21. Innocence is not an impediment to take advantage.
. . .
-Te tardaste...
Sí, por estar pensando en tí y caer enamorado contra la pared de los baños.
-Me quedé hablando con Brock sobre algo importante, lo siento.
El otro hizo un gesto con la mano restándole importancia para en seguida levantarse de su lugar y acercarse al muchacho.
Este simplemente se tensó, y se apartó una vez Byron se acercó a él de manera intimidante... En silencio, cerró la puerta con seguro.
-Tengo que hablar contigo de algo importante.
¿Y por qué tenías que cerrar la puerta con seguro?
Mal momento para hacer eso, siendo que su mente ahora no paraba de pensar en lo enamorado que estaba de su superior.
Oh, y su cerebro intentaba hacerle malas jugadas y pensar escenarios fuera de lugar, pero Edgar era más fuerte...
¿Verdad?
"Tragame tierra."
-Primeramente, no quiero ni un solo tipo de interrupción, y quiero que me prestes toda tu atención, ¿de acuerdo?
Edgar asintió, y Byron señaló un asiento vacío que había cerca de la enorme y larga mesa de reuniones... El chico se aproximó a esta tímidamente a esta y tomó asiento.
Silencio.
Byron se paró frente a él y lo miró fijamente...
-Segundo, quiero la verdad y solo la verdad.
Entonces Edgar se derritió en su lugar, deslizándose por la silla hasta casi quedar en el suelo.
Dios, es que esa mirada lo ponía muy nervioso, era tan intimidante, le daba miedo.
El menor acató la orden. El otro aclaró su garganta.
-Primero, ¿puedo preguntar dé qué hablaste con Brock que te tomaste media hora?
Tragó saliva en silencio.
-Bandas... Me preguntó si sabía tocar algún instrumento o c-cantar para formar una banda... Según todo es un plan para tocar cerca del final del evento.
-Ah, sí. Las bandas. Me hablaron de eso ayer... ¿Pero acaso él no sabe tocar algo?
Edgar negó.
-No, al final le dije que yo llevo años sin tocar guitarra y que no sé cantar, luego le dije que Colette sabía tocar el bajo, tal vez ella podría ayudarlo.
-¿Cómo que no sabes cantar?
Edgar se quedó callado durante un rato, procesando la reciente pregunta de su superior.
-... N-no.
Entonces se cruzó de brazos viendo confundido al chico derretido sobre la silla.
¿A qué venía todo esto? Edgar estaba seguro de nunca haber cantado frente a Byron como para que supiese lo horrible que era su voz.
Y hasta cierto punto, la ansiedad volvía a gobernarlo, pues después de todo a veces hacia cosas sin notarlo frente a él... Como aquella vez en la que casi lo toma de la mano mientras caminaban juntos en dirección al parque.
De solo acordarse se moría de vergüenza.
-... Personalmente creo que sí sabes... Y lo haces bien...
Edgar se tensó.
¿Realmente si lo había oído? ¿Cuando fue? Dios mío, que pena, que horror, que tragedia.
Iba a morir en ese mismo lugar si no entendía cuándo o cómo fue.
Se sentó adecuadamente en su lugar solo para poder mirar de frente a Byron, quién permaneció firme en su lugar frente a él. Intentaba mantenerse firme también y seguro de si mismo, listo para protestar, pero...
Solo hubo silencio.
Edgar estuvo a punto de hablar cuando Byron entrecerró los ojos dedicándole una mirada molesta.
Era mejor cerrar el hocico, ¿verdad?
A nuevas cuentas se volvió a derretir sobre la silla, cruzandose de brazos molesto. Detestaba hacer eso de ser inconsciente ante sus acciones, lo detestaba mucho, lo odiaba.
Más si era al lado de Byron.
-Deberías darle una prueba antes de negarte. A veces te pones a cantar cuándo dibujas y, personalmente, me gusta.
Y de nuevo, se sonrojó de sobremanera...
Demonios. A partir de entonces dejará de dibujar cuando esté a solas en el salón de reuniones mientras Byron trabaja en su laptop.
Oh dios, ojalá por el amor de dios no haya cantado Destroya, por favor no, dios mío te lo rogamos.
