ღEpílogo
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Taehyung sabía que había muchas cosas que no podía afirmar al cien por ciento si no las experimentaba a primera mano y estaba seguro de que el parto era una de esas cosas que jamás terminarían de comprender realmente si no lo pasaban por sí mismos.
El día del parto de su bebé, había comenzado a tener contracciones a las dos de la madrugada un cinco de diciembre, por lo que tuvieron que irse al hospital rápidamente, especialmente porque la fuente se había roto y estaban en los minutos más cruciales.
Soobin se desmayó en el auto, porque además se había negado completamente a quedarse en el departamento y estaban demasiado ocupados atendiendo a Taehyung como para interponerse a que el omega menor fuera con ellos.
Jungkook entró junto a él en la sala de partos y los demás se quedaron en la sala de espera, esperando que las cosas salieran bien.
Habían sido horas tortuosas, en donde tenían que esperar que se dilatara correctamente, para poder comenzar el parto, por lo que tuvieron que esperar un poco.
Jungkook se había mantenido a su lado todo el tiempo, ayudándolo y dándole un poco de aire para que el pobre Taehyung dejara de sudar un poco, además de secarle las lágrimas, las cuales bajaban por sus mejillas mientras intentaba calmarse.
Cuando finalmente la dilatación fue la adecuada, el proceso comenzó y Taehyung dio todo de sí para que las cosas salieran lo mejor posible, apretando el brazo de su novio para intentar tomar fuerzas para seguir pujando, a pesar de que todo su cuerpo temblaba y estaba terriblemente cansado.
A las dos de la tarde, Jeon Seongjin fue registrado oficialmente como hijo de Kim Taehyung y Jeon Jungkook.
Un bebé sano, con abundante cabello negro y piel ligeramente pálida, más rosada en puntos claves. Nariz pequeña y labios abultados, siendo una combinación de ambos padres en perfección.
Taehyung descansó todo lo que restaba de la tarde y la noche, despertando a día siguiente y recibiendo a su bebé con una enorme sonrisa, sintiéndose muy contento de poder tenerlo en sus brazos finalmente.
Habían pasado varios meses desde el parto de su bebé y Taehyung cada día se sentía más agradecido de que las cosas salieran realmente bien, en especial en ese momento, en donde podía admirar a su bebé con detenimiento, viéndolo hacer cualquier cosa o solamente dormir.
― ¿Estás listo, cariño? ―preguntó Jungkook al llegar a la habitación, viendo al omega acostado boca abajo sobre la cama, viendo a Seongjin dormir tranquilamente con el abrigador traje blanco con orejas de conejo que le habían regalado sus abuelos―Si no te sientes listo aún, no debes presionarte, mi vida.
Aquello hizo que la vista del omega se despegara de su bebé, para poder colocarla sobre el alfa, porque definitivamente no se arrepentía de la decisión.
―Sí quiero, solamente estaba tomándome un tiempo para verlo, ya sabes―se encogió de hombros con una sonrisa, levantándose de la cama con cuidado para no despertar al cachorro y acercándose a su esposo para abrazarlo, recibiendo besos en su rostro―Tengo miedo de que se asuste, solamente conoce la tranquilidad del departamento.
Aquello era cierto, porque a diferencia de Hoseok, Taehyung se había tomado varios meses dentro del departamento con su bebé y esposo, no queriendo salir ni sacar a su cachorro, siendo una reacción normal.
Los chicos no habían podido ver mucho al bebé, especialmente porque Taehyung estaba bastante sensible y solo podía mantenerse con ellos unas horas cada cierto tiempo, pero ellos respetaban aquello completamente y le daban el tiempo que necesitara.
Al igual que los padres de Jungkook, quienes habían estado muy emocionados por el nacimiento de su nieto, tuvieron que contenerse para poder pasar tiempo con el bebé, porque Taehyung no se sentía preparado para socializar mucho.
Por lo que su mayor fuente de apoyo, tanto para Taehyung como para su bebé, había sido Jungkook, siendo claramente el único que podía pasar con ellos todo el día y mimarlos hasta que cayeran completamente dormidos.
Jungkook tenía las vacaciones por paternidad, pero estas solo eran para un mes y medio, por lo que se iba a trabajar por las mañanas y regresaba en la tarde para estar con sus menores, quienes lo recibían con los brazos abiertos y labios listos para besar, al menos en el caso de Taehyung.
