ღ24
❤️🩹
Acomodó su pijama con cuidado y se vio en el espejo, pensando en que se veía bien, a comparación de cómo se veía con otras de sus pijamas más ajustadas.
Se encontraba en el baño del departamento de los hermanos Jeon y se estaba colocando su pijama a petición del menor, quien había dicho que no podía ser una pijamada si no tenían sus pijamas puestas, por lo que se habían dividido para cambiarse.
Ese día había llevado una pijama simple, porque tenía un poco de pena de que los chicos lo vieran con un pijama de animalitos, por lo que la de ese día era una simple pijama de camisa manga larga y pantalón, todo de color rojo vino y con algunos detalles en azul naval.
― ¿Taehyung hyung está listo? ―escuchó la voz ligeramente aguda del menor al otro lado de la puerta, por lo que comenzó a guardar con rapidez la ropa usada anteriormente.
―Sí, en un momento salgo―le contestó, para pronto abrir la puerta y sonreírle al menor que se encontraba al frente, sabiendo que Soobin aún se sentía apenado por lo que había pasado, aunque Taehyung le había aclarado muchas veces que no tenía que angustiarse de más―Hey ¿Por qué esa cara?
Algo que había notado es que ambos hermanos se parecían en muchos aspectos, siendo la transparencia uno de esos detalles. Jungkook era una persona muy fácil de leer, en especial cuando tenía algún tiempo conviviendo con él. Sus facciones e incluso acciones demostraban fácilmente sus emociones, por lo que estás podrían pasar poco por desapercibido.
En el caso de Soobin era igual, ya que fácilmente podía ver que el menor estaba realmente angustiado desde lo que pasó en la cocina con el incidente de la mosca. También había notado que se había sentido cohibido cuando le hicieron la preguntas de la comida en el auto, pero lo había dejado de lado al ver que pronto logró sonreír genuinamente, pero en ese momento la angustia había durado más y comprendía sus motivos.
Tenía los mismos ojos redondos y brillantes de Jungkook, solamente que de tonalidades distintas.
―No es nada, hyung―le restó importancia mientras se encogía de hombros, pero era bastante claro que era muy malo mintiendo, al igual que Jungkook.
―Soobin, ya no tienes que preocuparte por lo que pasó en la cocina, normalmente tiendo a asustarme con facilidad, así que no debes colocarte más culpas―sonrió de lado mientras colocaba una mano sobre el hombro ajeno, para que entendiera que estaba hablando seriamente―Sé que sabes por lo que he tenido que pasar y no me molesta que lo sepas. Pero también sé que no harías algo para dañarme intencionalmente, por lo que no pienses demasiado en lo que pasó.
El omega menor suspiró mientras sonreía pequeño, asintiendo ante las palabras contrarias.
―Bien, gracias por aclararlo, hyung. Jungkookie me comentó sobre lo sucedido y yo realmente tendré mucho más cuidado con lo que haga o diga, realmente quiero que te sientas cómodo con nosotros, nos gusta tenerte aquí.
Aquellas palabras lograron que el corazón del omega castaño se sintiera cálido y querido, sabiendo que Soobin no lo decía por compromiso, sino que era realmente sincero.
―Yo también me siento muy bien con ustedes, muchas gracias por recibirme así―le dio una caricia en el hombro, haciendo que una gran sonrisa se colocara en el rostro del omega menor, quien se sintió más animado.
― ¡Bien! Es hora de jugar―chilló emocionado mientras correteaba hasta el sofá cama, en donde se acomodarían los tres para poder jugar a las carreras.
Jungkook se acercó a Taehyung mientras su hermano conectaba la consola y colocaba el juego, ya que había visto que él y su hermano habían estado hablando.
― ¿Todo en orden? ―preguntó en un susurró, colocando una mano en el brazo ajeno, sintiendo la suave tela del pijama―Lindo pijama.
Jungkook se había colocado unos pantalones deportivos grises con una camiseta blanca, siendo ese el estilo que el omega menor llevaba también, por lo que el pijama de Taehyung destacaba entre ellos.
―Gracias y sí. Solamente vi a Soobin muy angustiado desde lo que pasó en la cocina y le dije que no tenía que seguir preocupado, que realmente estoy bien y solamente fue el susto del momento―explicó con una sonrisa, apegándose más al alfa, quien lo recibió con gusto.
―Eso es bueno, realmente estaba preocupado―le sonrió, colocando una mano sobre la espalda contraria para ambos poder posar la vista sobre el mencionado, quien ya había colocado el juego y sincronizado los controles― ¿Estás listo? ―le preguntó a su hermano.
