𝑬𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛ó𝒏 𝒓𝒐𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒂𝒍𝒎𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒂

Lo he resubido, si algún juez ya lo ha leído, pues... Se pueden hacer cambios hasta el 15 ¿No?

Cantidad de palabras: 3300

Fandom: Tokyo Revengers

Usuario: Natsume_Suzu

Tema: Halloween

Takemichi mira escéptico la puerta de su casa, esperando que alguien en especial tocara el timbre y salieran juntos a pedir dulces; es su último deseo. Él va a ignorar que esa persona lo ha traicionado sin saberlo y va a fingir una sonrisa, porque no es su culpa, solo se enamoró y no va a culparlo por ello.

Más bien, pensándolo bien, es su culpa.

¿Por qué cayó en ese juego donde claramente iba a salir perdedor?

Ríe amargamente, sin esperar que alguien entendiese sus sentimientos tan complejos en ese mismo instante y lo reconfortase.

El sonido del timbre lo saca de su pesar y rápidamente tira a la basura su mueca de tristeza para reemplazarla con una hermosa sonrisa.

Abre la puerta mirando a un rubio frente a él, lleva un traje de muñeco de nieve.

-Chifuyu- dice su nombre, el nombrado lo saluda con su mano-. ¿Por qué tardaste tanto?

-Tora me entretuvo un rato- confiesa bajando un poco la mirada. Takemichi lo ve fijamente y nota un leve rubor en sus mejillas; ignora esa opresión en su pecho-. Fu-fuera de eso ¡Te ves increíble con ese disfraz de vampiro!

-¿En serio?- pregunta Takemichi, se rasca levemente la mejilla sonriendo de manera nerviosa-. No pensaba que se vería tan bien, Hina me ayudó a elegirlo.

-Lo digo en serio, compañero- la mirada sugestiva del contrario sorprende a Takemichi-. Así podrás llamar la atención del chico que te gusta.

La declaración toma de improvisto a Hanagaki y solo se limita a sonreír. Hasta ahora, nunca le ha confesado a Chifuyu quién es esa persona, no podría, le destrozaría el corazón saberlo y conociéndolo, haría de todo para que estén juntos, aún si a él le doliera.

¿En qué momento todo se volvió tan complicado?

-Sí, quizás lo logre- comenta algo inseguro después de unos segundos, ladea la cabeza sin ver a los ojos a quien tiene delante suyo.

Después de unos minutos de entero silencio, salen de la casa con dirección a Shibuya. En el camino Chifuyu habla con Takemichi de diversos temas y Takemichi solo se limita a responder riendo. Takemichi también ignora que mientras más habla con Chifuyu, más siente que le falta el aire, más siente esa opresión en el pecho, más siente los ojos picarle por las ganas de llorar.

Siendo sincero consigo mismo, a Takemichi eso ya se le hizo costumbre.

Es hartante en cierto punto aquella sensación cada vez que mira a Chifuyu, es hartante ver a su mejor amigo, cada que lo ve, recuerda a esa persona.

Intenta botar esos pensamientos, no en ese momento. Takemichi no se puede permitir explotar en ese mismo instante por cosas que no puede controlar su mejor amigo. Quiere darle unos hermosos recuerdos antes de partir.

Porque va a morir. Es un hecho.

Recuerda vívidamente aquella cita con el médico, el inminente diagnóstico que le dio punto final a su vida. Hanahaki, algo parecido a su apellido, también como las flores. El nombre y su significado le recuerda a un cuento japonés antiguo "Como las flores al morir" dice, irónico la verdad. ¿Él mismo se puede considerar una flor?

Takemichi aún rememora cuando vomitó un arbusto, no entendía qué pasaba y estuvo asustado. De no ser por su madre, florista, no hubiera entendido qué sucedía.

Ella era consciente de la enfermedad Hanahaki, causa de unas muertes sucedidas en extrañas circunstancias. Se encontraba consternada cuando su hijo le contó lo que había vomitado y simplemente... no pudo decir mucho en ese momento.

Fue poco después que fue junto con Takemichi al médico y ahí, Takemichi sintió que su vida decaía: iba a morir. La información fue traumática para él y por un tiempo, no quiso aceptar esa realidad e ignoró todo.

Realmente no pudo seguir ignorándolo cuando por primera vez después del diagnóstico vio a Chifuyu y a esa persona en una sesión de besos, vomitó una flor amarilla; después supo que era crisantemo.