-No quiero forzarte, pero creo que deberías darle una oportunidad...
Edgar negó en desespero, Byron solo rió y se acercó un poco más al joven en el asiento, cosa que solo lo puso más ansioso.
De nuevo, inevitablemente se detuvo a mirar el rostro del otro chico. Cómo si ya fuese una necesidad hacerlo, esta vez procurando no cometer el mismo error que hace unos días.
-Mira, al menos ya me puse de buen humor. ¿Podemos proseguir al siguiente tema?
Sin esperar una respuesta del menor, él aclaro su garganta y se preparó para lo que venía ahora. Suspiró intentando mantener la calma. Era hora de hablar... Pero odiaba hablar sobre ella.
—Tengo toda la información que necesito hasta ahora para tu caso con Charlotte. He revisado cada dato posible, cada alternativa, e intenté lo mejor que pude de analizar cada una de sus respuestas ante las acusaciones...
Tomó una pequeña pausa solo para poder acercarse a la mesa que había tras Edgar y sentarse en ella. El recién mencionado únicamente se dió la vuelta para poder prestarle atención adecuadamente.
—Pero a pesar de todo eso, aún necesito que respondas un par de preguntas... Y ella también...
—¿Pero no el interrogatorio lo haría la policía?
—Quiero ahorrar tiempo, también lo hago para que me facilites las cosas en dado caso que te interrogen. No tengo tiempo para soportar un caso de esa magnitud, menos sabiendo que queda medio año para terminar el ciclo y necesito hacer exámenes, revisar papeles, preparar maletas...
Byron siguió hablando un rato más sobre sus planes a futuro, sobre todas las cosas que aún tenían que hacer y que no podría concluir por culpa del caso de Charlotte...
Sin embargo, Edgar se quedó estancado en "preparar maletas..."
¿Byron tendría que irse una vez el año acabara? Y que pasará con... ¿Con todas las mejoras que ha hecho a su lado? ¿Su amistad? ¿Sus sentimientos?
Sintió su corazón doler de repente...
—Aunque realmente no quiero irme. No quiero continuar la universidad...
Edgar seguía atorado sin desearlo en esa parte... ¿Tenía que enterarse que Byron se iría justo después de aceptar por primera vez sus sentimientos hacia el mayor?
—Es como, ya tengo todo lo que necesito, mi plan de vida está perfecto. Solo necesito entrar a Harvard para hacer sentir orgulloso a mi padre, cosa que me estresa demasiado porque-...
El albino guardó silencio muy abruptamente...
Byron miró a Edgar, quién seguía viendolo confundido... Aunque no parecía estarlo escuchando en realidad, se veía distraído con otra cosa.
—Lo siento. No quería hablar de mí y abrumarte, creo que me dejé llevar.
—¿Eh? ¡No! ¡No, no! Está bien, no te preocup-.
—Shh... Ignora todo lo que dije y pretende que nunca lo hice. Vamos al punto.
De nuevo silencio...
Se cruzó de brazos y Byron simplemente se alejó un poco más pretendiendo que nunca dijo nada sobre su vida personal...
Ahora que lo pensaba, realmente él nunca había hablado sobre su pasado, sus pasiones, sus planes. Nunca había entrado a detalle sobre su relación con su padre y lo único que había dicho eran cosas como "no puedo, mi padre no me deja", "no puedo decepcionar a mi padre", "no sabes cómo es mi padre..."
No sabes...
Realmente Edgar no sabía nada.
Extrañamente una presión en su pecho se hizo presente al darse cuenta de la realidad. Desconocía de los problemas de Byron, pero que sabía todos los suyos, absolutamente todos. Cada mínimo detalle, curiosidad, incluso ya sabía identificar cuando estaba teniendo un ataque con solo ver como se movían sus manos.
Byron ha guardado tanta información sobre Edgar que nunca ha dejado ir la propia, ni siquiera por cachitos.
¿Será que no confía en él? ¿Será que alguna vez en el pasado libero su información y lo manipularon? ¿O será acaso que esconde algo?
Siendo así lo único de lo que tiene conocimiento sería de su padre... Del que ha hablado de todas las formas posibles menos de la buena.
