ღ26
❤️🩹
Cuando regresó al departamento de Jungkook y Soobin, soltó un largo suspiro lleno de felicidad, lanzando sus zapatos de forma desordenada ante la emoción que llenaba su cuerpo, para después tener que tomarlos rápidamente, ya que Bam había tomado el izquierdo como un prisionero y no quería que lo destrozara.
Se sentía tan feliz, eufórico por haber ido por las calles sin pensar en que iba a morir ese día, a pesar de que el comienzo había sido un poco complicado, tomaba como un logro el haber llegado sin un ataque de ansiedad de por medio.
Su psicóloga le dijo que tenía que aprender a agradecerse a sí mismo por los pasos que daba para mejorar en su vida, hacerse saber que todo lo que hacía requería un gran esfuerzo, desde levantarse de la cama, hasta salir a la calle sin demasiado temor. Porque cada paso era importante y todo era gracias a su crecimiento personal.
―Fui muy valiente al llegar solo―se felicitó mientras colocaba sus zapatos en la zapatera, cerrándola para que Bam no tomara nuevamente su zapato como presa―Me siento muy feliz, orgulloso.
Los mininos corrieron para poder recibirlo, por lo que los tomó a ambos con cuidado, comenzando a darles pequeñas caricias como podía. Caminó hasta el sofá cama, siendo seguido por Bam también y dejó a los gatos sobre la alfombra, para poder sacar ropa limpia y cambiarse.
Sin embargo, algo hizo que sus movimientos se detuvieran, viendo que había una bola de mota que rodaba sobre la alfombra, notando que el lugar estaba sucio.
Sabía que ambos hermanos estaban ocupados, por lo que el tiempo para la limpieza era algo limitado. De hecho, sabía que el menor había intentado ayudar en el tema, pero claramente las cosas no habían salido bien debido a su alergia.
Le gustaba limpiar, cuando vivía con Hanju lo hacía por obligación, pero había encontrado un gusto en poder dejar su hogar limpio y sentirse feliz al verlo reluciente al terminar. Por lo que decidido, solamente se colocó chanclas de goma cómodas y se encaminó hasta el cuarto de lavandería, en donde se encontraba todo lo necesario.
Bam y los gatitos lo seguían fielmente, pero sabía que tendría que apartarlos a la hora de limpiar, para no dañarlos con la aspiradora o algún químico.
Notó que faltaban muchas cosas para poder hacer una limpieza más profunda, pero lo que había era suficiente como para hacer una buena limpieza.
Regresó a la sala con el carrito del trapeador y las cosas, tomando se su maleta la bandana que la decoraba, para colocársela sobre su frente, atándola con un nudo firme detrás de su cabeza.
―Tendré que apartarlos un momento. Pero prometo que todo estará reluciente cuando termine―dijo, viendo que Bam tenía su propia área de juegos, siendo limitado por unas verjas de plástico en la esquina de la sala―Voy a limpiar su espacio primero y luego los dejaré un momento ahí.
Se encargó de quitar todos los juguetes y la cama de Bam para poder limpiar. La cama la colocó dentro de la lavadora junto a la de los gatitos, los juguetes que eran como peluches y mantas. Limpió el espacio con dedicación, no usando productos fuertes en esa área, por seguridad.
Cuando terminó, dejó a los animalitos dentro para poder seguir con lo demás.
Había colocado música para su disfrute y limpió cada rincón en el que podía encontrar polvo o suciedad, solamente deteniéndose cuando la lavadora indicó que las cosas de los animales estaban listas, para después pasarlas a la secadora.
Bailaba suavemente mientras limpiaba, llegando al baño para limpiar desde la ducha hasta el inodoro, siendo especifico con todo, por todo el lugar.
Había descubierto que Soobin tenía envolturas de chocolates en el suelo, debajo de su cama. Seguramente escondiéndolos de Jungkook, quien sabía, le prohibía comerlos durante la noche. Decidió guardar el pequeño secreto del omega, pero sí le pediría que dejara de hacerlo, ya que no era bueno para su salud.
Cuando las cosas de los animales estuvieron listas, las sacó y acomodó a un lado, para poder meter a la lavadora las sábanas, fundas y alfombras que había recolectado.
Se sentía cansado, su bandana estaba sudada y su ropa también, pero después tomaría una ducha y descansaría un poco.
Se había colocado una mascarilla para evitar que el polvo molestara su nariz, la cual de por sí ya estaba bastante resentida con su dueño.