― ¡Sí!
Dentro de los juegos el sentido de competencia era algo que reinaba en todos los jugadores, pero el instinto de competencia de cada persona era diferente y aunque todos quisieran ganar, otros se enfocaban mucho más en ese deseo.
Como Jungkook.
Taehyung ya había jugado anteriormente con Jungkook a juegos tranquilos, en donde el sentido de competencia del mayor no había podido hacerse presente a una magnitud más notable, por lo que Taehyung estaba bastante sorprendido en ese momento de lo bueno que era jugando y para rematar, era muy competitivo.
Se notaba que le gustaba ganar y que el perder no era algo que le llamara la atención, en especial con Soobin, siendo el pobre omega la víctima de la sed insaciable del alfa por ganar, por lo que el castaño solamente pudo reír ante aquello.
―Hyung, eres muy bueno en este juego―recalcó con una sonrisa al ver que el alfa iba en primer lugar en el podio, mientras Soobin iba de segundo y el pobre Taehyung iba de séptimo, ya que, aunque había mejorado un poco con el juego, cuando la competencia se encontraba fuerte se le dificultaba mucho ganar.
―Es un tramposo―se quejó Soobin con los brazos cruzados, viendo la cinemática en donde se presentaba la nueva pista―Además de que es un bebé llorón cuando pierde, por eso lo dejo ganar, porque no quiero que haga un berrinche en frente tuyo, Taehyung hyung.
El alfa bufó ante aquellas palabras y vio a su hermano con reproche, dándole un pequeño zape en la frente, para que dejara de mentir.
―Eso es mentira, sabes que el bebé llorón aquí eres tú―lo acusó―Mírate, poniéndole queja a Taehyung mientras lloras como un niño caprichoso, no puedes aceptar que yo soy mejor que tú en este juego.
El castaño veía la situación con gracia, normalmente acostumbrado a estar dentro de peleas serias, llenas de molestias e insultos, por lo que esas peleas amigables eran muy disfrutables para él.
―Taehyungie ¿Estamos de acuerdo con que soy muy bueno? ―preguntó el alfa, haciendo que la vista del mencionado se colocara sobre él.
―Bueno...En realidad sí eres muy bueno, pero Soobin también lo es―destacó, no queriendo quedar mal con él―Aunque debemos admitir que tuviste mucha suerte con los regalos sorpresa, esa bala no suele salir cuando vas en segundo lugar―soltó una risita mientras se cubría la mitad del rostro con un cojín, viendo el rostro indignado del mayor.
― ¡Ja! Se sabe que tuviste ventajas―exclamó contento el omega, señalando a su hermano mientras se burlaba de él.
―Pero Taehyungie, la suerte también es parte del juego―se quejó con voz infantil, haciendo que el omega puchereara enternecido, porque Jungkook fácilmente podía parecerle muy adorable.
―Lo sé, pero Soobin tiene un poco de razón en eso, aunque la suerte no descarta el que eres muy bueno, también lo eres―se acercó al mayor para poder colocar una de sus manos sobre la contraria, haciendo que el alfa sonriera ante aquello.
Soobin levantó las cejas al ver aquel acercamiento, manteniéndose atento a sus dos mayores, quienes parecieran estarlo ignorando de forma inconsciente.
― ¿Estás diciendo eso para compensar el que me hayas llamado tramposo de forma indirecta? ―el alfa también levantó las cejas, pero de un modo distinto a su hermano.
―Estoy diciendo que eres muy bueno―inclinó la cabeza ligeramente, mordiéndose el labio inferior antes de soltar la bomba que seguramente haría que el contrario dejara de molestarlo―En cambio yo, voy en los últimos lugares, ni la suerte está de mi lado―suspiró como si estuviera lastimado, viendo la pantalla, la cual estaba en pausa.
―Pero vas mejorando poco a poco, es solo que cuesta un poco tomarle el truco al juego, pero ya verás que vas a mejorar―intentó consolarlo, cayendo totalmente en el truco del menor sin ser consciente―Solo debes practicar un poco más, pero serás muy bueno también.
El omega castaño suspiró mientras elevaba sus hombros, dudando en sus palabras.
―No lo sé, quizá solamente deba dejar de jugar y aceptar que soy un perdedor―el mayor se acercó rápidamente a él, haciendo que su mirada se colocara sobre el rostro contrario y no sobre la pantalla.
