XI







Quince minutos.










Quince minutos caminando entre las calles de la ciudad, con una prisa discreta para evitar la lluvia que podría soltarse en cualquier momento. 

Un cuarto de hora caminando con una tensión que sólo aquél par de adultos era capaz de percibir. 










Porque para la sorpresa de Yoshikage y Diavolo, aún cuando ya se habían despedido, estaban tomando el mismo rumbo en sus rutas. 





Incómodo.






Durante ese largo tramo ninguno habló; el italiano simplemente porque no le apetecía desperdiciar palabras, y por otro lado el nipón, que era devorado cada vez más por la pesada atmósfera que llevaba Vinegar en su trayecto. De verdad que Kira hacía un excelente trabajo ocultando ese pánico mental que le provocaba la simple compañía del pardo. 



— Mr. Kira — La voz de Diavolo era profunda e intensa aún cuando sonaba inexpresiva. En esos momentos Yoshikage supo que si quería pisar tierras desconocidas, entonces debería prepararse para aguantar terremotos y ventiscas, no sabía que incluso los omegas de gama alta podían tener ese nivel de imponencia. 

— ¿Sí? — Su voz sonaba como siempre, tan tranquila y amigable. Pero aquella falsa actitud colgaba de un hilo, sentía que si en algún momento tenía que verse cara a cara con Vinegar seguro terminaría tartamudeando. 

— ¿Por qué pareciera que me estás siguiendo?


Con ello, la mente del alfa quedó en blanco, un pulcro blanco que realmente era todo un caos mental.

 Se tomó su tiempo para mantener su razocinio, queriendo pasarse de largo que tardar en responder haría que Diavolo fuera más tosco con él. — ... Ah... ¡A-Ah! Lo siento Vinegar, no era mi intención que interpretaras así las cosas, pero esta es la ruta que tomo para llegar a casa — Confesó sintiéndose tranquilo con lo que decía, podía aprovechar esos momentos para atacar del mismo modo al robusto omega haciéndole una pregunta por igual. — ¿Y qué hay de ti?, ¿Esta ruta también los dirige a su hogar? — El único truco bajo su manga era seguir la corriente, esperaba que sólo no se volviera más brusca y pesada.



Como respuesta sólo consiguió un bufido, nadie podría interpretar eso como un "sí" o un "no", pero el rubio estaba completamente seguro de que tal ruido era una afirmación. Le estaba siendo más fácil romper el hielo en el ambiente. 

— Ya veo, seguro nunca nos topamos por nuestras horas de salida, siempre te quedas hasta tarde... —

— No puedo permitirme dejar documentos a medias. Eso daría mucho que pensar de mi imagen como empleado.

— Entiendo, eres alguien muy decidido con lo que hace, es algo digno de admirar.

— Sólo es un deber.


"... ¿Aún cuando la empresa lo único que hace es abusar de toda tu capacidad?"  


Aquello ni loco lo diría en voz alta. Sabía del abuso por el que la empresa hacía pasar a tan talentoso omega sólo por carecer de los mismos títulos o profesiones que sus compañeros, y muy seguramente Vinegar era consciente. No sabía porqué, pero le provocaba un sentimiento cercano a la tristeza. 











El silencio cayó sobre los adultos una vez más. Trish nunca se involucró en sus conversaciones, temía que si llegara a hablar sobre algo que no debía con el que parecía ser "un amigo" de su madre terminaría causando problemas. 

Por su lado, Kira ya había notado la tensión en la infante. Parecía verse... sentirse insegura en ese momento.

Deducía que eso se debía a causa de su presencia, que Trish no le tenía confianza al tomarlo como un desconocido. Es por eso que así se portaba la pelirosa, ¿No? 

 — ¿Y cómo se llama tu princesa? Creo que aún no nos presentamos — Le preguntó al italiano, viendo por unos cortos segundos a la menor con una pequeña pero apaciguada sonrisa. No deseaba ver a ningún infante en ese estado, incómodos en alguna situación, confundidos sobre lo que sucede a su alrededor, deseaba ver a Trish más tranquila con su presencia... ¿Acaso se quería ganar la fe de la infante antes que la de Diavolo? Seguramente. Iría comenzando de poco en poco para poder llevarse bien con él. 

Diavolo abrió un poco más sus ojos con sorpresa, Kira no había dicho algo mal, claro que no, pero tanto para él como para Trish, aquella simple pregunta y con esas palabras los había sacado un poco de su pesada burbuja. 



— ¿Qué? Ah... — Desvió su vista a la menor, que aparentemente tenía un suave carmesí en su rostro por haber sido llamada por un apodo tan bonito, ni siquiera Doppio se lo había puesto. Por unos segundos Trish sintió una calidez que sólo su pelimorado tío le obsequiaba. — Trish...







...










Algo estaba mal.









