ღ31

❤️‍🩹

Taehyung se encontraba perdido en sí mismo y los chicos no sabían qué hacer para poder ayudarlo. Sentían impotencia, pero la psicóloga les había dicho que no debían preocuparse, solamente darle el tiempo que necesitara en privacidad.

El día del juicio había pasado, una semana en la que Taehyung se encontraba presente en cuerpo, pero no en mente, perdido en sí mismo y pidiendo el tener algo de espacio de privacidad en soledad, cuando realmente jamás ha sido fanático de encontrarse solo.

Incluso le había pedido amablemente a Jungkook si podía faltar esa semana en la limpieza, porque no se sentía lo suficientemente concentrado como para limpiar y no quería hacer un trabajo mediocre.

― ¿Taehyungie? ―llamó a la puerta cerrada, sabiendo que probablemente el menor no haya escuchado la puerta de la entrada abrirse, porque por algún motivo estaba encerrado en su habitación cuando tenía el departamento solo―Soy Jungkook, salí temprano del trabajo y me preguntaba si querías comer conmigo.

― ¡Hyung! ―escuchó la voz del menor y eso hizo que un suspiro de alivio saliera de su pecho, porque hace mucho que no escuchaba su voz así de animada―Ahora voy.

―Bien, te espero―sonrió, dando un paso hacia atrás, para no quedar demasiado cerca del menor cuando abriera.

La puerta se abrió de golpe y Jungkook soltó un pequeño grito cuando sintió su cuello ser apretado por los brazos del contrario, y sus piernas enredándose firmemente en sus caderas.

El fuerte olor del menor le hizo saber que algo estaba pasando, Sin duda, el aroma delataba que Taehyung estaba en celo.

―Hyung, quédate conmigo, por favor―pidió mientras apegaba su nariz al cuello contrario, sintiendo el olor dulzón de Jungkook, quien solamente lo apretó para que no cayera al suelo, quedándose completamente quieto―Mi celo llegó, pero es raro.

Jungkook notaba que el cuerpo del menor estaba caliente, pero no sentía la urgencia de parte del menor por tener relaciones, sino que simplemente se había abrazado a él y ahora se mantenía descansando junto a su cuello, siendo eso algo extraño, considerando que, por el olor, podía decir que el celo tenía algunas horas de haberle llegado.

― ¿Q-Qué sientes? ―preguntó nervioso el mayor, su lobo comenzando a revolverse inquieto ante el olor a celo, pero extrañamente, no quería lanzarse sobre el menor y tomarlo, sino que solamente quería llevarlo consigo y cuidarlo.

―Mi lobo te necesitaba y adelantó el celo, pero no quiero tener sexo, solo quiero que te quedes conmigo―pidió caprichoso, restregando la punta de su nariz contra la mejilla ajena, sintiéndose tan en paz ahora que Jungkook estaba ahí con él―Mis celos siempre duelen, mi lobo no siente la necesidad de procrear, porque lo dañaron mucho.

Aquello hizo que el mayor se sintiera mal, comprendiendo a lo que se refería el menor y sabiendo que era algo un poco común entre las víctimas.

Muchos creían que los lobos no tenían la capacidad de razonar y aprender, cuando la realidad era totalmente distinta. Aquello se podía comprobar en las víctimas de maltrato, en donde el lobo llegaba a aprender tanto sobre aquello que lo dañaba, que hasta lograba evitarlo.

Los celos no eran una excepción, si el lobo la pasaba mal en medio de sus celos debido a un alfa, este aprendía a retenerlo o modificarlo, siendo aquel el caso de Taehyung, en donde su lobo prefería el evitar a toda costa el apareamiento y, por ende, el dolor era mayor.

El hecho de que Jungkook esté ahí en ese momento, hace que el omega de Taehyung se sienta en paz y por eso no quería dejar que se fuera, porque solamente él podía ayudarlo en ese momento a pasar el terrible dolor del celo.