―No digas eso, Taehyungie. Serás muy bueno, verás que sí. Puedo ayudarte un poco cuando quieras y vamos a hacer que le des una patada en el culo a Soobin en las carreras ¿Te parece bien? ―intentó hacer un trato, el castaño fingiendo que estaba analizando la propuesta, tardándose un poco para causar un poco de tensión.
―Uh, creo que podría aceptar, sí―se rindió finalmente y le sonrió al contrario.
Soobin soltó una risa cuando notó todo el ambiente, desconociendo totalmente esa actitud de su hermano que jamás había apreciado con sus amigos, hasta ese momento. Sabía que su hermano tenía una debilidad por Taehyung, eso lo había notado desde el primer día que le habló de él, pero en ese momento podía notar que era algo más allá a una debilidad por su situación o por el hecho de que Taehyung era adorable, sino que veía que algo más estaba pasando y claramente iba a investigar aquello.
Porque, aunque sabía que su hermano era su confidente número uno y que él lo era para el otro también, sabía que Jungkook podía ocultarle cosas cuando no le parecían correctas o simplemente no estaba del todo seguro, por lo que una de esas dos opciones podía acoplarse a su hermano y esperaba sinceramente que no fuera la primera.
Taehyung se veía muy cómodo con él, hasta el punto de tomarle la mano y abrazarlo como si nada y eso hizo que Soobin fuera feliz, porque si había alguien que podía poner en la vida del omega mayor, después de todo lo que había pasado, definitivamente sería a su hermano.
No interrumpió la conversación de los mayores y esperó pacientemente mientras veía sus interacciones, las risas y voces más dulces siendo las protagonistas del anterior silencio.
―Bueno, entonces podemos seguir jugando―dijo Taehyung mientras se separaba un poco de Jungkook, aunque seguían estando más juntos que antes― ¿Estás listo, Soobin?
Los mayores regresaron la vista sobre el menor, quien mantenía sus redondos ojos sobre ellos.
―Sí, yo solo esperaba a que terminaran de hablar―soltó una risita, haciendo que los mayores se pusieran ligeramente tímidos, porque habían olvidado por un momento el que estaban jugando con Soobin.
Siguieron con el juego y el menor de todos fue testigo de cómo realmente Taehyung afectaba sobre su hermano. Ahora que el omega había expresado su tristeza por ir perdiendo en el juego, Jungkook se distraía un momento para darle consejos al castaño para jugar un poco mejor, incluso soltando el control un momento para poder ayudarlo, cuando eso era algo que jamás pensaría en hacer anteriormente.
Gracias a eso Taehyung había logrado llegar de cuarto lugar y aunque no era un gran lugar, el castaño celebró aquella victoria y el alfa celebró con él rápidamente, siendo Soobin el último en agregarse al festejo.
Jugaron durante varias horas, cambiado de juegos para poder variar un poco. Incluso jugaron uno de peleas y Soobin se sintió realmente traicionado cuando Jungkook se abrazó a Taehyung y le ayudó a ganarle, cruzándose de brazos mientras exclamaba su indignación mientras los mayores se burlaban de él.
― ¡Es injusto! Dos contra uno.
―Deja de ser un bebé, Soobin. Acepta la derrota.
Al tiempo de haber comenzado el juego de peleas, el castaño había comenzado a sentirse cansado, incluso sintiendo sus párpados pesar ante el sueño. Y es que, aunque haya tomado una buena siesta, eso no compensaba los días de sueño perdido.
Se estiró sobre el sofá e inclinó su rostro hasta Jungkook, quien en realidad estaba bastante cerca.
―Hyung, tengo sueño―susurró, haciendo que el alfa lo viera y después tomara su celular, para ver la hora.
―Oh, nos olvidamos de la cena, ya son las doce―se quejó, no logrando comprender cómo había pasado el tiempo tan rápido como para olvidar la cena.
― ¿Alguno tiene hambre? ―preguntó Soobin, quien se había llenado con el abundante almuerzo, por lo que no tenía ganas de comer más.
―Yo no, en realidad estoy bien después del buen almuerzo―dijo el castaño, viendo a Jungkook con duda― ¿Y tú?
―Yo tampoco, probablemente hasta mañana me den ganas de comer―se encogió de hombros, por lo que todos decidieron que era momento de ir a dormir.
Se encargaron de dejar el sofá coma ordenado y limpio, ya que debido a sus celebraciones habían desordenado un poco las mantas y no podía quedarse así. Por lo que los hermanos se encargaron de conseguirle mantas abrigadoras por el frío y el omega se colocó el suéter que Jungkook le había obsequiado ese día, para no morir congelado por la noche.
