35. Demolition Lovers.
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Nota para leer este capítulo como todo un capo:
Si pones Demolition Lovers de My Chemical Romance justo donde aparezca por primera vez el [*], podrás leer el texto mientras los versos suenan casi a la perfección en el momento exacto. Si quieres más emoción, recomiendo ampliamente intentar esto<3.
(Lean lento porfavor 😭)
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Bang.
Probablemente había hecho demasiado al intentar tocar Our Lady of Sorrows esperando no tener consecuencias, pero de fondo ya podía escuchar los quejidos de Penny reclamando en voz baja que ya no sentía los brazos.
Y no la culpaba, él sentía como le ardían los dedos y su garganta estaba comenzando a doler.
Sabía manejar ese tipo de canto agresivo pero aún así fue un reto intentar pasar toda esa canción sin detenimientos.
Suspiró. Y Colette a su derecha lo miró, mostrándole su mejor sonrisa junto a un pulgar arriba.
Ahora... Para la canción final, aquella canción romántica...
Al menos tenía la certeza de que no moriría al empezar a cantar, sería tiempo suficiente para recuperarse.
Entonces miró a Byron. Más tembloroso que nunca. Su pecho no dejaba de latir sin parar.
Comenzaría a tocar... ¿Pero saldría bien?
Saldría... Bien.
Se miró a los ojos con Byron...
Y con una sonrisa logró tranquilizarlo.
Saldría bien.
[*]Comenzó a tocar, de una vez por todas.
Lo único que se oía en ese momento era su guitarra junto a sus suspiros cansados y los murmuros.
Lentamente comenzaron a entrar la batería de parte de Penny. Y el bajo de Colette hizo presencia silenciosamente.
El piano de Bea, aunque no estuviera en la canción original, volvió la canción aún más romántica de lo que ya era.
"Hand in mine, into your ice blues..."
Su voz entró, casi que de un susurro a la canción... El sentimiento estaba ahí, presente. Mientras sus dedos temblaban y la guitarra se perdía del ritmo, los profesores miraban.
"... I'd end my days with you, in a hail of bullets."
Él lo miraba.
"I'm trying, I'm trying... To let you know just how much you mean to me. And after, all the things we put each other through and..."
Atento, oyendo. Disfrutando del sentimiento que Edgar ponía sobre la canción. Sensaciones que no había podido sentir antes eran ahora una realidad.
"And I feel like there's nothing left to do, but prove myself to you, and we'll keep it running."
...
"But this time..."
Nada...
"I mean it."
Ya nada importaba.
"I'll let you know just how much you mean to me."
... Solo eran ellos dos.
"As snow falls on desert sky, until the end of everything!"
Y nadie más...
"I'm trying, I'm trying! To let you know how much you mean!"
Edgar comenzaba a gritar a todo pulmón la letra, haciendo el teatro retumbar al momento.
Ni siquiera se veía a sí mismo capaz de ver a los ojos a Byron. La vergüenza comenzaba a dominarlo, junto a la ansiedad, la emoción, el miedo. Su rostro se cubrió casi por completo de un brillante y caluroso color rojo... Sus mejillas ardían, y Byron lo notaba.
Lo disfrutaba, mientras disfrutaba también de su ajetreada y melodiosa voz.
Se sentía en otro universo ahora mismo, dónde solo eran ellos dos.
"I'm trying, I'm trying! To let you know how much you mean!"
Intentaba mantener su sonrisa bajo control, necesitaba mantener seriedad... Pero era imposible en esa situación. Edgar se la estaba poniendo difícil.
"But this time, we'll show them, we'll show them all how much we mean."
Aún así disfrutaba de la calidez en su rostro.
"As snow falls on desert sky... UNTIL THE END OF EVERY-...!"
Un movimiento inesperado para cualquiera que no conociera la canción. Los profesores comenzaron a alzar las manos a punto de comenzar a aplaudir, y el consejo estudiantil iría detrás de ellos...
Byron sabía que eso no se acababa aún, pues los detuvo justo cuando Edgar volvió a tocar la guitarra, casi la misma melodía con la que había empezado.
Pero ahora más calmada.
Todos bajaron las manos, aún prestando atención al joven y las tres chicas que hacían de ese "debut", más como un concierto donde todos ellos eran los que estaban en primera fila.
Dónde Byron era el invitado VIP...
"All we are, all we are is bullets, I mean this..."
