Al final, dejo a Taty otra vez con la amiga de la recepcionista, al no quedarme otra. Pero por supuesto, le aclaro que no le diga esas cosas feas a la niña. Ya parezco padre, esto va a terminar mal, me estoy encariñando demasiado.

Termino de ponerme el traje formal y cuando salgo del hotel, al ver a la belleza de Aleshka delante de mí, sonrío sin disimular. Aunque en realidad, nunca evito sonreír.

—Si las estrellas hablarán, gritarían llenas de envidia, por tal magnificencia.

Se mira.

—Debí haberme puesto menos extravagante —acota.

—Yo te hago un elogio y tú me lo destruyes, quise decir que estás hermosa —Le vuelvo a regalar una sonrisa.

—Gracias —exclama en seco y la sigo cuando camina hasta la limo que ella misma de seguro alquiló —Emilio ha creado una reunión importante y debemos estar ahí para sonsacar cualquier información. Debemos ir ambos, porque no se puede entrar sin pareja —específica.

Hago puchero ante su forma decirme la situación, pero entro al vehículo sin quejarme.

—¿Me regalarás una sonrisa esta noche? —exclamo seductor.

—Quizás, una falsa —Se cruza de piernas y le hace una señal al chofer para que arranque —. Debemos fingir ser marido y mujer después de todo.

Ay mi sueño hecho realidad, una misión en la que parecemos pareja. Me entrega un anillo falso y me lo pongo feliz. Esta noche será divertida, la aprovecharé en todos los sentidos posibles.