VIII







Cuando el sonido hizo entrar en razón a la niña esta no pudo hacer más que terminar paralizada del miedo. Había olvidado mirar antes de cruzar y ahora caerían múltiples autos sobre su cuerpo, ¿Es que así debía terminar su corta y amarga vida?




— Ma... Mamá...

Dijo en un murmuro alto, con una voz rígida e incrédula.


Sentía que llamar a esa bestia no ayudaría en nada, pero su instinto y deseo de supervivencia parecían apoderarse de su frágil cuerpo con la esperanza de ser salvada.










MAMÁ










Lágrimas brotaron de sus verdosos orbes, el llanto ya se había hecho presente en su persona, acompañado del miedo y deseo de seguir viviendo, pues aún cuando su vida era un completo caos no deseaba que terminara ahora.








Aún no tenía ningún amigo.












Y tampoco un "Te quiero" por parte del Omega.











Las cosas no debían de terminar tan opacas y trágicas, aún no.













— M-MAMÁ











Finalmente su cuerpo reaccionó en conjunto de su voz, desde su garganta había soltado un grito de ayuda, comenzando a correr en dirección a la figura de su madre.









— Qué...





Los oídos de Diavolo habían reconocido a la perfección aquella voz, pero aquél tono, aquella súplica eran algo nuevo para él.









Algo que sin siquiera entenderlo, le había provocado un sentimiento igualitario al terror.












Quizá esa parte de su instinto que estaba apagada había encendido una alerta en su ser.





















Sólo por ésta vez...












No.















Ella te necesita...
















[...]


















Ve, sálvala.




















El alboroto entre las personas no se hizo esperar, pero ninguno de ellos se atrevería a arriesgar su vida por la de una niña que ni siquiera conocían.

Esa podía ser una pésima oportunidad para que Diavolo se liberara de esa carga, seguro pasaría por múltiples asuntos legales, pero gracias al poder de su familia podría salir de eso sin problemas.

Aunque eso sólo fué un pensamiento fugaz, había algo más importante invadiendo su conciencia.










— Trish...






Su voz era insegura e incrédula y eso era bastante visible en su rostro, pero por encima de ello, en sus feromonas, que estaban muchísimo más intensas de lo que eran usualmente. Ya sus piernas se habían movido unos pasos por cuenta propia.











No hay vuelta atrás.



















Corre





















— TRISH 



Gritó, gritó a todo pulmón el nombre de la fémina, de su hija. Nuevamente sus piernas anduvieron solas, tiró el maletín de su trabajo y corrió hacia la pelirosa sin siquiera pensar en el peligro de sus acciones, pasó sobre un par de personas, empujando y moviéndolas hacia un lado por la fuerza, si desde antes ya tenía una fuerza descomunal para ser un omega, pues ahora lo era aún más.

Ya estaba a nada de salir de la acera para correr en el cruce, pero justo antes de eso hubo alguien que lo forzó a detenerse. 





— Anda, se nota que tienes prisa... pero deberías de respetar a los que son superiores a ti, Omega.



Un alfa había tomado del hombro al pardo, era una de las personas que había empujado para avanzar. En esta vida te podías encontrar con centenares de personas, y las insoportables serían las más comunes de vislumbrar.

Diavolo tenía hasta los segundos contados, no podía perder el tiempo con un alfa que sólo equivalía a la mitad de su tamaño corporal.




— Jodete, o lárgate a atragantarte con alguna polla, imbécil mal nacido.




Una simple mirada de reojo por parte de sus profundos esmeraldas y esas dulces palabras fueron suficiente para dejar pálido a aquél alfa tan común, el cual quitó de inmediato su mano al mismo tiempo que el omega volvía a correr.



La suela de sus zapatos sonaba con completa firmeza, a la distancia se podía escuchar el tormentoso sonido de los autos presionando su claxon para que el pardo se hiciera a un lado.



— ¡Trish! — Gritó una vez más al estar a un unos metros de distancia de la niña, alzando sus brazos en dirección de ella para tomarla cuanto antes.




La infante realmente no pensó las cosas, en ese momento la inseguridad y el temor hacia su madre no tenían importancia o relevancia alguna. Sólo se dejó llevar por su incontrolable llanto, lanzándose hacia los brazos de ese demonio que tenía por progenitor, evitando que un auto la arrollara en un parpadeo.




— ¡Mamá! — Gritó una vez más cuando el omega consiguió tomarla entre sus brazos, era la primera vez que recibía un abrazo de su parte, con una extraña sensación cálida, protectora. Lo último que atinó a hacer para aferrarse a su cuerpo con todas sus fuerzas, fue ocultar su rostro en el pecho del omega silenciando su llanto en el momento.


Vinegar sostuvo con todo lo que pudo a su hija, sus vidas dependían de con cuanta fuerza estuviera cargando a la niña, y él se encargará de nunca soltarla.

Se dio una media vuelta y volvió a correr, ahora de alguna manera sentía como si ese tramo fuera más corto, pero los problemas eran aún más crueles contra él, ya que los autos estaban casi encima de ellos.


Cubrió con su diestra la nuca de la niña y continuó corriendo siendo rozado por todos esos autos que estaban cruzando, en ese momento la suerte al parecer había decidido estar de su lado después de cinco años de sufrimiento. 












