10.
-Se siente mal.
Le respondo a la enfermera. Está sentada detrás de un escritorio de madera pequeño y tiene un rodete en la copa de su cabeza.
-¿Pero de qué exactamente? -pregunta justo cuando Harry entra en la habitación.
Me había pedido que lo dejara solo un momento mientras yo iba a decirle a la enfermera si lo podía dejar ir. Ahora, la enfermera cambia la cara y me mira con unos ojos azules. Luego baja la mirada y comienza a anotar algo en un cuaderno rojo.
-¿Cómo estás? -le pregunto cuando llego a su lado en una camilla en el fondo de esta habitación. Ahora, lleva su remera sucia y mojada porque había tratado de quitarse las manchas con agua. Su cabello estaba mejor pero mojado completamente. Y el...
-Bien. -responde secamente mirándome a los ojos. Ya no están rojos como antes pero si los tiene un poco hinchados. Aparto la mirada rápidamente para evitar abrazarlo y que el se sienta mas humillado.
-No es necesario que llame a tu madre, ¿verdad, Harry? -pregunta la enfermera. Harry menea la cabeza y se apoya en la pared cerrando los ojos. Ella me hace señas para que me acerqué así que lo hago. -Necesito que me digas qué pasó para poder dejarlo ir sin nadie, querida. -susurra.
Suspiro lentamente y me volteo para mirarlo. ¿Se enojará si le cuento? Tengo que hacerlo de todas formas para que pueda estar mejor.
-Un chico a volteado su almuerzo por casualidad en Harry -logro decir mirando la madera. Siente fui mala mintiendo y seguro que mis ojos me delatarían.
-Por casualidad, ¿eh? -sisea la enfermera meneando la cabeza. Levanta un papel cuadrado blanco y me lo entrega. -Debes mostrar eso en portería y pueden irse.
-¿Podemos? -pregunto al llamarme la atención que me haya incluido en la huida.
-Necesita compañía -responde la enfermera con una pequeña sonrisa. Desde ahora, es mi persona favorita en el colegio. Obviamente después de Harry.
-Creo que esto será mucho mejor si tu conduces, Harry -digo cuando él está tratando de montarse en la parte de atrás de mi bici. El asiente y se cambia conmigo. Me pasa su mochila y yo la meto en la mía. Casi nunca llevo nada así que cabe perfectamente.
-Debo admitir que no he andado en mucho tiempo y tampoco con alguien atrás. -responde al subirse por fin. Me pongo la mochila a mi espalda y me subo detrás de el. Pongo las piernas en los palitos a un costado de los pedales y abrazo a Harry por la espalda. a pesar de oler a spaghetti, aun le queda un poco de su olor característico.
-Así está bien.
-Bueno, ¿dónde vamos? Mi madre está en casa pero sale a las 6, para volver al trabajo. No quiero que me vea así... -murmura Harry delante de mi a los minutos de estar dando vueltas sin rumbo.
-Podríamos ir a comer algo, al fin y al cabo, ninguno de los dos añmorzó algo... -digo sacándo mi celular del bolsillo. -¿Puedes ver la hora? Si lo hago yo probablemente me caería.
-Mejor léelo tu, quiero ver cómo te caes -dice Harry riendo. Lo golpeo en el estomago con el celular y siento que este es duro. Terminé peor yo con el golpe que él. -Está bien, está bien... -siento que me quita el teléfono de las manos y luego carraspea. -Van a ser las... 15:20.
-Aun estamos en horario de comida, vayamos a comer algo. La otra vez, salí por aquí y descubrí un McDonals.
-Aquí hay de esos cada una cuadra, Erin.
-¡Entonces llévame al mas cerca, chofer! -grito apretándome mas contra el.
Harry ríe y luego de unos 15 minutos estamos en la puerta de un McDonals. Decidimos quedarnos fuera porque está mi bici. Me paro y le pregunto qué querrá para poder pedir mientras el se queda en la mesa. Me dice que quiere una hamburguesa y una bebida e intenta pasarme dinero pero no lo dejo, y corro a la caja. Compro una hamburguesa y una cajita feliz para mi. Cuando llego a la mesa, Harry sonrie como estúpido y enarca una ceja.
-¿Qué? -preguntó.
-Comes una cajita feliz -murmura el mirándo la caja roja. Tomo una papa y muerdo la punta.
-Son las mejores. -digo y el rodea los ojos. Unas personas pasan a nuestro lado y quedan mirándo a Harry por su ropa sucia. Veo que comienza a encogerse y mira hacia abajo.
-¿Quieres que te preste mi chaqueta? -pregunto y el alza la mirada rapidamente echándose a reir. Le lanzo una papa y se la come.
-Me quedaría como en un brazo y no me subiría entera.
-Okay, diva, diva, diva... -murmuro pensándo en qué hacer. Unto la papa en el posillo pequeño con ketchup y le doy vueltas y pienso en una idea. Me arrepentiré el resto de mi vida y más aun porque es mi remera favorita. -Me debes la vida, hombre. -digo y me lanzo el posillo de ketchup en mi polera. Harry me mira con los ojos como platos y no dice nada. Yo sigo haciendolo y pongo una sonrisa demasiado falsa para que crea que lo disfruto. Pero luego se convierte en una risa. El también comienza a reir de a poco y después de unos segundos somos el centro de atencion del lugar. Aunque estemos manchados con ketchup y salsa. Aunque estemos más locos que nunca.
Pero estámos felices, y eso importa.
Lo sé, Harry era un enano en la mutlmedia pero necesitaba algo donde riera de la manera en que lo hace ahí. Espero sus votos y comentarios! Sé que el capitulo ha sido cortito pero quería que terminara ahi! seguré estos dias. No olviden pasarse por Writers!!!!
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