Tal vez...
Debería hacerlo entrar en confianza para que le cuente sus cosas...
Tal vez un día lo logre...
Tal vez...
—¡EDGAR!
El chico dió un brinco del susto y miró de nuevo al rostro a su superior.
—¿Estás bien?
Asintió un tanto nervioso fingiendo que no pasó nada...
—¿Estás seguro? Siempre que te bloqueas así es porque piensas en algo.
Dios mío, ¿cómo podía conocerlo tan bien?
Aún así asintió de nuevo mientras golpeaba suavemente su cara para regresar al planeta tierra. Byron no se vió muy seguro de su respuesta, pero permaneció firme para continuar con su sentencia.
—Continúa, ahora sí te escucho... Perdón.
Aclaró su garganta.
—Te decía; Charlotte menciona que con respecto al abuso, todo sucedió al día siguiente de cuando terminaron, y ella tenía pruebas en su chat dónde tú le decías que se pudriera y que terminaría pagando por lo que hizo...
Oh. Bueno, ¿ahora no había forma de ocultar las cosas feas que le dijo a su ex, verdad? Aunque realmente no se refería a que le haría algo, sino que... Algo así como el karma le haría pagar.
Edgar bajó la mirada un tanto nervioso, intentando no decir nada al respecto debido a la realidad en las palabras de Charlotte.
Sin embargo, su superior no hizo más que mirar la forma en la que movía las manos, manteniéndose neutro ante las sentencias de esa tarde.
—¿Tienes idea de que día fue eso?
¿Qué día fue? ¿Quién en su sano juicio recordaría el día exacto de cuando terminó una relación con la peor persona de este planeta?
A duras penas podía recordar que era fin de semana, y que exactamente, Colette estaría por cumplir dieciséis años...
—No recuerdo... Solo sé que fue un fin de semana, creo que viernes.
—¿Algo con lo que te puedas guiar?
—El cumpleaños número dieciséis de Colette estaba muy cerca...
—... ¿Entonces fue hace un año?
Edgar asintió, Byron pareció recolectar la información muy rápidamente.
—Cerca del diez de septiembre del dos mil veinte...
Byron sacó su teléfono móvil y se puso a revisar cosas en el silenciosamente, dejando al otro con la duda de qué estaba haciendo.
¿Tal vez revisaba su calendario? ¿En serio calcularía todo eso?
—¿No sabes si quedaban cuatro días para su cumpleaños?
Frunció el seño con una expresión de confusion.
—... Si dices que fue un viernes, poco antes del cumpleaños de Colette que fue el martes diez, entonces ¿sabes si fue a cuatro días o más?
... Edgar se quedó procesando.
—¿Eh?
El otro solo chocó su mano sobre su rostro, intentando mantener la paciencia con su querido amigo.
—El punto es... ¿Cuánto quedaba para su cumpleaños?
—... Creo si fue a cuatro días.
—Entonces fue el viernes seis de septiembre del dos mil veinte. Y la violación habría ocurrido el siete de septiembre. ¿Puedes recordar que hicistes esos dos días?
Este era su momento para pensar...
—Recuerdo que... El viernes había acompañado a Colette a su casa luego de clases y... También recuerdo que su madre le había regalado un bajo esos días por su cumple, así que me lo enseñó y lo tocó. Luego jugamos un rato en su cuarto antes de que me fuera a casa por la noche, que fue cuando Charlotte me terminó.
—¿Ese mismo día le dijiste eso de "pudrete" por chat, verdad?
Asintió, aceptando su error por ser agresivo con la gente.
—¿Y al día siguiente, qué hiciste? ¿Te viste con ella o estuviste en casa?
—No recuerdo... La verdad, antes de conocerte, nunca salía los fines de semana...
—¿Tienes alguna prueba de que estuviste el casa? Puedes buscar en tu chat con Colette.
—¿Buscar una conversación de hace un año?
Byron frunció el seño, fue entonces que se dió cuenta de que podía usar la lupa y buscar por fecha.
—Tienes razón, perdón...
Y así, tomó su celular para comenzar a buscar toda prueba que tuviese para probar su inocencia...
. . .
—¿Y bien?