Ambos corazones latían, casi que al mismo ritmo de la canción. Se cruzó de brazos de nuevo con una larga sonrisa en su rostro, esperando pacientemente el momento en el que Edgar se atreviera a mirar a otro lugar que no fuese el suelo.
Quería verlo a los ojos, y decirle "te amo" con la mirada. Hacer que se avergonzara y sonriera tan tímidamente como siempre.
"All we are, all we are is bullets, I mean this!"
Un solo de guitarra logró sorprender rápidamente a todos los espectadores, especialmente al profesor de música que nunca habría esperado algo tan trabajado de parte de su peor alumno.
Todos estaban llenos de sorpresa por el performance de Edgar. Y era agradable por fin ver el talento que el joven escondía.
El rango de voz que el joven había alcanzado, las notas casi imposibles que muchos de los mejores alumnos de la clase de música no podían alcanzar, el solo tan largo y complicado que sus mejores guitarristas no podrían tocar.
El profesor de música estaba impactado.
Pero Byron era casi otro asunto. Quería levantarse, quería gritar a los siete vientos lo mucho que amaba, que adoraba, lo mucho que lo volvía loco Edgar. Quería gritarles a todos que ambos se amaban y nadie podría separarlos.
¡Absolutamente nadie!
Ni siquiera sus peores enemigos, ni siquiera los más poderosos. Ellos permanecerán juntos siempre que el tiempo se los permitiera.
Hasta el final de los tiempos.
"As lead rains will pass on through, our phantoms forever, forever."
Sus corazones ardían.
"Like scarecrows that fuel this flame, we're burning forever and ever! Know how much I want to show you, you're the only one!"
...
"Like a bed of roses, there's a dozen reasons in this gun."
Lo adoraba, en serio lo adoraba a él y todo lo que hacía. Quería besarle toda la carita y abrazarlo con tanto amor...
"And as we're touching hands, and as we're falling down!"
Al fin.
"And in this pool of blood..."
Se atrevió a levantar la mirada.
"I'll see your eyes!"
Y ver a los ojos a Byron.
"I'll meet your eyes!"
Casi con lágrimas en los ojos... Le juró estar con él.
"I mean this forever!"
Para siempre...
...
Un silencio casi mortal hizo acto de presencia. Todos los presentes miraban más que sorprendidos a los que se encontraban de pie en el escenario.
Entonces, alguien al fondo del teatro comenzó a aplaudir con mucha emoción.
-¡GRANDE PENNY, LO HICISTE GENIAL!
Edgar levantó la mirada, rojo, como nunca antes lo había estado.
Pudo ver al fondo un montón de alumnos comenzando a aplaudir, entre ellos los mejores amigos de la chica recién mencionada, que eran quienes gritaban con euforia por su muchacha del pelo rosado.
A ellos se unieron los aplausos de la gente más importante del lugar; los profesores, quienes se levantaron de sus asientos admirando a más no poder el trabajo duro que emplearon en el escenario. Los del consejo hasta gritaron y los halagaron.
Colette dejó la bajo de lado y comenzó a saltar de un lado a otro, corriendo hacia Bea quien la recibió con los brazos abiertos. Sonrientes, victoriosas.
Por su parte, Penny se acercó a él por detrás.
-... No siento los brazos.
Susurró una vez estuvo cerca de él. Edgar rió y señaló a su garganta, dando a entender que no planeaba hablar después de eso.
Así, todos, incluído Brock que se encargaba de hacer que los instrumentos sonaran bien desde detrás de escenas, se abrazaron mientras no paraban de recibir aplausos.
Pasaron un rato más celebrando hasta que los aplausos se detuvieron.
Edgar entonces prestó atención, y su corazón se detuvo cuando notó que Byron se levantaba de su lugar y se dirigía a las escaleras del escenario. No dijo nada, solo miró al frente... Y Byron, a comparación de la ocasión que cantó por primera vez... Solo lo abrazó por los hombros, manteniendo su seriedad.
Así, todos guardaron silencio, esperando a que el jefe hablase.
-... Bien, ¿y entonces?
Directo al grano, todos sabían por qué estaban ahí así que se limitaron de rodeos.
Los profesores comenzaron a murmurar entre ellos, ocasionalmente pidiendo la opinión de los demás del consejo. Todos parecían estar de acuerdo en lo mismo.