Aunque el omega de Taehyung estuviera consciente de que Jungkook jamás los dañaría en ningún ámbito, no se atrevía aún a dejar su lado caliente salir. Primero, porque sabía que sería rechazado, ya que el lobo contrario solamente mostraba preocupación ante su estado. Segundo, porque los recuerdos de celos pasados seguían marcándolo de forma dolorosa, por lo que tampoco sería fácil el retomarlo como si nada.

―Claro, igualmente venía a pedirte que comieras conmigo―susurró mientras lo abrazaba, al saber que su lobo se sentía completamente cómodo con él a su lado― ¿Tienes hambre o prefieres hacer algo diferente?

No sabía si en el caso de Taehyung el hambre había reducido o si por los cambios entre su celo y uno común, había aumentado.

―Tengo hambre, pero quiero comer así, no quiero que te alejes―rogó, haciendo que el mayor asintiera, comenzando a moverse hasta donde había dejado la comida, sobre la mesa del comedor.

―Bien, no me alejaré, igualmente puedes quedarte así mientras separo la comida, eres liviano―sonrió mientras tomaba la bolsa, sabiendo que el menor estaba tan bien aferrado a su cuerpo, que no caería, aunque no lo sostuviera.

―Ahora peso más, estoy engordando―dijo, porque sí podía ver que ahora pesaba más que antes, pero aún no había llegado a su peso ideal.

―Y sabemos que es bueno, vas aumentando de peso poco a poco y pronto llegarás a tu peso ideal, también podremos comenzar con los ejercicios, para que tu cuerpo se vaya fortaleciendo―le habló tranquilo, sabiendo que cualquier cosa podría alterar al menor en su estado.

― ¿Te gusta cómo me veo? ―preguntó, siendo más una pregunta de su lobo que del humano.

―Claro, guapísimo, como siempre―halagó, haciendo que el menor se sintiera tan bien, apretando más el agarre en el contrario.

―Tú también eres muy guapo, muy apuesto.

En otras circunstancias, Taehyung no hubiera soltado aquellas palabras como si nada, en especial porque era alguien naturalmente tímido. Pero en ese momento solamente existían Jungkook y él, por lo que su lobo había tomado casi el completo control de su cuerpo y ahora se encontraba haciendo y diciendo todo aquello que antes no pudo.

―Pues muchas gracias, es un honor que alguien como tú me diga eso―sintió sus mejillas rojas, colocando la carne faltante sobre el plato del omega, para poder ir al sofá.

Planeaba que comieran en la mesa, pero por las circunstancias, reconsideró que el sofá sería mejor en esa ocasión.

―Te lo puedo decir muchas veces si así lo quieres, alfa.

En ese momento supo que, finalmente, el lobo había dominado sobre el humano. Confirmándolo cuando, al sentarse en el sofá con el menor en su regazo, pudo ver los ojos amarillentos que lo veían con atención, siendo aquellos los colores de su lobo.

―Hazlo las veces que tú quieras, pero no es necesario―le sonrió―Ahora vamos a comer, porque este cuerpo necesita nutrirse―colocó una mano sobre la panza ajena, haciendo que el omega se carcajeara por las cosquillas.

―No me hagas cosquillas, me voy a caer―se quejó con voz melosa, acomodándose sobre el alfa para poder quedar de frente a la comida, pero sin quitarse del regazo ajeno―Si tomo los platos me alejaré mucho.

Jungkook se sorprendió ante aquello, el omega solamente acomodándose con la espalda contra su pecho, viendo la comida atentamente.

―Bien, yo te paso tu plato, no te preocupes―soltó una risita, acercándose para poder tomar el plato que había preparado para Taehyung, el cual tenía bastante comida, más de la que el omega solía comer en normalidad―Buen provecho.

―Gracias, hyungie―lo aceptó con manos ligeramente temblorosas, aferrándose al plato para que no se le cayera, porque era comida que le había dado su hyung.