Dio una repasada a todo el lugar antes que de las cosas salieran de la secadora, pensando en que había hecho un gran trabajo y todo antes de que Jungkook llegara a casa, por lo que podía darle la pequeña sorpresa.
Cuando colocó las sábanas recién lavadas en su lugar y las alfombras en sus lugares correspondientes, pudo soltar el aire lleno de cansancio.
―Uff, fue un trabajo duro, pero todo quedó muy bien―se felicitó, colocando ambas manos sobre su cintura, admirando su trabajo―Ahora a ducharme, que me siento pegajoso.
Se quitó la mascarilla y la bandana, pero la última se la llevó consigo para lavarla en el baño a mano, pensando en que sería mejor conseguir una bandana nueva y no usar la que iba como decoración en su bolso.
Se tomó el tiempo de limpiarse correctamente, para después colocarse el primer suéter que Jungkook le dio, aunque ya no tenía su aroma, le encantaba mucho. Sus pantalones tenían pequeños dibujos de elefantes y sus calcetines eran a juego.
Salió del baño y ordenó su maleta, apartando la ropa sucia para lavarla cuando regresara a casa.
Cuando se lanzó sobre la cama, escuchó el código de la puerta ser colocado, para después ver a Jungkook entrar, quien rápidamente se dio cuenta en el cambio que había dado su departamento. En especial porque todo el lugar olía a Frambuesas y desinfectante, siendo el primero uno de los olores de Taehyung.
―Hola ¿Este es mi departamento o me equivoqué? ―preguntó con una sonrisa, quitándose los zapatos lentamente, mientras admiraba todo el lugar.
― ¡Sorpresa! ―levantó ambas manos con una sonrisa, su cabello encontrándose húmedo por el reciente baño―Yo tenía algo de tiempo y estaba muy animado, así que pensé que sería buena idea el hacer algo de limpieza, para ayudar―juntó sus manos, atento a la reacción ajena.
―Taehyungie...Pero esto debió tomarte mucho tiempo―se acercó al menor, dejando la bolsa con comida que había conseguido sobre la mesa del centro, la cual brillaba por su reciente limpieza.
―Lo sé, pero me gusta limpiar y pensé que sería bueno hacer algo útil, así que no me resistí―se encogió de hombros, el alfa no estando muy de acuerdo con eso de "hacer algo útil" Pero no le dijo nada, no queriendo quitarle esa hermosa sonrisa que adornaba su rostro― ¿Quieres que te muestre todo lo que hice?
Jungkook sonrió, estirando su mano para que el menor la tomara.
―Claro que sí.
Taehyung le mostró todo lo que había hecho y los cambios que había realizado, disculpándose también por haber entrado a la habitación del mayor sin su permiso, el alfa rápidamente diciéndole que no tenía nada por lo cual pedir perdón y que podía entrar siempre que lo necesitara. El omega también le dijo los productos que él prefería usar, pero que como no había encontrado, había intercambiado por los que tenían en el departamento.
Jungkook se sorprendió de todo lo que el menor había hecho en poco, tiempo, sabiendo que era muy habilidoso, pero igualmente encontrándose sorprendido.
―Después fui a tomar una ducha y lavar la bandana que usé en mi cabeza, así que la dejé secando sobre la puerta del baño―finalizó el recorrido, llegando finalmente hasta el área donde estaban las mascotas descansando, cada uno en sus camas y mantas limpias―Me divierto limpiando, así que todo pasó más rápido.
El alfa sonrió encantado por aquello, pero no podía dejar las cosas así como así. Sabía que aquello requería mucho esfuerzo y era algo que el menor había hecho excelente, por lo que debía recompensar su trabajo.
Sin decir nada, el mayor se encaminó hasta donde había dejado su maleta, llevando al omega consigo. Soltó la muñeca y comenzó a rebuscar, sacando unos billetes que había contado con cuidado, para después tendérselos al menor.
―Toma, es un pago por haber hecho tan buena limpieza―dijo, el menor viendo al mayor como si estuviera bromeando, no tomando los billetes que le tendía.
― ¿Qué? No debes pagarme, es lo menos que puedo hacer al estarme quedando aquí sin aportar en nada―negó rápidamente con la cabeza, haciendo que el mayor bajara la mano con los billetes, pero no estando dispuesto a dejar que el menor se quedara sin la recompensa―Además eso es demasiado dinero, solamente hice una pequeña limpieza.
―No fue una pequeña limpieza, Taehyungie. El lugar está brillando de lo limpio que está―señaló y aunque no era tan literal, había varias cosas que sí estaban reluciendo―Además, te estás quedando aquí porque nosotros te lo pedimos, tú no viniste sin invitación, por lo que no nos debes nada.