-Me parece una maravillosa forma en la que los jóvenes puedan ayudar a la escuela.
Mencionó el tutor de Edgar con una sonrisa en su rostro.
El profesor de educación física, al que todos le llamaban profesor Bo de cariño y quien tenía el control del gimnasio, simplemente les dió un pulgar arriba. Ese hombre nunca fue de muchas palabras en realidad.
Y para finalizar, el profesor de música pareció haber preparado un discurso rápidamente...
-¿Por qué nunca me dijiste de este talento tuyo, Edgar? Pudimos haber hecho las cosas bien...
El muchacho de la bufanda no respondió, más que nada porque no quería hablar después de cantar tan agresivamente. Byron solo puso su mano sobre su cabeza y dió un par de gentiles palmadas, haciendo sonrojar al menor.
-Edgar ha tenido distintos problemas durante su desarrollo en la escuela lo que le complicaba muchas cosas, pero ahora con mi ayuda ha salido adelante... Así que no hay necesidad de reclamos ahora.
Volteó a verlo, no recibió una mirada de vuelta pero lo respetaba.
Byron seguía su protocolo de seriedad, y eso era suficiente para él.
Se veía tan lindo encargándose de todo con tanto profesionalismo.
Lentamente después de hablar un poco más, los profesores y los demás alumnos comenzaron a retirarse de a poco, vaciando el teatro.
No fue hasta que casi todos se fueron que Byron le dirigió la mirada a Edgar, y le sonrió contento.
-Te veo en los baños.
Susurró en su oído antes de dignarse s marcharse elegantemente del escenario, y eventualmente del teatro.
Las puertas se cerraron detrás de él, dejando solos a los chicos de la banda.
Sujetó su pecho. ¿Le había gustado? Por su sonrisa casi que podía decir que le había fascinado, y no lo culpaba. Demolition Lovers era una canción muy emocional de por sí.
Volteó, con su sonrisa atontada y su mirada clavada en el suelo.
No fue hasta que alzó la vista y todos sus amigos estaba viéndolo con sonrisas picaronas extendiéndose más y más...
-¿Y bien? ¿No vas a ir, Romeo?
Dijo Brock, poniendo su brazo amigablemente sobre la cabeza de Bea. Ella en seguida le siguió la broma.
-Tu Julieta te espera.
Su rostro se cubrió en un rojo intenso y sus manos revolotearon por frente su rostro, ignorando las ahora vergonzosas palabras que sus amigos le estaban diciendo. No le molestaba, su sonrisa de enamorado se notaba... Pero si lo avergonzaba demasiado.
Entonces Colette se acercó a él, y con un pequeño empujón lo llevó a las escaleras del escenario.
-Ve por él, fiera... ¡Rawr!
. . .
Linda tarde, donde todos estaban en sus respectivas clases cumpliendo sus deberes. Era un bonito viernes en la escuela a decir verdad. Habían pasado muchas cosas geniales esos días y la vida de Edgar comenzaba a mejorar con el paso del tiempo.
Incluso si de repente tenía recaídas, Byron siempre estaba ahí listo para ayudarlo.
Y eso hacía su vida aún mejor... Pensó Edgar.
Y no podía dejar de pensarlo cuando sintió los suaves labios del mayor chocando con cada parte de su rostro, decorando ese dulce rojo brillante con un montón de besos.
-Te amo, te amo, te amo, eres maravilloso, eres excepcional...
Cuando se estremeció por los susurros que Byron soltaba entre cada beso, sujetando las mejillas de su pequeño Romeo entre sus manos...
-Te adoro con el alma, eres mi cielo hermoso, eres mi vida entera...
... Cuando sintió como las grandes manos del mayor lo sujetaban de las caderas y lo alzaban para sentarlo sobre los lavabos de los baños.
Entre más hablaba, más sentía que se le iba el aire al pobre muchacho atrapado entre las manos de su amante.
Quería corresponder, pero su timidez y nervios no se lo permitían. Igual, Byron lo estaba bombardeando con amor y tenía a Edgar completamente sumiso ante él. Y esto realmente no era algo que a Edgar le molestase, solo digo.
Continúo hablando suavemente en su oído mientras lo abrazaba, exclamando cada cosa maravillosa posible, poniéndole cada apodo más meloso existente. Byron estaba más que emocionado y encantado con el performance de Edgar.
Y ese acto final... Era de él, de él y nadie más.