Fue difícil para Takemichi aceptar que estaba perdido si no se hacía la operación para curarse.

Pero Takemichi es egoísta en cierto punto.

Volviendo al 31 de Octubre, sigue escuchando a Chifuyu hablar a su lado mientras caminan hacia el centro de Shibuya para pedir dulces. Sonríe levemente, su mejor amigo es genial. Tiene sentimientos encontrados por él: por un lado siente felicidad, paz, diversión y gratitud; por el otro siente rencor, odio, frustración y rabia.

-¡Y Peke J no quería bañarse! Se agarraba de los bordes de la tinita- reniega Chifuyu, teniendo una mueca de hastío en su rostro. Takemichi ríe levemente-. No es gracioso, compañero- hace un leve puchero y Takemichi ríe con más fuerza.

-Perdón, perdón- pide disculpas mientras se seca las lágrimas causadas por la risa. Takemichi olvida por los minutos que dura su risa lo que va a pasar ese mismo día y simplemente se deja ser-. Pero es muy gracioso, siempre te pasa y Peke J nunca quiere bañarse.

-Lo sé.

Finalmente terminan en un silencio bastante cómodo. Con el pasar de los minutos llegan al aglomerado cruce de Shibuya, donde empiezan a planificar su ruta para recoger dulces.

La noche pasa con mucho entusiasmo en cada parada, las risas no se hacen esperar por parte del dúo en aquella divertida noche.

Pero hay cosas que simplemente Takemichi Hanagaki no puede omitir, como por ejemplo: las repetidas veces que tose, vomita sangre y sale una nueva flor: ortiga. Es doloroso botarla por la garganta.

-Chi-Chifuyu- habla, intentando no sonar entrecortado para no preocupar a su amigo-. Voy al baño, espérame aquí un rato.

-¿Uh? Bueno...- contesta el nombrado. En su cara se nota la confusión pero lo deja pasar; gran error-. Solo no te pierdas, compañero.

-Obviamente no me voy a perder.

Takemichi camina entre la multitud que azora el cruce de Shibuya y su centro a su vez. Siente como decae de a pocos y empieza a respirar dificultosamente, se retuerce internamente hasta que encuentra la tranquilidad entre tanto barullo, llegando a un parque algo alejado.

Se sienta en una banqueta y todo su peso se desparrama en la madera. Mira sin recelos el cielo nocturno. Se deja caer lentamente en un estado de semi-inconsciencia dando arcadas leves para dejar salir la ortiga.

Finalmente se levanta. Sin soportar el metálico sabor de la sangre en su boca, endereza su cuerpo y se joroba hacia delante, dejando caer frente a él la ortiga llena de -su- sangre.

Aún si por la poca luz del ambiente no se ve muy bien, él lo puede apreciar perfectamente, pudiendo trazar mentalmente cada hoja verdosa de la planta.

Es agridulce el sentimiento que le produce verla. Se siente cansado, cansado de tanto soportar que tenga Hanahaki, cansado de simplemente... sentir ese sentimiento llamado amor y no poder hacer nada al respecto; llega siempre a la conclusión de que, al igual que el amor puede ser el epítome de la felicidad absoluta, también puede ser el punto más bajo de la tristeza y del dolor. Sin embargo por otro lado, se siente feliz de que al fin haya llegado a su límite de vida, debido a que, sufre por aquello; es lindo que... simplemente todo se desvanezca en un segundo.

Por las comisuras de sus labios sale sangre todavía, Takemichi con su mano la remueve y se levanta; ignora la ortiga frente a él y la rodea.

El disfraz de vampiro lo hace un poco resaltar; también sus rizos de un tono amarillo chillón.

Camina tranquilamente hasta que vuelve de nuevo al barullo de Shibuya y encuentra rápidamente a Chifuyu entre la multitud.

Un... Deux... Trois...

La vista que recibe al ver a Chifuyu, no es la que esperaba para ese día. Siente que todo decae de nuevo y esta vez con más fuerza.

Aquellas hebras de distinto color, lo hacen jadear inconscientemente y sostiene su pecho; nota que su corazón se acelera. A su alrededor todo para él se ralentiza y entonces. Lo ven a la distancia.

Lentamente Chifuyu alza su brazo para indicarle que venga, la sonrisa que hay en su cara ocasiona una opresión en el pecho a Takemichi y simplemente, sonríe como siempre. Se acerca esquivando a las demás personas.

