[04]

[04]

—Hay algo extraño en ella Mal, el otro día... dijo cosas sobre mí que no le he dicho a nadie y—

—Te hizo sentir incómodo, Diamond —el contrario asintió, siendo abrazado de la cintura por su acompañante, mientras Cater manejaba su teléfono intentando ocultar su nerviosismo—. No hace falta eso, tu ritmo cardiaco te delata.

Ahora sintió la nariz de él olfatear su cuello. Cater ahogó un gemido en el momento en que sus manos levantaron la ropa de su uniforme e hicieron contacto con su piel.

—Eso no es-, cierto.

Cuando comenzó a repartir besos por su cuello y mandíbula se sintió de gelatina, ese era su punto débil.

—Tramposo, yo vine a desahogarme y tú intentas persuadirme.

—Entonces, dime lo que quieres escuchar —los colmillos de él mordisquearon ligeramente el lóbulo de su oreja. Cater se removió intentando separarse de forma inútil.

—Sí me manoseas así no puedo concentrarme —dijo una vez que pudo marcar distancia entre ellos—. Y quería algún consejo, Katya solo envía cartas diciendo que está bien y nunca nos visita dando excusas, si esta chica sabe algo de ella, debo encontrar la manera de descubrirlo.

—No sé si yo sea el indicado pero si dices que sabe de tu hermana, debes tener idea de algo que solamente ella sepa, algo que la distinga... puedes comenzar por ahí.

— ¿Y si intento coquetearle? Kat siempre me reprochaba por mi larga lista de conquis- ¡ay! ¡Malleus! Eso duele —el pelinaranja se quejó cuando sintió como era electrocutado por su pareja.

—No me gusta que hables de antiguos amores ni que le coquetees a alguien más, Diamond —replicó el dorm head haciendo un puchero infantil y cruzándose de brazos.

—Ay, pero no te pongas celoso —esta vez fue turno de Cater acercarse a él y estrecharlo entre sus brazos, acariciando la piel bajo sus orejas como recordaba, Lilia le había dicho que eso lo relajaba. Y debía hacerlo pronto, podía ver como varias nubes se asomaban a lo lejos a través de la ventana.

Malleus siguió renuente, con aquella mueca aniñada que no hacía sino enamorarlo más.

Sintió la tentación de tomarle una foto, era su oportunidad, estaba quieto y se veía adorable, premio doble.

—Eso es, pequeña gárgola, ahora tengo un nuevo fondo de pantalla —murmuró Cater después de desorientar a su novio con el flash de su teléfono. Malleus observó el retrato y bufó aun molesto, era como un niño berrinchudo—. Tienes algo en la nariz.

— ¿Eh? —no tuvo tiempo a reaccionar, pues el pelinaranja le había robado un beso en los labios.

Luego de eso el ambiente se aligeró siendo remplazado por uno más divertido y romántico, una guerra de besos. Y entre beso y beso, Cater intentaba tomar una buena selfie de ambos juntos, con la excusa de subirla a Magicam, en todo el tiempo que llevaban siendo pareja era imposible que no tuviera al menos UNA foto buena de Draconia; la realidad era que tenía una carpeta en su teléfono dedicada solo a Malleus, y no, ninguna la había subido a la red social.

Cater miró la hora en su teléfono.

Cuernitos, tengo que irme ahora, Riddle y Trey deben estar preguntándose por mí —Malleus dejó un último beso en su cuello antes de separarse y con su magia hacerlos aparecer en Heartslabyul—. ¿Queda en pie lo de ayudarme con Le Celestine?

—Nunca dije que te ayudaría —la sonrisa juguetona del fae lo hizo sentir acalorado.

—Bueno, pues yo nunca prometí enseñarte a comprar tamagotchis por internet.

—Touché —y se despidieron, con Malleus dejando un pequeño grupo de luciérnagas adornando la habitación de Cater.











[...]











—En serio gracias por acompañarme, Sel-chan.

—Sí, como sea, este lugar huele raro, por cierto —Selene se acercó a la mesa de aperitivos, olfateando un muffin de frutos rojos, todo en ese lugar apestaba a magia, y a deidad.

Miró extrañada a su alrededor, algo le decía que no debió venir.

Vio como Cater intentaba llevarse uno de los fritolinni a la boca, le golpeó la mano haciendo una seña de 'No toques nada'.

El tercer año comprendió y los guió a una de las mesas.

—. De haber sabido que podía estafar a tanta gente dándoles consejos de amor no hubiera aceptado el puesto de rectora en el colegio.

Selene sonrió con sorna, sacándole una carcajada a Diamond.

—Esto no es una cita, ¿Verdad? Porque tengo una reputación, no deberían verme fuera del castillo con alguno de mis pupilos, sería de muy mal gusto. Dentro de Night Raven no tengo problema, lo que ocurre en el castillo se queda en el castillo.

