ღ27
❤️🩹
Después del pequeño beso que Taehyung le había dejado en la mejilla a Jungkook, ambos se habían mantenido un poco tímidos por un tiempo, pero después se sintieron emocionados nuevamente por la noticia del puesto, el menor queriendo saber sobre todo de forma sincera.
Soobin había llegado a casa y Jungkook dijo que quería hablar con él sobre su inseguridad, por lo que Taehyung le inspiró a que charlara con él de forma amable y que estaba seguro de que el menor comprendería, por lo que él les daría privacidad mientras veía unos vídeos graciosos en la computadora portátil y con audífonos.
―Bien, ya regreso―le dijo con una sonrisa a Taehyung, quien le sonrió de vuelta y levantó ambos puños en apoyo.
―También cuéntale sobre la gran noticia, se pondrá muy alegre―lo confortó, haciendo que el alfa sonriera también, levantándose para poder ir a la habitación de su hermano.
Cuando llegó, pudo ver que Soobin se encontraba saliendo del baño, el menor viéndolo con sorpresa, pero sonriéndole rápidamente.
―Hyung ¿Necesitas algo? ―preguntó mientras se acercaba a su cama, sentándose en la orilla.
―Sí, me gustaría hablar contigo sobre algo―le sonrió, sentándose a su lado para que supiera que era un tema un poco largo y que no se intentara escapar―Es importante.
―Oh, dime―asintió, tomando las mantas y tapándose, porque acababa de tomar una ducha y sentía algo de frío.
―Bueno, sabes que yo siempre he confiado mucho en ti y tus decisiones, no eres un niño pequeño y por eso mismo sé que eres capaz de tomar tus propias elecciones a tu bien―inició, haciendo que el omega frunciera ligeramente el ceño, no comprendiendo a qué iba aquella conversación―Pero como tu hermano mayor, es mi deber el comentarte las cosas cuando tengo un mal presentimiento, no para obligarte a hacer algo o que dejes de hacerlo, sino para que consideres mi punto de vista ¿Sí?
Soobin asintió aún confundido, notándose incluso ligeramente irritado, cosa que Jungkook pudo notar claramente.
―Tu amigo Eungyeon me da mala espina, no lo veo como una mala persona, solamente siento que hay algo que no termina de agradarme―el omega suspiró al escuchar aquello, sabiendo que su hermano iba a decir eso―No sé cómo es contigo cuando están solos, según lo que me has contado es bueno, pero eso no lo sé.
―Él es un gran alfa, hyung. Sé que el hecho de que tenga un amigo alfa es algo que te puede hacer pensar cosas que no son, pero eso no es así, no soy de ese tipo de omegas―respondió a la defensiva, haciendo que el mayor lo viera con incredulidad.
―Soobin, yo no he dicho que tú eres alguna clase de omega, solamente te estoy compartiendo lo que he pensado últimamente―respiró hondo para después dejar salir el aire, sabiendo que, por algún motivo, su hermano estaba a la defensiva y no le gustaba hablar con él cuando estaba de esa forma.
―Sé que ves casos en donde los alfas terminan dañando omegas, pero no aplica conmigo, no debes pensar en que él haría algo así―dijo con el ceño fruncido, su olor demostrando que no estaba contento, haciendo que el alfa se confundiera mucho más.
Jungkook hizo una mueca decepcionada, carraspeando antes de levantarse de la cama, porque él no iba a pelear con su hermano.
―Descansa.
Se despidió sin decir más, saliendo de la habitación y cerrando la puerta detrás de él.
El omega bufó y se sostuvo la cabeza con ambas manos, encontrándose tan ocupado en su propio mundo que no había notado que su cuarto estaba brillando de limpio, solamente concentrándose en aquel alfa que tanto le llamaba la atención y ahora las palabras de su hermano.
Jungkook se sentía amargado por la reacción ajena, pero no iba a discutir. Él les había prometido a sus padres ayudar a su hermano en todo lo que pudiera, pero no podía tratarlo como un niño de diez años. Si él quería discutir, debía ir a otro lado, porque con él no lo encontraría.
Taehyung lo vio con una sonrisa mientras se quitaba los audífonos, enderezándose sobre la cama rápidamente.
―Hyung ¿Cómo reaccionó? ―preguntó con una gran sonrisa, la cual flaqueaba ligeramente al ver la cara triste del mayor.
