Introduzco el archivo en el computador de Jean y quedo perplejo. Está información, de Aleshka, si la ve ¿cómo reaccionara?

Visualizo a la rubia acercarse y rápido me levanto del asiento.

—Kovalev...

—¿Sí? —digo nervioso pero sonriente.

Levanta mi celular entre sus dedos y exclama sin expresión.

—Te olvidaste tu celular y te está sonando.

Entrecierro los ojos intentando leer el número a lo lejos, porque tengo ganas y me aburro, pero reacciono cuando leo lo siguiente:

"La Reina".

—¡Ay jefa! —Agarro el teléfono y atiendo rápido —¡Su siervo reportándose! —exclamo con una gran sonrisa y levanto la mano como si fuera un militar y si me estuviera viendo —¿Hola?

—¡Tú, estúpido, cara de bobo! —grita Crista del otro lado de la línea y es tan fuerte que me aturdo pero me río igual.

—¡Hola! —repito levantando el brazo animado.

—Escúchame bien, ven a buscar a tu Tita o como sea que se llame. Mi marido no es su niñero, él tiene prioridades como atenderme a mí —exclama altanera.

Hago puchero.

—Pero jefa...

—¡¡Ahora!! —grita y me rompe el oído —¡¡No ves que tengo que atender mi libido!!

—¡Ay pues, ya voy! —digo sin más y salgo corriendo.

Todos me siguen con la vista como si hubieran visto un loco. De algún modo, me estoy divirtiendo bastante. Hasta me causa gracia porque me río.

—Kovalev ¡Espera! —dice Aleshka y me persigue detrás.