—Sin cuidado Sel-chan, por cierto, me gusta más tu cabello así —halagó el de símbolo de diamante con una sonrisa sincera, de esas que le era difícil obsequiar.

Selene se acomodó varios mechones de su cabello castaño y lo enrolló en su dedo con galantería.

Agradeció el gesto metiendo la mano en su bolsillo y entregándole su pluma mágica.

—Procura no volver a abusar de tu magia o hay tabla —advirtió.

Iba a seguir hablando pero fue interrumpida por la anfitriona que hacía su entrada triunfal.

La enigmática mujer bajo la máscara parecía mosqueada, estaba fingiendo eso era seguro. Luego del discurso de ella sobre las almas gemelas y los tipos de amor, Selene la detuvo justo antes de entrar a su oficina.

—Así que tú eres quien disfruta de estafar a mis kohais.

—Y tú debes ser quien desprende ese olor a reptil que me pone de tan mal humor.

Cater abrió la boca incrédulo, nunca creyó que escucharía a Le Celestine decir palabras tan cortantes.

La sonrisa socarrona de Selene no significaba nada bueno, ya había visto a si rectora de mal humor por lo que quiso tomar distancia, pero no quería perderse ningún detalle del enfrentamiento de las dos féminas.

—Solo admite que eres una farsante y me iré por las buenas.

— ¡No soy ninguna estafadora! Mi negocio es fidedigno —Selene la miraba desafiante, con aquel brillo plateado en sus ojos que ponía de piedra a cualquiera, pero por extraño que parezca, a la anfitriona no.

—Pruébalo —la retó Selene.

La dueña del lugar sonrió con altanería y se tomó la libertad de sentarse sobre la mesa, espantando a Cater, que hizo retroceder un poco su silla por acto reflejo.

—Elige una pareja a ver —gotcha.

—Sel-chan, ¿Recuerdas a qué vinimos, no?

Le Celestine se giró en su dirección, y a juzgar por su mirada no estaba contenta, ellos dos, y solos, en ese lugar, fácilmente se podía malinterpretar.

—A ellos —la guardiana prestó nuevamente atención a Selene, quién señalaba al prefecto de Ignihyde y al viceprefecto de Pomefiore.

Cater seguía sorprendido, el poder de sugestión de Selene era tremendo.

Idia se escondía ligeramente detrás de Rook sujetando la tela de su abrigo mientras éste observaba embelesado la decoración del lugar, en su mano izquierda llevaba una bolsa de una tienda de electrónicos. Ambos llevaban ropa civil y parece que estaban ahí para una cita.

La anfitriona chasqueó los dedos, desapareciendo y apareciendo frente a ellos, con una bandeja de su misterioso elixir 'La Fuente de Afrodita'.

—Bienvenidos a Le Café Célestin, ¿Gustan tomar una mesa? Puedo recomendarles esa cerca de la barra, es muy cotizada —ambos tomaron la copa que les ofrecían y la ingirieron sin problema.

Fue cuando la mitad gorgona comenzó a olfatear un tipo de magia muy diferente al de los humanos.

— ¡Lo sabía! —rugió con fuerza, poniendo más nervioso al de Diamante.

— ¿Sucede algo, Sel-chan?

—Sucede todo cariño, esa no es tu hermana, es una diosa, y una muy tramposa déjame advertirte.

El pelinaranja se quedó estupefacto, ¿tan solo hacía 3 trucos y ya descubría su naturaleza? Selene era rápida a decir verdad, halagó.

—Hawkeye, Flamita, aborten misión, repito, aborten misión —llamó a través de su teléfono, al tiempo que se levantaba de la silla y dejaba unos cuantos madolls sobre la mesa.

— ¿Ya te vas? Pero sí apenas comenzaba a divertirme, gorgona...

Selene intentó alejarse por la paz pero la otra se lo impidió.

—No voy a humillarte, así que, si no quieres que haga un escándalo en tu pub, será mejor que nos dejes irnos por las buenas.

Cater vió salir a Idia y a Rook e hizo la señal de que el camino estaba despejado, Selene pasó al lado de ella chocando su hombro a propósito, una vez fuera del local apareció un cartel con la cara de Selene que rezaba 'Prohibida la entrada'. La mitad gorgona quería matarla.

—Ouh, Roi de Ta Chambre y yo nos estábamos poniendo cómodos, es una pena... —Rook se recargó sobre el hombro de Idia y lo abrazó de la cinturas, el color del cabello de Shroud se intensificó.

—Oh, no señor, ustedes dos sepárense —advirtió Selene, tomando por los hombros a Idia como si se tratara de un niño pequeño; y haciendo una seña de 'No tocar' con su otra a mano a Rook Hunt —. Esa bruja les dió un afrodisíaco.

—. Ustedes van a estar a más de cinco metros de distancia hasta que se les pase el efecto, ¿Y dónde rayos está Cater?