―Bueno, se molestó conmigo cuando le dije mi inseguridad con su amigo y sinceramente no me dieron ganas de comentarle lo del puesto de trabajo―se encogió de hombros―Se puso a la defensiva y a mí no me gusta discutir.
El castaño hizo un pequeño puchero al escuchar eso, apagando la computadora para poder prestarle atención al mayor, quien realmente se veía muy desanimado.
―Lamento mucho eso, hyung. Esperemos que pronto Soobin entienda que lo que le comentas es por su bien, jamás para perjudicarlo―intentó sonreír para consolarlo, levantándose de la cama.
―Espero que sí, pero al menos ya pude decirle eso―asintió, viendo que Taehyung había acomodado las mantas, como si fuera a dormir en el sofá cama― ¿Vas a dormir aquí?
El menor vio el sofá cama mientras analizaba, para después regresar su vista a Jungkook.
―Sinceramente hoy fue un día excelente y no...No quisiera que se arruinara por una pesadilla―dijo tímido, haciendo que el mayor sonriera sincero, estirando su mano para tomar la contraria.
―Entonces vamos, que mañana tendremos un día de compras para ti y terminaremos muy agotados―la emoción por el menor hizo que se sintiera mejor, por lo que intentaría dejar de lado lo que había pasado para no entristecer al omega, quien había tenido un día excelente.
Fueron a cepillarse los dientes y lavarse el rostro, Taehyung acomodándose en el lado derecho de la cama mientras abrazaba las mantas, solamente viendo al alfa caminar por la habitación.
― ¿Estás nervioso de comenzar a trabajar formalmente? Sé que aún quedan algunos días, pero yo estaría llorando ante la expectativa―Jungkook sonrió y apagó la luz, solamente quedando la luz de la lámpara de noche, la cual dejaría encendida para Taehyung.
―Por el momento no estoy tan nervioso, pero sé que cuando sea el día lo estaré mucho―sonrió, lanzándose con cuidado y haciendo que el menor riera bajito por el pequeño hundimiento de la cama―Pero estaré bien, he trabajado en esa área varios meses, solamente debo acoplarme a las nuevas tareas.
Taehyung se sentía tan feliz por su mayor, en especial porque era algo que había estado esperando por mucho tiempo y que no le ofrecían a cualquiera, pero sabía que se lo merecía totalmente y que sería el mejor en su puesto.
―Hoy ha sido un día de victorias, solamente pequeños problemas, pero que no opacan las cosas buenas―comentó el alfa con una sonrisa, haciendo que Taehyung se preocupara nuevamente por lo sucedido con Soobin.
―Eres un buen hermano, hyung. Soobin lo sabe y pronto se dará cuenta de que tus intenciones jamás serán malas―susurró mientras veía al mayor acomodarse frente a él, ambos quedando cara a cara, con distancia de por medio―Y si no lo hace, va a aprender de sus propias experiencias y tú siempre estarás ahí para ayudarlo cuando tenga que enfrentarlas.
Jungkook sonrió enternecido y colocó una de sus manos sobre la de contraria, acercándola a su rostro.
―Espero que sea así, algo que les dejé claro a él y a mis padres antes de mudarme fue que yo no iba a discutir con Soobin sobre sus decisiones, tampoco voy a frustrarme más de lo necesario por lograr que me obedezca. Si siento que las cosas se salen de control, él debe regresar a casa de mis padres―aquello sorprendió a Taehyung, pero en realidad tenía sentido.
Jungkook era su hermano mayor y sí podía ejercer autoridad sobre Soobin, pero el disciplinarlo era un trabajo que no se iba a adjudicar, porque él no era su padre. No le correspondía ese trabajo.
― ¿Él sabe de eso?
―Claro, todo fue hablado antes de venir aquí. Yo quería tener independencia y mi hermano también, por lo que ahora no es un chico independiente, solamente se mantiene bajo mi techo―se encogió de hombros―Pero yo no voy a ser su padre, porque él sabe que es un chico grande y puede comportarse como debe.
―Entiendo eso y en realidad tienes razón, el que se mantenga aquí en realidad es un premio y si él no se comporta, lo mejor es que vuelva con quienes pueden disciplinarlo―asintió, porque aunque para algunos pueda escucharse como algo egoísta, en realidad no lo era, solamente era sentido común.
