importar que el estuviera conduciendo, ella se pasó al lugar del conductor, y se empezaron a besar apasionadamente.
El con una mano, controlaba el volante, mientras que con la otra, acariciaba las caderas de la reportera, mientras iba bajando su mano, a los muslos, y al final, acariciaba sus piernas.
El chico, empezó a dar pequeños besos en el cuello de la chica, mientras ella gemía del placer que le producía aquellos besos y las caricias.
El chico empezó a separarse con voz entrecortada, y vio a la chica los ojos.
-Creo que alguien ha sido MUY traviesa.-le dijo con una sonrisa.
-Aún así, creo que merezco regalo.
-Eso será más tarde.
Flash dejo a Adagio en la entrada de su hotel, con una copia de la llave del apartamento.
Y se dirigió a la tienda a comprar algo de fruta y unos ingredientes que le servirían para hacer la cena de Noche Buena.
Cuando ya se disponía a pagar.
Algo muy visto en Nueva York, lo detuvo.
Asaltaron la tienda, un hombre con ropa vieja y un arma, de acercó al cajero y amenazo con matarlo si no le entregaba dinero.
Flash, aunque con miedo de hacerlo, se acercó al asaltante.
-Quieto! Te quieres morir? No intervengas en esto...
-Oye, no hay necesidad de esto.-saco su billetera, y saco 10 billetes de 100 dólares.-ten, puedes llevártelos, lo necesitas más que...
-ESTAS JUGANDO CONMIGO?!-lo apunto con el arma-PORQUE...
-Solo te quiero ayudar, toma esto, y prometo, no llamar a la policía, te doy mi palabra, si lo dejas ir.
El hombre se quitó la gorra, la ropa vieja eran cachos de diferente ropa, cosidas en una sola prenda, el hombre lo vio, pensando en su decisión, al final, guardo el arma, tomó el dinero, y salió de la tienda.
Flash compro lo que necesitaba, y regresó al hotel.
Al entrar a su departamento, guardo lo que compro, y entro a su habitación.
Encontró a Adagio con ropa...sensual, para la noche.
Desafortunadamente, Flash quedó muy afectado, después del incidente que vivió, se lo contó a Adagio, ella entendió, y ambos se acostaron para descansar.

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