Sonrió, apretando más a Edgar contra su cuerpo en un ataque de emoción, besando su cabeza con un cariño más que notorio.
Estaba desbordando amor.
-Mi niño, mi amor, mi ángel. Mi hermoso, precioso, divino, perfecto Edgar... Te amo, te amo, te amo.
Pero entonces, desbordando tanta emoción de sus cabales, Edgar comenzó a notar un acento extraño en la voz del otro.
Este continúo hablando, diciendo lo mucho que lo amaba, lo mucho que quería quedarse con el para siempre, describiendo cada rasgo hermoso que veía en Edgar. Y así fue que el menor notó un acento... Británico, en su hablar.
Se separó un segundo, y miró a su superior.
Este lo miró de vuelta, confundido, torciendo un poco la cabeza al costado. Al menos desde ahí pudo apreciar que él también estaba sonrojado a más no poder. Era algo muy lindo de ver, un deleite para él a decir verdad...
-Tienes... Acento.
Byron entonces se exaltó y no tardó nada en cubrirse la boca al momento, poniéndose más rojo que antes.
-¿Acento?
Él dijo, y Edgar con una sonrisa respondió.
-Británico...
Y en seguida, Byron comenzó a reír nervioso, aún cubriéndose la boca.
La sonrisa de Edgar simplemente se extendió, y posó sus manos sobre el pecho de Byron.
-¿¡Tienes acento británico!? ¿¡Eres británico!? ¿¡Vienes de Inglaterra!?
Lo tenía atrapado, Byron parecía no aceptar que aquel acento se le escapara. Siguió riendo nervioso, tomando ambas manos de Edgar y sujetándolas... Entrelazando sus dedos.
-Creo que... Me emocioné de más, ¿no crees?
-¿¡Puedes decirme algo con tu acento!?
Eso... A decir verdad había tomado desprevenido al mayor.
Frunció el seño un momento, confundido, pero casi de inmediato le sonrió y lo volvió a abrazar, acariciando la cabeza del otro con cariño.
Claro que no se estaba burlando de él. Solo estaba fascinado, como un niño, como con la mayoría de las cosas nuevas que ve.
-"Being with you is like being in heaven. I love you, my darling. You are so beautiful, so cute, so tender. Every gesture you make makes someone like me fall at your feet, it's inevitable for me not to love you as much as I do... And believe me I know it, I know you're trying to let me know how much I mean, too.... That's why I adore you so much, my love."
Tan elegante, tan lindo.
Ahora tenía a Edgar a sus pies también. Poniendo su cabeza y manos sobre su pecho, mirándolo atento con una sonrisa de colegiala enamorada en su rostro.
Mientras que las grandes manos del jefe viajaban por toda su espalda, dándole reconforte al muchacho.
De verdad que no estaba mintiendo cuando decía que nunca había experimentado emociones así de intensas. Amarlo era su prioridad ahora, y no planeaba dejar de hacerlo.
Edgar entonces rió.
-¿Por qué no estaba enterado de esto? Pude haberte pedido hablarme con tu acento hace años, ¿por qué no me dijiste?
El mayor solo soltó un suspiro y depositó un dulce beso en los labios del otro, aún acariciando su espalda suavemente.
-He luchado mucho por esconder el acento desde joven, y ahora al hablar no se me escapa tanto como antes. Supongo que no era algo realmente importante.
Y el menor torció la cabeza.
-¿Por qué lo esconderías?
-Cuando era joven, se burlaban mucho de eso. Por la pronunciación de mi acento decían que no hablaba bien. Además, cuando nos mudamos aquí mi padre me obligó a hablar plenamente con acento americano.
La sonrisa de Edgar se borró, y no tardó más en deslizar sus manos por su pecho hasta rodear su cuello, aún sentado sobre los lavabos del baño. Recostó su cabeza sobre el pecho del otro como si de una almohada se tratase, mientras casi lo rodeaba con sus piernas.
-Tu acento es tan elegante y fino, no entiendo por qué sería razón de burla.
Byron rió y solo le dió unas palmadas en su espalda.
-En general, los británicos son la burla de los americanos... Igual, eso ya no importa. ¿Podemos seguir hablando de lo maravilloso que eres?
Edgar rió y escondió su rostro de la mirada del mayor.
Y sus planes estaban claros, hasta que su teléfono sonó, tomándolo desprevenido.