―Una vez intentó retarme, pero fue hace tiempo, antes de conocerte.
El omega vio al contrario con interés, no teniendo ni una intención de apartar su mano de la contraria.
― ¿Cómo fue eso?
―Dijo que yo no podía mandarlo siempre, que este departamento nos lo estaban pagando nuestros papás, por lo que no era mío―suspiró, porque recordar los berrinches de su hermano le daban dolor de cabeza―Yo le dije que sí, que puede que ellos lo estuvieran pagando, pero que yo también estaba dando parte del alquiler, por lo que es mío también. En ese tiempo trabajaba en una librería, porque no realizaba prácticas, pero cuando las comencé dejé ese trabajo.
―Oh ¿Y qué te dijo él después de eso?
―Me ignoró por un tiempo y después corrió a mí en medio de lágrimas y mocos, pidiendo perdón por lo que dijo―sonrió de lado, sabiendo que su hermano era un caso―No es el primer berrinche que hace y tampoco será el último, pero no dejan de ser incómodos para mí, en especial porque somos muy unidos.
Taehyung sintió un pequeño apretón en su pecho al ver el rostro triste del mayor, por lo que soltó sus manos y se acercó totalmente a él, acomodándose junto a él para que quedaran abrazados, haciendo que el mayor colocara una mano en su espalda, para apegarlo a sí mismo.
―Es normal, hyung. Lo amas mucho y te incomoda que él crea que solamente quieres molestarlo―el alfa asintió, apoyando su barbilla sobre el cabello castaño, cerrando sus ojos.
―Sí, eso es.
Después de esas palabras ambos se quedaron callados, Taehyung porque comenzaba a caer rendido al sueño y Jungkook porque estaba demasiado relajado como para querer decir algo, entregándose ante el sueño y el cansancio, sabiendo que las cosas mejorarían más adelante.
Taehyung notaba el ambiente ligeramente tenso, pero no podía evitar el estar emocionado por poder salir con Jungkook a comprar ropa, porque tenía muchas ganas. Soobin y el alfa se encontraban preparándose para salir, solamente el omega castaño quedándose en la sala, después de haber lavado los platos en los que el alfa les sirvió el desayuno.
Soobin no había hablado en toda la mañana, solamente comiendo con mirada seria, mirando su celular mientras evitaba a toda costa a su hermano mayor.
Taehyung no quería hablarle, porque sabía que, cuando las personas estaban molestas, podían decir cosas hirientes sin querer y él no se sentía listo como para recibir palabras malas en esos momentos, mucho menos del menor.
De pronto el omega llegó a la sala con su uniforme y su mochila.
―Hyung ¿Entraste a mi habitación? ―preguntó con tono molesto, haciendo que el castaño lo viera rápidamente.
―Uh, sí. Solamente entré para hacer limpieza y cambiar sus sábanas, también para poner a lavar la alfombra―explicó con una sonrisa suave.
El omega pelinegro asintió, metiendo su cargador a su mochila, por lo que dejó de ver a Taehyung.
Soobin apretó los labios al sentir su cabeza punzar, quejándose bajo. No estaba para nada de humor y el hecho de haber peleado con aquel alfa que le atraía solo empeoraba su ánimo, haciéndole sentirse irritable.
―Ya no hagas eso. No me gusta que entren a mi cuarto, en especial cuando no estoy en casa―pidió con seriedad, ignorando a su hermano cuando pasó a su lado, atento a lo que le estaba diciendo a su mayor.
―Soobin, Taehyung solamente hizo limpieza, lo hizo en toda la casa―se cruzó de brazos, porque no quería que su hermano le reclamara a Taehyung, quien claramente no había hecho nada malo―Y lo hará una vez a la semana, necesitamos mantener el departamento limpio y Taehyungie es muy bueno en eso.
Soobin levantó una ceja, viendo a su hermano.
― ¿Lo estás poniendo a limpiar el departamento? ¿En serio llegaste a ese punto?
Taehyung frunció el ceño al escuchar aquello, notando el rostro triste de Jungkook y la mueca molesta de Soobin.
