Laztana


Disclaimer: los personajes pertenecen a Reki y A1 no hay intención de lucro. La imitación es la mejor forma de admiración.

* * * * *

POV KIRITO
Más  de dos años desde la aparición de Kirito en Underword.

Norte de Centoria, imperio de Norlangarth: Academia de Maestría con la espada (o Sword Master Academy)

La jornada de entrenamiento ha concluido y mientras sus valets terminan sus tareas, Kirito y Eugeo se toman un tiempo de descanso. Aprovechando la temperatura ideal de esa época del año, dan un paseo hasta un claro cercano a la academia que es atravesado por una escorrentía de escaso caudal. Eugeo practica con su espada las técnicas de Aincrad, mientras Kirito descansa la vista a los pies de un gran árbol que impone su sombra sobre ambos estudiantes. Aparentemente dormido y con los brazos tras la nuca a modo de almohada, sus pensamientos se pierden como tantas otras veces...

"Empieza a cerrarse la tarde. Así lo avisa el cielo sacando su manto de noche mientras el sol del ocaso, con su fuerte tono fuego, se empeña en apartarlo con sus rayos suplicando por unos minutos más de regencia. Ese sol, fuerte, poderoso y travieso me recuerda tanto a ella como sus rayos al tono de su pelo al viento. No es la primera vez que esta estampa me recuerda a aquel crepúsculo que puso punto y aparte a nuestra historia: el cielo de aquel enorme castillo flotante. Nuestra promesa de encontrarnos.

Esa promesa fue el inicio de mil y una más que fuimos cumpliendo. Las lluvias de estrellas, el anillo, nuestra cabaña, América... No hay noche en la que no cierre los ojos y oiga ese grito por mi vida aferrarse a mi pecho como su mirada buscaba mantenerme a su lado. Mi último recuerdo consciente.

Ahora solo puedo pensar en si ella me recuerda a mi, ¿cuánto tiempo habrá pasado? Se supone que este es un mundo acelerado, se supone... claro está, si mis deducciones son ciertas y he acabado en este mundo gracias a esa nueva tecnología de inmersión Full Drive que estuve probando con Kikouka: el "Soul Translator"... Sin embargo, lo que no deja de preocuparme es el tiempo, ¿cuándo fui traído aquí?  ¿Cuál ha sido el desfase temporal realmente? Todas esas preguntas me atormentan porque en todas existe el riesgo de alejarme de ella. Por ese me debo focalizar mi atención en esta realidad o me volveré loco. Y, más concretamente, en estas personas que hace tiempo que dejé de valorar que fueran IMC al uso.

Otra posibilidad no tendría sentido – o no quiero que lo tenga–, ellos son tan... reales."

Abre ligeramente un ojo para observar los movimientos de su amigo. Sonríe. Es fuerte y se siente orgulloso. Le encanta ese golpe suyo inspirado en su época cortando el gran Árbol del Demonio, toda su fuerza nace de su cadera para derrumbar a su contrario que sin duda cederá como aquel tronco.

"Eugeo es un gran chico, a veces creo que no merezco su amistad tan sincera y auténtica. Un "beater", porque sigo siéndolo, no merece tanto. Le miento a él como mentí a todos en Aincrad, parece ser mi sino. Bueno, a todos menos a ella, ella era diferente y especial. Tampoco la merecía como no merezco a Eugeo... –sonríe al ser consciente de sus propios pensamientos derrotistas– Si ella me oyera ahora mismo me golpearía con justa razón «Kirito–kun...» un murmullo en reproche velado por un gesto de cariño. La echo de menos y no puedo contárselo...

Ahora lo sé claro, después de tantas veces que estos pensamientos han volado en mi cabeza. Simplemente no puedo contarle quién soy a Eugeo, sin temer que las extrañas reglas de este mundo acaben sancionándolo a él, como ocurrió con su amiga Alice. No puedo, si algo le debo a él y a mí mismo es intentar ser el amigo que merece. Seguro que Asuna pensaría lo mismo que yo, eso siempre me tranquiliza: "ella seguro lo ve bien".