Comieron tranquilamente, aunque Jungkook tuvo algunas dificultades para poder comer, porque el menor estaba sobre su cuerpo. Pero pronto pudieron terminar, incluso el omega preguntando si había un poco más de comida que pudiera tomar, el mayor indicando que había comprado postre para él.

―Quiero ir a tu graduación―dijo de pronto Taehyung, colocando su cuchara en medio del postre para partirlo y comer el trozo, gustoso ante el sabor.

― ¿Mi graduación? ¿Recuerdas eso? ―preguntó mientras soltaba una risita, el omega asintiendo rápidamente.

―Lo tengo anotado en mi calendario―fue sincero, ya que había colocado una calcomanía de un gato animado en la fecha de la graduación, para no olvidarlo a largo plazo―No podría olvidar un día tan importante para hyung.

―Eso es muy lindo de tu parte, ni siquiera yo lo tengo marcado―abrió la boca cuando el menor le acercó la cuchara con un trozo de postre.

―Yo sí, es importante―repitió, suspirando mientras se acomodaba mejor sobre el alfa, inclinándose para que su cabeza quedara apoyada en la contraria, como si el pobre Jungkook fuera un mueble― ¿Te quedarás a dormir aquí?

―No puedo, Taehyungie―soltó una risita, sobresaltándose cuando el menor se inclinó hacia adelante rápidamente, dejando su plato sobre la mesa con el postre a la mitad, levantándose solamente para quedar sobre su regazo frente a frente nuevamente.

―No quiero que te vayas―chilló mientras comenzaba a sollozar, abrazando al contrario por el cuello y negándose totalmente a soltarlo en un buen tiempo, especialmente porque ya le había afirmado que no se quedaría― ¡Tienes que cuidar de nosotros!

El lobo hablaba de él mismo y de su parte humano.

―Hey. Guarda las garras, lobito―soltó una risa, colocando una mano sobre la espalda baja contraria mientras se inclinaba para tomar el plato que el menor casi sacaba volando segundos antes, para después acomodarse en el sofá nuevamente―No puedo quedarme, porque tengo algo importante que hacer, pero puedes venir conmigo si quieres. Aunque no estoy seguro de si los chicos querrán que te lleve al departamento.

Tomó una cucharada del postre y se la acercó al menor, quien la vio con duda, pero tiempo después abrió la boca para comer.

―Yo quiero ir contigo, pero no quiero el olor de Soobin―fue sincero, haciendo que el mayor suspirara, porque tampoco podía echar a su hermano del departamento.

―Pero no puedo decirle que se vaya, es su casa también―acercó una mano para limpiar las lágrimas que habían bajado de los ojos ajenos, pensando en que se veía adorable aún así.

―Entonces quédate aquí―pidió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas nuevamente―Nos hemos sentido raros desde el juicio, queremos tu compañía.

―No puedo, Taehyungie. Tengo que trabajar y será algo complicado movilizarme de acá hasta mi departamento y luego al trabajo ¿No lo crees? ―preguntó, acariciando la espalda de un omega llorón, quien, debido a su lado animal en posesión mayoritaria del cuerpo, se negaba a razonar y solamente buscaba cumplir con su objetivo, el cual era tener a Jungkook con él.

―Entonces nos iremos contigo, no nos importa lo que digan los demás―se quejó, haciendo que el alfa soltara una risita, sintiéndose tan encantado por la personalidad del lobo de Taehyung, a quien no había conocido directamente hasta ese momento.

― ¿Seguro? ¿Te sientes mejor? Estuviste algo distante estas semanas―lo vio a los ojos, apretando los labios con nervios cuando el menor apegó su frente a la propia como si nada, quedándose así por varios segundos, antes de regresar su rostro al cuello contrario.

