Nick

Mi pie da un paso en dirección a la puerta, pero se detiene y veo cómo el auto se va. Quedó tildado un momento, hasta que siento un dedo en mi antebrazo y me sobresalto. La recepcionista me sonríe y me entrega el teléfono de su amiga. Me disculpo avergonzado y me voy hasta el ascensor.

—Tonto, tonto, tonto —Me golpeo la cabeza mientras espero llegar a la habitación y luego río viendo mi acción en el espejo del elevador —. Que tonto.

Llego al cuarto y me tiro en el sillón mientras Taty ocupa la cama.

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Temprano, a la mañana siguiente, me comunico con la amiga de la recepcionista y acepta mi oferta.

Parece que necesitaba el trabajo.

Luego de asegurarme que la mujer es de fiar, dejo a la pequeña allí y me dirijo a lo de Artur Vólkov. El mayordomo me pide que lo esperé en su oficina y aprovecho para registrar el perímetro. La puerta se abre y suelto los papeles, fingiendo aburrimiento.

—Hola, mi escolta.

Adolescente hormonal detectada.