―No me está obligando, yo lo hice porque pensé que será bueno y a mí me gusta mucho limpiar, así que tu hermano me va a pagar, aunque yo le recalqué que no era necesario―le habló con voz dura, haciendo que Soobin se sorprendiera, incluso Jungkook, porque ninguno lo había escuchado de esa forma antes―Deja de ser grosero con tu hermano o lanzar indirectas sobre que es alguien malo, porque no lo es y tú lo sabes.
Bufó molesto, sintiendo sus manos temblar, pero no queriendo retractarse de nada. Tomó sus cosas y se acercó a Jungkook, para que pudieran salir.
―Ya no entraré a tu habitación si así lo quieres, pero no debes ser grosero para pedirlo.
El omega pelinegro apretó las manos mientras bajaba la mirada, comenzando a caminar para salir del departamento, porque tenían que ir a dejarlo al instituto.
―Hey...―Jungkook detuvo a Taehyung, haciendo que el omega lo mirara―Gracias por eso.
El castaño sonrió mientras negaba, estirándose sobre la punta de sus pies para poder dejar un beso en la mejilla contraria, solamente logrando que las mejillas del mayor se colorearan completamente, manteniendo una sonrisa tonta en su rostro.
―No es nada, no dejes que crea que puede pensar esas cosas de ti. Sé que no te gusta regañarlo, pero no permitas que se sobrepase―habló con menos seriedad que antes, pero siendo firme igualmente―Eres muy importante para mí y el que alguien llegue a pensar siquiera que puedes ser como los alfas a los que estuve expuesto, me molesta y no me iba a quedar callado.
Jungkook sonrió orgulloso, tomando nuevamente la mano del menor.
―Gracias, ahora concentrémonos en tu salida de compras ¿Estás emocionado? ―preguntó mientras cerraba la puerta del departamento, para que pudieran salir.
― ¡Sí! Tengo muchas ganas de ir, me hace mucha ilusión cambiar la ropa que ya no está muy bien por una mejor―ambos comenzaron a caminar hasta el ascensor, para bajar al parqueo subterráneo.
Taehyung notó que ese pantalón en particular tenía un parche en la parte de su muslo izquierdo, por lo que se lo enseñó al mayor.
―Mira, aquí hay un parche―soltó una risita―Igualmente, hay ropa que comienza a quedarme apretada.
Taehyung tenía un cuerpo muy bien formado, no porque tuviera músculos, sino porque tenía curvas bastantes marcadas, especialmente en su cintura. Poco a poco se encontraba subiendo de peso, su rostro siendo la mayor prueba de que, aquel omega casi esquelético, se estaba despidiendo para no volver y aquello era algo que los emocionaba a todos, hasta a Taehyung.
―Eso he notado, especialmente en las piernas y la parte de atrás―dijo con algo de pena, haciendo que el menor se colocara de costado, para poder verse en el espejo del ascensor, viendo su retaguardia.
―Cierto, aunque suene raro, antes era algo grande y no me gustaba del todo, pero después de prácticamente perder mucho, lo extraño―soltó una risita por decirle aquello a Jungkook, pero se sentía cómodo.
―Cuando desees podemos comenzar con lo del ejercicio que me comentaste, así podrás ir llegando a tu peso ideal, pero que tu cuerpo esté como desees―las puertas del ascensor se abrieron, por lo que comenzaron a caminar hasta la camioneta, en la cual el omega pelinegro estaba apoyado, porque no podía entrar sin las llaves.
―Sí quiero, veamos cómo son tus horarios de tu nuevo trabajo y nos organizamos.
Jungkook desbloqueó las puertas de la camioneta y dejó que su hermano entrara, quien rápidamente lo hizo. Taehyung se subió igualmente y Jungkook después, el silencio reinando hasta que el omega castaño colocó música desde su celular, ya que el menor había instalado una aplicación de música y había hecho una lista de sus favoritas.
― ¡Oh! Mira hyung, en esa tienda hay descuentos en la parte premium―señaló Taehyung cuando pasaron junto a una tienda de usados, haciendo que el alfa se fijara en la mencionada.
―Cierto, entonces vendremos aquí primero, ya que queda cerca.
Soobin vio de reojo la tienda que el mayor había mencionado, bufando suave el pensar que tenía muchas ganas de ir a esa tienda también, pero que estaba segurísimo de que no lo llevarían ni aunque lo pidiera de rodillas.
Él también sabía que la había cagado, tanto con su hermano, como con Taehyung. Pero su orgullo no le permitía disculparse.