El joven tomó sus papeles y los acomodó rápidamente sobre su escritorio.
—Edgar ya se fue a clases, saqué toda la información posible para la investigación y abrirme paso después.
—¿Y que hay de lo que te pedí?
Rodó los ojos molesto y guardó aquellos papeles en un portafolio que terminaría metiendo en su mochila de lado.
—No conseguí mucho... Solo averigüe cosas como que Charlotte había hablado con él, de un amigo suyo que cometió suicidio hace unos años, y que su padre la insitó a operarse algunas veces. Y...
Solo pudo oír un suspiro de molestia
—... También habló de que su padre alguna vez hace unos años hizo un trabajo para una familia que era... Matar a la madre de familia. Dijo que no evitaba sentirse mal al respecto.
—¿No hay nada más allá que eso?
Acomodó su mochila sobre su hombro y se dirigió a la salida del salón de reuniones, no sin antes asegurarse que todo estuviese en su lugar.
—Pero... Considero que esa información es importante y-...
—No quiero hablar de una mujer muerta. Dime si te dijo algo más, y si no, sigue investigando.
Soltó un suspiro de hartazgo en el vacío pasillo de la escuela... De nuevo, recordando que todo lo que hacía era por se lo debía...
—Supe que hace dos años empezaron un negocio de telas y confección...
Su padre guardó silencio en la otra línea... Antes de gruñir en molestia.
—¿Es en serio? ¿Un negocio que es, curiosamente, el mismo que el nuestro? ¿Acaso no podían ser menos obvios?
—Tal vez por eso últimamente no hemos tenido demasiados clientes este año...
—No me digas, como si no lo hubiera notado ya.
Se detuvo entonces frente a su casillero, abriéndolo con la mano que tenía libre del teléfono. Silenciosamente, oyó a su padre hacer sonidos de molestia mientras parecía revisar distintos papeles... No supo que más información sacar, pues el resto de datos que había conseguido habían sido cosas que involucraban a Edgar, cosa que obviamente no le interesaba a su progenitor.
Sacó un libro del interior de su ordenado casillero y lo reviso.
—Padre, me tengo que ir a historia, la maestra me dió la oportunidad de subir mi calificación anterior pero necesito estar ahí pronto. Hablamos de esto luego
—Jhum... Me hacía falta oír algo de lo que sentirme orgulloso. Anda, antes de que me decepciones de nuevo.
Y colgó... Sin decir un solo adiós, ni un buena suerte.
Suspiró de nuevo... Un tanto cansado de todo lo que tenía que soportar para poder hacer a su padre saber que no era un inútil...
Un idiota que perdió un año.
Ugh, de solo recordarlo le entraba la rabia... Quería ir a buscar a Charlotte y ahorcarla hasta que se disculpara por lo que hizo.
"No dejes que nadie te controle, eres un ser libre."
Ser libre, e imbécil por seguir tu consejo.
Azotó la puerta del casillero con la mano en la que aún tenía su celular y gruñó muy en su interior de rabia, hartazgo, cansancio...
Hasta que su teléfono sonó tomándolo por sorpresa...
Lo revisó, esperando ver un mensaje de alguno de los líderes de los clubes pidiéndole ayuda como de costumbre... Pero...
"Bna suerte en tu clase de historia! Esa mierda es la peor materia del mundo, pero tú eres bn pro y lo aguantas B)🤙"
Un pequeño mensaje de Edgar...
Su rostro no pudo hacer más que formar una tierna sonrisa, mientras recargaba su frente en el casillero y veía y releía el mensaje contento.
"Gracias, buena suerte a ti también🤙"
Guardó su teléfono y sujetó su libro sobre su pecho.
De repente se sentía extrañamente bien. Ese simple "buena suerte" lo hizo sentir bien después de mucho tiempo...
Mucho tiempo...
La última vez que lo escuchó fue hace dos o tres años, de parte de su madre, antes de que muriera.
Se sentía bien oírlo de nuevo... O bueno, leerlo... Es lo mismo ¿qué importa?
Sonrió aún más y siguió su camino a su clase.
De nuevo, Edgar subiendole los ánimos como siempre.
. . .
"Yes, these are the secrets that money hides."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top