3.- Heridas.
(Thor)
El tiempo parecía transcurrir dolorosamente lento, mientras lo esperaba, incluso dormir era un sufrimiento, mi mente se llenaba de malos sueños.
Una noche antes de su llegada, salí al jardín donde me encontré con el jardinero, un beta de aspecto amable, con ante ojos, cabello café y ojos color azul. Me había dedicado solo a Loki, que me había olvidado de que no era el único en esa gran mansión.
—Ey, hola —saludé sentándome a su lado
—Hola —sonrió amablemente —¿usted es el nuevo mayordomo del joven amo?
—Sí, mi nombre es Thor —me presenté alzando mi mano
—Mucho gusto soy Axel, el jardinero de la mansión —tomo mi mano en saludo
—¿Qué haces aquí a estas horas? —pregunté mientras mirábamos como la luna iluminaban aquellas hermosas flores
—Es que cada vez que el joven Loki se marcha, se siente muy solitario, así que como para él, lo más preciado es este jardín, decidí revisarlo y cuidarlo bien hasta que él volviera —el tono de su voz era melancólico, entendía bien aquel sentimiento, al parecer no era el único en ese lugar que tenía un gran aprecio hacia aquel joven amo.
—Entiendo, pues creo que has hecho un excelente trabajo —le di golpecitos en la cabeza
—Ja, ja, ja, gracias. —rio ante eso.
—Dime Axel, ¿desde cuándo conocer a Loki? —pregunté para mirar la luna con nostalgia
—Bien, cuando tenía 14 años mi madre estaba muriendo por una enfermedad causada por la pobreza misma, en este mundo frio y cruel, mi oportunidad de ser alguien eran nulas, por lo cual lo único que podía hacer era vender la pocas flores que el jardín de mi madre daba, mi padre había sido un gran jardinero de una buena y prestigiada casa ducal, pero murió en un accidente cuidado las flores, por lo cual ya no teníamos aquel dinero que él daba, mi madre enfermo poco después, por lo cual todos los días suplicaba obtener dinero para sus medicamentos, pero era casi imposible, las personas son crueles, me miraban con desprecio y arrogancia, pero un día, un carruaje fino a mi parecer, se detuvo frente a mí, yo observe, fue entonces que aquel niño bajo, el joven amo tenía 12 años en ese entonces, me miro y sonrió con aquella sonrisa, le ofrecí las flores y el tomo una, pronunciando: "Son hermosas, ¿no quieres trabajar conmigo?", por lo cual yo respondí que mi madre estaba muy enferma y no podía dejarla sola, el tomo una bolsa de monedas y me las dio: "Toma este es tu pago por esa hermosa flor, cuando tu madre se cure, busca la mansión de Laufey", y así lo hice, el dinero que él había dado, sirvió para los medicamentos y para más, cuando mi madre se curó fui directamente a la mansión Laufey, donde comencé a trabajar, sin la ayuda del joven, mi madre ahora estuviera muerta y creo que incluso yo —me miro con algo de tristeza —y yo no soy el único que fue ayudado por él, todos los que estamos excepto Alec que él fue mayordomo de Sir Laufey —algo que me sorprendió pues el hombre había contado otra historia —, fuimos ayudados y sacados de la miseria, lo más doloroso del caso, es que nosotros no podemos ayudarlo a él, no importa cuánto te acerques o cuanto quieras hacerlo, él siempre te sonreirá y dirá: "Estoy bien", aunque eso no sea cierto, el joven amo es como un gran arbusto de rosas, son hermosas a la vista pero si te acercas mucho puedes salir lastimado, cuando él se va, pareciera que el mundo se detuviera por un instante, pero no podemos hacer nada por aquella vida que el tomo, pareciera que se odiara a sí mismo, dejándose lastimar —me miró —solo espero que encuentre alguien que pueda sacarlo de aquella oscuridad.
—Si, yo también deseo lo mismo —pronuncié con algo de tristeza, yo quiero ser quien lo saque, quiero ser esa persona.
—¿Usted también fue ayudado por él? —preguntó
—Si, él me salvo —respondí —dime, ¿qué sabes de aquel olor a flores muertas en su celo?
—No mucho, se comenta que antes tenía un hermoso olor a flores, pero después de perderse cuando su madre murió, su olor comenzó a ser a flores muertas, cuando llegue y fui presente de su primer celo, al ser beta, no podía sentir aquel olor, pero si vi como todos comenzaban a sentirse realmente mal, algunos vomitaban y otros comenzaban a volverse locos, cuando pregunte, ¿Qué olor tenía?, decían: "Es como un jardín marchito, con un delicado olor a podrido y a la vez algo dulce", fue lo único que sé, ¿Por qué? —preguntó
—Por nada, solo curiosidad, es aquel olor es particularmente extraño, solo eso.
Al parecer yo era una de las pocas personas en conocer aquel aroma a flores, aquel delicado olor dulce y fresco, pero quisiera saber, ¿Por qué te convertiste en eso?, ¿por te odias a ti mismo?, me despedí de Axel y entre a mi habitación para dormir.
Thor, Thor...
Desperté de golpe, había escuchado su voz llamándome, me incorpore en mi cama y mire mi reloj, era ya un poco tarde, así que me apresure arreglarme.
Salí de mi habitación para encontrarme con Axel.
—El joven amo ha llago, así que apúrate a ir con el —sonrío
Así lo hice, en apuro llegue aquel carruaje detenido, abrí con cuidado la puerta, para dar bienvenida a Loki, pero entonces, el cayó ante mis ojos, con apresuro y sorpresa tome su cuerpo, el olor era insoportable, olor a alfas, mire su rostro, estaba inconsciente, su nariz sangraba al igual que su boca.
—Llévalo a su habitación, mételo en la bañera con las hierbas de siempre, ve apresúrate, llamare al doctor —pronunció Alec.
Me apresure hacerlo, mi corazón latía con fuerza, todos los que estaban presente ante su llegado, sus fieles sirvientes no podían hacer más que, mirar con tristeza a su amado joven amo.
Desvestí su cuerpo para descubrir aquella horrible escena.
Su cuello tenía laceraciones por haber sido amordazado al igual que sus muñecas y piernas, su cuerpo tenía golpes y su espalda marcas de latigazos, no tan profundas para dejar cicatrices, pero muy doloras, mis lagrimas comenzaron a caer, tomé su cuerpo con delicadeza y lo metí a la tina, para sentarme a un costado de él, tomando su mano, mientras las lágrimas no dejaban de fluir.
—Matare a cada uno de los que te tocaron, sin importar que tú te opongas, porque yo no perdonare a nadie que se atrevió a lastimarte de esta manera, tu no debiste haber nacido en este mundo frio y cruel, tu más que nadie merece la felicidad...
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