La persona que acompaña a su mejor amigo voltea y Hanagaki solo se congela ante aquellos ojos amarillos, casi miel que lo ven con una extraña fascinación escondida; se estremece con solo verlo fijamente.

-¡Takemitchy!- exclama Chifuyu al verlo, se acerca unos pasos a su amigo y le pone su mano derecha en su hombro izquierdo; sonríe para luego mostrar un rostro de preocupación-. ¿Por qué tardaste tanto?

-... Nada en especial- responde esquivo.

-¡Takemitchy~!- el tono cantarino de esa persona contrasta fuertemente con el estado de ánimo de Takemichi. Casi imperceptiblemente da una sonrisa llena de sorna, dando lugar al creciente miedo de Takemichi-. No esperaba que te encontraras aquí.

-Si... yo tampoco esperaba encontrarte aquí- contesta desviando la mirada.

Kazutora Hanemiya sonríe, victorioso de ver qué causa en Takemichi.

Takemichi mira de reojo como Kazutora pasa su brazo por el cuello de Chifuyu, haciendo que el más bajo se riese con dulzura.

Duele. No debería doler pero duele.

-¡To...Tora! ¡Deja de hacer eso!- la voz llena de risas entrecortadas de Chifuyu lo saca de su ensoñación y solamente... devuelve su mirada a la pareja.

Empieza a sentirse un espectador. Mira las muestras de afecto entre la pareja y no deja pasar las miradas llenas de burla de Hanemiya; lo odia pero, también lo ama... lamentablemente.

Todo se siente como un remolino lleno de un sin fin de emociones. Lo odia, lo odia, lo odia. ¿No puede terminar todo ya? ¿Dónde está esa opresión en el pecho que ya jamás lo va a dejar respirar de a pocos? ¡Todo debe terminar de una vez! ¡Todo!

Conoce los síntomas, mas jamás los ha sentido en carne y hueso, porque eso significa el preludio de su muerte. Hasta ahora, se da cuenta que es su último día por el diagnóstico del médico y lo que siente; vomitar jamás se había visto tan tentador en ese momento, solo da arcadas pero no sale nada.

Se voltea un momento para que la pareja no note su sonrisa hueca.

Esto termina, ahora.

Finalmente está roto, la gota que derramaría el vaso, finalmente cayó. Lo que ha estado conteniendo quiere salir, aun si fuese con lágrimas en su rostro y sufrimiento en su alma.

El bullicio que hasta ahora ha omitido, vuelve a su volumen normal y todo lo nota algo distorsionado.

Parece que tuviera miopía, je.

Su cabeza voltea para ver nuevamente a Chifuyu y Kazutora, ellos dos no dejaron de ser acaramelados. Kazutora lo mira, notando su presencia; besa a Chifuyu de improvisto. Esa acción causa un malestar más que mental en Takemichi, pero no puede evitar sonreír un poco, casi como si se estuviera riendo y diciéndole en su cara: Tu juego ha terminado.

-Chifuyu ¿Puedes venir un momento conmigo?- habla Takemichi después de unos segundos, evita ver a Kazutora; no quiere que note su sonrisa.

-Claro- Chifuyu confuso acepta. Sale del agarre de su novio rápidamente y se acerca a Takemichi-. ¿Vamos?

Takemichi toma del brazo a Chifuyu y lo arrastra entre la multitud hasta llegar al mismo parque donde vomitó por última vez. Algo de arrepentimiento se cola en su ser por lo que va a hacer. Suspira algo temeroso ¿Herirá los sentimientos de Chifuyu con esto?

-¿Qué pasa, compañero?- Chifuyu pregunta mirando con confusión su entorno.

-Yo...- se muerde el labio, muestra clara de su indecisión recién asentada. Se sienta en una banca cercana, Chifuyu secunda la acción. Takemichi aprieta los puños; luego, suspira. Ya no hay marcha atrás.

-Tranquilo Takemichi, dilo con calma- la voz de Chifuyu llena de paz, incita a Takemichi a hablar.

Takemichi se queda en silencio unos segundos más, recuerda su actuar hace unos segundos y maldice no tener esa misma seguridad en aquel instante. Debe decirlo, sino no podrá irse en paz.

