Tome su cuerpo y lo lleve entre mis brazos a su habitación, el olor que desprendía mi Alfa era tan fuerte que hacia a los demás alfas doblegarse, quería proteger a quien tenia entre su brazos, quería que todos supieran que era solo de él y que nadie mas debería atreverse ni siquiera un poco a tocarlo.

No pronuncie palabra solo me senté con él entre mis brazos y me quede así hasta que se quedo dormido, lo acosté en la cama, pero mi alfa se enojaba conmigo por alejarme de él, me levante de la cama cuidadosamente, pero el tomo la manga de mi saco, en protesta, aunque aun parecía estar dormido, suspire y me acurruque a su lado, ya tenias muchos días así, durmiendo juntos, pero sé que su omega y mi alfa, son felices por aquellos pequeños momentos.

La mañana llego, abrí las cortinas, él se incorporo para mirarme y sonreír levemente, mi corazón latió fuertemente, era la primera vez que me sonreía de esa manera, sentía incluso ponerse dura mi parte.

—gracias —apenas dijo, demonios quería hacerlo mio, en ese momento.

—mmm... —carraspeo —tenemos que partir, son dos días de viaje y además tenemos que pasar por la sastrería para recoger su ropa para el gran evento.

El suspiro en protesta, no le agradaba ir, lo entendía perfectamente, pues era un omega, seria muy difícil para él, enfrentarse aquello, siendo tan frágil, pero era necesario.

—se que es difícil para usted, pero yo estaré a su lado todo el tiempo —tome su mano y la bese

—sí, démonos prisa —se levantó de la cama.

De esa manera quería verle, quería que tuviera las fuerzas para recuperar la libertad, y estaría a su lado todo el tiempo, sin importar nada.

-*-

Después de varias horas de viaje, nos detuvimos en la ciudad, donde bajamos en una gran sastrería.

—con permiso —pronunció Loki entrando, los clientes y las personas ahí lo miraron con repudio, por lo cual me coloque atrás de él.

—¿Quién usted y que necesita? —preguntó de mala gana.

—Soy el hijo de Laufey y he venido por un traje —respondió con molestía

—¿Laufey?, déjeme checarlo —reviso —sí aquí esta, le traeré varios modelos para ver cual es de su agrado.

—bien —secamente, los presentes ahí sentían el olor de Loki el cual era suave, pero nadie se atrevía acercarse pues, para su mala suerte yo estaba ahí.

Loki camino alrededor de lugar en busca de algo, escogió un traje azul oscuro con detalles dorados, y lo miro.

—¿le gusta ese? —pregunté acercándome a su oído

—¿a ti te gusta? —se dio la vuelta y lo coloco sobre mi

—¿Qué? —respondí un poco sorprendido

—si, creo que se te vería bien, tu altura, tus hombros—me dio la ropa —ve y pruébatelo.

—pero —no podría dejarlo, si lo dejaba en ese lugar, seria devorado y yo mataría a cualquiera que lo tocara sin dudar —ayúdeme a vestirme —tome su mano y entramos los dos al gran vestidor.

—¿Qué haces? —protestó

—cuidarlo, si usted se queda ahí podría ser lastimado, necesito que desde ahora solo se quede a mi lado —le tomo de la mano mirándolo de cerca —es peligroso, y créame que, si alguien lo toca, mi alfa haría un caos, matando a todo lo que se mueva cerca de usted.

—bien —apenas podía respirar y lo notaba, comenzaba a agitarse, pues sin darme cuenta había soltado mi olor por todo el vestidor —contrólate, Thor, me ahogas... ahora vístete, me sentare ahí.

Se sentó en un pequeño banco, con la respiración agitada, las mejillas rojas, aquella visión de él, era tan hermosa y excitante, me quite la ropa poco a poco, enfrente del espejo, sin dejar de ver su reflejo, miraba como evitaba a toda costa verme. Cuando mi torso estaba completamente desnudo, me di la vuelta con las manos sobre mi pantalón.

—creo que tengo problemas con el cierre mi señor —le mire.

El giro para observarme, sus mejillas se pusieron de un rojo bajo, estaba completamente nervioso.

—¿y que quieres que haga? —respondió intentando parecer enojado

—que me ayude con ello —me acerque a él, tome sus manos, las coloque sobre mi pantalón —por favor.

—no —se soltó y salió del vestidor.

—espere —suspire.

Al salir se topo el sastre quien le enseño dos modelos diferentes, que, deberían arreglarse en ese momento para que quedaran a su medida.

—este es tono verde oscuro y este tono rojo oscuro, pruébeselos para que me indique cual deberíamos ajustar.

Los dos entramos a los vestidores, para colocar nuestra ropa, al salir de ellos, nos miramos el uno al otro, yo traía un traje completamente azul oscuro, con detalles dorados, mientras él traía uno con un chaleco de color verde oscuro y saco negro, al verle no entendía como alguien tan hermoso como él, podría se tratado como basura, era perfecto lo miraras por donde lo miraras, el color verde sus ojos combinaban con su ropa, su cabello, su tono de piel y su complexión lo hacían armoniosamente hermoso.

—¿entonces? —interrumpió mis pensamientos

—¿Qué? —respondí

—¿Qué si esta bien este traje? —preguntó

—si, le queda perfecto —quería tocarle, quería llevármelo lejos al rincón mas pequeño del mundo, protegerlo, marcarlo y hacerlo feliz para siempre, ¿Por qué tendríamos que pasar por esto?, nadie debería sufrir de la manera que él ha sufrido.

—bien, lo ajustare un poco en las mangas, quiero llevarme también el tuyo, me gusta mucho —indico las compras, ajustaron los trajes y los pago.

De vuelta al carruaje, no pude dejarlo de verle, mientras él miraba el mundo por la pequeña ventana de aquel carruaje.

—¿Qué pasa Thor?, si tienes algo que decirlo, dilo ahora —me miró.

—lo siento, solo, que, quería decirle, si yo le propusiera huir de aquí, de esta ciudad, de este país, ¿vendría conmigo? —mi corazón latía fuertemente, tenía miedo de perderle.

—no —respondió con rapidez

Mi corazón se detuvo —¿Por qué? —cuestione a mi amo, algo que no debería hacer, pero necesitaba una respuesta.

Él se quedo en silencio, sin responder, sentía como mi alfa interno aullaba del dolor, sentía como mi pecho comenzaba a sentirse pesado, mis latidos se volvieron dolorosos, pero tenia que volver a la calma, porque una cuna de lobos nos esperaba para devorarnos.