38.
Lynn sirvió una gran cacerola en la mesa, diciendo que, siempre, la han puesto para que cada uno se sirva.
-O si no empieza la guerra. -comenta Gemma riendo mientras se sirve un poco de fideos al pesto. Harry la mira de reojo y menea la cabeza.
Aunque no conozco mucho la relación que conllevan como hermanos, sé que muy linda. Al menos, bromean entre ellos y eso me parece muy bien.
-Así que... -empiezo a hablar cuando parto con el cuidado máximo, el pavo. No quiero que un trozo salga volando y todos se rían ende mi. -¿Por cuántos años se diferencian, chicos? -digo mirando a Gemma y luego a Harry.
-Aunque no lo creas, -musita Harry con la boca llena. Lynn le golpea la pierna con el tenedor. -¡Auch! -exclama. -Bueno, como iba diciendo, Gemma es solo 4 años mayor que nosotros, así que técnicamente tiene 21, pero parece de 10000.
-Deja de molestar ya, Harry, es de verdad. -lo riñe Gemma desde su lado. Éste sonríe y vuelve a untarse un poco de arroz en la boca. -Estoy orgullosa de decir que tengo 21 años y no he reprobado ningún ramo en la universidad, querido hermano. Ya quiero ver a qué edad sales tú.
Harry la mira de reojo extrañado, deja los cubiertos en la mesa y cuando está a punto de decir algo, Lynn lo instruimos cubriéndole la boca con su mano. Le da unas palmadas en el hombro inspirándolo a comer a lo que yo río por su cara de descontento.
-Gem entró en Oxford hace tres años, Erin. Está estudiando lo que más ama.
-Después de si misma. -acota Harry atragantándose con el pavo. Suelto una carcajada y el señor Styles lo golpea con la servilleta que cubre sus piernas.
-La medicina. -aclara su hermana.
Está sonriendo ampliamente, y logro entender y descifrar lo orgullosa y feliz que se siente cuando su madre me cuenta lo que está estudiando. Sé, porque en realidad todos lo saben, que Oxford es una universidad prestigiosa, por la cual es muy difícil entrar en ella y si bien, Gemma no se ha echado ningún ramo, debe ser porque es muy inteligente.
-¿Oxford? -comento tratando de volver al tema. Últimamente he estado muy callada, tímida quizás. Sé que suelo ser mas impulsiva pero esto me cohibe al punto de estar así. -La inteligencia debe de ser hereditaria, Harry es muy brillante, no dudo por qué.
-Harry también quiere mudarse a Inglaterra cuando se gradúe. -musita lentamente su madre. -O antes.
Mi mundo comienza a desmoronarse lentamente. Dejo los cubiertos que sostenía en mis manos, a un lado del plato. Trato de sonreír a los rostros de Lynn y Gemma que me miran extrañados. Harry empieza a toser fuertemente porque se ha atragantado con el agua que estaba tomando.
-Cariño. -le dice Lynn mientras se levanta y le pone una mano en la espalda para ayudarlo a respirar. Me aferro al mantel que cubre la mesa porque siempre me han puesto nerviosas estas cosas.
-Harry. -musito.
Este tose fuerte por ultima vez, frente al puño que ha cerrado frente a su boca. Sus ojos están llenos de lágrimas y Gemma está riendo a carcajadas a su lado. El señor Styles la mira feo y esta sonríe aun mas. Compruebo que Harry está mejor y aprovecho.
-Permiso, iré al baño un segundo. -me excuso levantándome rápidamente.
Lynn y su esposo asienten lentamente sonriendo y salgo del jardín con la misma velocidad que usaría si me estuvieran persiguiendo unos zombis.
Entro a la cocina empujando la puerta blanca fuertemente. La cruzo y llego a la sala, donde me apoyo de espaldas contra la pared. Me llevo las manos a la cabeza y mi cuerpo comienza a descender lentamente hasta por fin tocar el suelo.