Llegaron al instituto y el omega tuvo que bajarse, no recibiendo palabras de aliento para su día, ni un beso de su hermano. Por lo que colocó mueca de tristeza en su rostro, mientras se adentraba al edificio.
Mientras tanto, Taehyung y Jungkook se dirigieron animados hasta la tienda de usados que habían visto anteriormente.
Taehyung había tomado la mano de Jungkook, porque había bastantes personas en la tienda y eso lo ponía nervioso. Tenía una camisa con cuello alto, por lo que no se veía su lazo roto y así se sentía más cómodo.
Jungkook era quien lo ayudaba a sostener la ropa que se iba a probar y también lo acompañaba a los probadores, quedándose fuera del cubículo y dándole su opinión al menor. Le había recomendado que consiguiera ropa algo floja, porque en aquellas semanas estaría ganando peso y formando su cuerpo, por lo que no valía la pena comprar algo que le dejaría de quedar pronto.
Jungkook no comprendía cómo alguien podía verse bien con todo lo que se probaba, absolutamente todo lo que el omega había llevado consigo para probarse, se le veía maravilloso a su vista. Siendo realmente el propio Taehyung quien terminaba descartando prendas, porque el alfa admiraba sinceramente que todo se le veía magnífico.
Sin embargo, llegó un momento en donde el menor tardó más tiempo, haciendo que Jungkook se preocupara un poco.
― ¿Taehyungie? ―preguntó.
―Voy, es solo que esto no me gusta nada―se quejó, su voz escuchándose totalmente desanimada.
El alfa se preocupó más, acercándose a la cortina del probador.
― ¿Puedo ver? Quizá podemos buscar uno similar de otro estilo―se le hacía extraño que se escuchara tan desanimado, sabiendo que no era solo por la prenda en sí.
El omega suspiró dentro del probador, para después abrir un poco la cortina, para que el alfa pudiera asomarse.
El menor tenía una camiseta cómoda, sabiendo que ese no era el problema, sino lo que llevaba debajo.
Era el primer short que se probaba y el único que había llevado al probador, por lo que pensó que el llevarlo había sido mala idea.
― ¿Qué es lo que no te gusta? ¿No es cómodo?
Taehyung negó.
―No es eso, es que mis piernas...Se ven horribles, se ven las heridas y cicatrices―hizo una mueca de asco mientras veía las mismas en el espejo.
Sí era verdad que sus piernas no eran lisas en totalidad, sino que había marcas de heridas que habían sido realizadas hace tiempo y en algunas zonas el color era irregular por daños y mallugones, pero la forma de sus piernas seguía siendo hermosa.
―No quiero que te tomes a mal mi comentario, porque sabes que te respeto mucho―aclaró, haciendo que el menor pensara que recibiría un insulto―Pero tus piernas me parecen hermosas, tienen una forma casi perfecta y sí, las heridas se notan, pero podemos encontrar una forma de reducir el color de las cicatrices y los mallugones. Puedo consultar sobre algo que podamos aplicar, si así lo deseas.
Jungkook no solamente lo halagó, porque muchas personas pensaban que con tan solo halagar la inseguridad de alguien ya solucionaban el problema, cuando no era así. Sino que también le dio una posible solución para mejorar aquello que no le gustaba y eso hizo que Taehyung cayera más por Jungkook.
―Me gusta usar short, pero desde que las heridas comenzaron a aparecer, los dejé de lado―susurró mientras se veía en el espejo, para después dar media vuelta y ver a Jungkook, quien lo veía con una pequeña sonrisa― ¿Crees que es posible lo que dices?
―Intentaremos todo lo que podamos, te lo prometo―garantizó, haciendo que el mejor soltara un suspiro aliviado y se abrazara al cuello ajeno, sabiendo que el mayor no podía corresponderle por toda la ropa que tenía en las manos.
―Jamás voy a poder terminar de agradecerte por todo―susurró feliz, dejando en esa ocasión dos besos en la mejilla ajena, para después separarse y verse nuevamente en el espejo―Lo llevaré.
Jungkook se mordió el labio inferior al sentir la sombra de los besos que el menor había dejado en sus mejillas ese día, sabiendo que él no necesitaba recompensarlo de alguna forma. Aunque, en realidad, los besos era algo que aceptaría con total gusto si él se los ofrecía.
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