Pero ese día el omega estaba listo para salir, se sentía cómodo como para presentarle el bebé a sus amigos y compañeros de trabajo, ya que ellos solamente lo habían podido ver por medio de fotografías.
― ¿Seguro? Podemos salir mañana, si lo prefieres―le acarició el cabello, sabiendo que poco a poco su novio estaba saliendo de la fase más sensible de la etapa postparto.
―Sí, quiero verlos, no los veo hace mucho tiempo―suspiró mientras cerraba los ojos, amando mucho la sensación de estar abrazado a su novio, quien se encargaba de dejarle besos tranquilizadores―Además de que quiero que conozcan a Seongjinie, no solamente por fotografías.
El tiempo que Taehyung se había tomado para salir había sido un poco más largo que el promedio, porque su bebé ya tenía tres meses de nacido y desde ese tiempo se habían mantenido en casa, pero Jungkook sabía que era por el pasado de Taehyung y todos los miedos que había sentido referente a su bebé.
Y todos lo respetaban totalmente, esperando pacientemente para poder conocer al bebé con olor a leche y fresas.
Porque sí, el bebé había nacido con olor a leche y fresas, siendo algo que sorprendió a todos, porque muy pocos bebés mantenían una variación en sus olores al nacer, siendo Seongjin un caso especial.
Sus padres amaban totalmente el olor de su bebé, sintiéndolo en su ropita y mantas, pensando en que su olor era solo una pequeña muestra de que era un bebé muy especial.
―Bien, entonces comencemos a prepararnos ¿Quieres llevarlo tú? ―preguntó, aunque colocarían al bebé en la silla especial del auto, debían acomodarse la cangurera.
―Sí, por favor―asintió con una sonrisa, haciendo que Jungkook sonriera también, acercándose un poco para poder darle un beso en los labios, uno que fue gratamente correspondido por el menor.
El ambiente en el departamento era muy bonito y aunque Soobin había tenido que tomar distancia con Taehyung, siempre le mandaba aliento desde los mensajes de texto, logrando encontrarse algunas veces al día para hablar y que Soobin viera a su sobrino, pero después tenían que separarse.
― ¿Ya se van? ―escucharon la voz de Soobin detrás de la puerta, quien no intentó abrir, porque sabía que no debía.
―Sí, salimos en un momento―le contestó Jungkook mientras separaba su rostro del contrario, solo manteniendo sus brazos alrededor de su cintura― ¿Necesitarás algo de allá?
―No gracias, hyungie. Solamente preguntaba para despedirme.
Taehyung se separó de Jungkook y se acercó para poder abrir la puerta, porque no le gustaba que Soobin se sintiera desplazado. Cuando abrió, el omega menor se sorprendió.
―Ya puedes entrar, me siento mucho mejor estos días―dijo con una sonrisa, haciendo que el menor sonriera en grande, porque definitivamente extrañaba la cercanía con Taehyung―Ven.
Soobin abrió los brazos para poder unirse a Taehyung, ambos omegas abrazándose fuertemente mientras Jungkook sonreía con la maleta de Seongjin en manos, para poder llevar todo lo necesario.
No estarían mucho tiempo allá, solamente presentarían al nuevo miembro de la familia y más tarde llegarían los demás chicos para comer, por lo que no debían llevar demasiado, pero sí lo importante.
― ¿Quieres que te ayude con la cangurera, hyungie? ―preguntó Soobin cuando se separaron ligeramente, haciendo que el omega asintiera.
―Por favor, Soobinie.
El menor ayudó a que se colocara la cangurera y Jungkook acomodó todo en la maleta, cuando finalmente la tenía colocada, Taehyung se acercó a su bebé para poder tomarlo con cuidado y abrazarlo, arrullándolo a los lados para que no se despertara y acariciando el trajecito abrigador que mantenías las orejas como de conejo.
―Ese trajecito es la cosa más adorable―dijo Soobin cuando vio a Taehyung con el bebé en brazos, haciendo que los padres asintieran.
―Lo es, además de que es calientito para los días helados como hoy―asintió el omega, para después tomar la mano de su esposo, para poder salir―Volvemos pronto, por favor pide la comida cuando te digamos que casi salimos, para que no tarde mucho en llegar.