En el fondo ambos se parecen, son capaces de ver más allá de lo que mi mente racional alcanza. Ellos piensan con la cabeza y el corazón al mismo tiempo, es un don que comparten y les hace únicos. Quizá por eso ambos me fascinan. Sería bonito que se conocieran. Sería bonito poder hablar a Eugeo de Asuna... Sería bonito hablarle a Asuna de Eugeo. Es triste que ambos no puedan formar parte del mismo contexto en mi vida, como si un muro se levantara en mi corazón imponiendo la ceguera cual castigo.

Ella es mi todo, mi vida le pertenece desde antes que esa frase se hiciera cuerpo en aquel desierto. Él se ha convertido en mi refugio aquí, el que me ha enseñado que no es necesario estar solo, que aunque nuestros mundos solo coexistan en este espacio virtual, en esta realidad creada por el hombre, no hay distancia. Él puede ver en mí cosas que ni yo mismo soy capaz de adivinar, cree en mí y hace que yo crea también. Juntos todo es más liviano y puede ser más divertido, porque no estoy solo. Cuántas veces creí que solo estaba bien, cuántas veces me equivoqué. Ahora lo entiendo, tener un amigo es eso..."

El muchacho rubio había envainado su espada y se había sentado a su lado, interrumpiendo su divagación sobre él mismo.

—¿Sigues dormitando? —le preguntó con un tono de autoridad paternal pero divertido.

—Siempre, son los pequeños placeres que nos da este mundo...

—Eres todo un caso Kirito... — Sonrió y dejó perderse su mirada al fondo del claro, respirando profundo.

—Oye Eugeo, me prometes una cosa...

—Depende...

—No es nada malo...—rió.

—¿Seguro? No pienso darte mi postre de hoy ni nada de eso, glotón... —su tono divertido llenó un vacío en el estómago del moreno.

—En otra vida... volveremos a encontrarnos.

—Uff... ¿Estás seguro de que te aguantaré en esta siempre? Todavía no lo he decidido.

—Baka... tú solo prométemelo.

Eugeo se giró, mostrándole esa mirada turquesa tan acogedora.

—Te lo prometo, en otra vida volveremos a ser amigos e incluso compartiremos casa, como aquí en la escuela.

—Ja,ja,ja, no ha sido difícil convencerte —rió—. Pero me gusta el trato. En esa otra vida podremos ser lo que queramos: sino hermanos, a lo sumo siempre amigos, con eso me vale.

—¿Lo qué queramos? ¿Incluso príncipes de algún reino?

—Bueno... lo de príncipe te lo dejo a ti, ¿vale?

—Pues yo creo que serías un buen rey...

—Naa... no valgo como líder, siempre he sido más un solitario. Pero tú serías un buen líder Eugeo, compasivo y justo, un portador de la Paz, con una espada especial y única que solo los elegidos podrían blandir —dejó volar su imaginación despertando una nueva sonrisa en su amigo.

—Pero si yo soy el rey y tú un solitario... veo difícil cumplir la promesa de encontrarnos en otra vida, ¿no crees?

—Si tu fueras Rey, yo sería tu protector Eugeo, tu sombra, y todos me temerían porque traería el caos con el negro filo de mi arma —terminó diciendo al tiempo que alzaba su Espada de hoja tan oscura como una noche sin estrellas... De hecho, ese sería un buen nombre. Luego le preguntaría a su amigo su opinión.

Ambos rieron ante su propia locura.

—Anda... regresemos ya o más nos valdrá tener esas espadas listas si nos encontramos con Azurika y descubre que volvemos a llegar tarde a la cena —sentenció Eugeo al tiempo que golpeaba a su amigo en el estómago, provocándole para competir en una carrera hasta la escuela.

Kirito sonrió mientras le veía alejarse y miró a ese sol eterno que comenzaba a camuflar su rojiza cabellera.

"Sí, sería bonito que os conocierais. Por favor Asuna, espérame, quiero presentarte a mi mejor amigo."

* * * * *
Para mi amigo del Kokoro GhostScarpillo , feliz cumpleaños. No olvides nuestra promesa de encontrarnos en otra vida.
Gracias  Sumi_Chan por batearme y cubrir mis horrores e incongruencias con tu magia 😊
Aunque no me identifico con Kirito en este fic, hay algo en lo que si, sois mis Eugeo y Asuna ☺️

Laztana es la palabra con la que en mi tierra uno se refiere a los amigos que quiere de verdad y siempre están en su corazón.

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