Soobin vio el suéter con curiosidad y tomó a su hermano de la mano sin decirle nada, haciendo que el alfa se asustara, pero que lo acompañara a la cocina sin quejarse.
―Oye ¿Ese no es el suéter por el que estuviste babeando hace días? ―preguntó suave y con gracia, haciendo que el alfa rodara los ojos.
―Sí, pero ahora es de Taehyung, no le digas nada o me lo devolverá―lo apuntó con su dedo índice, para que supiera que hablaba en serio―Es lindo y se le ve muy bien, así que se lo di. Es muy friolento y no tiene mucha ropa, la que tiene está en mal estado.
El omega suspiró por aquellas palabras, pero no en un mal sentido, sino todo lo contrario.
―Algo me estás ocultado aquí ¿Verdad? ―quiso indagar, haciendo que el alfa bajara su dedo y rodara sus ojos nuevamente, viendo que Taehyung seguía acomodando la que sería su cama esa semana―Lo compraste para él ¿No es así?
―Deja de ser tan curioso ¿Y qué si es así? ―se puso a la defensiva, más que todo por la pena de ser cuestionado por su hermano menor que por otra cosa.
―No estoy diciendo que sea malo, es solo que te he visto muy pegajoso con él―el menor suspiró y comenzó a parpadear rápidamente, tomando la mano de su hermano―Oh Taehyungie, no te preocupes. No pongas esa carita triste tan bonita, yo haré todo lo necesario para que me abraces y me sonrías como el chico hermoso que eres―comenzó a decir con voz burlona, sabiendo que estaba imitándolo.
― ¡Cállate, te va a escuchar! ―se quejó lo más bajo que pudo, notando que Taehyung estaba viendo su celular, por lo que no había escuchado nada de lo que su hermano estaba diciendo.
―Te gusta ¿Verdad? ―atacó de golpe mientras soltaba la mano de su hermano, cruzándose de brazos.
―Silencio, eres demasiado entrometido.
―Soy tu hermanito menor.
―Uno muy entrometido.
―Pero no un mentiroso ¿No es así? ―levantó una ceja, esperando una respuesta de su parte.
Jungkook no pudo decir nada al respecto, por lo que le dio un pequeño zape a su hermano en la cabeza y regresó a la sala, no quedándose para escuchar las quejas ajenas, sino que refugiándose directamente en el protagonista de la conversación con su menor.
― ¿Estás listo? ¿Necesitas algunas mantas o algo más? ―preguntó, haciendo que la vista del menor se posara sobre él.
―Estoy listo ¿Ustedes ya van a dormir? ―se levantó con una sonrisa, viéndose adorable.
―Sí, mañana tengo que llevar a Soobin a clases, por lo que tiene que dormir ahora―asintió, colocando una mano sobre el rostro contrario y viendo la nariz recientemente llenada de pomada―Va mejorando bien, pronto podrá mejorar y eliminar ese gran color púrpura.
―Sí, la verdad es que ya no está tan hinchado como antes, es un alivio―asintió, colocando una mano sobre la contraria.
―Bueno, descansen bien, hyungs. Mañana es un nuevo día―interrumpió Soobin con una sonrisa, haciendo que el castaño lo viera sonriente y el pelinegro con el rostro serio―Descansa muy bien.
―Descansa bien también, nos vemos mañana―le devolvió el cariño, por lo que el omega finalmente se fue a su habitación, no sin antes darle una última mirada jocosa a su hermano.
Cuando se fue, Jungkook separó su mano de rostro contrario y se alejó un poco.
―Bien, si necesitas cualquier cosa no dudes en despertarme, tengo un sueño algo pesado, pero me despertaré para ayudarte―afirmó, el menor asintiendo.
―Gracias, descansa bien―sonrió tímido, comenzando a acomodarse sobre la cama.
―Descansa.
Taehyung vio cómo Jungkook apagaba la luz de la sala y se iba a su habitación, por lo que en ese momento solamente quedaba la luz de la pequeña lámpara que había llevado y se mantenía a su lado, pero que daba una luz tranquila.
Se acomodó entre las mantas y suspiró, esperando el poder conciliar el sueño.
Agitó sus piernas para intentar salir de su agarre, pero apretaba demasiado fuerte sus caderas y por su peso lo obligaba a quedarse quieto sobre la cama. Su cuerpo solamente respondía ante el dolor, deseando a cada segundo que finalmente terminara su sufrimiento, pero sabiendo que apenas acababa de comenzar.