―Claro, hyungies. Nos vemos y suerte en las presentaciones―dijo con una sonrisa, despidiéndose de ellos en la puerta con una sonrisa, para después regresar al departamento.
Taehyung admiró el camino con una sonrisa, porque realmente había extrañado salir, aunque tampoco lo suficiente como para salir a pesar de su incomodidad. Pero en esos momentos se sentía mucho mejor, por lo que no tenía miedo de estar afuera.
―Si te sientes incómodo en algún momento, dilo, mi amor―dijo Jungkook con una sonrisa al ver a su novio tan concentrado en la ventana―Dijimos que estaríamos unos minutos, pero si te abrumas, nos vamos y ellos comprenderán al cien por ciento ¿Sí?
Taehyung asintió, porque estaba seguro de que los chicos comprenderían si deseaba regresar a casa, después de todo era su primera salida después de varios meses encerrado a voluntad propia.
―Lo diré, amor. No te preocupes, estaré bien, en verdad me siento preparado para salir―le dio una sonrisa, tomando la mano del alfa para poder besarla, garantizándole que era así.
Cuando llegaron al estacionamiento del centro comercial, Jungkook tomó a su cachorro para poder colocarlo en la cangurera. El bebé se despertó en ese momento, por lo que Jungkook comenzó a dejarle besos en la frente a su bebé, quien se relajó mucho ante los besos.
―Le encanta que le demos besos, se relaja mucho―sonrió Taehyung mientras apegaba a su bebé a su pecho, quedando asegurado con la cangurera―Es adorable nuestro Seongjinie, tan lindo.
―Lo es, se nota que será muy amoroso―sonrió el alfa, acomodándose la maleta del bebé, para después tomar la mano de su pareja y ambos comenzando a caminar.
No había demasiadas personas en el centro comercial, por lo que Taehyung se sintió mucho más cómodo, igualmente manteniéndose aferrado al brazo de su pareja, para sentirse más seguro al llegar al estudio.
Jungkook lo ayudó a abrir la puerta y la primera en reaccionar, porque era la que estaba en el mostrador, fue Nayeon.
― ¡Oh, Taehyungie! ―chilló la omega antes de cubrirse la boca, acercándose a Taehyung con una gran sonrisa y la vista en las orejitas de conejo que sobresalían―Santo cielo, este bebé tan bonito.
El chillido de Nayeon llamó la atención de Bangnie, quien era quien se encontraba desocupado en ese momento, por lo que se acercó para poder ver, jadeando emocionado cuando vio a la pareja con el bebé.
― ¡Oh! El bebito con aroma a fresas―se acercó el gran alfa con una sonrisa, ambos abrazando con cuidado a Taehyung e incluso a Jungkook, emocionados por poder ver al bebé.
―Pueden cargarlo si desean, está despierto―dijo, porque sabía que ellos querían tomarlo, pero que no se lo iban a pedir porque era algo íntimo.
―Por favor y gracias, solamente nos iremos a lavar las manos―dijo Bangnie, ambos retirándose para poder ir a lavarse.
Taehyung se acercó un poco a la zona de trabajo, en donde Hanlee estaba terminando con un cliente, por lo que se acercó rápidamente cuando vio a Taehyung.
―Hey, hola―saludó con una gran sonrisa y voz suave, abrazando a Taehyung con cuidado y viendo al bebé, quien tenía sus ojitos abiertos―Y este bebé tan hermoso que ha salido finalmente de su nido, vestido de conejito.
Taehyung sonrió y retiró el gorrito del bebé para que se viera su cabello, el cual era abundante.
―Vaya, tiene un cabello abundante―sonrió enternecido―Solo me lavaré las manos y llamaré a la jefa, se pondrá a llorar al ver a este bebé tan precioso.
Jungkook se quedó al lado de su pareja y bebé en todo momento, porque sabía que Taehyung se sentía más seguro así.
Bangnie fue el primero de tomar al bebé, porque Nayeon estaba algo nerviosa de dejarlo caer o tomarlo de forma incorrecta, por lo que solamente admiró un momento de cerca, para después acariciarle la barriguita con cuidado.
La jefa se notaba que amaba a los bebés, porque se derritió completamente por el bebé, pidiendo que si podía tomarse una fotografía con él en su trajecito de conejo, Taehyung aceptando.
