(Thor)

Era inverno más frio que había caído sobre aquella ciudad, mi cuerpo yacía tirado en el suelo, mis padres habían muerto, recordaba aquella cálida casa, donde mi madre cocinaba, moría de hambre, puesto no había probado alimento alguno en días, quería alcanzar aquel sueño cálido, así que en mi último aliento alce con desesperación mi mano, fue entonces que el aroma a flores me despertó, su cálida mano había tomado la mía.

—Morirás de hambre pronto —se sentó a mi lado en el suelo más sucio, con aquellas finas prendas —toma, tengo un pedazo de pan, sé que no es mucho, pero puede ayudar en tu sufrimiento —aquella cálida sonrisa, aquel aroma a flores, era el sueño más dulce.

—Gracias —apenas pude responder.

—Me llamo Loki, ¿tú eres un alfa?, por tu aspecto puedo decir que vienes de una buena familia. —pronunció con calma y una paz que jamás había sentido.

—Si, pero eso fue en el pasado, mi nombre es Thor, ¿Qué haces por estos lugares?, ¿te has perdido? —provee aquel pedazo pan, pareciera que aquel sabor fuera lo más delicioso que hubiera probado en mi corta vida, no sé si era la ausencia de comida en mi estómago, o realmente era aquel su sabor.

—No estoy perdido, escape, supongo que ya lo sabes, soy un omega, pero para mi familia, es la deshonra más grande, quise saber cuánto tiempo dudarían sin darse cuenta de mi escape —sonrió de nuevo, aunque su mirada era triste.

—Es peligroso que estés aquí, hay alfas malos, que podrían lastimarte —respondí

—¿Tú eres uno de ellos? —preguntó con aquel rostro que podría confundirse en la nieve, con aquellos ojos verdes que podrían consumirte por completo, ¿Cómo podría yo lastimarlo?, primero moriría antes de tocarle un dedo.

—No, yo te cuidare.

Esas pequeñas palabras fueron grabas en mi corazón para siempre, dos días estuvimos juntos, robamos comida, compartimos un trozo de sabana para pasar el frio, éramos solo unos niños abandonados que solo nos teníamos uno al otro, yo apenas había cumplido los 14 y el 10.

Pero entonces aquel pequeño sueño termino.

—Te encontré pequeña basura —bajándose de un carruaje, un alfa de aspecto frio y cruel, sus ropas me decían que era su padre, detrás de él, una chica de mi edad, alfa igual, que miraba con una sonrisa de burla —¿no te das cuenta de los problemas que me has causado?, ¿no te importa que tu madre haya muerto apenas hace unos días?

—Lo lamento —apenas pudo responder cuando un golpe con un bastón interrumpió sus palabras.

—Pequeña basura, súbete —otro golpe se iba producir, tome el bastón con mi mano y lo mire con frialdad

—No debería tratar a su hijo así —pronuncié con un odio en mi voz

—No te preocupes, está bien, gracias —sonrió levantándose para subirse aquel carruaje dejándome atrás.

No pude hacer nada más que ver como se marchaba, sobre aquella ventana de aquel carruaje pude ver su mirada hacia mí, con una tristeza en los ojos y con aquella sonrisa.

Nunca olvidaría aquel aroma a flores.

Prometí no dejarme morir, porque queria volverle a ver, volver a encontrarlo con toda mi alma, así que comencé a buscar trabajo en las grandes casas de los duques de Inglaterra, como alfa tenía ventajas sobre otros, con mi olor pude seducir, con mi cuerpo pude manipular, así que me volví un gran mayordomo, pero sin importa el precio o los lujos que pudiera obtener, nada me detendría para encontrarlo.

Y así lo hice, habían pasado 12 años ya.

Llegue aquella mansión con aspecto lúgubre, no tenía un buen aspecto del todo, era grande, sí, pero no era nada cálida, me presente con el jefe de mayordomos, un hombre de buen aspecto, el olor era extraño, había solo sirvientes alfas y betas.

—Adelante, este la casa Laufey, nuestro amor el Sir Laufey, nunca esta, pero la casa se tiene que mantener en orden, su hijo menor es el que ahora conocerás, será tu amo, tu tendrás que cuidarlo, atenderlo y vigilarlo que cumpla con sus tareas impuestas por su padre, mi nombre es Alec, puede consultarme alguna duda —pronunció mientras caminábamos hacia la habitación del joven amo.

—Gracias soy Thor —respondí mientras llegábamos aquella habitación, con un fuerte olor a flores muertas.

—Joven amo, el nuevo mayordomo llego —pronunció mientras tocaba la puerta.

—Maldición Alec, es muy temprano —la puerta se abrió.

--(Nota dejada como está)

Hola, antes que nada, gracias por tomarse el tiempo de leer, es mi primera vez con este tema, así que por favor téngame paciencia si cometo errores, tratare de actualizar constantemente, (eso quiero creer yo), bueno me despido, abrazos.