Habían pasado tantos mementos felices que nunca me percaté de la posibilidad de Harry ante volver a Inglaterra. No es que esté molesta ni nada, de hecho, me parece una oportunidad increíble y que quizás no se le presente otra vez. Es inteligente, mucho más que eso y sé que puede lograrlo.
Pero para eso tendrá que dejarme atrás.
Una lagrima cae por mi mejilla y me da una rabia por lo que está pasandome. Se que siempre ha existido ese miedo a perderlo, a que mis tonterías lo alejen de mi, pero nunca había asimilado esto. En un año, ambos nos graduamos, t de ahí, nos iremos a la universidad.
Dos caminos con el mismo punto de inicio pero con distinta trayectoria.
Escucho el golpe que da la puerta del jardín al golpear con las baldosas que decoran las pardes de la cocina. Me levanto lentamente pero cuando estoy por doblar la esquina que me dirigiría al baño, alguien me toma por el codo.
A pesar de que solo haya un rato de luz que viene desde fuera, t que ahora solo ilumina precariamente una parte de la sala, puedo reconocer quién es. Su tacto se me ha hecho reconocible al punto de no tener que comprobar quien es. Levanto la vista y me encuentro con aquellos ojos verdes que tienen las pupilas tan dilatas que me da miedo.
-¿Estás bien?
Yo solo consigo asentir pero de inmediato agacho la vista. Siento que me levanta la barbilla con el pulgar y el índice y me veo obligada a acceder. Cierro los ojos para evitar las consecuencias.
-Erin, ¿es enserio? -pregunta él sin dejar de mirarme. Siento su mirada penetrante frente a mis párpados cerrados, su voz suena cargada de ternura pero hay un toque de algo que no logro descifrar. -Queda un año para poder recién pensar en la posibilidad de irme. ¡Lo que mi madre dijo lo pensé hace años! -grita susurrando.
-No voy a probarte de nada, Harry... -logro decir mientras abro mis ojos. Frunce sus labios en una línea recta y levanta sus manos para posarlas en mis mejillas. -Además, solo vine al baño y ya.
-¿Y te perdiste en el camino? -pregunta irónico. El momento no fue la excepción para que rodará los ojos lo que me hace sonreír. -Por favor, Erin, te conozco como la palma de mi mano así que no me vengas a ocultar que te haz sentido por lo que dijo ella.
Alzo la vista y justo con ella cae una lagrima. Soy una estúpida, no puedo hacer esto. El creerá que no podré soportarlo entonces se quedará aquí, conmigo, pero no podrá seguir lo que quiere. No será feliz.
-No tenemos por qué hablar de esto, ahora. Estoy perfectamente, solo me ha sentado un poco mal el jugo. -miento fácilmente. -He olvidado que la naranja me hace mal. -tengo que bajar la mirada para poder soportar la culpa que siento ahora mismo.
Harry deja caer su mano que sostenía mi mandíbula, apoya su espalda contra la pared y suspira. Abro los ojos y lo observo.
Lo he arruinado todo.
-No sé cómo a pesar de todo puede seguir pasando esta mierda maravillosa en mi.
Una sonrisa aparece en mi rostro al escuchar la contradicción que ha dicho el. Es como suele expresar lo que siente al no estar de acuerdo con algo que es bueno.
O al revés.
-¿Qué te pasa, Harold? -pregunto tímidamente, ahora seria. El me mira de reojo, y se relame los labios. Su pecho sube y baja pesadamente y no puedo estar mas arrepentida.
Cierra los ojos y se restriega la mano por la cara. Entonces dice algo que nunca pude predecir.
-Me estoy enamorando de ti y creo que no puedo evitarlo, Erin.
.........
Les pido mil disculpas por no haber publicado el miercoles, pero no sé qué pasó con mi wattpad. Publiqué el capitulo pero no se subió ni idea por qué. No me odien, aquí estoy :(
Las quiero, un beso,
Monse.
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