Se oye un tiro.

El asesino, nos encontró.

Nos escondemos detrás de una pared. Keisy chilla asustada. Obvio, quieren matarla, no es para menos.

—¡Vamos a morir! —grita ella.

—Haz silencio —Le tapo la boca con mi mano y se sonroja.

Cielos, con sus hormonas.

—Escúchame bien, necesito que me digas dónde está tu padre, hay que encontrarlo ¿de acuerdo? —Asiente y la suelto —Ahora habla.

Me da las indicaciones necesarias y ahora ya sé con exactitud dónde hallar a Vólkov. Evitamos al asesino y al fin llegamos a destino.

Sonrío cuando veo el lugar.

—Aquí no puedo entrar.

Era de esperarse ¿Por qué no me sorprende?

—Ni aunque me paguen podría —sigo acotando mientras me cruzo de brazos mirando el edificio.

—¿Y entonces? —Me mira la cobriza y se sonroja otra vez cuando sonrío nuevamente.

—Tengo un plan.

La Embajada Rusa no va a detenerme. Voy a entrar y comenzar esto. Al estilo Nick. Me pongo los lentes de sol y avanzo. Hora de hablar Artur Vólkov.