Todo está bien, tranquila.













Mintió












A unos pasos de cruzar a la acera un auto parecía haber llegado de la nada, y Diavolo, al momento de girar su vista, se percató de que solo estaba a unos metros de ser impactados.





Ya no había salvación.














— Parece que va a llover.






Habló la voz alzada en el aire, apreciando el color opaco y gris dibujado en el cielo.

Recién había salido de la panadería y en su mano izquierda tenía muy felizmente una bolsa de papel con su tan esperado sándwich, ya no quería sólo imaginarse la delicia que le esperaba a su paladar.




"Creo que tendré que aguantar un poco más, si voy al parque y comienza a llover habrán muchos problemas" 





Pensó Yoshikage comenzando a tomar una ruta lo más cercana a su hogar, quería disfrutar de su comida en el mejor estado posible.



Parecía muy observador de su trayecto, teniendo a su vista la belleza de su ciudad que era todo lo contrario del lugar que venía, su siempre pacífico Morioh. Aunque realmente se pasaba de largo los ruidos y colores que una zona tan urbanizada le podía regalar.


En Morioh sólo vivió hasta el inicio de secundaria, pero ese tiempo fue suficiente para darse cuenta del hermoso lugar en el que había nacido, sin duda le traía nostalgia cada que lo recordaba, lo extrañaba.




"Cuando consiga unas vacaciones debería de regresar e ir a tomar con Rohan en algún momento, de seguro ese enfermo necesita un descanso de las locuras que hace"




Rohan era un mangaka reconocido en la comunidad del manga-shonen que residía en una de las grandes ciudades del Sol Naciente. Hace unos años atrás había anunciado que se iría de nuevo a su ciudad natal (Morioh) para poder conseguir inspiraciones e ideas nuevas para un proyecto que tenía en progreso.





Ambos se conocieron en la niñez y la familia del peliverde fue bastante cercana al padre del rubio, por lo que terminaron por volverse en buenos amigos, y al paso de varios años, algo más que eso. Incluso sus familias habían venido a esta ciudad con tal de obtener mejores recursos y oportunidades para su vida.
Al paso en que ambos terminaron por convertirse en adultos los padres ya habían tomado sus decisiones finales, los de Rohan quedarse y el padre de Yoshikage regresar a aquél pueblo costero.



En sus tiempos de preparatoria ambos habían estudiado en la misma institución, así que siempre estuvieron uno junto al otro, cosa que poco a poco fueron cambiando, pues en la edad de las hormonas alteradas terminarían estando en una relación amorosa que terminó durando hasta casi todo el año de su curso, pues antes de comenzar otro año decidieron quedar como al principio: siendo amigos.




— ¡Agh! Fíjate por dónde caminas tarado — Kira había ignorado por completo su alrededor, ni siquiera se había dado cuenta de la presencia de aquél hombre que pasaba por delante suyo. — Vaya martes, parece que es el día en que todos se ponen de acuerdo para golpearme a lo pendejo, la puta madre.




El agudo oído del nipón escuchó con completa perfección la queja del desconocido, era algo a lo que no debería rendirle importancia, sin embargo hubo algo que lo hico mantener su curiosidad en completa discreción y silencio. Sólo "ignoró" y prosiguió con su cómoda caminata hacia un cruce peatonal cercano.




— Dios mío, un auto terminará matando a esa niña. ¿Qué no viene acompañada por sus padres?



— Me voy, no quiero ver esto. 





Al acercarse al cruce comenzó a escuchar varios murmullos en conjunto de personas que se iban con prisa, la confusión, lástima y temor estaba bastante marcado en esa asquerosa mezcla de feromonas desconocidas, ciertamente le provocaba algo de náuseas tener que oler todo aquello. No se podría ni imaginar lo que un Alfa de gama alta soporta en situaciones como estas al poseer un olfato mucho más fino que el suyo.



— Mi-Mierda, ese omega da mucho miedo.


— ¡Está loco! Lo va a partir algún auto.


Algo en su pecho le provocó un leve malestar, pero era lo suficiente como para crearle un remordimiento por la conmoción de los transeúntes. Con prisa avanzó a la acera del cruce, pasando mientras se disculpaba por sus empujones, hasta que estuvo en casi primera fila, visualizando algo que le causó terror.


Unos brillantes y fragmentados esmeralda, los cuales tanto luchó por conocer más, ahora podía verlos repletos de adrenalina y conmoción, confundidos por las acciones que acababa de tomar; se habían unido en un contacto visual con los zafiros del rubio, que ahora miraban todo con absoluto terror.






























Vinegar.



Ahora no sólo se muere la pulga, también la jefa ajajsjsj si

Pa q no haya desmadre miren, les dejo un dibujo que hice de mi vieja en cueros

no sé de anatomía ni cómo chingados colorear, pero es humilde, un perro desmadre pero humilde komo debe d ser jajaj asies, de poquito en poquito se aprende komono

No sé tomar fotos tampoco jajsjjas pidoperdón

Aista, ahora ya luego verán si los weyes se mueren o q chingados les pasa pq en el siguiente capítulo eso no va a pasar ajajsj chao un beso muak

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