-¿Recuerdas que siempre oíamos esos extraños casos donde aparecía gente con un lirio de araña rojo salido de su pecho?- comienza su relato, su pierna sube y baja a un ritmo preocupante, claro signo de estar ansioso. Chifuyu suspira y pone su mano en la pierna, diciéndole internamente: Cálmate.

-Sí ¿Qué hay con eso?- cuestiona, Takemichi empieza a asustarlo y más con su pierna moviéndose. Comienza a sentir temor de que dijese algo malo, horrible.

-Descubrí hace un tiempo por qué pasaba eso...- menciona, desvía la mirada. Chifuyu con sus manos lo obliga a verlo nuevamente, preocupado por lo que fuese a decir a continuación-, es por una enfermedad.

»-Sonará muy raro, Chifuyu, pero esa enfermedad... Empieza por el amor no correspondido.

-¿Qué?- Chifuyu suelta el rostro de Takemichi por la sorpresa, abre los ojos con mucha sorpresa, en espera de que sea una broma-. Eso no puede ser posible...

-Sí, sí puede ser posible- interrumpe Takemichi. Él cierra los párpados con fuerza para luego desviar de nuevo la mirada, los abre de nuevo para soltar la bomba-: Yo tengo esa enfermedad.

-...¿E-eh?- la voz de Chifuyu se entrecorta a causa de la sorpresa que empieza a sentir por la declaración. Eso no debería ser posible en muchos sentidos. ¡Es imposible!-. E-eso no es gracioso Takemichi.

-No miento... Chifuyu. Yo no mentiría con algo como esto- tajante murmura Takemichi, aun no puede mirar a Chifuyu.

»-Se llama Hanahaki, empeora mientras más... tiempo pasa. Como dije antes, su causa es... el amor no correspondido- repite lentamente. Por fin mira a Chifuyu y nota que tiene lágrimas en sus ojos además de una expresión de shock; él solo sonríe temblorosamente, sintiendo su alma jadear ante la vista-. Estoy enamorado de Kazutora desde antes que empezaran a salir.

-¿Qué?- la incredulidad saca del shock a Chifuyu. Entonces, ¿siempre fue Kazutora de quien hablaba Takemichi? ¿Cómo no se dio cuenta? Él... es un mal amigo.

-Chifuyu, eres muy...muy importante para mí pero...- Takemichi baja la voz junto con su mirada. Agacha la cabeza.

»-¿Puedo morir? ¿M-me permites morir? Yo... no tengo tiempo y ya quiero que se acabe- alza la voz el rubio teñido para luego alzar la cabeza y sonreír sin demostrar un solo sentimiento. Su voz se vuelve más entrecortada, se le complica hablar por el nudo que se ha formado en su garganta-. Kazutora es un mal-malnacido. Estoy seguro de-de-de que se dio cuenta cuando empecé a sentir algo por él y mientras más pasaba el tiempo, aumentaba ese sentimiento. Lo vi... reírse-el nudo se vuelve más fuerte y suelta lágrimas-, no había entendido en ese momento por qué se reía, pero al día siguiente me enteré que estaba saliendo contigo y todo perdió sentido. ¡Tu-Tuve la esperanza de que me correspondiera! En ese mismo momento seguía teniendo esperanzas, i-irónico ¿no? Después de todo, no iba a quitarte el novio solo por... vivir, no sería tan egoísta, no después de todo lo que hiciste por mí... Se aprovechó de... eso y con... cada acto, destruía más... mi... corazón.

-Ta-Takemichi, y-yo- intenta hablar Chifuyu, las lágrimas aumentan y se le empieza a complicar ver; no puede mover la mano para limpiárselas. Él... se siente culpable de cierto modo, se supone que es su mejor amigo ¿No? Entonces ¿Por qué no se dio cuenta de nada? ¿O estuvo demasiado cegado por amor?

-Dé...jame terminar ¿Si?- la sonrisa rota que le dedica a Chifuyu solo lo destroza más de lo que ya está; algo se quiebra en él-. Primero fue... sauce rastrero, significa 'Amor... no correspondido'; luego... fue crisantemo amarillo, significa 'Amor... menospreciado'; luego... fue... dondiego... 'Esperanzas... perdidas'. ¿Y-y... sabes lo peor... de... to-do? Que...seguía amando a Kazutora, me...daba... mu-cha rabia, aún... con cada mo-mento que los... veía y-y... veía esa-esa... sonrisa burlona en su... cara; perdí... toda fe-fe... en... él y termi-né vomi-tando ortiga, por... si... quieres saber, es 'Eres-eres... cruel'. Y cruel... es un eufemismo en estos... momentos porque siguió con sus... estu-pide-ces.