Esas conversaciones, su plática... Diavolo estaba siendo muy accesible ante el alfa, ciertamente había algo en Yoshikage que le transmitía esa misma aura carismática que su hermano tiene, aunque al mismo tiempo le resultaba molesto. Siempre intentó ser alguien muy arisco y cerrado con las personas que no fueran Doppio y Donatella. Pero ahí había llegado, un alfa corriente del montón, con una voz que posee una labia muy cuidadosa, ahí había llegado Yoshikage, a esquivar todos los obstáculos que hacían a otras personas mantener su distancia con él; simplemente caminando y queriendo hacerle una charla como si tuvieran una relación amistosa entre ambos. 



"Kira... ¿Qué estás traman-"





— Ooh, pero que nombre tan dulce, ¿Tiene algún significado occidental? Digo... Lo menciono porque tengo entendido que eres de allá.

Vinegar de nuevo le estaba dando muchas vueltas a los asuntos, parecía que aún no entendía la lección.

 — No lo sé. No fui yo quien eligió el nombre.

Y otra vez soltó palabras de más, el rubio de alguna manera había hecho que su lengua anduviera muy resbaladiza, le molestaba. 



Estaba seguro de que no se debía a que le tuviera confianza al nipón... Todos se la tenían y lo estimaban por como era, pero Vinegar no. Sentía como si Kira lo acorralara con puñal en mano,  amenazando con sacarlo de su zona de confort para hacerlo susceptible al ataque y juzgado de las personas integradas a la sociedad laboral. Para él todas las personas que parecían amables eran así, seres horribles y de los cuales te debías de cuidar, exceptuando a su querido Doppio, sabía que su hermano era en todo su resplandor un puro y acomedido pan de Dios.



— Entiendo, tienes una hija muy tierna, es idéntica a ti.

— ¿Ah? Sí... — Su voz puso percibirse confundida al inicio, pero inmediatamente recuperó la compostura. 

"¿Intenta decirme que soy lindo como un niño? Ya anda diciendo pura pendejada este señor." 



Desde ahí ninguno volvió a poner tema de conversación, el rubio no quería hacer sentir a Vinegar como si estuviera en un interrogatorio. 









Un buen tramo de tiempo había pasado una vez más y el apartamento de Diavolo estaba a unas calles de distancia, sentía que finalmente podría deshacerse de la compañía de su superior, pero eso al parecer no sucedería pronto.

Cuando ya se había olvidado de porqué quería llegar rápido a su hogar la misma naturaleza se lo recordó.

Un aguacero se dejó caer sobre las personas y Kira, Diavolo y Trish no serían la excepción. 

 — ¡Ah!, Diablos — Maldijo el omega por lo bajo, apresurando el paso a una velocidad en la que Trish pudiera avanzar. 

Kira apresuró el paso de igual manera. En su rostro era perceptible la preocupación por la situación del clima debido a la distancia de su casa, pues aún debía caminar bastante para poder llegar. Por suerte al otro lado de la acera había una parada de bus, a esas horas no habían buses que pudieran llevarlo cerca de su casa pero al menos ahí podría esperar hasta que la lluvia se detuviera o en su defecto, disminuyera. 

— Hey, Vinegar. Al otro lado hay una parada, podemos esperar ahí hasta que eso se calme — Dijo el rubio mientras caminaba, cambiando su ruta hasta la orilla del camino. 





Había pasado por alto que aunque tomaran la misma ruta ambos tenían sus hogares en lugares distintos, y con esto comprobó que el rubio de seguro debía seguir avanzando para poder llegar a donde deseaba. 

Aunque le doliera admitirlo, realmente se sentía en deuda con Yoshikage por haberle dado la mano en el incidente, quizá con lo siguiente que haría ese sentimiento tan incómodo en su consciencia lo abandonaría para dejarlo finalmente en paz. 






— En realidad vivo en la siguiente calle, si lo prefiere puede esperar en mi casa hasta que esto se pase — Justo después de decir esas palabras ya se había arrepentido, por momentos como esos desearía tener la capacidad de borrar partes en el tiempo. 



Kira sintió como un peso sobre sí se caía, no porque ahora tuviera un mejor lugar para esperar que el clima mejorara, sino porque esa invitación se la había hecho el mismo pelirosa, podría conocer el hogar en el que ese misterioso y amargo omega residía. 



-— ¡Claro¡









Salaverga me morí ajajsj

Ola ando de vacaciones de nuevo q cool

¿Cómo les ha ido? Yo sólo he desperdiciado mi vida y dinero en vicios y rallones en la piel, muy Rockstar.

Si me tardo mes y medio en actualizar es porque me anexaron, aguas.

Tengo unos capítulos en borradores, y por lo que se viene sólo les digo q ya comenzará el desmadre ajsjjdd

Y bueno nomás eso, presionenme para seguir escribiendo y no caer en hiatus.

Un beso y bonito día 💖

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