Hanju tomó una de sus piernas inquietas y la pegó a la cama con rudeza, para que no la moviera y lo dejara seguir embistiendo.
―Y-Ya basta―pidió apenas, su voz siendo un jadeó espantado y poco audible.
―Cállate o te golpearé hasta que te calles―le gritó el contrario, ejerciendo mayor presión en la piel del omega, quien ya no podía más.
―Por favor, ya basta―pidió horrorizado.
De repente, un golpe fue entregado en su rostro, logrando que su cuerpo se sentara sobre la cama de golpe y su respiración fuera errática, viendo entre la oscuridad de la sala que estaba solo y en el departamento de Jungkook y su hermano, siendo todo solamente otra horrible pesadilla.
Sus ojos estaban inundados en lágrimas y su cuerpo temblaba terriblemente, haciendo que la sensación de haber vivido aquella pesadilla fuera más real.
―Solo fue una pesadilla―intentó calmar su respiración, apretando sus manos con molestia―Mierda, odio esto.
Con manos temblorosas tomó su celular para ver la hora, notando que eran las dos de la mañana y no había logrado dormir nada.
Se sentía tan cansado, tan débil que sus párpados se cerraban automáticamente, amenazando con dormirlo nuevamente y como posibilidad, tener otra horrible pesadilla en donde el protagonista fuera Hanju.
Estaba harto de aquello, cansado de sentirse vulnerable hasta en sus sueños.
Su lobo chillaba con miedo ante la pesadilla, demasiado vulnerable y asustado.
―Jungkookie―susurró en medio del llanto, colocando una mano sobre su pecho y sintiendo la enorme necesidad de ir con el alfa―Alfa.
Su lobo era quien chillaba de la necesidad, exigiéndole al humano que se levantara de la cama y fuera con la persona que le brindaba tranquilidad con tan solo su aroma, pero Taehyung sintiendo vergüenza de despertarlo por algo así.
Además ¿Qué le diría? Jungkook, tuve una pesadilla como un bebé de tres años y quiero que duermas conmigo.
Se sintió tonto, pero la necesidad no lo dejaba en paz.
Se mantuvo unos minutos analizando si realmente valía la pena levantarse, mirando hacia la habitación de su mayor como si eso fuese a ayudar en algo.
Se levantó de la cama y tomó la almohada que le habían dado, además de la manta caliente. Caminó lentamente hasta la habitación ajena y vio que estaba ligeramente abierta, por lo que imaginaba que el mayor la había dejado así por si iba a despertarlo.
Empujó suavemente y entró a la habitación, viendo el cuerpo dormido del mayor.
El olor se encontraba por toda la habitación, haciendo que su lobo se sintiera más tranquilo, finalmente llegando hasta la cama.
―Hyung―susurró, inclinándose un poco para colocar una mano sobre el hombro ajeno, siendo suave―Hyungie.
El alfa comenzó a despertar, acelerando el proceso cuando vio que el menor estaba a su lado, por lo que se enderezó sobre la cama mientras dejaba la pereza de lado.
―Hey, Taehyungie ¿Sucedió algo? ―preguntó con voz ronca.
―Lo lamento, es que yo...―hizo una mueca, desviando la vista ante la pena.
― ¿Tuviste una pesadilla? ―preguntó al imaginarse la situación, en especial porque se le escuchaba con voz estrangulada, notando que había llorado.
―Sí, fue horrible―se lamentó a punto de sollozar, por lo que el mayor hizo espacio sobre la cama rápidamente, para que se acostara junto a él.
―Ven, acomódate aquí―lo invitó, por lo que el menor colocó su almohada y la manta, subiéndose a la cama.
Jungkook lo ayudó a colocarse bien la manta, el menor quedando a su lado, acercándose para que quedaran más pegados.
Taehyung se acomodó de frente al mayor, porque no quería darle la espalda, aunque esa posición también lo ponía nervioso.
― ¿Estás cómodo? ―le preguntó suave, ambos quedando frente a frente.
―Sí, gracias―sonrió tímido.
El silencio los rodeó nuevamente y el olor de Jungkook logró que su cuerpo dejara de temblar como cuando se había levantado, el calor de las mantas y la presencia ajena siendo de completa ayuda, relajándolo totalmente.
―Gracias, hyung―susurró nuevamente, haciendo que el alfa sonriera con los ojos cerrados.
―No es nada, Taehyungie.
Ambos se durmieron tranquilamente después del agradecimiento, los olores combinándose en la habitación y el miedo abandonando temporalmente el cuerpo del omega.
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