―Estuve pensando mucho, pero no nos sentíamos mal―comenzó a hablar, haciendo que el mayor se sintiera aliviado―Ha habido muchos cambios y sentimos que el juicio fue algo que nos lo dejó más claro que antes, no lo habíamos analizado tan a fondo hasta ese día y estos que han pasado―jadeó, encantado ante el olor de felicidad que el mayor expulsaba, apegándose más―Ver a mis padres llorar nos hizo sentir felices, no porque nos alegre verlos así, sino que sentimos que finalmente pudimos ver sentimientos en ellos.

La sesión para tratar el tema de los padres de Taehyung no había sido demasiado agitada como la de Hanju, sino que era más un castigo impuesto que una consideración, ante las evidencias entregadas. Por lo que Taehyung no tuvo mayor contacto con ellos, solamente explicándole al juez lo que había vivido desde pequeño y los tratos que le habían dado al enviarlo con Hanju.

Se había llegado a la conclusión que, desde que era un cachorro, había sido dejado de lado y descuidado en muchos aspectos, además de manipulado constante y finalmente golpeado.

Había muchas cosas de su infancia que Taehyung no recordaba o que solamente era un leve recuerdo en su mente, por lo que jamás fue realmente capaz de todo lo que le hacían y el impacto que causaban en él.

El caso de sus padres era más grave de lo que él había pensado en un inicio, todo saliendo a la luz gracias a su psicóloga y su psiquiatra.

―No recordábamos los golpes o el encierro en la alacena, no lo recordamos aún, pero ahora sabemos que pasó y nuestra mente intenta recordar―susurró, haciendo que Jungkook apretara los labios con pena, porque todos se habían quedado congelados al escuchar aquellas palabras ser leídas por el juez―Mi psicóloga dice que lo mencioné en un ataque de ansiedad, pero no lo recordamos.

Jungkook sabía que el menor tenía mucho que pensar en esos días y por ello habían respetado su espacio totalmente, para no hacerlo sentirse presionado por su insistencia. Pero eso no evitaba que todos estuvieran curiosos por lo que podía estar pasando por la cabecita del menor y sentir ganas de apoyarlo en lo que fuera que lo estaba perturbando.

―Debió ser muy sorprendente para ustedes, lo fue para nosotros de por sí―lo consoló, ahora sintiéndose mal sobre tener que irse, pensando en que lo mejor sería que Taehyung lo acompañara, en especial porque habían comprobado que sus lobos solamente querían mantenerse juntos y no deseaban hacer en ese momento algo más allá―Es bueno que se tomen su tiempo, nosotros queremos apoyarlos y si eso implica el darles privacidad, lo haremos siempre que lo necesiten.

Taehyung despegó su rostro del cuello contrario, haciendo que el mayor notara que sus ojos ahora eran bicolores, el color café y el amarillo de su lobo se mezclaban, haciendo que se notara el que Taehyung se encontraba presente, su lobo no tomando el control completo del cuerpo.

―Gracias por eso, hyung―susurró con una sonrisa, siendo aquello muestra de que el humano hablaba y controlaba lo que decía, haciendo que Jungkook sonriera, amando que el Taehyung estuviera ahí―Te agradezco todo lo que hacen por mí.

―No debes agradecer, ya te dije que, si quisieras verme vestido como un pescado rojo, lo haría por ti―se encogió de hombros, una sonrisa grande se colocó en el rostro de Taehyung, acercándose para poder juntar sus frentes nuevamente.

―Quiero ir contigo, eso queremos―pidió, haciendo que Jungkook supiera que aquella petición no era solamente de parte del lobo, sino que también del humano―Pero si estás muy ocupado no quiero estorbar, puedo quedarme solo mientras trabajas, podremos.

Jungkook se sentía tan mareado en ese momento, tener a Taehyung hablándole a esa distancia y su olor llenando todo el lugar, lo dejaba muy tonto, encantado con aquella cercanía y deseando que no se alejara de él.

―Puedes, sabes que me encanta que te quedes en el departamento, no eres una molestia para nada―cerró sus ojos ligeramente, sintiendo la punta de la nariz contraria moverse contra la suya―Solamente me preocupa que se sientan mal cuando tenga que irme, no quiero que duela más tu celo, más de lo que ya duele.