Intentaba mantenerlos alejados, inútilmente, ¿Desde cuándo Idia compartía su espacio vital con los demás?

Y bueno, Rook no era especialmente fácil de contener, el cazador era ágil.

—. ¡Cater Diamond....!

El de diamante sintió que le zumbaban los oídos, pero lo ignoró acercándose poco a poco a la piccolina Le Celestine.

—Señorita celestina, yo—

— ¿Qué, vienes a insultarme tú también? Porque si es así tengo una poción de desagra-do que... Oh, eres tú, una disculpa, ese reptil despreciable me puso de malas.

No mentía cuando dijo que se llevaba mal con los, ¿Dioses?

—No, no hay problema, yo quisiera, pedirle un favor.

—Ah, esto se pone interesante —la anfitriona sonrió a través de su máscara y sacó su pluma mágica. Apuntándola a un par de sillas. Cater aceptó su invitación a sentarse y cuando estuvieron cómodos él habló.

—Veo que tiene poco personal.

—Conmigo basta y sobra...

—Bueno, hay un proyecto sobre periodismo en mi escuela y yo, quisiera hacer mi pasantía aquí, si no es mucha molestia, solo debe firmar un documento que afirme que está de acuerdo y listo. ¡Ni siquiera notará mi presencia! Solo tomaré un par de fotos y le haré un par de preguntas...

— ¿Tengo que convivir con esa, gorgona?

—Solo al final, ella es la rectora de mi colegio y como parte del staff ella será jurado al final del ciclo.

—Bien.

— ¿Bien? ¿Bien de acepto? ¿O bien de me da igual?

—Eso tienes que averiguarlo —juguetona y enigmática. Sin duda valdría la pena el regaño que le daría Selene más tarde.











[...]











— ¡¿Qué tengo que hacer qué?! —al pobre Cater le dolieron los oídos, oh, tierra trágame.

—Solo será por un tiempo, lo prometo, no interferirá con mis clases, y, y, te ayudaré en la cocina.

—Definitivamente es un rotundo.

— ¡Pero Sel-chan! ¡Es la única manera de saber qué pasó con mi hermana! —gimoteó Diamond con frustración.

—N-no. No pongas esa cara Cater, la respuesta sigue siendo no.

—Pero ni es tan complicado...

—Sí, falsificar un permiso y conseguir la firma de Crowley no es complicado en absoluto, si me concerniera solo a mí no tendría problema en ayudarte, pero quieres involucrar al director, y el cuervo debe responder ante autoridades superiores si esto se llega a saber...

—Seré discreto —la mitad Gorgona dio un suspiro de frustración cuando se dio cuenta de que no podría convencerlo de lo contrario.

—Bien, voy a ayudarte, pero no meteremos a nadie más en esto, es solo por el futuro de tu investigación, ¿okey? Y prométeme que te cuidarás de ella, aún no sé quién demonios es, sabe ocultarse bien, ¡ni siquiera sé si en realidad es mujer! La mayoría de ellos son metamorfos, pueden transformarse en lo que sea, yo estoy un poco más limitada, solo puedo cambiar mi cabello; así que cuídate, Cater.

El de diamante tragó duro, sabía que debía ser cuidadoso a partir deahora, con las advertencias de Selene no quería llevarse una sorpresadesagradable.



[Escena Extra]

Selene, Roook e Idia estaban en la enfermería, y la fémina no la estaba pasando muy bien mientras esperaban a que el efecto de aquel afrodisiaco se acabara.

— ¡Pero Mademoiselle! No puedes interponerte entre nuestro amor, cupido nos ha flechado... —estos dos le iban a provocar un infarto.

—No vamos a hacer nada malo, solo le daré un recorrido por Ignihyde a mi novio —la sonrisa afilada de Idia nunca le había dado miedo, hasta ahora.

—Yo confío en ustedes y sé que ya están bastante grandecitos como para andar escondiéndolos en el pudor y haciéndome la inocente, ¡pero en este estado no puedo dejarlos a solas! —chilló Selene cuando intentó separarlos por quinta vez consecutiva, la sanguijuela rubia no se despegaba del cuello de Idia.

—Je n'ai pas peur de brûler (-No tengo miedo a quemarme-)—murmuró Rook tocando uno de los mechones de Idia haciendo que este enrojeciera como el fuego.

—Me rindo, no quiero quejas, y no sean ruidosos —musitó Selene alejándose de aquel par.













---------------------

------------------------------

Fue irresistible no traer a la niñera de mis husbandos para acá, de hecho desde que comencé a escribir planeaba que Selene Banderbield tuviera una aparición especial. Y no se lleva nada bien con Le Celestine.

Por cierto, acá está mi niña.

Alto Cater  x Malleus e Idia x Rook aquí, eh, ¿por qué tengo que shippear todo lo que se mueve, ah?









ErxLee

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top