»-Hace... un-un... mes el doctor... me dijo que... no... me quedaba... tiem-po, que... si quería... podía hacerme la operación y... salvarme, pero... sen-tía que eso era... ser muy... piadoso con Kazu-tora, en cierta... parte quería... quie-ro que... sufra- Takemichi inhala aire entrecortadamente, el aire le falta y empieza a boquear por él; siente miedo-. Increí-ble-mente, jus-to el día... predestinado pa-ra mi... muerte fue... Hallo-ween, y sien-do sincero... lo-lo-lo lamen-to... mu-cho.

-No... No... ¡No puedes morir Takemichi!- Chifuyu sale del shock momentáneamente, en su mente todavía no se asienta que su mejor amigo vaya a morir. No quiere aceptar la situación, no quiere perder a su mejor amigo. Después de tales palabras, demasiado cortantes para su alma, no sabe qué pensar, fue usado solo para hacer sufrir a su mejor amigo y le pesa en el alma que su novio (¿Siquiera debe considerarlo así ahora?) es un maldito imbécil-. ¡Quien-quién debería disculparse soy yo! ¡No mueras! ¡Yo...! Te necesito... te necesito Takemichi.

-Ya... es... muy... tar-de... Chi-fu-yu.

Después de decir esas palabras, Takemichi al lado de Chifuyu da su último aliento y comienza a perder color en su rostro, dando paso a una extrema palidez.

Chifuyu entra en un estado catatónico, no va a aceptar que su mejor amigo se encuentra muerto a su lado, y que de todas las personas, él tenga que verlo en primera fila. No sabe cómo terminó todo en este cruel desenlace, pero sabe, que no va a aceptarlo.

Contrario a lo que la mayoría de personas piensan siendo conscientes del Hanahaki, no termina con la muerte este sufrimiento.

Más bien, es el comienzo del fin.

Entre la penumbra de la noche unas pequeñas raíces penetran los músculos, absorbiendo los nutrientes y finalmente saliendo del cuerpo. Con el paso de los segundos, empiezan a pasan a salir más y por su longitud, pasan a caer por los lados del cuerpo de Takemichi. Por las ranuras de la banca van cayendo algunas de las raíces, terminando en la tierra y hundiéndose; tocan fondo y el cuerpo de Hanagaki, empieza a elevarse lentamente.

Todo es visto por Chifuyu, quien es salpicado por la poca sangre que emana Takemichi. Sus ojos están desenfocados y solo puede apreciar la silueta de Takemichi alzándose con la Luna de fondo.

Entonces ocurre lo que es denominado la cereza del pastel: desde el mismo corazón de Takemichi, sale un fino tallo. Del tallo empiezan a salir hojas. Del tallo sale... un lirio de araña roja en pleno florecimiento. Es como si... si el amor que profesa el inerte corazón de Hanagaki alimentase el crecimiento de la flor del infierno, tanto amor es, que termina siendo demasiado y tiene que salir por algún lado; esa es la verdadera razón del Hanahaki. El Hanahaki es, el exceso de amor que alguien tiene y no sabe cómo sacarlo.

Chifuyu grita soltando un alarido lleno de dolor.

A quien tuvo hacía unos escasos segundos a su lado, está muerto.

-¡Takemichi!-grita nuevamente Chifuyu lleno de dolor, saliendo del estado de shock luego de ver como florecía la flor del infierno, el lirio de araña roja. Cae de rodillas en el frío piso de la acera; no va a aceptar qué sucede-. E...esta es una broma de muy mal gusto, vamos, despierta. ¡DESPIERTA TAKEMICHI! ¡¿QUÉ VOY A HACER SIN TI?! Maldita sea, no mueras...

»-Por favor... despierta.

»-¿Quién va a oír mis charlas sobre mangas? ¿Quién va a hacerme reír? ¿Quién va a apoyarme en mis locuras? ¿Quién va a cuidar a Peke J cuando no estoy? P...por favor, despierta...

Chifuyu continúa gritando, grita que Takemichi vuelva, que regrese, que él no está muerto, que no lo deje solo, que no lo deje... así de roto.

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