Taehyung les pidió a todos que posaran con su bebé, porque quería agregar fotos de ellos con su bebé en su álbum, por lo que se tomaron el tiempo para una sesión, especialmente cuando llegó Sunnie totalmente emocionada después de su descanso.
Su bebé no se sintió incómodo al pasar por varios brazos, pero comenzó a demandar comida, por lo que un llanto suave fue lo que hizo que los demás se asustaran y le entregaran el bebé con cuidado.
―Iré al baño, ya regreso―dijo, pero sus pasos fueron detenidos por Sunnie.
― ¿Cómo le vas a dar de comer en un baño público? No tengas pena, dale de comer aquí, si quieres te preparamos uno de los cuadros para que tengas algo de privacidad―dijo la chica, porque no podía pensar en el menor en el baño público mientras alimentaba a su bebé.
Taehyung sonrió ante aquello, sabiendo que la decisión que había tomado era la correcta.
―Por favor, se los agradecería mucho―asintió con una sonrisa, por lo que la chicas se movilizó rápidamente.
― ¿Quieres beber algo? Iremos a comprar bebidas, así que tal vez puedas tomarlo antes de que se vayan―dijo Hanlee, quien invitaría ese día― ¿Qué les gustaría?
―Yo una malteada de fresas, por favor―pidió con una sonrisa, haciendo que el alfa asintiera, dándole un pequeño apretón en la mejilla.
―Bien ¿Y tú, Jungkook? ―le sonrió también.
―Yo cualquier cosa, si tiene caramelo, mejor―agradeció, el tatuado asintiendo rápidamente.
―Ok, regreso en un rato, pónganse cómodos.
Taehyung se sentó sobre la camilla que se le había colocado contra la pared para que pudiera descansar. Jungkook dejó la maleta del bebé a un lado y se sentó junto a su novio.
―Cada día más que paso con ellos comprendo por qué prefería quedarme aquí en lugar de la empresa―dijo mientras se desabotonaba la camisa, para comenzar a darle de comer― ¿Lo sientes tú?
―Claro que sí, cariño. Siempre lo noto cuando me hablas de ellos o los veo, se nota que te tienen mucho aprecio y lo mejor es que es recíproco―le acarició la espalda baja, viendo a su bebé comer tranquilamente―Lo mejor es que te sientas cómodo y feliz, eso es lo importante. Yo había visto cómo trataban a Hannie y sabía que con nuestro bebé serían dulces igualmente.
Aquello hizo que Taehyung sonriera, porque le divertía el recordar la vez que Hannie conoció a Seongjin.
El día que se conocieron, Seongjin comenzó a llorar, como era normal, pero eso causó que Hannie se asustara y que se alejara del bebé rápidamente, gateando con prisa hasta su padre, quien se encontraba carcajeándose ante el susto de su bebé.
Hannie se abrumaba un poco cuando lo escuchaba llorar, pero poco a poco comenzó a acostumbrarse a él y en ocasiones se acostaba junto a él a descansar, disfrutando del olor a fresas que desprendía el bebé.
Era adorable.
― ¿Cómo te sientes en la primera salida? ―preguntó mientras le acariciaba el costado a su esposo, para que se relajara un poco.
―Bien, me siento cómodo. Estoy feliz y quiero imprimir las fotografías que tomé para el álbum, todas son muy bonitas y me encantan―sonrió, apretando los labios cunado su bebé apretó un poco duro, sintiendo un poco de dolor, pero no mucho―Creo que me costará un poco el retomar una rutina activa ¿Sabes? Me siento cansado y no hemos hecho mucho hoy.
―No te preocupes por eso, mi amor. Es normal y no debes presionarte, tómate el tiempo que necesites―le besó la frente con una sonrisa, para que no se angustiara por eso―Te amo.
Taehyung sonrió.
―Yo te amo más.
Taehyung se había prometido muchas cosas el día en el que pudo ver finalmente a su bebé fuera de su vientre. Dentro de esas promesas se encontraba el darle una vida llena de amor a su hijo, en donde ambos cumplan su rol como padres responsables y amorosos, en donde no permitirían que nada malo le sucediera.
Se había hecho esa promesa, el ser un padre que él necesitó, pero jamás pudo tener.
Porque a pesar de todas las dificultades que había pasado en su vida, sabía que la esperanza siempre debía mantenerse con ellos y aquello sería una enseñanza que intentaría transmitirle a su bebé.
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