Con un tono bastante formal, podía decir que se trataba de alguien importante de la escuela, por lo que no tardó nada en contestar, aún con Edgar entre brazos.
-¿Bueno?
Hubo un silencio en aquellos baños, no podía oír mucho más que murmuros a través de la bocina del celular del otro. No identificaba ninguna palabra, pero por la expresión de Byron, no parecía ser algo bueno.
El mayor se alejó un momento de él, dejándolo sobre los lavabos confundido. Comenzó a dar vueltas se un lado a otro en los baños, mirando al suelo.
Parecía bastante preocupado.
-¿Habló con usted?
La voz al otro lado de la línea respondió, y por su lado Edgar lentamente bajó del lugar donde estaba. Permaneció de pie, sujetando los bordes de su bufanda, viendo cómo Byron daba vueltas frente a él.
Entonces se detuvo...
Su mirada se veía perdida, repentinamente todo había cambiado.
Cambió todo muy de repente... Pasando de ser el momento más romántico que hayan tenido, a ser la situación más incómoda del día.
Porque claro, habían tenido días peores.
... ¿Verdad?
Byron permaneció mirando al suelo dándole la espalda al joven de la bufanda. No decía nada, solo respiraba pesadamente.
Parecía nervioso. Y Edgar también estaba sintiéndose igual de solo verlo...
-Bien... Voy para allá...
Silencio...
Edgar no se atrevía a decir nada. Y Byron no volteaba a verlo de nuevo.
Se acercó tímidamente, e intentó tomarlo del brazo pero...
-No.
Byron lo apartó bruscamente, negándole la probabilidad de cualquier contacto cercano a su brazo de nuevo, como siempre había hecho.
Se apartó completamente... Consternado. Se veía asustado, se veía molesto.
Estaba teniendo un quiebre.
Pudo ver cómo sus manos temblaban mientras intentaba guardar su teléfono móvil. No lo dijo, pero Edgar sabía que estaba organizando algo en su cabeza, moviendo sus ojos de un lado de forma temblorosa.
Se veía mal, se veía mareado, parecía querer vomitar.
Y entonces, justo cuando se atrevió a preguntar, fue interrumpido por sorpresa siendo tomado de los hombros muy violentamente.
Byron lo miró a los ojos.
No tenía expresión. Su rostro estaba sin vida, pero sus ojos, la sombra de sus ojos solo mostraban...
Odio.
-V-ve a casa y no salgas, nunca, hasta que yo te diga.
-... ¿Q-qué?
-¡Ve a casa, a-ahora!
Edgar retrocedió aterrorizado.
Hace mucho tiempo que no había tenido que experimentar el miedo de estar frente a un Byron molesto. La última vez fue cuando Bull lo golpeó, y hasta eso, su rostro mostraba mínimamente una expresión.
¿Qué estaba sucediendo?
-P-pero...
-¡ES UNA ORDEN!
Se alejó de golpe ya con el alma en la garganta, caminando de espaldas hasta dar con la salida de los baños.
Byron lo miró, frunciendo el seño, pero aún inexpresivo.
Se quedó de pie frente a la puerta.
-D-dile a la señora Birdie que si alguien te busca, diga que n-no estás. ¿Bien?
-¿Pero por qué?
-Solo... Obedece...
Un silencio incómodo hizo presencia. Edgar se sentía confundido. Quería ir y abrazar a Byron pero no sabía que pasaría si lo hacía.
No quería provocarlo, solo procuraría obedecer para que se mantuviese tranquilo.
Aún así, si descubría algo pesado, no dudaría en entrometerse, aunque le diga que no.
Suspiró, casi teniendo un ataque de ansiedad...
-P-por favor... Llámame cuando puedas... Te amo.
Y apenas dicho eso, abandonó los baños... Dejando a Byron solo con sus pensamientos.
Mirándose al espejo.
Mirándose a sí mismo.
. . .
"He comes after me. He comes after you. He wants me to learn from the bullet..."
. . .
HOLA
Lamento la tardanza. Apenas salió Security Breach he estado viciada viendo 20 gameplays por minuto. Este capítulo lo tenía casi completo desde ayer así que esto fue completamente mi culpa.
Espero aún así lo hayan disfrutado. Mañana no estaré pero procuraré avanzar lo que pueda.
Espero tengan linda noche. Los amo<3
See you in the next one 👋
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