El omega negó una vez más, bajando la mirada.
―Esto no es mucho dinero, es lo que le pagábamos a la mujer que venía a hacer limpieza cada semana, pero que tuvimos que despedir porque comenzó a robar cosas―se cruzó de brazos, porque esa historia era real, pero había pasado hace meses y desde entonces no habían contratado a nadie más―Y ella no dejaba el lugar tan limpio como tú, te lo aseguro.
―Hyungie, no...
―Por favor, has hecho un trabajo increíble y debes ser premiado. Por favor déjame pagarte―rogó, siendo esa la última vez que le rogaría que los aceptara, no por orgullo, sino porque no quería presionar demasiado al menor―Puede ser este como un trabajo ¿Recuerdas que querías encontrar un trabajo? Puede que esto te guste, no necesariamente aquí siempre si no lo deseas, pero sí en otros lugares.
Taehyung suspiró mientras se mordía el labio inferior, pensando demasiado en lo que le decía.
De verdad le gustaba hacer limpieza y no lo sentía como algo tedioso, sino más como algo necesario. Hanju lo obligaba a hacerlo casi a diario y claramente no lo premiaba por nada, sino que solamente le señalaba las cosas que le faltaban por limpiar.
―Y-Yo no quiero que sientas la obligación de pagarme, no te consulté antes si podía hacerlo―jadeó angustiado, viendo nuevamente a su mayor, quien se había acercado más a él, para que no se siguiera alejando.
―Si yo un día llegara a tu casa e hiciera muchos platos de comida para ti ¿No pensarías que sería gusto recompensarme de alguna forma? ―preguntó, haciendo que el menor suspirara, asintiendo.
―Sí.
―Bien. Nuestros padres siempre nos mandan una cuota para la limpieza, así que no es nada que no hubiéramos tenido en cuenta antes―dobló los billetes en una de sus manos, colocando la otra sobre el brazo contrario.
El omega suspiró y se apegó al pecho del mayor, reposando su cabeza sobre su hombro, mientras pensaba en lo que le decía.
―Pero es mi obligación hacer esto, soy un omega y es...Es lo que los omegas debemos hacer―suspiró, cerrando sus ojos cuando sintió los brazos del más alto sobre su espalda, para poder devolverle el abrazo.
Aquella no era una creencia con la que Taehyung se mantuviera fiel, para nada. Pero era algo que se le había repetido tantas veces, que terminó adoptándolo como una característica propia. Al ser omega, se tomaba aquello como una obligación propia.
―Me gusta cocinar ¿Eso me hace menos alfa?
―No.
―Entonces no debes limpiar por el hecho de ser omega, lo haces porque te gusta y debes ser recompensado por tu esfuerzo, tu pago no es por ser omega―hizo las comillas―Como todos, tu trabajo debe ser recompensado. Por favor, Taehyungie.
El omega suspiró y se separó ligeramente del cuerpo contrario, asintiendo con la cabeza mientras intentaba comprender lo que el mayor le estaba diciendo.
―Está bien, yo los tomaré, pero no todo, solo la mitad de lo que me ofrecías―intentó negociar, pero el alfa estaba seguro de lo que estaba dando.
―Busca en internet el salario mínimo de las personas que trabajan en el área de limpieza doméstica y verás que la mitad de esto no es―Taehyung suspiró, viendo con ojos redondos, al contrario, para intentar ganarle.
―Bien, lo aceptaré, pero me dejarás invitarte a comer algún día―señaló, no dándole oportunidades para negarse, aunque tampoco es como que quisiera hacerlo.
―Claro que sí, yo gustoso y honrado de que me invites―sonrió, dándole los billetes nuevamente al menor, quien en ese momento sí los tomó, pero rápidamente volvió a abrazarse al contrario.
―Gracias, estaré muy feliz de poder limpiar, en serio me gusta―rio, emocionado―Solamente necesito más productos, casi no tienen nada.
―No te preocupes, cuando salgamos iremos al supermercado para comprar todo lo que necesites para la limpieza―lo abrazó correctamente finalmente.
Taehyung despegó su cabeza del cuerpo contrario y vio al mayor con una gran sonrisa en su rostro, Jungkook sabiendo que el menor quería decirle algo, pero que probablemente estuviera preparándose para decirlo.