―No pasará, tu habitación huele muy bien, así que podemos quedarnos tranquilos―aseguró―Por favor.

―B-Bien, esperaremos a los chicos para decirles―tartamudeó por los nervios― ¿Te parece bien?

Taehyung asintió, sonriendo emocionado.

―Sí.

Se quedaron un momento callados, en donde Taehyung solamente aprovechó para cerrar los ojos y sentirse tranquilo en medio del abrazo, sintiendo el calor corporal ajeno, quien tampoco había querido alejarlo o retirarse.

Taehyung estaba tan necesitado de hacer un nido en ese momento, pero sabía que, si iba a salir de casa para irse con Jungkook, lo mejor era hacerlo en el departamento del mayor.

Los nidos eran una zona segura para el omega, compuesta por ropa de sus seres queridos o pareja, en donde el olor de estos lo rodearía para darle confort en medio de su celo. Si un omega construía un nido, este no podía ser tocado por nadie más que él o quien él decidiera dejar entrar, ya que, si lo tocaban o destruían, el omega podía colocarse sumamente violento dentro de su agresividad más instintiva.

Por lo que tenía que hacer el nido en donde el omega fuera a pasar su celo, para que durara lo que él necesitara.

Jungkook se separó de Taehyung cuando escuchó que se colocaba el código de la puerta, haciendo que el menor se quejara y se apegara a él nuevamente, juntando su frente en su mejilla.

Cuando Jimin y Yoongi entraron al departamento se sorprendieron mucho al entrar y ver a Taehyung sobre Jungkook, el omega sobre su regazo y con el rostro pegado al rostro del alfa.

―Oh ¿Interrumpimos algo? ―preguntó Jimin mientras soltaba una risita, no siendo realmente consciente en ese momento sobre el olor a omega en celo.

―Taehyungie entró en celo―explicó simple, haciendo que la pareja lo viera con sorpresa y el omega rubio avanzando hasta dejar su mochila en el suelo, intentando tomar a Taehyung.

― ¿Entonces qué haces con él? ―chilló asustado mientras intentaba separarlos, pero el omega chillaba molesto por el intento de alejamiento, apretándose más al alfa, quien intentaba tomarlo.

― ¡Déjame, es mío! ―chilló enojado Taehyung, haciendo que las mejillas de Jungkook se calentaran.

―No tiene deseo sexual, solo quiere mantenerse conmigo, pero no busca procrear―explicó, colocando sus manos en la cintura ajena, para que Jimin no se lo llevara―Quiere irse conmigo y creo que no es mala idea, de verdad que no es ese tipo de celo, su lobo aún no puede procesar el pasado―explicó, haciendo que Jimin suspirara y soltara la cintura de su mejor amigo, quien se acomodó sobre el regazo ajeno nuevamente, para quedar pegado a su cuerpo.

―Jungkook, yo confío mucho en ti, pero ¿Y si eso cambia y después tiene deseo sexual? ―preguntó Yoongi preocupado.

―No lo hará, de verdad que es más complicado de lo que pensamos―aseguró, la pareja notando que el mayor hablaba seriamente, por lo que le tomaban la palabra.

Igualmente ellos habían escuchado todo lo que se dijo en el juicio, en donde nada quedó en la oscuridad y podían comprender lo que decía Jungkook.

― ¿Tú quieres ir, Taehyungie? ―preguntó el rubio.

― ¡Sí, es mío! Me tengo que ir con él―chilló, siendo el lobo quien había tomado el control total del cuerpo ante el intento de separación por parte de otro omega.

Jungkook se sentía avergonzado por aquellas palabras, pero no le disgustaba para nada.

―No se preocupen, todo va a estar bien―asintió, dándoles una sonrisa a la pareja, quienes después de unos segundos, asintieron.

―Bien, solamente cuídalo ¿Sí?

―Lo haré, se los prometo.

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