―Yo tengo ropa muy dañada―dijo de la nada, haciendo que el mayor se confundiera, pero escuchara―Nunca he podido comprarme ropa buena, porque no tenía el dinero y tenía que comprar las rebajas de las tiendas de usados, esas prendas que estaban dañadas.
Jungkook claramente había visto que muchas de las prendas del menor estaban remendadas o dañadas, pero jamás había dicho nada porque no debía hacerlo y era una falta de respeto. Por lo que ahora escuchar esas palabras tan ilusionadas, solamente lograba que su corazón se llenara de felicidad.
― ¿Te gustaría ir a comprar algo de ropa? Podemos ir cuando quieras―asintió embobado, encantado con la hermosa persona que era Taehyung, no pudiendo evitarlo.
―Sí, solo que igualmente me gustaría ir a la tienda de usados, pero no a la de descuentos por daños―asintió, sabiendo que tenía que administrar bien lo que iba a ganar― ¿No te molesta ir a esas tiendas? Sé que al principio huelen extraño, pero con unas lavadas se quita.
Jungkook soltó una risita ante el vómito de palabras, colocando ambas manos sobre el rostro contrario, para que se tranquilizara.
―Mucha de la ropa que tenemos Soobin y yo es de la tienda de usados, Taehyungie. Solamente que intentamos elegir las mejores para que nos duren mucho, pero mucha de ella es de ahí y no encanta ir a esas tiendas―explicó, haciendo que el menor suspirara―Y aunque no fuera así, no debes darme explicaciones sobre lo que quieres comprar, puedes comprar lo que quieras, es tu dinero.
El omega tragó duro.
―Mi dinero.
―Sí, solamente tuyo y tú eres quien va a decidir como gastarlo―Taehyung sintió sus ojos picar y por la vergüenza de comenzar a llorar, se abrazó al cuello de Jungkook, escondiendo su rostro en el costado ajeno.
El alfa sonrió en grande y apretó el cuerpo más pequeño contra el suyo, sabiendo que cosas pequeñas como esas lograban generar un gran impacto en el menor.
Cuando el menor se sintió mejor, liberó al mayor para que pudiera ir a cambiarse de ropa, además de que le dijo que tenía una buena noticia que contarle, por lo que ahora se encontraba emocionado mientras dividía la comida que el alfa había llevado.
Cuando Jungkook estuvo listo, se sentó junto al menor con los platos para comenzar a comer, pero el omega estaba demasiado emocionado por saber sobre la noticia, que no podía dejarlo de lado hasta saber.
― ¿Cuál es la gran noticia? ―preguntó ansioso.
―Bueno ¿Recuerdas que te comenté sobre el tema de las prácticas y que podían ofrecerme un puesto dependiendo de mi rendimiento? ―preguntó, haciendo que el omega se emocionara al escuchar aquello, porque sabía que si era buena noticia, significaba que le habían dado el puesto.
―Sí, lo recuerdo muy bien―dejó su comida de lado, porque quería concentrarse lo más posible en Jungkook.
―Bien, hoy que fui a la universidad me comentaron que el jefe del hospital había enviado sus comentarios sobre mi desempeño para complementar lo necesario para mi calificación y también dijo que quería hablar conmigo, por lo que lo llamaron ahí―Taehyung se removió emocionado sobre su lugar, haciendo que el mayor sintiera su interior derretirse por él―Me dijo que quería darme un puesto fijo en el área de los lazos rotos, con puesto principal, lo que significa que no solamente voy a curar sus lazos, sino que presentar y analizarlos para investigaciones y realización de informes.
El omega comenzó a aplaudir y no pudo evitar el lanzarse sobre el mayor para felicitarlo, el alfa teniendo que sostener su plato hacia arriba para que no cayera nada sobre el sofá cama, pero correspondiendo el abrazo.
― ¡Felicidades, hyung! ―chilló emocionado, no pudiendo evitar soltar carcajadas emocionadas, porque habían pasado cosas muy buenas ese día―Me alegro mucho por ti, estoy orgulloso.
El alfa se sintió tan bien en ese momento, solamente sobresaltándose cuando sintió algo ligeramente húmedo chocar con su mejilla, para después darse cuenta de que habían sido los labios de Taehyung, los cuales le habían dejado un pequeño beso.
Ambos se miraron por un momento, en donde las mejillas de ambos se colorearon totalmente, pero ninguno se veía disgustado por aquella acción.
―Lo siento, me dejé llevar...
―No, no. No te disculpes en absoluto, hazlo cuantas veces quieras y siempre que lo desees―habló rápidamente, haciendo que el menor sonriera avergonzado, desviando la mirada.
―Está bien.
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